Jueces 4 – Débora y Barac
A. Débora, el cuarto Juez.
1. (1-3) El ciclo comienza otra vez: apostasía, servidumbre y suplicación.
Después de la muerte de Aod, los hijos de Israel volvieron a hacer lo malo ante los ojos de Jehová. Y Jehová los vendió en mano de Jabín rey de Canaán, el cual reinó en Hazor; y el capitán de su ejército se llamaba Sísara, el cual habitaba en Haroset-goim. Entonces los hijos de Israel clamaron a Jehová, porque aquél tenía novecientos carros herrados, y había oprimido con crueldad a los hijos de Israel por veinte años.
a. Después de la muerte de Aod, los hijos de Israel volvieron a hacer lo malo ante los ojos de Jehová: Al ver la desviación continua hacia la desobediencia hace que uno este cada vez menos confiado en el hombre, pero más y más impresionado con la misericordia y gracia de Dios. A pesar de que Israel continuaba olvidándose de Él, Él continuó trabajando con ellos.
i. “La vida sedentaria esta más sujeta a enfermedades: las aguas estancadas rápidamente se echan a perder. Es duro y feliz el no empeorar con la libertad.” (Trapp)
b. Y Jehová los vendió en mano de Jabín rey de Canaán: Dios amaba a Israel demasiado como para que se fueran por su propio camino. Puede haber ocasiones cuando deseamos que Dios nos deje solamente solos; pero al final estamos agradecidos por Su trato continuo para con nosotros, aún cuando no es cómodo.
i. Aún cuando Dios trata con alguien de esta manera, puede tomar algo de tiempo para que su corazón de vuelva en arrepentimiento hacia Él. Le tomó a Israel veinte años de servidumbre antes de que clamaran a Jehová.
c. Jabín rey de Canaán: Dios utilizó a un opresor totalmente diferente esta vez. Dios puede y hará el uso de cualquier cosa para tomar nuestra atención para mantenernos a raya con Su voluntad.
2. (4-5) Débora: una profetiza y juez de Israel.
Gobernaba en aquel tiempo a Israel una mujer, Débora, profetisa, mujer de Lapidot; y acostumbraba sentarse bajo la palmera de Débora, entre Ramá y Bet-el, en el monte de Efraín; y los hijos de Israel subían a ella a juicio.
a. Débora, profetisa: Algunos consideran inesperado que Dios levantara a una mujer como profetiza. Pero el Nuevo Testamento pone en claro que Dios también da a las mujeres el don de la profecía, y ellas lo deben de practicar de una forma apropiada (1 Corintios 11:5).
i. “Lapidot, su esposo, parece que no tenía nada que ver en el gobierno. Pero en el original también se puede traducir como la esposa de Lapidot, siendo la mujer de Lapidot.” (Clarke)
ii. La Biblia nos habla de otras profetizas: María (Éxodo 15:20), Hulda (2 Reyes 22:14), Ana (Lucas 2:36), y las cuatro hijas de Felipe (Hechos 21:8-9).
iii. De 1 Corintios 11:5 vemos que el elemento esencial para el ministerio de una mujer como profetiza en la iglesia primitiva era su clara sumisión al liderazgo del hombre en la iglesia (evidenciado al utilizar ella el velo). En la iglesia del Nuevo Testamento, una mujer debía de utilizar sus dones en el contexto del orden establecido por los líderes de la iglesia – de la misma manera que el don de cada quien.
iv. Esto siempre es posible porque el don de la profecía nunca “abruma” a aquel que lo recibe; los espíritus de los profetas están sujetos a los profetas (1 Corintios 14:32).
b. Gobernaba en aquel tiempo a Israel: Y más personas consideran inesperado que Dios levantara a una mujer para ser juez – una shaphat, un líder heroico para Israel. Débora fue una mujer grandemente utilizada por Dios, y ella también era una mujer que respetaba a las personas que Dios ponía en autoridad sobre ella – notablemente, Barac.
i. El asunto, desde la perspectiva del Nuevo Testamento, no es si las mujeres pueden ser utilizadas de una gran manera por Dios. Por supuesto que se puede. El asunto es de liderazgo, responsabilidad final, y autoridad – y Dios le ha dado estas responsabilidades al hombre, tanto en el hogar como en la iglesia. Las mujeres pueden ser usadas grandemente por Dios, pero debe ser bajo el liderazgo de la autoridad del hombre en la iglesia.
ii. Las razones no tienen nada que ver con alguna noción de superioridad del hombre; tienen que ver con el orden ordenado por Dios (1 Corintios 11:3), a la luz del orden de la creación de Dios (1 Corintios 11:8-9), a la luz de la presencia de los ángeles que observan (1 Corintios 11:10), y a la luz de la naturaleza de la caída (1 Timoteo 2:14).
iii. Las razones tampoco tienen nada que ver con cualquier noción o sugerencia de la inferioridad de la mujer. Jesús estaba bajo el liderazgo y autoridad de Su Padre (Juan 5:19) sin ser inferior en ninguna manera (Juan 1:1 y 10:30).
c. Los hijos de Israel subían a ella a juicio: A menudo se asume que se le permitía a Débora tener el liderazgo porque los hombres fracasaban en tomar la posición. Mientras que después veremos que Barac no parece ser todo lo que debiera ser, no se nos indica que él fracasó en hacer algo que Dios le dijo que hiciera en tomar el liderazgo.
i. Wolf nota, “Su prominencia implica una falta de hombres calificados y con voluntad.” Pero esto no puede ser tenido sino como una implicación, no como algo que esta especificado en el texto.
3. (6-7) Débora llama a Barac con un mensaje de Dios.
Y ella envió a llamar a Barac hijo de Abinoam, de Cedes de Neftalí, y le dijo: ¿No te ha mandado Jehová Dios de Israel, diciendo: Ve, junta a tu gente en el monte de Tabor, y toma contigo diez mil hombres de la tribu de Neftalí y de la tribu de Zabulón; y yo atraeré hacia ti al arroyo de Cisón a Sísara, capitán del ejército de Jabín, con sus carros y su ejército, y lo entregaré en tus manos?
a. Y ella envió a llamar a Barac: Débora nunca creyó que Dios la llamó a que ella sola liberara a Israel. Ella se dio cuenta que Dios haría la mayor parte de la obra por medio de Barac.
b. ¿No te ha mandado Jehová Dios de Israel? El uso de esta frase sugiere que Débora simplemente confirmó algo que el Señor ya le había hablado a Barac. Dios a menudo trae confirmación cuando Él nos habla a nosotros, especialmente cuando creemos que lo que Él quiere que hagamos afectará a otras personas.
4. (8-10) Barac solamente dirigirá si Débora les acompaña.
Barac le respondió: Si tú fueres conmigo, yo iré; pero si no fueres conmigo, no iré. Ella dijo: Iré contigo; mas no será tuya la gloria de la jornada que emprendes, porque en mano de mujer venderá Jehová a Sísara. Y levantándose Débora, fue con Barac a Cedes. Y juntó Barac a Zabulón y a Neftalí en Cedes, y subió con diez mil hombres a su mando; y Débora subió con él.
a. Si tú fueres conmigo, yo iré: No pareció poco sabio de Barac el pedir a Débora que fuera con él. Pero el hecho de que él lo demandara muestra que él confiaba más en la relación de Débora con Dios que en su propia relación con Dios.
i. “Barac prefería la inspiración de la presencia de Débora de la invisible pero certera ayuda del Dios Todopoderoso . . . Él es mencionado en Hebreos 11 como uno de los héroes de la fe; pero su fe estaba puesta en la influencia de Débora con Dios, en lugar de la suya. Así él se perdió la corona de aquel gran día de victoria.” (Meyer)
ii. “Él es famoso por su fe (Hebreos 11:32-33), y aun así aquí él mostró algo de incredulidad. Seamos fieles en la debilidad, aunque débil en la fe.” (Trapp)
b. Mas no será tuya la gloria: Debido a esto, Barac no sería aquel que personalmente derrotaría a Sísara, el comandante del ejército de Jabín – sino una mujer sería la que lo derrotaría. Esperaríamos que esto se cumpliera con Débora, pero esta profecía será cumplida de una manera inesperada.
c. Subió con diez mil hombres a su mando: Sin embargo, Barac y todos los que fueron con él mostraron un verdadero valor y confianza en Dios para subir en contra de Sísara y su ejército. Ellos esencialmente no tenían armas para pelear en contra del ejército tecnológicamente avanzado (al tener 900 carros herrados). Además, Dios les condujo a pelear en una llanura, la cual ofrecía gran ventaja a las fuerzas con carruajes.
C. La derrota de Israel de Sísara.
1. (11-13) Los ejércitos se juntan uno contra el otro.
Y Heber ceneo, de los hijos de Hobab suegro de Moisés, se había apartado de los ceneos, y había plantado sus tiendas en el valle de Zaanaim, que está junto a Cedes. Vinieron, pues, a Sísara las nuevas de que Barac hijo de Abinoam había subido al monte de Tabor. Y reunió Sísara todos sus carros, novecientos carros herrados, con todo el pueblo que con él estaba, desde Haroset-goim hasta el arroyo de Cisón.
a. Heber ceneo: Estos eran descendientes distantes de Israel, por medio de Jetro, el sacerdote de Medían y el suegro de Moisés, que se regresa hasta Abraham y a su segunda esposa, Cetura (Génesis 25:1-4).
b. Reunió Sísara todos sus carros, novecientos carros herrados: Esta era una tecnología militar sofisticada e impresionante. Los ejércitos de Israel, bajo la dirección de Barac y Débora, estaban con gran desventaja.
2. (14-16) Sísara y su ejército son finalmente derrotados.
Entonces Débora dijo a Barac: Levántate, porque éste es el día en que Jehová ha entregado a Sísara en tus manos. ¿No ha salido Jehová delante de ti? Y Barac descendió del monte de Tabor, y diez mil hombres en pos de él. Y Jehová quebrantó a Sísara, a todos sus carros y a todo su ejército, a filo de espada delante de Barac; y Sísara descendió del carro, y huyó a pie. Mas Barac siguió los carros y el ejército hasta Haroset-goim, y todo el ejército de Sísara cayó a filo de espada, hasta no quedar ni uno.
a. Y Barac descendió del monte de Tabor, y diez mil hombres en pos de él: Este fue un maravilloso acto de fe por parte de Barac, quien se movió a un campo de batalla en donde su ejército estaba en gran desventaja frente a los carros del enemigo.
i. “Él no utilizó la ventaja de la colina, donde él quizás estuviera fuera del alcance de los carros herrados, Josué 17:16, sino que marchó valientemente hacia el valle, para darle a Sísara la oportunidad de utilizar todos sus caballos y carros, para que la victoria fuera gloriosa y maravillosa.” (Poole)
b. Y Jehová quebrantó a Sísara, a todos sus carros: Debido a la gran confianza de Barac hacia Dios (así como la confianza que sus ejércitos tenían en el Señor), Dios les concedió una gran victoria en contra de todas las probabilidades.
i. Quebrantó: “Aterrorizado, como estaba indicado en el Latín vulgar, quizás por truenos y granizo, como en Josué 10:10; 1 Samuel 7:10, donde la misma palabra Hebrea es utilizada; o por algún ruido repentino hecho en los aires por los ángeles, como en 2 Reyes 6; pero algo ciertamente fue hecho en los cielos.” (Trapp)
c. Jehová quebrantó a Sísara, a todos sus carros: Sabemos de Jueces 5:4-5 y 5:21 que Dios ayudó a que Israel tuviera la victoria al traer una inundación repentina. Las condiciones lodosas ocasionaron que los carros herrados fueran obstaculizados, lo cual no ayudaba en la batalla.
d. ¿No ha salido Jehová delante de ti? Esta es una frase que habla de un rey o un general que dirige a sus tropas (1 Samuel 8:20). Por lo tanto, Débora tuvo un gran rol en esta victoria. Ella era una alentadora, edificando la fe de Barac y sus hombres. Su ánimo era que Dios, como rey, iría delante de Su pueblo hacia la batalla.
3. (17-22) La muerte de Sísara en manos de una mujer.
Y Sísara huyó a pie a la tienda de Jael mujer de Heber ceneo; porque había paz entre Jabín rey de Hazor y la casa de Heber ceneo. Y saliendo Jael a recibir a Sísara, le dijo: Ven, señor mío, ven a mí, no tengas temor. Y él vino a ella a la tienda, y ella le cubrió con una manta. Y él le dijo: Te ruego me des de beber un poco de agua, pues tengo sed. Y ella abrió un odre de leche y le dio de beber, y le volvió a cubrir. Y él le dijo: Estate a la puerta de la tienda; y si alguien viniere, y te preguntare, diciendo: ¿Hay aquí alguno? tú responderás que no. Pero Jael mujer de Heber tomó una estaca de la tienda, y poniendo un mazo en su mano, se le acercó calladamente y le metió la estaca por las sienes, y la enclavó en la tierra, pues él estaba cargado de sueño y cansado; y así murió. Y siguiendo Barac a Sísara, Jael salió a recibirlo, y le dijo: Ven, y te mostraré al varón que tú buscas. Y él entró donde ella estaba, y he aquí Sísara yacía muerto con la estaca por la sien.
a. Y Sísara huyó a pie a la tienda de Jael mujer de Heber ceneo: Aquí el relato da un giro inesperado. Dios prometió que una mujer derrotaría a Sísara (Jueces 4:9). Asumiríamos lógicamente que esta sería Débora, pero Dios tenía algo más en mente. Él utilizó en lugar a la esposa de un ceneo para conseguir el fin de Sísara.
i. “Las mujeres tenían sus tiendas apartadas de sus maridos, Génesis 24:67; 31:33. Y aquí él pensó estar más seguro del acecho que en la tienda del marido de ella.” (Poole)
b. Ven, señor mío, ven a mí, no tengas temor: Debido a que había paz entre el pueblo de Sísara y el pueblo de Jael, él tenía razón de creer en la invitación de Jael.
i. Además, “Cualquier perseguidor difícilmente pensaría en buscar a un hombre en la tienda de una mujer, por no hablar de un fugitivo cansado, pues esto sería una violación de la forma de vida.” (Cundall)
ii. “Esta era una promesa de seguridad, y por lo tanto ella no podía ser excusada por disimulación o traición en el asunto, aunque la sustancia de su acto fue apegado a la ley y digno.” (Poole)
c. Metió la estaca por las sienes: El detallo sangriento de este asunto apoya la idea de que este era un testigo de los hechos. Jael sabía cómo utilizar una estaca, pues era la costumbre que las mujeres instalaran las tiendas. Ella golpeó la estaca tan fuerte que la enclavó en la tierra.
i. “Allí estaba esta orgullosa carne de gusanos recostada, con su cabeza asegurada en el suelo, como si ahora estuviera escuchando lo que habría de ser del alma.” (Trapp)
ii. Jael quebrantó un principio fundamental de la hospitalidad, y muchos en el antiguo mundo pensarían que ella era una mujer traicionera. Ella quebrantó su promesa a Sísara, y mató a un hombre el cual so propio marido había hecho paz con él.
iii. Pero Dios utilizó aún la traición de ella para cumplir Su propósito. Seguramente Sísara merecía morir; él luchó en contra del pueblo de Dios por parte de un líder que había oprimido con crueldad a los hijos de Israel (Jueces 4:3). La lección es importante para nosotros – Dios aún puede utilizar la maldad del hombre para servir a Su propósito: Ciertamente la ira del hombre te alabará; (Salmos 76:10). Pero eso jamás disminuye la responsabilidad personal de aquel que hace el mal. La traición de Judas hacia Jesús sirvió el propósito eterno de Dios, pero él aún respondió por esa acción malvada.
iv. “Ella fue animada a hacerlo, al observar que los cielos y todos los elementos conspiraban en contra de él, como aquel que está dedicado a destruir; parcialmente por la razonable oportunidad que la providencia de Dios puso en sus manos; y principalmente, por el instinto secreto de Dios que la incitaba a hacerlo, y que aseguraba su éxito en hacerlo.” (Poole)
v. “Pero no hallamos ninguna palabra de Jael misma, declarando como ella fue llevada a realizar un acto tan repugnante hacia los sentimientos de una mujer, contrario a la buena fe, y a la violación de las reglas de la hospitalidad. Ni tampoco el escritor sagrado dice alguna palabra que explique este caso; como en el caso de Aod, él declara el hecho, y deja a sus lectores que formen sus propias opiniones.” (Clarke)
vi. Charles Spurgeon predicó un sermón maravilloso en este pasaje, con el título Pecado Asesinado como el cómo nosotros podemos tomar a Sísara como un tipo de pecado, y a su amo (Jabín) como un tipo de Satanás. Él insistía en que no deberíamos de estar contentos con derrotar solamente al pecado, como Barac derrotó a Sísara en la batalla; no debemos de descansar sino hasta que el pecado este muerto. Y, de la misma manera que Jael le pidió a Barac que mirara el cuerpo muerto de Sísara, Spurgeon dijo que nosotros debemos de ver al pecado asesinado por la obra de Jesús, sabiendo que Él ya ha ganado la batalla. “Si estas contento únicamente con conquistar tus pecados y no matarlos, entonces puedes estar seguro de esto, es pura obra de la moralidad – una obra superficial – y no la obra del Espíritu Santo.” (Spurgeon)
4. (23-24) Después de esta batalla decisiva, una victoria completa es rápidamente ganada para Israel.
Así abatió Dios aquel día a Jabín, rey de Canaán, delante de los hijos de Israel. Y la mano de los hijos de Israel fue endureciéndose más y más contra Jabín rey de Canaán, hasta que lo destruyeron.
a. Y la mano de los hijos de Israel fue endureciéndose más y más: La batalla en contra de Sísara fue importante, pero no terminó con la lucha. Fue un evento importante el cual Israel debía de continuar a desarrollar y caminar en ello.
b. Contra Jabín rey de Canaán, hasta que lo destruyeron: La guerra no terminó sino hasta que Jabín fue destruido. Israel no podía pensar que la guerra terminó cuando una gran batalla fue ganada.
©2022 The Enduring Word Comentario bíblico en español de David Guzik – ewm@enduringword.com