A. Jesús es transfigurado.
1. (2-3) Jesús es transfigurado delante de Sus discípulos.
Seis días después, Jesús tomó a Pedro, a Jacobo y a Juan, y los llevó aparte solos a un monte alto; y se transfiguró delante de ellos. Y sus vestidos se volvieron resplandecientes, muy blancos, como la nieve, tanto que ningún lavador en la tierra los puede hacer tan blancos.
a. Pedro, a Jacobo y a Juan: La mayoría de las personas asumen que Jesús tomó a estos tres en esta y otras ocasiones debido a que eran los favoritos especiales del Señor. También podría ser que éstos eran los tres que más comúnmente se metían en problemas, así que Él los mantenía cerca para cuidarlos.
b. Y los llevó aparte solos a un monte alto: Lo que comenzó como un retiro al monte pronto cambió mientras la gloria de Jesús brilló de él, y Jesús fue transformado justo delante de los ojos de los discípulos (y se transfiguró delante de ellos).
i. Mateo dice que el rostro de Jesús resplandeció . . . como el sol (Mateo 17:2), y tanto Mateo como Marcos utilizaron la palabra transfiguró para describir lo que sucedió con Jesús. Por este corto tiempo Jesús tomó una apariencia más apropiada para el Rey de Gloria, que la de un hombre humilde.
c. Se transfiguró delante de ellos: Marcos hizo lo mejor que pudo para describirnos el cómo se miraba Jesús – sin duda, a través de los ojos de Pedro. Básicamente toda la apariencia de Jesús brilló en una gloriosa luz resplandeciente – sus vestidos se volvieron resplandecientes y más blanco de cualquier cosa que se haya visto en la tierra.
i. Si no tenemos cuidado podríamos pensar que la transfiguración es solamente una luz resplandeciente que brilló en Jesús. Pero esto no era una luz que venía a Jesús desde el exterior. “La palabra transfigurar describe un cambio en el exterior el cual viene del interior. Es lo contrario a ‘antifaz’, el cual es un cambio externo que no viene del interior.” (Wiersbe)
ii. Esto no era un nuevo milagro, sino la pausa temporal de un milagro que estaba en movimiento. El milagro real era que Jesús, la mayor parte del tiempo, podía guardar el mostrar Su gloria. “Pues el Cristo, en cuanto a ser glorioso, era un asunto menor para él que el retener o esconder su gloria. Es para su gloria eterna que él oculta su gloria; y que, aunque él era rico, por nuestro bien se hizo pobre.” (Spurgeon)
d. Se transfiguró delante de ellos: Jesús hizo esto porque Él les acababa de decir que Él iba hacia la cruz (Marcos 8:31) y que espiritualmente ellos debían de seguirle en el camino de la cruz (Marcos 8:34-38). Era fácil para ellos el perder la confianza en Jesús después de una declaración tan negativa.
i. Pero ahora, mientras Jesús demostraba Su gloria como el rey sobre todo el Reino de Dios, los discípulos supieron que Jesús sabía lo que estaba haciendo. Si Él debía de padecer, ser rechazado y asesinado, Él aún tenía el control.
ii. Jesús también mostró dramáticamente que los que llevaban su cruz también recibirían la gloria. La meta no es la cruz. La cruz es el camino hacia la meta, y la meta es la gloria de Dios.
2. (4) Elías y Moisés aparecen con Jesús.
Y les apareció Elías con Moisés, que hablaban con Jesús.
a. Y les apareció Elías con Moisés: Tanto Elías como Moisés representan a aquellos que son alcanzados por Dios (Judas 9 y 2 Reyes 2:11). Moisés representa a aquellos que mueren y van a la gloria, y Elías representa a aquellos que son alcanzados en el cielo sin morir (como en 1 Tesalonicenses 4:13-18).
i. Éstos también representan a la Ley (Moisés) y los Profetas (Elías). El resumen de la revelación del Antiguo Testamento se viene a encontrar con Jesús en el Monte de la Transfiguración.
ii. También figuran en el cumplimiento futuro de la profecía. Elías y Moisés están comúnmente conectados con los testigos de Apocalipsis 11:3-13.
iii. Justo enfrente de ellos, los discípulos vieron evidencia de una vida más allá de esta vida. Cuando ellos vieron a Moisés y Elías, ellos sabían que Moisés ya había pasado de este mundo hacia uno 1,400 años, y Elías había pasado algunos 900 años antes. Y aún así allí estaban, vivos en gloria delante de ellos. Esto les dio la confianza en lo que Jesús hablaba en cuanto a la resurrección.
iv. Al parecer los discípulos sabían que estos eran Elías y Moisés. Esto nos muestra que nos conoceremos cuando vayamos al cielo. No sabremos en el cielo menos de lo que sabemos en la tierra.
b. Que hablaban con Jesús: Elías y Moisés estaban interesados en el plan de Dios por medio de Jesús. Ellos hablaban hablaban de su partida, que iba Jesús a cumplir en Jerusalén (Lucas 9:31).
3. (5-10) La oferta necia de Pedro de construir tres enramadas para honrar a Jesús, a Moisés y a Elías, y la respuesta del Padre.
Entonces Pedro dijo a Jesús: Maestro, bueno es para nosotros que estemos aquí; y hagamos tres enramadas, una para ti, otra para Moisés, y otra para Elías. Porque no sabía lo que hablaba, pues estaban espantados. Entonces vino una nube que les hizo sombra, y desde la nube una voz que decía: Éste es mi Hijo amado; a él oíd. Y luego, cuando miraron, no vieron más a nadie consigo, sino a Jesús solo. Y descendiendo ellos del monte, les mandó que a nadie dijesen lo que habían visto, sino cuando el Hijo del Hombre hubiese resucitado de los muertos. Y guardaron la palabra entre sí, discutiendo qué sería aquello de resucitar de los muertos.
a. Hagamos tres enramadas, una para ti, otra para Moisés, y otra para Elías: Cuando Pedro vio a Jesús en Su gloria, él quizás dijo para si mismo: “Esto es bueno. Así es como debiera ser. Olvídate acerca del asunto de padecer, el ser rechazado y ser crucificado. Construyamos algunas enramadas para que podamos vivir de esta manera con el Jesús glorificado todo el tiempo.”
b. Porque no sabía lo que hablaba: Muy a menudo nos metemos en problemas cuando hablamos de la misma manera que Pedro, sin saber que decir. También vemos que Pedro habló debido al temor (pues estaban espantados). Decimos muchas cosas necias sin pensar y por temor.
i. “Pedro tenía el corazón abierto, era audaz y entusiasta. Para mi manera de pensar, hay algo muy amable acerca de Pedro; y en mi opinión necesitamos a más Pedros en la iglesia de estos días. Aunque actúa pronto e impulsivo, aún así hay fuego en él, y hay vapor en él, para que hagan que nos sigamos moviendo.” (Spurgeon)
ii. Lucas nos dice que Pedro, Santiago y Juan estaban dormidos, y que cuando despertaron ellos vieron a Jesús transfigurado con Elías y Moisés. “Pedro, repentinamente despertado del sueño en un tiempo para ver que la gloria se desvanecía, hablaba de más en su terror, como algunos hombres lo harían.” (Cole)
iii. Lo que Pedro dijo era necio debido a que él puso a Jesús en un nivel equitativo con Elías y Moisés – ¡una enramada para cada uno! Pero Jesús no es únicamente otro Moisés o Elías, o ni siquiera un Moisés o Elías más grande. Jesús es el Hijo de Dios.
iv. Pues estaban espantados: El estar en la presencia de la gloria de Dios no es necesariamente una experiencia placentera – especialmente cuando somos como Pedro, al no glorificar realmente a Dios. Algunas veces la gloria de Dios es mostrada de una forma que nos corrige.
c. Entonces vino una nube que les hizo sombra: Esta es una nube familiar, la nube de la gloria de Dios es conocida tradicionalmente como la Shekinah.
· Era la columna de nube que estaba delante de Israel en el desierto (Éxodo 13:21-22).
· Era la nube de gloria de la cual Dios hablaba a Israel (Éxodo 16:10).
· Fue de esta nube de gloria que Dios se encontró con Moisés y con otros (Éxodo 19:9, 24:15-18, Números 11:25, 12:5, 16:42).
· Era la nube de gloria la cual estaba a la puerta del Tabernáculo (Éxodo 33:9-10).
· Fue de esta nube de la cual Dios apareció al Sumo Sacerdote en el Lugar Santo dentro del velo (Levíticos 16:2).
· Fue de esta nube que Dios apareció a Salomón cuando el templo fue dedicado, así como llenando el templo para que los sacerdotes no pudieran continuar (1 Reyes 8:10-11, 2 Crónicas 5:13-14).
· Era la nube de la visión de Ezequiel, llenando el templo de Dios con el resplandor de Su gloria (Ezequiel 10:4).
· Era la nube de gloria la cual hizo sombra a María cuando ella concibió a Jesús por el poder del Espíritu Santo (Lucas 1:35).
· Era la nube de gloria la cual recibió a Jesús hacia el cielo durante Su ascensión (Hechos 1:9).
· Era la nube la cual mostrará la gloria de Cristo Jesús cuando Él regrese en triunfo hacia esta tierra (Lucas 21:27).
d. Éste es mi Hijo amado; a él oíd: La voz de la nube de gloria lo puso en claro, Jesús no estaba en el mismo nivel que Elías y Moisés. Él es el Hijo amado – así que a él oíd.
i. Esta palabra del cielo contestaba las dudas de los discípulos después de la revelación de un Mesías que padecía. Les aseguraba que el plan estaba bien con Dios el Padre también.
e. Les mandó que a nadie dijesen lo que habían visto, sino cuando el Hijo del Hombre hubiese resucitado de los muertos: Cuando todo hubo terminado, Pedro, Juan y Santiago guardaron la palabra entre sí – después de todo, ¿quién les creería?
i. Pero el evento dejó una impresión duradera en estos hombres. Pedro relató lo que sucedió en 2 Pedro 1:16-18, cómo la voz de Dios que decía, “Éste es mi Hijo amado; a él oíd” aún resonaba en sus oídos, confirmando así quien era Jesús.
ii. Tan impresionante como lo fue esta experiencia, en si misma no cambió la vida de los discípulos tanto como lo hizo el nacer de nuevo. El nacer de nuevo, obrado por el Espíritu de Dios, es el gran milagro, la demostración más grande de la gloria de Dios.
iii. “Es mejor que un hombre viva cerca de Cristo, y el disfrutar su presencia, que lo que fuera para él el ser abrumado por una luz brillante, y el escuchar la voz divina del Padre saliendo de ella.” (Spurgeon)
4. (11-13) El problema de que Elías vendría primero: una pregunta basada en Malaquías 4:5-6.
Y le preguntaron, diciendo: ¿Por qué dicen los escribas que es necesario que Elías venga primero? Respondiendo él, les dijo: Elías a la verdad vendrá primero, y restaurará todas las cosas; ¿y cómo está escrito del Hijo del Hombre, que padezca mucho y sea tenido en nada? Pero os digo que Elías ya vino, y le hicieron todo lo que quisieron, como está escrito de él.
a. ¿Por qué dicen los escribas?: La venida de Elías antes del Mesías fue claramente profetizado en Malaquías 4:5-6. Así que los discípulos se preguntaban, “Si Jesús es el Mesías, ¿entonces donde esta Elías?”
b. Elías venga primero: Jesús les dijo que la profecía de Elías en Malaquías si se cumpliría. Aunque Jesús no dijo eso aquí, la profecía de la venida de Elías tenía que ver con la segunda venida de Jesús, no con Su primer venida, y Elías bien regresaría en una conexión con uno de los dos testigos de Apocalipsis 11:2-13.
i. Cómo está escrito del Hijo del Hombre, que padezca mucho: Jesús aquí atrae la atención sobre Su primer y segunda venida. Los discípulos bien conocían las profecías en cuanto a la gloria del Mesías; Jesús les pidió que consideraran las profecías de Su padecimiento y que él debía de ser tenido en nada.
c. