A. Jesús va a Jerusalén en secreto.
1. (1-2) En galilea al acercarse la fiesta de los Tabernáculos.
Después de estas cosas, andaba Jesús en Galilea; pues no quería andar en Judea, porque los judíos procuraban matarle. Estaba cerca la fiesta de los judíos, la de los tabernáculos;
a. No quería andar en Judea, porque los judíos procuraban matarle: No fue la falta de valor lo que hizo que Jesús se quedara en Galilea, sino la conciencia de los tiempos perfectos de su Padre – y aún no era tiempo de que fuera arrestado y entregado a los gentiles.
b. La fiesta de los judíos, la de los tabernáculos: Esta era una gozosa celebración de toda una semana en Septiembre u Octubre en donde las familias acampaban en refugios temporales para recordar la fidelidad de Dios hacia Israel en el desierto cuando iban de Egipto a Canaán bajo el liderazgo de Moisés.
i. “Los hebreos lo llamaban el festival de las cabañas (sukkoth), porque durante toda la semana que duraba las personas vivían en cabañas improvisadas de ramas y hojas (cf.Levítico); los habitantes del lugar los erigían en sus patios o en sus azoteas planas.” (Bruce)
2. (3-5) La incredulidad y la oposición de los hermanos de Jesús en su contra.
Y le dijeron sus hermanos: Sal de aquí, y vete a Judea, para que también tus discípulos vean las obras que haces. Porque ninguno que procura darse a conocer hace algo en secreto. Si estas cosas haces, manifiéstate al mundo. Porque ni aun sus hermanos creían en él.
a. Y le dijeron sus hermanos: Algunos se sorprenden al leer que la biblia dice que Jesús tenía hermanos, pero esta es una referencia clara. Juan ya había mencionado a los hermanos de Jesús en Juan 2:12, y Mateo escribió sobre los hermanos de Jesús en Mateo 12:46-47. En Mateo 13:55-56, se describe a las hermanas.
i. “Nuestro Señor bendito, ciertamente, fue su hijo primogénito, mientras ella aún era una virgen; pero ningún hombre puede probar que fue su último. Es un artículo de fe, en la Iglesia Papal, el creer en la virginidad perpetua de María; y en este aspecto, sin razón alguna, muchos protestantes parecen ser papistas.” (Clarke)
b. Vete a Judea, para que también tus discípulos vean las obras que haces. . . Si estas cosas haces, manifiéstate al mundo: Los hermanos de Jesús le dijeron que probara que era el Mesías en una plataforma más grande, en Jerusalén – el centro del judaísmo.
i. Las personas de Jerusalén a menudo veían con desprecio a los judíos de Galilea. Como Jesús había hecho la mayoría de sus milagros ahí, les daba a los líderes religiosos otra razón para decir que Jesús no era el Mesías, porque no había hecho la mayoría de su obra frente a la audiencia correcta.
ii. “Era ampliamente creído que cuando el Mesías viniera se haría conocer públicamente de alguna manera espectacular.” (Bruce) La Biblia Viviente da un buen sentido de esto: ¡No puedes hacerte famoso si te escondes así! Si tienes poder para hacer cosas tan maravillosas, ¡muéstrate al mundo!
iii. “Ellos se imaginaban que su gloria se limitaba a las demostraciones de sus poderes milagrosos, cuando en realidad solamente podía ser sumamente representada a través de su crucifixión.” (Tasker)
iv. “Sus hermanos pensaban que su éxito dependía de la actitud del mundo hacia él: en otras palabras, creían en el mundo en vez de en él.” (Trench)
c. Porque ni aun sus hermanos creían en él: Increíblemente, los hermanos de Jesús nunca parecieron apoyar su ministerio antes de su muerte y resurrección, (ver también Marcos 3:21). Después de su resurrección los hermanos de Jesús fueron contados entre los discípulos (Hechos 1:14).
i. “Esto no significa que no creían que había hecho milagros, sino que no creían su afirmación de que era el Mesías.” (Dods)
ii. “Muchos hombres que han enfrentado una cruel oposición en la vida pública han sido sostenidos por la fe y la fidelidad de sus parientes y amigos. A Jesús le fue negado este consuelo.” (Morris)
iii. “La expresión enfática, porque ni aun sus hermanos creían en él: Notablemente, los hermanos de Jesús nunca parecieron apoyarlo, &c., es una fuerte corroboración de la opinión de que real y literalmente eran hermanos.” (Alford)
3. (6-9) La respuesta de Jesús: Somos de mundos diferentes.
Entonces Jesús les dijo: Mi tiempo aún no ha llegado, más vuestro tiempo siempre está presto. No puede el mundo aborreceros a vosotros; más a mí me aborrece, porque yo testifico de él, que sus obras son malas. Subid vosotros a la fiesta; yo no subo todavía a esa fiesta, porque mi tiempo aún no se ha cumplido.
a. Mi tiempo aún no ha llegado, más vuestro tiempo siempre está presto: Como Jesús estaba completamente sometido a la voluntad del Padre, el tiempo de Dios el Padre era importante. Los hermanos de Jesús no estaban sometidos a la voluntad de Dios de la misma manera, así que cualquier tiempo estaba bien para ellos.
i. Mi tiempo: “En este pasaje la palabra es kairos, la cual significa característicamente una oportunidad; esto es, el mejor momento para hacer algo, el momento en el que las circunstancias son las más adecuadas.” (Barclay)
ii. Como Jesús obedecía a su Padre, ejemplificó la verdad de que el tiempo de Dios es una expresión importante de su voluntad. Algo puede estar en la voluntad de Dios, pero aún no en su tiempo.
b. No puede el mundo aborreceros a vosotros; más a mí me aborrece, porque yo testifico de él, que sus obras son malas: Los hermanos de Jesús concordaban con las opiniones populares de su tiempo sobre el bien y el mal – por lo tanto el mundo no podía odiarlos. Jesús osadamente confrontó los pecados de su era, y fue por lo tanto el blanco de mucho odio.
i. No puede el mundo aborreceros a vosotros: “No hay peligro de que provoquen el odio del mundo con nada de lo que digan o hagan; porque sus deseos y sus acciones son del mismo espíritu del mundo.” (Dods)
c. Yo no subo todavía a esa fiesta: Algunos comparan esta declaración con lo que se dice en Juan 7:10 (él también subió a la fiesta, no abiertamente, sino como en secreto) como si hubieran atrapado a Jesús en una mentira. Schopenhauer, el filósofo alemán del pesimismo, pomposamente escribió: “Jesucristo, con intención, sí pronunció una mentira.” (Barclay) Pero los cristianos han observado por siglos que Jesús dijo que no iría públicamente como para atraer la atención (como lo deseaban sus hermanos), pero eso no lo descartó de ir de forma privada.
4. (10-13) Jesús sube a Jerusalén, donde muchos discuten sobre él en secreto.
Pero después que sus hermanos habían subido, entonces él también subió a la fiesta, no abiertamente, sino como en secreto. Y le buscaban los judíos en la fiesta, y decían: ¿Dónde está aquél? Y había gran murmullo acerca de él entre la multitud, pues unos decían: Es bueno; pero otros decían: No, sino que engaña al pueblo. Pero ninguno hablaba abiertamente de él, por miedo a los judíos.
a. Pero después que sus hermanos habían subido, entonces él también subió a la fiesta, no abiertamente, sino como en secreto: Jesús no fue con sus hermanos en una de las grandes procesiones de viajeros de Galilea a Jerusalén en el tiempo de la fiesta. Fue detrás de ellos, viajando – casi (como si fuera) en secreto.
i. No abiertamente: “No en la caravana habitual, y probablemente tampoco de la manera habitual.” (Alford) “Es decir, él subió, pero no por instigación de sus hermanos, ni por la publicidad que ellos le habían recomendado.” (Dods)
ii. “Su partida secreta hacia Jerusalén no fue un acto engañoso. Fue un intento de evitar publicidad no deseada. Los enemigos de Jesús lo estaban vigilando, evidentemente con el propósito de arrestarlo.” (Tenney)
b. Y había gran murmullo acerca de él entre la multitud: Ellos murmuraban porque querían que Jesús cumpliera sus deseos para el Mesías, y que los cumpliera ya– cuando ellos querían.
c. Unos decían: Es bueno; pero otros decían: No, sino que engaña al pueblo: En aquel entonces, al igual que ahora, Jesús dividía a las personas. Los que lo escuchaban no podían permanecer neutrales. Se decidían de una u otra manera acerca de quién era Jesús, ya fuera como alguien bueno o como un engañador.
d. Pero ninguno hablaba abiertamente de él: Los líderes religiosos no querían que las personas hablaran de Jesús en absoluto. Las personas comunes temían algún castigo si los líderes religiosos escuchaban que hablaban de Jesús abiertamente.
i. “Si lo aprobaban o desaprobaban, no daban sus opiniones en voz alta o públicamente. Las autoridades no querían que se le discutiera en absoluto, y cualquiera que hiciera caso omiso de sus deseos era candidato a sufrir su descontento.” (Bruce)
B. Jesús responde objeciones y enseña.
1. (14-18) Los líderes religiosos objetan que Jesús no tiene estudios.
