A. Jesús y Zaqueo
1. (1-4) Zaqueo se sube a un árbol y se arriesga al ridículo para ver a Jesús.
Habiendo entrado Jesús en Jericó, iba pasando por la ciudad. Y sucedió que un varón llamado Zaqueo, que era jefe de los publicanos, y rico, procuraba ver quién era Jesús; pero no podía a causa de la multitud, pues era pequeño de estatura. Y corriendo delante, subió a un árbol sicómoro para verle; porque había de pasar por allí.
a. Habiendo entrado Jesús en Jericó, iba pasando por la ciudad: Jericó era una ciudad antigua e importante, y mientras Jesús pasaba por la ciudad en su camino a Jerusalén, parece ser que la razón era para encontrarse con este varón llamado Zaqueo.
i. Jericó era una ciudad prospera. “Tenía un gran bosque de palmeras y balsámicos de fama mundial que perfumaban el aire por millas alrededor. Sus jardines de rosas eran conocidos por todas partes. Los hombres la llamaban “La ciudad de las palmeras”. Josefo la llamó “una región divina”, “la más gorda de Palestina”. Los romanos llevaron sus dátiles y bálsamo para el comercio y fama mundial”. (Barclay)
b. Zaqueo, que era jefe de los publicanos: Zaqueo no solo era un publicano, sino el jefe de los publicanos, y los judíos odiaban a hombres como él. Esto no solo era debido a su desagrado natural a los impuestos, sino por la práctica conocida como granjeo de impuestos, el recolector hacía su ganancia con cualquier extra que pudiera cobrarle a sus víctimas. Un publicano estaba altamente motivado para hacer los impuestos lo más alto posible.
i. Cuando los publicanos vinieron a Juan el Bautista, preguntando como podrían estar bien con Dios, él les dijo: No exijáis más de lo que os está ordenado (Lucas 3:13). Si tú eras un publicano, y eras rico, eras un pícaro.
ii. Morris acerca de jefe de los publicanos: “El título no se encuentra en ningún otro lugar, así que su significado preciso es desconocido, pero parece apuntar al jefe del departamento de recolección de impuestos”.
iii. El nombre Zaqueo significa “el puro”. Este hombre era todo menos puro, hasta que recibió a Jesús. “Debería de haber sido, por su nombre, puritano (en el mejor sentido), pero era un archi-publicano, un pecador público, no simple, pero sutil, un extorsionador, un rico pero perverso manipulador”. (Trapp)
c. Procuraba ver quién era Jesús: Zaqueo quería poner sus ojos en Jesús; él lo buscó. Tal vez Zaqueo había escuchado que Jesús aceptaba a personas como él; anhelaba ver a este notable Hombre llamado Jesús por sí mismo.
d. Era pequeño de estatura: Su estado natural lo ponía en desventaja al buscar a Jesús. Es probable que esto también afectó su personalidad; de tamaño pequeño, podemos imaginarnos cómo otros odiaban y se burlaban de Zaqueo y cómo regresó el favor al aumentar los impuestos de sus víctimas.
i. Si Zaqueo tuviera un corazón pequeño, se habría rendido y no se hubiera esforzado en buscar a Jesús. “Pero Zaqueo había tenido una gran voluntad para hacerse rico, y había encontrado la manera de lograrlo. Y ahora tenía una gran voluntad para ver a Jesús, y él no era el tipo de persona que podía ser detenido”. (Morrison)
e.Y corriendo delante, subió a un árbol sicómoro para verle: Debido a que Zaqueo buscaba a Jesús tan intensamente, no le importó hacer algo que muchos pensaban que estaba por debajo de la dignidad de un hombre adulto y rico: subió a un árbol sicómoro.
i. El trepó el árbol como un niño pequeño, y sin saberlo cumplió la palabra de Jesús que a menos que seamos como niños, no veremos el reino de Dios (Mateo 18:3).
ii. “Un viajero describe el árbol como ‘Un roble inglés, cuya sombra es bastante placentera… Es muy fácil de trepar’”. (Barclay)
iii. “Desearía que hubiera más de nosotros a quienes no les importara que se burlaran de nosotros si solo lo que hicimos nos ayudó a ver a Jesús”. (Maclaren)
2. (5-6) Jesús se invita a la casa de Zaqueo.
Cuando Jesús llegó a aquel lugar, mirando hacia arriba, le vio, y le dijo: Zaqueo, date prisa, desciende, porque hoy es necesario que pose yo en tu casa. Entonces él descendió aprisa, y le recibió gozoso.
a. Mirando hacia arriba, le vio: Debido a que Zaqueo trabajó duro y se arriesgó a avergonzarse para ver a Jesús, Jesús lo vio y no lo pasó. En el mejor sentido, Zaqueo sobresalió ante Jesús, y Jesús se conectó con él.
b. Zaqueo, date prisa: Jesús empezó llamando a Zaqueo por su nombre. Jesús sabía la importancia del nombre de una persona. Esta puede haber sido la primera vez que Zaqueo escuchó a alguien además de su madre decir su nombre de forma amable.
i. Decir su nombre hizo toda la diferencia; Jesús le dijo a Zaqueo: “Te conozco y tengo derechos sobre ti”.