Mas a la mitad de la fiesta subió Jesús al templo, y enseñaba. Y se maravillaban los judíos, diciendo: ¿Cómo sabe éste letras, sin haber estudiado? Jesús les respondió y dijo: Mi doctrina no es mía, sino de aquel que me envió. El que quiera hacer la voluntad de Dios, conocerá si la doctrina es de Dios, o si yo hablo por mi propia cuenta. El que habla por su propia cuenta, su propia gloria busca; pero el que busca la gloria del que le envió, éste es verdadero, y no hay en él injusticia.
a. Subió Jesús al templo, y enseñaba: Aunque evitó hacer una gran entrada, cuando fue a Jerusalén en el tiempo de su Padre, enseñó con osadía Nunca se contuvo de proclamar la verdad.
b. ¿Cómo sabe éste letras, sin haber estudiado?: Los líderes judíos sabían que Jesús no había estudiado ni había sido discípulo de algún rabí prominente (como Pablo, que estudió con Gamaliel, Hechos 23). Jesús no siguió el curso normal y esperado de educación para un maestro.
i. El sentido de sabe éste letras es “Particularmente, doctrina– tal vez porque esta era toda la literatura de los judíos. Probablemente su enseñanza consistía en exposición de la escritura.” (Alford) “Su habilidad para interpretar la Escritura y su conocimiento de ella, es a lo que esto se refiere.” (Dods)
ii. Si hubieran podido condenar a Jesús por falsa doctrina o entendimiento equivocado de las Escrituras, lo hubiera hecho. Pero como no pudieron, atacaron las credenciales de Jesús. “Estas palabras se hablan en la verdadera intolerancia y prejuicios del llamado ‘aprendizaje.’” (Alford)
c. Mi doctrina no es mía, sino de aquel que me envió: Jesús no señaló a sus credenciales, sino a su doctrina. Fue como si hubiera dicho, “No tengo el título de un seminario, pero júzguenme por mi doctrina.” Si los líderes judíos escucharan cuidadosamente la doctrina de Jesús, sabrían que toda estaba arraigada en las Escrituras del Antiguo Testamento, y que era de Dios.
i. “Nuestro Señor bendito, en el carácter del Mesías, bien podría haber dicho, Mi doctrina no es mía, como podría decir un embajador, no hablo con mis palabras, sino con las del que me envió: y él habla estas palabras para atraer la atención de los judíos de la enseñanza del hombre a la enseñanza de Dios.” (Clarke)
d. Mi doctrina no es mía, sino de aquel que me envió: Jesús era un maestro elocuente y dotado, pero no era autodidacta; Jesús era enseñado por Dios. Su autoridad no venía de ningún hombre, sino de su Padre.
i. Jesús no afirmó ser autodidacta; él afirmó ser enseñado por Dios, prácticamente invitando a sus oyentes a examinar sus enseñanzas de acuerdo a las Escrituras.
ii. Hay un gran principio espiritual detrás de las palabras,El que quiera hacer la voluntad de Dios, conocerá si la doctrina es de Dios. “El entendimiento espiritual no se produce únicamente por aprender hechos o procedimientos, sino más bien depende de la obediencia a la verdad conocida.” (Tenney)
e. El que busca la gloria del que le envió, éste es verdadero, y no hay en él injusticia: Jesús se comparó a sí mismo con el que habla por su propia cuenta y que su propia gloria busca. Jesús era diferente.
· Jesús buscaba la gloria de Dios.
· Jesús es verdadero.
· En Jesús no hay injusticia.
i. En un sentido, Jesús nos dio dos medidas de un maestro verdadero.
· ¿La enseñanza viene de Dios? Esto es, ¿está de acuerdo con la Palabra revelada de Dios?
· ¿La obra le da la gloria a Dios?
2. (19-24) Las personas murmuran que Jesús está loco, y tiene un demonio.
¿No os dio Moisés la ley, y ninguno de vosotros cumple la ley? ¿Por qué procuráis matarme? Respondió la multitud y dijo: Demonio tienes; ¿quién procura matarte? Jesús respondió y les dijo: Una obra hice, y todos os maravilláis. Por cierto, Moisés os dio la circuncisión (no porque sea de Moisés, sino de los padres); y en el día de reposo circuncidáis al hombre. Si recibe el hombre la circuncisión en el día de reposo, para que la ley de Moisés no sea quebrantada, ¿os enojáis conmigo porque en el día de reposo sané completamente a un hombre? No juzguéis según las apariencias, sino juzgad con justo juicio.
a. Ninguno de vosotros cumple la ley: Jesús acaba de declarar que él era completamente verdadero y sin pecado, siempre buscando la gloria de Dios en el cielo (Juan 7:18). En contraste con Jesús, los líderes religiosos no obedecían la ley. Ellos tenían la ley (No os dio Moisés la ley), pero no la obedecían.
b. ¿Por qué procuráis matarme? Siguiendo la idea de Jesús, él dijo algo como esto: “Yo no tengo pecado y ninguno de ustedes obedece la ley. ¿Entonces porqué procuráis matarme? Ustedes son los que son culpables ante la ley, no yo.”
c. Demonio tienes; ¿quién procura matarte? Las personas no sabían que los gobernantes querían matar a Jesús porque sanó a un hombre en el día de reposo (Juan 5:16). Pensaron que Jesús estaba loco y quizás paranoico.
d. Si recibe el hombre la circuncisión en el día de reposo, para que la ley de Moisés no sea quebrantada: Era permitido – incluso ordenado – hacer un trabajo negativo en el día de reposo, como cortar la el prepucio en la circuncisión (Levítico 12:3). Era incluso mejor sanar completamente a un hombre en el día de reposo. Jesús lo hizo (Juan 5:8-9).
i. “Si ustedes pueden herir a un hombre en el día de reposo ¿No puedo yo sanar a uno?” (Trapp)
e. No juzguéis según las apariencias, sino juzgad con justo juicio: Ellos decidieron que Jesús tenía la apariencia de un pecador, y que ellos tenían la apariencia de ser justos. Ellos estuvieron equivocados cada vez, y necesitaban juzgar con justo juicio en vez de sólo por las apariencias.
i. “No puede haber ningún juicio justo si las apariencias deciden.” (Dods) La icónica imagen de laJusticia tiene una venda sobre los ojos por este motivo.
ii. “Siempre debemos tener en cuenta que esta ‘apariencia’ puede ser engañosa, y que por lo tanto con el amor que espera todas las cosas, debemos estar listos para dar al hombre el beneficio de cualquier duda o incertidumbre que esté en nuestras mentes.” (Morgan)
3. (25-29) Las personas de Jerusalén alegan que Jesús no puede ser el Mesías porque saben de dónde viene.
Decían entonces unos de Jerusalén: ¿No es éste a quien buscan para matarle? Pues mirad, habla públicamente, y no le dicen nada. ¿Habrán reconocido en verdad los gobernantes que éste es el Cristo? Pero éste, sabemos de dónde es; más cuando venga el Cristo, nadie sabrá de dónde sea. Jesús entonces, enseñando en el templo, alzó la voz y dijo: A mí me conocéis, y sabéis de dónde soy; y no he venido de mí mismo, pero el que me envió es verdadero, a quien vosotros no conocéis. Pero yo le conozco, porque de él procedo, y él me envió.
a. ¿No es éste a quien buscan para matarle? Las personas de Jerusalén sabían que los líderes religiosos querían matar a Jesús. La multitud que vino para la fiesta no lo sabía (Juan 7:20), los de Jerusalén sí. Estaban sorprendidos de que los gobernantes no fueran y detuvieran a Jesús de enseñar.
b. Habla públicamente, y no le dicen nada: Jesús nunca tuvo miedo ni se dejó intimidar por las amenazas en su contra. Él siguió hablando públicamente, y con tal osadía que nadie podía detenerlo.
c. Sabemos de dónde es; más cuando venga el Cristo, nadie sabrá de dónde sea: Muchos (pero no todos) de los judíos de ese tiempo creían que el Mesías aparecería repentinamente, como de la nada.
i. Malaquías 3:1 dice que el mensajero de Dios iría repentinamente al templo. Este era el tipo de dicho que los hacía pensar que el Mesías aparecería de la nada para mostrarse a Israel.
ii. La creencia popular “sostenía que el Mesías aparecería. La idea era que estaba esperando oculto y un día aparecería de repente sobre el mundo y nadie sabría de donde habría venido.” (Barclay)
iii. Sabemos de dónde es: No sabemos si las personas pensaban, este hombre viene de Belén, o este hombre viene de Nazaret. Probablemente asociaban a Jesús con Nazaret (Jesús de Nazaret).
d. A mí me conocéis, y sabéis de dónde soy: Esta primera oración de la respuesta de Jesús bien podría haber sido sarcástica. Ellos pensaban que sabían de donde era, pero no conocían su origen celestial.
i. “Él concuerda con que lo conocen y que saben de dónde viene, pero casi podemos afirmar con certeza que esta es una respuesta irónica: ‘¡Así que me conocen a mí y a mis orígenes!’” (Morris)
e. De él procedo, y él me envió: Las multitudes tal vez estaban confundidas acerca de dónde vendría el Mesías, pero Jesús sabía exactamente de dónde venía. Jesús no era un hombre confundido que se preguntaba si realmente era el Hijo de Dios.
i. “El lenguaje es sencillo y sin ambigüedades; la afirmación es prestigiosa. Jesús afirma de nuevo su relación única con el Padre, y sus oyentes no se pueden perder la implicación de sus palabras.” (Bruce)
4. (30-36) Oficiales intentan arrestar a Jesús y muchos creen en él.
Entonces procuraban prenderle; pero ninguno le echó mano, porque aún no había llegado su hora. Y muchos de la multitud creyeron en él, y decían: El Cristo, cuando venga, ¿hará más señales que las que éste hace? Los fariseos oyeron a la gente que murmuraba de él estas cosas; y los principales sacerdotes y los fariseos enviaron alguaciles para que le prendiesen. Entonces Jesús dijo: Todavía un poco de tiempo estaré con vosotros, e iré al que me envió. Me buscaréis, y no me hallaréis; y a donde yo estaré, vosotros no podréis venir. Entonces los judíos dijeron entre sí: ¿Adónde se irá éste, que no le hallemos? ¿Se irá a los dispersos entre los griegos, y enseñará a los griegos?¿Qué significa esto que dijo: Me buscaréis, y no me hallaréis; y a donde yo estaré, vosotros no podréis venir?
a. Ninguno le echó mano, porque aún no había llegado su hora: Hasta que llegara el momento, nadie podría prender a Jesús. Llegaría un tiempo en el que Jesús diría que había llegado su hora (Juan 12:23). Hasta esa hora, Jesús estaba protegido.
i. Los oficiales quisieron prenderle, pero no pudieron. Simplemente no pasaría. Cuando los oficiales regresaron a los líderes religiosos con las manos vacías – sin llevar a Jesús arrestado – sus jefes quisieron saber por qué. Ellos respondieron, ¡Jamás hombre alguno ha hablado como este hombre! (Juan 7:46)
b. Muchos de la multitud creyeron en él: Cuando Jesús hablaba con las personas, eran atraídas a tener fe en él. No importaba que muchos se le opusieran o que incluso quisieran matarlo. Cuando Jesús se presentaba en público, la gente creía en él, y se maravillaban ante las muchas señales que hacía.
i. Hablaron con una lógica evidente cuando preguntaron, “El Cristo, cuando venga, ¿hará más señales que las que éste hace?” Es justo preguntar, ¿quién ha hecho más que Jesús?
ii. Si Jesús no es el Mesías, cuando el Mesías venga, él…
· ¿Hará más milagros que Jesús?
· ¿Enseñará con más entendimiento y autoridad que Jesús?
· ¿Amará más extraordinariamente que Jesús?
· ¿Sufrirá con más valor que Jesús?
· ¿Expiará a más pecadores que Jesús?
· ¿Se levantará de la muerte con más triunfo que Jesús?
· ¿Ascenderá al cielo con mayor gloria que Jesús?
· ¿Presentará un evangelio más grande que Jesús?
· ¿Cambiará más vidas que Jesús?
· ¿Liberará de más adicciones que Jesús?
· ¿Consolará a más corazones afligidos que Jesús?
· ¿Sanará más corazones rotos que Jesús?
· ¿Restaurará más matrimonios que Jesús?
· ¿Triunfará sobre más tiranos que Jesús?
· ¿Tendrá más seguidores que Jesús?
iii. Nada de esto es posible. Nadie puede hacer más de lo que Jesús hizo, y él merece toda nuestra confianza, vida y fe como Mesías.
c. Todavía un poco de tiempo estaré con vosotros: Cuando los líderes religiosos enviaron alguaciles para que le prendiesen, Jesús les aseguró a los oficiales que él iría, pero en el tiempo designado – en su ascensión (iré al que me envió). No se lo llevarían en ese momento presente.
i. “Para los oficiales esta respuesta es una exhibición de su triunfante confianza de que su malicia es impotente y sus brazos están paralizados; que cuando él quiera, irá. No será arrastrado por ellos o por ningún hombre.” (Maclaren)
d. Se irá a los dispersos entre los griegos: Jesús habló de su futura ascensión al cielo, pero ellos no entendieron. Malinterpretando intencionadamente, ellos preguntaron si se iría a las comunidades judías fuera de la tierra prometida.
i. “Los judíos no entendieron que se refería a su muerte, sino a algún recorrido que tomaría si llegaran a rechazarlo.” (Alford)
ii. “Poco sabían los que hablaron que, aunque Jesús no iría en persona a los griegos, sus seguidores serían contados entre las decenas de miles de personas entre las tierras griegas en algunos años.” (Bruce)
e. Me buscaréis, y no me hallaréis: Sorprendentemente, ellos repitieron exactamente lo que Jesús había dicho con anterioridad. Esta afirmación los perturbaba, y querían saber a qué se refería Jesús. Él se refería a que no sería encontrado por el examinador hostil, ni por los que tenían la intención de arrestarlo, silenciarlo o matarlo.
5. (37-39) La gran invitación: Si alguno tiene sed, venga a Mí y beba.
En el último y gran día de la fiesta, Jesús se puso en pie y alzó la voz, diciendo: Si alguno tiene sed, venga a mí y beba. El que cree en mí, como dice la Escritura, de su interior correrán ríos de agua viva. Esto dijo del Espíritu que habían de recibir los que creyesen en él; pues aún no había venido el Espíritu Santo, porque Jesús no había sido aún glorificado.
a. En el último y gran día de la fiesta: La fiesta de los tabernáculos duraba ochos días. Durante los primeros siete días el agua del estanque de Siloé era llevada en una jarra de oro y derramada sobre el altar para recordarle a todos del agua que Dios proveyó milagrosamente para un Israel sediento en el desierto. Parece que en el octavo día no había derramamiento de agua – solo oraciones por el agua – para recordarles que llegaron a la tierra prometida.
i. “Pero el octavo día no era precisamente uno de los días de fiesta; Las personas dejaban de habitar en tabernáculos en el séptimo día. Filo dice de esto que era la solemne conclusión, no solo de esa fiesta, sino de todas las fiestas del año.” (Alford)
ii. Este sería el último periodo de fiesta que Jesús pasaría en Jerusalén antes de la Pascua de su muerte. Este era el último día de la última fiesta; la última vez que le hablaría a muchos de ellos antes de su crucifixión.
b. Jesús se puso en pie y alzó la voz, diciendo: Lo que Jesús estaba a punto de decir era de gran importancia.
· Era importante debido a dónde lo dijo (de pie en los patios del templo, justo en las afueras del mismo).
· Era importante debido a cuándo lo dijo (el último día de los Tabernáculos, después de que el agua había sido derramada en los días anteriores).
· Era importante debido al cómo lo dijo (alzando la voz, incluso gritando – en contraste con el tono general de su voz en su ministerio, según Isaías 42:2: No gritará, ni alzará su voz, ni la hará oír en las calles).
c. Si alguno tiene sed, venga a mí y beba: La celebración de la Fiesta de los Tabernáculos hacía énfasis en cómo Dios proveyó agua para Israel en el desierto en su camino a Canaán. Jesús osadamente llamó a las personas que fueran a él a beber y satisfacer su sed más profunda, su sed espiritual.
i. La invitación era amplia porque decía, si alguno. Inteligencia, raza, clase, nacionalidad, o partido político no lo limitaban. La invitación era limitada porque decía, si alguno tiene sed. Uno debe ver su necesidad. La sed no es nada en sí misma; es una falta de algo. Es un vacío, una necesidad auténtica.
ii. Hay una disputa entre los comentaristas sobre si Jesús dijo esto mientras el agua estaba siendo derramada, o si lo hizo en el día en el que ya no se derramaba agua. Tal vez es imposible saber con certeza, pero el énfasis de Juan en el último y gran día probablemente indica que Jesús quiso mostrar un contraste. “No hay más agua en el templo ni en los rituales que amamos.Yo tengo el agua que ustedes están buscando.”
iii. “En el octavo día no se derramó agua, y esto haría la afirmación de Jesús aún más impresionante.” (Morris)
iv. “En el octavo día, el cual conmemoraban su entrada a ‘una tierra de manantiales de agua,’ se suspendía la ceremonia. Pero los espíritus más profundos debieron haber visto con un poco de recelo todo este ritual, aun sintiendo dentro de sí una sed que ninguna de estas formas simbólicas apagaban.” (Dods)
d. El que cree en mí: Jesús explicó a qué se refería por la metáfora de beber. Venir a Jesús y beber era básicamente poner su fe en él; confiar en, depender de, y aferrarse a Jesús por el tiempo y la eternidad.
i. “Entonces se les dice que beban. Esta no es una acción difícil, Cualquier tonto puede beber: de hecho, muchos son grandes tontos porque beben demasiado de licores venenosos. Beber es peculiarmente una acción muy común entre los pecadores.” (Spurgeon)
e. De su interior correrán ríos de agua viva: Para el que cree en él, Jesús ofreció un rio perpetuo de agua viva fluyendo de su interior. Los tabernáculos también anunciaban las profecías del agua fluyendo desde el trono y desde Jerusalén donde el Mesías sería entronado. Básicamente Jesús dijo “pongan su confianza en mí, denme el trono de su corazón, y la vida y la abundancia fluirán.”
i. “El griego es, ‘de su interior’, i.e.‘desde lo más profundo de su ser’.” (Morris)
ii. Jesús no solamente hablaba de algo que entrara a una persona, sino de algo que fluía fuera de ellas también. No solamente era recibir una bendición, sino también volverse una fuente de bendición para otros.
iii. “Él era capaz de satisfacer la sed, y por otra parte, que los que recibían tal satisfacción de él, se volvieran canales a través de los cuales pasaran los desbordantes ríos.” (Morgan)
iv. Como dice la Escritura: “Aunque no se cita ningún pasaje específico de las escrituras, esto realmente sería un cumplimiento de tales profecías como la de Zacarías de que un día una fuente sería abierta en la casa de David, y aguas vivientes fluirían de Jerusalén, (Zacarías 13:1, 14:8); y en Isaías que Dios vendría a derramar agua sobre los sedientos (Isaías 44:3, 55:1).” (Tasker)
f. Esto dijo del Espíritu que habían de recibir los que creyesen en él: Esta emanación de vida y abundancia viene en y a través de la presencia del Espíritu en la vida del creyente. Esto habla de una experiencia que pertenecía a los que creyesen en él. La naturaleza de esa experiencia puede diferir entre los creyentes, pero hay algunos aspectos que son prometidos a todos los que lo reciban por fe.
i. “El Talmud de Jerusalén conecta las ceremonias y las escrituras con el Espíritu Santo: ‘¿Por qué se le llama al nombre de esto obtener el agua? Por el derramamiento del Espíritu Santo, según lo que ha sido dicho: “Con gozo sacareis aguas de las fuentes de la salvación.”‘” (Morris)
ii. “Es una bendición el predicar la obra de Jesucristo, pero es algo malo el omitir el trabajo del Espíritu Santo; pues el trabajo del mismo Señor Jesús no es bendecir a ese hombre que no conoce la obra del Espíritu.” (Spurgeon)
g. Pues aún no había venido el Espíritu Santo: Esta vida rebosante y abundancia aun no podían llegar, porque Jesús no había sido aún glorificado– Esto es, glorificado en la cruz y a través de la resurrección. Esta entrega del Espíritu Santo para el pueblo de Dios no podía suceder hasta que Jesús completara su obra en la cruz y en la tumba vacía.
i. Traductores han agregado la palabra venido. Más literalmente es “Pues aún no era Espíritu.” Juan nos dice que aún no era Pentecostés y los días del Espíritu. “La palabra implícita no es exactamente ‘venido,’ sino más bien ‘trabajado,’ o alguna palabra similar… aún no era la dispensación del Espíritu.” (Alford)
ii. “Es un punto repetido en el Evangelio que el Espíritu no podía venir durante el ministerio terrenal de Cristo. Pero cuando la obra fue consumada el Espíritu fue dado.” (Morris)
C. Las preguntas de la multitud, el rechazo de los líderes religiosos.
1. (40-43) Jesús provoca división entre la multitud.
Entonces algunos de la multitud, oyendo estas palabras, decían: Verdaderamente éste es el profeta. Otros decían: Este es el Cristo. Pero algunos decían: ¿De Galilea ha de venir el Cristo? ¿No dice la Escritura que del linaje de David, y de la aldea de Belén, de donde era David, ha de venir el Cristo? Hubo entonces disensión entre la gente a causa de él.
a. Éste es el profeta. . . Este es el Cristo: Unos decían una cosa, otros decían otra acerca de quién era Jesús. Pero todos tenían una opinión. No podían ser confrontados con Jesús y permanecer realmente neutral. Si alguien pretendía ser neutral, en realidad estaba contra él.
i. Éste es el profeta: “Sin duda algunos sabían que por el profeta, se referían al Mesías; pero otros parecen haber pensado que uno de los antiguos profetas sería levantado de los muertos, y precedería la aparición del Mesías.” (Clarke)
b. ¿De Galilea ha de venir el Cristo? Algunos rechazaron a Jesús porque eran ignorantes, sin conocer la verdad acerca de él. Estos no sabían que en realidad Jesús había nacido en Belén, a pesar de que conocían las profecías acerca de que Jesús nacería en Belén.
i. “La preposición traducida como ‘de’ se refiere al nacimiento y origen, no a la residencia.” (Trench)
ii. “El mismo pasaje que convenció a sus críticos de que él no podía ser el Mesías era el que más fuerte probaba que lo era.” (Tenney)
iii. “¿Es usted el que ha estado rechazando a Jesús por una objeción nimia? ¿Se niega a venir porque no puede entender de dónde sacó esposa Caín? ¿O cómo puede Dios castigar a los pecadores? ¿O por qué debemos creer en un nacimiento virginal o una resurrección?” (Boice)
c. Hubo entonces disensión entre la gente a causa de él: Durante los días de su obra terrenal, Jesús dividió a las personas. Las personas no podían tener realmente dos opiniones sobre Jesús, así que unos estaban con él mientras otros estaban en su contra.
i. “La palabra traducida como disensión implica una disensión violenta– algunos asumiendo su causa, otros deseando prenderle.” (Alford)
ii. La división no se dio porque Jesús hablara con torpeza, o porque hablara sobre un tema teológicamente controversial. Él hablaba sobre sí mismo, el Mesías – y hablaba con claridad, no con palabras oscuras y misteriosas.
iii. Jesús repitió esta idea en Mateo 10:34-36: No penséis que he venido para traer paz a la tierra; no he venido para traer paz, sino espada. Porque he venido para poner en disensión al hombre contra su padre, a la hija contra su madre, y a la nuera contra su suegra; y los enemigos del hombre serán los de su casa.
iv. Tal división nunca debería existir entre los seguidores de Jesús. “Incluso podemos pelear algunas veces entre nosotros por lo que consideramos que es la verdad, y nos reprendernos unos a otros a la cara si pensamos que hay un error; pero cuando se trata de Cristo y de su amada cruz, deme la mano, hermano. Es usted lavado en la sangre, y también yo. Descansa en Cristo, también lo hago yo. Ha puesto en Jesús toda su esperanza; y ahí es donde está toda mi esperanza, y por lo tanto somos uno. Sí, no hay verdadera división entre el verdadero pueblo de Dios debido a Cristo.” (Spurgeon)
2. (44-49) El fracaso de un intento por arrestar a Jesús.
Y algunos de ellos querían prenderle; pero ninguno le echó mano. Los alguaciles vinieron a los principales sacerdotes y a los fariseos; y éstos les dijeron: ¿Por qué no le habéis traído? Los alguaciles respondieron: ¡Jamás hombre alguno ha hablado como este hombre! Entonces los fariseos les respondieron: ¿También vosotros habéis sido engañados? ¿Acaso ha creído en él alguno de los gobernantes, o de los fariseos? Mas esta gente que no sabe la ley, maldita es.
a. Y algunos de ellos querían prenderle; pero ninguno le echó mano: El arresto no tuvo éxito, pero no fue porque los alguaciles fueran incompetentes. Fue porque aún no era el tiempo, y era imposible que Jesús fuera detenido hasta que estuviera bien en el tiempo de Dios.
b. ¡Jamás hombre alguno ha hablado como este hombre! Estos alguaciles del templo habían escuchado a muchos rabís enseñar, pero nunca habían escuchado a alguien hablar como Jesús. Se impresionaron tanto por el mensaje de Jesús que les resultó imposible hacer el trabajo que se les asignó de arrestarlo y silenciarlo.
i. “‘Nunca un hombre habló de esta manera.’ En griego la palabra ‘hombre’ (anthropos) ocurre en la posición enfática al final de la oración e implica por contraste que él debe ser mucho más que un ser humano ordinario.” (Tenney)
ii. “Su testimonio fue expresado en sencillas y pocas palabras, pero han resistido la prueba de diecinueve siglos.” (Bruce)
c. ¿También vosotros habéis sido engañados? ¿Acaso ha creído en él alguno de los gobernantes, o de los fariseos? Mas esta gente que no sabe la ley, maldita es: El orgullo de los líderes religiosos era evidente, así como lo era su desprecio por la gente común. Esperaban avergonzar e intimidar a los oficiales que no arrestaron a Jesús con la idea de que si la gente inteligente y espiritual no sigue a Jesús – tampoco deberían ustedes.
i. “El esnobismo religioso de los gobernantes se reveló en su despectivo rechazo del testimonio de los guardias.” (Tenney)
ii. “Los fariseos tenían una frase con la que describían a la gente ordinaria y sencilla que no observan las miles de regulaciones de la ley ceremonial. Las llamaban la gente de la tierra; para ellos éstos eran más que despreciables.” (Barclay)
iii. “Incluso el rabí liberal Hillel, de la generación antes de Cristo, se sumó a esta actitud cuando dijo, ‘Ningún miembro de la gente común es piadoso.’” (Bruce)
3. (50-52) La reacción ante la pequeña defensa de Nicodemo por Jesús.
Les dijo Nicodemo, el que vino a él de noche, el cual era uno de ellos: ¿Juzga acaso nuestra ley a un hombre si primero no le oye, y sabe lo que ha hecho? Respondieron y le dijeron: ¿Eres tú también galileo? Escudriña y ve que de Galilea nunca se ha levantado profeta.
a. ¿Juzga acaso nuestra ley a un hombre si primero no le oye, y sabe lo que ha hecho?: Nicodemo intentó razonar con los líderes religiosos, advirtiéndoles en contra de juzgar a Jesús precipitadamente.
b. ¿Eres tú también galileo?: Los líderes religiosos que vivían en Jerusalén y en Judea despreciaban a las personas de Galilea, y con frecuencia se burlaban de ellos. Para estos líderes religiosos de Judea, nada bueno podía venir de Galilea.
c. Escudriña y ve que de Galilea nunca se ha levantado profeta: Estaban equivocados. De hecho un profeta, se había levantado de Galilea. Jonás (que fue una imagen de Jesucristo) venía de Gat-hefer, que se encontraba tres millas al norte de Nazaret en la baja Galilea (2 Reyes 14:25).
i. “La manera en la que se introduce la pregunta en el original transmite una fuerte nota de sorpresa; ‘¿Porque ciertamente el Cristo no vendrá de Galilea?’” (Tasker)
ii. “Esto era históricamente incorrecto; – pues por lo menos dos profetas se habían levantado de Galilea, y entre ellos el más grande de los profetas, Elías de Tisbe; y tal vez también Nahúm y Oseas. Su desprecio por Galilea los hacía perder de vista la exactitud histórica.” (Alford)
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