ii. Jesús sabía la importancia de un nombre. Él dijo que Él llama a Sus ovejas por nombre: A éste abre el portero, y las ovejas oyen su voz; y a sus ovejas llama por nombre, y las saca (Juan 10:3). En Apocalipsis, se nos promete un nuevo nombre que solo Dios y nosotros sabremos. Cuando lleguemos a los cielos, habrá alguien allí que conoze nuestro nombre.
c. Date prisa, desciende: Jesús le dijo a Zaqueo que se apurara y descendiera. Si no se apuraba, la oportunidad podría perderse; si no se bajaba nunca conocería a Jesús.
i. Esto nos dice a cada uno: “Baja de tu lugar alto; Jesús nunca hubiera comido con Zaqueo si él se hubiera quedado en el árbol de sicomoro”.
d. Hoy es necesario que pose yo en tu casa: Jesús no solo quería predicarle a Zaqueo y convertirlo en el sentido espiritual o religioso. Jesús deseaba tener una relación real con Zaqueo, empezando con una comida y pasando tiempo juntos.
i. Jesús se invitó a pasar tiempo con Zaqueo, el rechazado odiado. La iglesia primitiva era odiada por su aceptación de los rechazados (1 Corintios 1:26-31), pero los primeros cristianos consideraban esto algo glorioso, no vergonzoso.
e. Le recibió: Jesús solo vendría a la casa de Zaqueo y a su vida si era invitado, si era recibido. Él primero recibió a Jesús, y después comenzó una relación con Él.
i. “Cristo no se impondrá a sí mismo en la casa de ningún hombre, y sentará allí en contra de la voluntad del hombre. Esa no sería la acción de un invitado, sino de un intruso no bienvenido”. (Spurgeon)
ii. Tal vez Zaqueo tenía muchas preguntas; pero no las hizo desde el sicomoro. Él bajó del árbol, se encontró con Jesús, y después le preguntó todo lo que quiso.
f. Le recibió gozoso: Zaqueo estaba feliz de recibir a Jesús. Jesús llamó a Zaqueo para sí mismo, y fue a Jesús a quien vino, y felizmente. Zaqueo lo recibió, esto es, a Jesús mismo. No a un credo o a una doctrina, no a una teoría, y no a una ceremonia, sino a Jesús.
i. Jesús estaba en su camino a Jerusalén, y sería recibido en la ciudad con gozo, con lo que es llamado la entrada triunfal. Aquí, antes de eso, Él tuvo una entrada diferente en el corazón de un solo hombre. Esta entrada, esta recepción parecía tener resultados más duraderos.
ii. Jesús se alegra de recibir a los pecadores, y ellos se alegran de ser salvos. Sabemos que la alegría de Jesús es mayor, porque es más bendecido dar que recibir.
iii. Zaqueo es un modelo para todos de cómo recibir a Jesús:
· Recibe a Jesús buscándolo con un esfuerzo verdadero.
· Recibe a Jesús humillándote a ti mismo.
· Recibe a Jesús sin importar que tan pecador u odiado seas.
· Recibe a Jesús como Él te invita por tu nombre.
· Recibe a Jesús sin demora.
· Recibe a Jesús bajando a Él.
· Recibe a Jesús mismo.
· Recibe a Jesús en tu vida, tu hogar.
· Recibe a Jesús alegremente.
· Recibe a Jesús a pesar de lo que otros digan.
· Recibe a Jesús con arrepentimiento y restitución.
3. (7-10) Zaqueo renuncia a su pecado y Jesús proclama su salvación.
Al ver esto, todos murmuraban, diciendo que había entrado a posar con un hombre pecador. Entonces Zaqueo, puesto en pie, dijo al Señor: He aquí, Señor, la mitad de mis bienes doy a los pobres; y si en algo he defraudado a alguno, se lo devuelvo cuadruplicado. Jesús le dijo: Hoy ha venido la salvación a esta casa; por cuanto él también es hijo de Abraham. Porque el Hijo del Hombre vino a buscar y a salvar lo que se había perdido.
a. Había entrado a posar con un hombre pecador: Las personas (todos, no solo los líderes religiosos) pensaban que Jesús había llegado demasiado lejos al asociarse con un hombre tan malo como Zaqueo, así que protestaron.
i. “Jesucristo no le enseñó a Zaqueo al ir a su casa que el carácter no tenía consecuencias; por el contrario, Zaqueo percibió de inmediato que el carácter era la mayor consecuencia, y por lo tanto se levantó y dijo: ‘He aquí, Señor, la mitad de mis bienes doy a los pobres; y si en algo he defraudado a alguno, se lo devuelvo cuadruplicado’”. (Spurgeon)
b. He aquí, Señor… se lo devuelvo cuadruplicado: Al recibir a Jesús y después de pasar un poco de tiempo con Él, Zaqueo sabía que tenía que arrepentirse y dar restitución. Primero solo buscó a Jesús; pero al buscar a Jesús él también llegó a buscar el arrepentimiento.
i. Zaqueo felizmente se ofreció a hacer más de lo que la ley demandaba. La promesa de hacer restitución a alguno que haya engañado era notable; “Considerando la manera en que había hecho su dinero, era poco probable que fuera una lista corta”. (Morris)
ii. ¿Puede una vida cambiar tan rápidamente? Sí. No todos los hábitos en la vida de Zaqueo cambiaron inmediatamente, pero el corazón cambió y había evidencia de un cambio inmediato en su vida.
c. Hoy ha venido la salvación a esta casa: Jesús sabía que el arrepentido Zaqueo fue salvado, rescatado de la esclavitud, el poder, la culpa y la pena de su pecado. La palabra ya no era pecador sino salvación, y Jesús se lo dijo a todos.
i. Jesús le ordenó al joven principal que diera todo lo que tenía (Lucas 18:18-23); pero para Zaqueo era suficiente el hacer una restitución a aquellos a los que había defraudado. Jesús conocía a Zaqueo por nombre y sabía exactamente lo que él tenía que hacer para arrepentirse y estar bien delante de Dios y el hombre.
ii. In Lucas 18:24-27, Jesús dijo que era imposible para el hombre que tiene riquezas entrar en los cielos; pero es posible con Dios. Este es un cumplimiento de esa promesa. Zaqueo se convirtió en un dador gozoso, mostrando así la obra imposible de Dios en él, pero el joven principal se fue triste, aferrándose a sus riquezas.
d. Por cuanto él también es hijo de Abraham: Dado que Zaqueo era tan odiado por sus compañeros judíos, es probable que ellos constantemente decían que no era un “verdadero” judío. Jesús quería que todos supieran que Zaqueo realmente era un hijo de Abraham, tanto genéticamente como por la fe, porque él gozosamente recibió a Jesús.
i. Los sacerdotes de Jericó (era una ciudad levítica) probablemente condenaron a Zaqueo y lo llamaron a dar a los pobres. Pero después de conocer a Jesús, tal sacrificio fue hecho con gozo. El amor por Jesús puede motivarnos por cosas más grandes que lo que el legalismo, la culpa o la manipulación pueden hacer.
e. Porque el Hijo del Hombre vino a buscar y a salvar lo que se había perdido: Jesús explicó por qué buscó y extendió su amistad a un pecador notorio como Zaqueo. Jesús vino precisamente para salvar a personas como Zaqueo.
i. Zaqueo realmente creía en Jesús. Un verdadero hijo de Abraham no solo era un descendiente de Abraham genéticamente, sino también tenía la fe en Dios que Abraham tenía.
ii. Aunque Zaqueo buscó a Jesús, resulta que él era el que se había perdido, y Jesús lo buscó (vino a buscar). Zaqueo estaba perdido para sus padres; perdido para los religiosos, perdido para su comunidad, perdido para cualquier amigo que pudiera haber tenido, pero en cierto sentido, no estaba perdido para Dios. “Como la historia de su salvación se desarrolla, su búsqueda de Jesús (Lucas 19:3) terminó siendo el resultado de la búsqueda inicial de Jesús (Lucas 19:10)”. (Pate)
iii. Todo el relato con Zaqueo nos da un notable quién, qué, dónde, cuándo, por qué, y cómo recibir a Jesús.
· QuiénJesús desea que lo reciban: los perdidos.
· QuéJesús quiere con aquellos que lo reciban: una relación.
· DóndeJesús quiere que vayan: que bajen a Él.
· CuándoJesús quiere que lo recibas: inmediatamente, rápidamente.
· Por quéJesús quiere que lo recibas: para estar con Él, para conectarte con Él en la vida.
· Cómo Jesús quiere que lo recibas: gozosamente.
B. La parábola de las diez minas.
1. (11) El propósito de la parábola.
Oyendo ellos estas cosas, prosiguió Jesús y dijo una parábola, por cuanto estaba cerca de Jerusalén, y ellos pensaban que el reino de Dios se manifestaría inmediatamente.
a. Estaba cerca de Jerusalén: Jericó no está a gran distancia de Jerusalén, y mientras Jesús se acercaba a la ciudad, los discípulos y otros esperaban que Jesús se mostrara como el Mesías y como el salvador político de Israel (ellos pensaban que el reino de Dios se manifestaría inmediatamente).
i. La Pascua se aproximaba. Según Josefo, más de dos millones de peregrinos llegaban a Jerusalén en esta temporada. Había también una gran expectación mesiánica, reforzando la idea de que el reino de Dios se manifestaría inmediatamente.
ii. George Macdonald escribió una rima corta sobre las expectativas confusas de ellos:
Todos esperaban un Rey,
Para matar a sus enemigos y levantarlos en alto.
Vino como un pequeño bebé,
Que hizo llorar a una mujer.
b. Ellos pensaban que el reino de Dios se manifestaría inmediatamente: Jesús habló esta parábola para advertir a sus discípulos que Él se iría y regresaría antes de que el reino llegara en toda su gloria, y para decirles cómo debían de comportarse en su ausencia.
i. “Era un emblema de su propia partida a un reino lejano para recibir un reino. Enseñó por figura que primero debe haber partida, y una larga ausencia del Rey, antes de que el Reino pueda venir en toda su gloria”. (Morrison)
ii. La siguiente parábola es rica en alusiones históricas. “El Salvador probablemente derivó los detalles de esta parábola de la verdadera historia de Arquelao, el hijo de Herodes, quien después de la muerte de su padre fue a Roma para recibir la soberanía sobre parte del reino de su padre de acuerdo con las intenciones del testamento de su padre. Su confirmación por parte del emperador romano era necesaria, porque el imperio de Herodes en realidad formaba parte del Imperio Romano. Una embajada judía en ese tiempo también fue a Roma a disputar el reclamo de reinado de Arquelao al reino, pero el emperador, sin embargo, lo nombró gobernante de todos modos (aunque no lo nombró rey soberano por completo) sobre la mitad del reino de su padre”. (Geldenhuys)
2. (12-13) El amo distribuye minas, unidades de dinero.
Dijo, pues: Un hombre noble se fue a un país lejano, para recibir un reino y volver. Y llamando a diez siervos suyos, les dio diez minas,y les dijo: Negociad entre tanto que vengo.
a. Un hombre noble se fue a un país lejano, para recibir un reino y volver: Esta parábola es diferente a la parábola de los talentos en Mateo 25. Aquí, a diez siervos se les dio la misma cantidad de dinero, con el valor de alrededor de tres meses de trabajo.
i. Dios distribuye talentos de forma diferente, de acuerdo a Sus propios deseos; otros son dados universalmente a cada creyente, como el evangelio, que es dado a cada cristiano de igual manera.
ii. Les dio diez minas: No es que cada siervo recibió diez minas, sino que las diez fueron distribuidas entre el grupo, una para cada uno de los diez siervos.
b. Negociad entre tanto que vengo: Mientras el amo estaba lejos, recibiendo su reino, se esperaba que los siervos negociaran: usar los recursos que el amo les había dado, y usarlos al máximo.
3. (14) La rebelión de los ciudadanos.
Pero sus conciudadanos le aborrecían, y enviaron tras él una embajada, diciendo: No queremos que éste reine sobre nosotros.
a. Pero sus conciudadanos le aborrecían: Estos eran los conciudadanos del noble, que vivían en el área que gobernaba. Estos no eran los siervos que recibieron las minas.
b. No queremos que éste reine sobre nosotros: Estos ciudadanos le aborrecían, y lo hicieron claro a los nobles. En la parábola de Jesús, el hombre noble no hizo nada para merecer este rechazo; fue solo porque los conciudadanos tenían corazones llenos de odio.
4. (15-19) Los primeros dos siervos dan cuenta a su amo.
Aconteció que vuelto él, después de recibir el reino, mandó llamar ante él a aquellos siervos a los cuales había dado el dinero, para saber lo que había negociado cada uno. Vino el primero, diciendo: Señor, tu mina ha ganado diez minas. Él le dijo: Está bien, buen siervo; por cuanto en lo poco has sido fiel, tendrás autoridad sobre diez ciudades. Vino otro, diciendo: Señor, tu mina ha producido cinco minas. Y también a éste dijo: Tú también sé sobre cinco ciudades.
a. Aconteció que vuelto él, después de recibir el reino, mandó llamar ante él a aquellos siervos a los cuales había dado el dinero, para saber lo que había negociado cada uno: Cuando el amo regresó, se encargó primero de sus siervos. Más tarde se encargó de los ciudadanos rebeldes, pero ellos no fueron su primera preocupación. Primero quería saber que tan fieles habían sido sus siervos en su ausencia.
b. Vino el primero, diciendo: Señor, tu mina ha ganado diez minas: El primer siervo trajo un buen reporte. Él negoció con la mina de su amo, y tenía diez minas más como resultado. Esto fue un impresionante aumento del 1000%.
i. El primer siervo escuchó un hermoso elogio de su amo: Está bien, buen siervo; por cuanto en lo poco has sido fiel, tendrás autoridad sobre diez ciudades. Debido a que él había demostrado fidelidad al manejar los recursos de su amo, se le dio autoridad sobre diez ciudades en el reino que su amo acaba de recibir.
ii. Tendrás autoridad: La recompensa por un servicio fiel no es el descanso, sino más servicio. Esto es enteramente agradable para el siervo de Dios. “La recompensa de un trabajo bien hecho era más trabajo que hacer… La gran recompensa de Dios para el hombre que ha pasado la prueba es más confianza”. (Barclay)
c. Señor, tu mina ha producido cinco minas: El segundo siervo trajo otro reporte bueno. Él negoció con la mina de su amo y tenía cinco minas más que mostrar: un aumento del 500%.
i. Cada uno de los siervos acreditó el regalo de su amo (tu mina) por el trabajo en lugar de sus propios esfuerzos e inteligencia. “No fueron mis dolores, sino tu mina lo ha hecho”. (Trapp)
ii. Él también fue recompensado, aunque no con las palabras “Está bien, buen siervo”. El número de ciudades sobre las que se le dio autoridad estaba en proporción a su fidelidad al hacer negocios con los recursos de su amo.
5. (20-26) El tercer siervo da cuenta a su amo.
Vino otro, diciendo: Señor, aquí está tu mina, la cual he tenido guardada en un pañuelo; porque tuve miedo de ti, por cuanto eres hombre severo, que tomas lo que no pusiste, y siegas lo que no sembraste. Entonces él le dijo: Mal siervo, por tu propia boca te juzgo. Sabías que yo era hombre severo, que tomo lo que no puse, y que siego lo que no sembré; ¿por qué, pues, no pusiste mi dinero en el banco, para que al volver yo, lo hubiera recibido con los intereses?Y dijo a los que estaban presentes: Quitadle la mina, y dadla al que tiene las diez minas. Ellos le dijeron: Señor, tiene diez minas. Pues yo os digo que a todo el que tiene, se le dará; mas al que no tiene, aun lo que tiene se le quitará.
a. Señor, aquí está tu mina, la cual he tenido guardada en un pañuelo: El tercer siervo no tuvo un buen informe. No obedeció la orden de su amo de hacer negocios hasta que volviera. Simplemente mantuvo los recursos del amo y no hizo nada bueno con ellos.
i. El tercer siervo justificó su desobediencia al decir que su amo era tan poderoso que no necesitaba la ayuda de su siervo (que tomas lo que no pusiste, y siegas lo que no sembraste).
b. Mal siervo, por tu propia boca te juzgo. Sabías que yo era hombre severo: El amo no recompensó al tercer siervo. En su lugar, lo reprendió porque el gran poder del amo debería haber inspirado al siervo a una mayor diligencia, no a la desobediencia y a la pereza.
i. Hubiera sido fácil que este siervo hiciera algo con los recursos de su amo (¿por qué, pues, no pusiste mi dinero en el banco?). Sin embargo, por desobediencia, no hizo nada.
ii. Esto nos ayuda a entender el plan del amo. No se trataba de hacer dinero a través de sus siervos, sino para crear carácter en ellos. Él no necesitaba que ellos ganaran dinero, pero tenían que trabajar con él para mejorar su carácter.
c. Quitadle la mina, y dadla al que tiene las diez minas: Al tercer siervo se le quitó todo lo que tenía. Él siguió siendo el siervo de su amo, y seguía en su casa, pero se quedó sin nada. Él demostró ser incapaz de manejar los asuntos de su amo, y no se le dio nada para administrar.
i. Jesús enfatizó esto al decir: “Pues yo os digo que a todo el que tiene, se le dará; mas al que no tiene, aun lo que tiene se le quitará”. “La declaración paradójica y casi oximorónica, refleja el axioma espiritual registrado anteriormente en Lucas 8:18: Quien sea fiel al Señor será recompensado quien no lo sea sufrirá perdidas. La luz recibida brinda más luz; la luz rechazada brinda oscuridad”. (Pate)
ii. “En la vida cristiana no nos quedamos quietos. Usamos nuestros talentos y hacemos progresos o perdemos lo que tenemos”. (Morris)
iii. El punto principal de esta parábola está claro; el reino se retrasará, así que debemos de concentrarnos en ser siervos fieles mientras tanto. Nuestro Señor ha salido a una tierra lejana, y un día regresará con Su reino. Mientras tanto, se nos ordena negociar con los recursos que nos ha dado hasta que regrese.
iv. “Con las diez minas que se entregaron a cada uno, podemos entender el evangelio del reino dado a cada persona que profesa ser un creyente de Cristo, y el cual él debe mejorar para la salvación de su alma. La misma palabra es dada a todos, para que todos crean y puedan ser salvos”. (Clarke)
v. Cuando regrese nuestro Señor, Él nos recompensará de acuerdo a nuestra fidelidad, y seremos recompensados con diferentes niveles de autoridad en su reino.
vi. Los siervos infieles fueron aquellos que pensaron que debido a que su maestro era tan poderoso, Él no necesitaba su ayuda. Pero esto no se trata de si Él necesita mi ayuda o no; se trata de que necesito ayudarlo y de mi necesidad de ser parte de su trabajo.
6. (27) El día del juicio viene para los enemigos del Señor.
Y también a aquellos mis enemigos que no querían que yo reinase sobre ellos, traedlos acá, y decapitadlos delante de mí.
a. A aquellos mis enemigos… traedlos acá: Todos los siervos tuvieron que responder por su trabajo en la ausencia de su maestro, pero por lo menos ninguno de ellos fue culpable de traición. Ahora el amo se ocupó de sus enemigos, los ciudadanos rebeldes mencionados en Lucas 19:14, quienes le aborrecían y decían: “No queremos que éste reine sobre nosotros”.
i. Que no querían que yo reinase sobre ellos: Podían tratar de negar el reinado del Señor tanto como quisieran, pero no los llevaría a ninguna parte. Él los gobernaría de una forma u otra.
b. Y decapitadlos delante de mí: Cada uno de los siervos del Señor tenía que responderle, pero también sus enemigos. Se encontraron con cierto juicio final. Este dramático y fuerte final muestra que responder al reinado de Jesús es una decisión de vida o muerte.
C. Jesús entra en Jerusalén.
1. (28) De camino a Jerusalén.
Dicho esto, iba delante subiendo a Jerusalén.
a. Dicho esto: Después de corregir cuidadosamente a sus seguidores en cuanto a la verdadera naturaleza de su reino y su misión, Jesús fue firmemente hacia Jerusalén.
i. “Al fin Jerusalén, la ciudad del templo en la que se representará el drama más grande y sagrado de la tierra la semana siguiente, está en las proximidades”. (Geldenhuys)
b. Iba delante subiendo a Jerusalén: Sabiendo perfectamente lo que le esperaba, sabiendo que tendría que soportar la cruz antes de recibir el reino, Jesús fue. En su sufrimiento, debemos de admirarlo, no tenerle lástima a Jesús. Él sabía exactamente lo que le esperaba.
i. Juan 11:57 deja en claro que había una orden en contra de Jesús, y que Él era un hombre buscado. A pesar de todo esto, Jesús vino a Jerusalén de la forma más pública posible.
2. (29-34) Cuidadosas preparaciones son hechas para la ceremonia de entrada.
Y aconteció que llegando cerca de Betfagé y de Betania, al monte que se llama de los Olivos, envió dos de sus discípulos, diciendo: Id a la aldea de enfrente, y al entrar en ella hallaréis un pollino atado, en el cual ningún hombre ha montado jamás; desatadlo, y traedlo. Y si alguien os preguntare: ¿Por qué lo desatáis? le responderéis así: Porque el Señor lo necesita. Fueron los que habían sido enviados, y hallaron como les dijo. Y cuando desataban el pollino, sus dueños les dijeron: ¿Por qué desatáis el pollino? Ellos dijeron: Porque el Señor lo necesita.
a. Id a la aldea de enfrente, y al entrar en ella hallaréis un pollino atado: Cuando Jesús llegó a esta última y crítica semana antes de la crucifixión, envió cuidadosa y deliberadamente a Sus discípulos para hacer arreglos para Su entrada a Jerusalén. Jesús había estado en Jerusalén muchas veces antes; pero había algo muy especial de este viaje a Jerusalén.
b. Hallaréis un pollino atado, en el cual ningún hombre ha montado jamás: Jesús montó este animal relativamente humilde al entrar en Jerusalén. En lugar de venir a caballo como un general conquistador, entró en un pollino, como era costumbre en la realeza. Él vino a Jerusalén como el Príncipe de paz.
i. “El asno era el monte de un hombre de paz, un mercader o un sacerdote. Un rey podía montar un asno en ocasiones, pero era más probable que apareciera en un poderoso caballo de guerra. La profecía de Zacarías vio al Mesías como el Príncipe de paz”. (Morris)
ii. “Esta entrada a Jerusalén ha sido llamada el triunfo de Cristo. Fue de echo el triunfo de la humildad sobre el orgullo y la grandeza mundana; de la pobreza sobre la afluencia; y de la mansedumbre y la gentileza sobre la ira y la malicia”. (Clarke)
iii. En el cual ningún hombre ha montado jamás: F.B. Meyer observó que esta es una ilustración de cómo Dios requiere de nosotros lealtad indivisa; que el asiento de la autoridad es para Jesús y solo para Él. También notó que Jesús puede requerir de nosotros solo un breve servicio de renombre o aviso; y si este es su plan, encontraremos satisfacción en él.
c. El Señor lo necesita: Aparentemente, este fue un préstamo o renta preestablecido de este animal para el uso de Jesús. Los discípulos tenían que decirle a los dueños que era para el uso de Jesús.
i. “Normalmente, animales como los burros (para los pobres) y caballos (para los ricos) eran puestos a disposición de los viajeros por un precio, o en ocasiones, para ser prestados”. (Pate)
ii. “¡Qué conjunción de palabras hay aquí, ‘el Señor’ y ‘lo necesita’! Jesús, sin dejar de lado su soberanía, había tomado una naturaleza llena de necesidades; pero, estando necesitado, Él seguía siendo el Señor y podía ordenar a sus súbditos y requerir sus propiedades”. (Spurgeon)
iii. “Lo necesita: no debido al cansancio: el que había viajado a pie desde Galilea hasta Betania, podría haber caminado dos millas más; pero para que pudiera entrar a Jerusalén tal y como había sido profetizado de Él, Zacarías 9:9”. (Poole)
3. (35-40) Jesús entra a la ciudad a una humilde demostración de adoración y honor.
Y lo trajeron a Jesús; y habiendo echado sus mantos sobre el pollino, subieron a Jesús encima. Y a su paso tendían sus mantos por el camino. Cuando llegaban ya cerca de la bajada del monte de los Olivos, toda la multitud de los discípulos, gozándose, comenzó a alabar a Dios a grandes voces por todas las maravillas que habían visto, diciendo: ¡Bendito el rey que viene en el nombre del Señor;paz en el cielo, y gloria en las alturas! Entonces algunos de los fariseos de entre la multitud le dijeron: Maestro, reprende a tus discípulos. Él, respondiendo, les dijo: Os digo que si éstos callaran, las piedras clamarían.
a. Habiendo echado sus mantos sobre el pollino… Y a su paso tendían sus mantos por el camino… gozándose, comenzó a alabar a Dios: La multitud honró a Jesús de forma extravagante y alabó a Dios por enviar a este Rey a Jerusalén, diciendo ¡Bendito el rey que viene en el nombre del Señor!
i. La idea de un rey conquistador y victorioso entrando a la ciudad era bien conocida en aquel tiempo. Típicamente, un rey victorioso entraba a la ciudad escoltado por ciudadanos de su reino y su ejército. Mientras entraba, se entonaban canciones en honor y aclamación para el conquistador quien llegaba con símbolos de su victoria y autoridad. Finalmente, entraba en el templo prominente de la ciudad y ofrecía un sacrificio para honrar a los dioses y asociarse con ellos.
ii. Los Evangelios toman estas formas bien conocidas y las ponen de cabeza. Jesús entró a Jerusalén con una escolta relativamente humilde y sencilla y con cantos. Los únicos símbolos de su poder era un humilde burro y ramas de palma. Al entrar a la ciudad, no ofreció sacrificios, pero desafío el statu quo religioso y limpió el templo.
b. Maestro, reprende a tus discípulos: La alabanza de la multitud incomodó a los enemigos de Jesús; los hizo quejarse de la adoración que estaba siendo ofrecida. Les hizo saber que estaban siendo derrotados. Juan 12:19 dice que en este día, Los fariseos dijeron entre sí: Ya veis que no conseguís nada. Mirad, el mundo se va tras él.
i. Nada le dice a Satanás y a sus seguidores que han perdido como la adoración de Dios resonando en sus oídos. Satanás pierde porque cuando el pueblo de Dios está realmente alabando, sus corazones y sus mentes están en Él, y no en el pecado, en sí mismos o en las distracciones de Satanás.
c. Os digo que si éstos callaran, las piedras clamarían: Jesús dijo esto cuando los fariseos le dijeron que silenciara a los que cantaban y lo recibían como Rey. En este día, Jesús iba a ser adorado. Por la mayor parte de su ministerio, Jesús hizo todo lo posible para desmotivar a las personas de celebrarlo públicamente como el Mesías. Aquí Jesús invitó la adoración pública como Mesías.
i. Las piedras clamarían: La idea de la creación misma alabando a Dios puede parecer extraña, pero la Biblia habla de ello en algunos lugares: árboles, montañas, océanos, ríos, valles, colinas, ganado, aves y los campos todos alaban a Dios (Salmos 148:7-13, Salmos 96:11-12).
ii. Pero las piedras se mantuvieron en silencio ese día, porque toda la multitud alabó a Jesús: toda la multitud… comenzó a alabar. “A pesar de todo, supongo, esos discípulos tuvieron sus pruebas como nosotros tenemos las nuestras. Podría haber una esposa enferma en casa, o un niño sufriendo con enfermedad”. (Spurgeon) ¡Aun así todos lo adoraron!
d. A grandes voces por todas las maravillas que habían visto: Su adoración estaba llena de recuerdos. Recordaron todos los milagros que habían visto a Jesús hacer, como la resurrección de Lázaro de entre los muertos (Juan 12:17-18). Ellos clamaban las grandes cosas que Dios había hecho en sus vidas.
i. Una gran acusación contra una gran parte de nuestra adoración es que es inconsciente. No tenemos nada específico en nuestras mentes por lo que alabamos a Dios, cosas que lo hemos visto hacer en nuestras vidas. Cualquiera que diga: “¡Alabado sea el Señor!” debería ser capaz de contestar esta pregunta: “¿Alabado sea por qué?”
4. (41-44) Jesús llora por Jerusalén.
Y cuando llegó cerca de la ciudad, al verla, lloró sobre ella, diciendo: ¡Oh, si también tú conocieses, a lo menos en este tu día, lo que es para tu paz! Mas ahora está encubierto de tus ojos. Porque vendrán días sobre ti, cuando tus enemigos te rodearán con vallado, y te sitiarán, y por todas partes te estrecharán, y te derribarán a tierra, y a tus hijos dentro de ti, y no dejarán en ti piedra sobre piedra, por cuanto no conociste el tiempo de tu visitación.
a. Y cuando llegó cerca de la ciudad, al verla, lloró sobre ella: Este fue un momento conmovedor para Jesús. Sus lágrimas no se debían a su propio destino en Jerusalén, sino por el destino de la ciudad misma.
i. “Lloró puede ser traducido sollozar; Jesús comenzó a sollozar mientras lamentaba la oportunidad perdida”. (Morris)
ii. “El lloro fue el de un deseo frustrado. Él había visitado la ciudad, con el deseo de liberarla de la destrucción; y con una ofrenda de paz. La ceguera espiritual de los gobernantes y de las personas era tal que no fueron capaces de discernir el significado de esta visita. El resultado era inevitable. No habría escape de la destrucción”. (Morgan)
b. ¡Oh, si también tú conocieses, a lo menos en este tu día, lo que es para tu paz!: Este fue un punto de cambio para el pueblo judío. Sus líderes habían rechazado a Jesús y la mayoría de la gente seguía a sus líderes. Pero, si ellos conociesen a Jesús y su obra como Mesías, podrían haberse salvado de la destrucción que vendría.
i. En algunas copias antiguas de la Biblia, eliminaron este pasaje de Jesús llorando, porque pensaron que si Jesús fuera perfecto no lloraría. Pero la perfección de Jesús demanda que llore en este punto, cuando Israel rechazó la única oportunidad que tenía de escapar la destrucción por venir.
ii. Jesús aquí mostró el corazón de Dios, como incluso cuando se debe pronuncia el juicio, nunca se hace con gozo. Incluso cuando el juicio de Dios es completamente justo, su corazón llora al traer el juicio.
c. ¡Oh, si también tú conocieses, a lo menos en este tu día, lo que es para tu paz! Jesús lloró por el hecho de que no sabían la hora de la venida del Mesías, el día profetizado por Daniel: eneste tu día.
i. En este tu día era tan importante porque probablemente era el día profetizado por Daniel que el Mesías, el Príncipe vendría a Jerusalén. Daniel dijo que pasarían 483 años en el calendario judío desde el día del decreto de sanar y restaurar Jerusalén hasta el día en que el Mesías vendría a Jerusalén. Según los cálculos de Sir Robert Anderson, esto fue cumplido 483 años después de ese día (porque los judíos reconocen años de 360 días, como en Daniel 9:25).
ii. Este es el día mencionado en los Salmos 118:24: Este es el día que hizo Jehová; Nos gozaremos y alegraremos en él.
d. Lo que es para tu paz: El nombre Jerusalén significa “ciudad de paz”; pero la ciudad de paz no sabía lo que es para tu paz. Jesús sabía que su deseo de un Mesías político traería destrucción total en menos de una generación.
e. Porque vendrán días sobre ti, cuando tus enemigos te rodearán con vallado: Jesús predijo cinco aspectos específicos del ataque romano contra Jerusalén:
· La construcción de un terraplén.
· La ciudad sería rodeada, puesta bajo asedio.
· La destrucción de la ciudad.
· El asesinato de sus habitantes.
· El completo arrasamiento de la ciudad.
i. El historiador Josefo describe en detalle el rodearán con vallado de Jerusalén; como cerró por completo la ciudad antes que los Romanos los destruyeran por completo (La guerra de los judíos, 5.12.1-3).
ii. De Josefo: “Toda esperanza de escapar se había agotado para los judíos, junto con su libertad de salir de la ciudad. Después la hambruna incremento su progreso y devoró a las personas por familias enteras; los cuartos superiores de niños y mujeres quienes morían de hambre, y las calles de la ciudad estaban llenas de los cadáveres de los ancianos; los niños también, y los jóvenes deambulaban por las plazas del mercado como sombras, todos hinchados por el hambre, y caían muertos dondequiera que su miseria los alcanzara. Por un tiempo los muertos fueron enterrados; pero luego, cuando ya no se podía hacer eso, eran arrojados desde las murallas a los valles abajo. Cuando Tito, al recorrer por estos valles, los vio llenos de cadáveres, y la fuerte purificación sobre ellos, él dio un gemido y levantó sus manos al cielo, llamó a Dios como su testigo de que esto no era su obra”. (Citado en Spurgeon. Él agrega: “No hay nada en la historia que sobrepase a este horror. Pero incluso esto no sobrepasa a la destrucción de un alma”.)
5. (45-48) La limpieza del templo.
Y entrando en el templo, comenzó a echar fuera a todos los que vendían y compraban en él, diciéndoles: Escrito está: Mi casa es casa de oración;mas vosotros la habéis hecho cueva de ladrones. Y enseñaba cada día en el templo;pero los principales sacerdotes, los escribas y los principales del pueblo procuraban matarle. Y no hallaban nada que pudieran hacerle, porque todo el pueblo estaba suspenso oyéndole.
a. Y entrando en el templo, comenzó a echar fuera a todos los que vendían y compraban en él: Esto parece diferente de la limpieza del templo mencionado en Juan 2:13-22, que sucedió al inicio del ministerio terrenal de Jesús. Aun así el propósito era el mismo; expulsar a los cambistas, quienes en colaboración con los sacerdotes engañaban a los visitantes de Jerusalén al forzarlos comprar animales aprobados para el sacrificio y monedas a precios altos.
i. Barclay escribe: “Un par de palomas costaban tan poco como 4p fuera del Templo y tanto como 75p dentro del Templo”. Esto es casi 20 veces más costoso.
ii. Sin embargo, la ira de Jesús estaba en contra de quienes compraban y los que vendían. “Los vendedores y compradores vistos como una sola compañía, iguales en espíritu, para ser echados fuera al por mayor … El tráfico era necesario y pudo haber sido inocente; pero el espíritu de comercio rápidamente desarrolla abusos que sin duda eran rampantes en ese periodo”. (Bruce)
iii. Lo que Jesús hizo fue más importante como una parábola actuada que por lo que logró en sí mismo. “No hay ninguna indicación, ni tampoco es probable, que se haya logrado una reforma duradera; sin duda las mesas estuvieron de regreso por el resto de la semana, y Jesús no tomó más medidas”. (France)
b. Mi casa es casa de oración: Estos mercaderes operaban en el patio exterior del templo, la única área donde los gentiles podían entrar y orar. Por lo tanto, este lugar de oración había sido convertido en un mercado, y uno deshonesto (una cueva de ladrones).
i. El registro de Marcos contiene la cita más completa de la referencia que hace Jesús de Isaías 56:7: ¿No está escrito: Mi casa será llamada casa de oración para todas las naciones? (Marcos 11:17). El punto era que Isaías profetizó, y Jesús demandó que el templo fuera un lugar de oración para todas las naciones. La actividad de todos los que vendían y compraban en el patio exterior hizo imposible que un gentil que viniera al templo pudiera orar.
ii. “En ese escándalo de compras y ventas, de ofertas y subastas, la oración era imposible. Aquellos que buscaban la presencia de Dios eran excluidos de ella por las mismas personas de la Casa de Dios”. (Barclay)
c. Y enseñaba cada día en el templo: Después de correr a los mercaderes del patio del templo, Jesús valientemente continuó su trabajo de enseñanza pública y sanación (Mateo 21:14). Él pudo continuar porque la gente quería escuchar (porque todo el pueblo estaba suspenso oyéndole).
©2020 The Enduring Word Comentario bíblico en español de David Guzik – ewm@enduringword.com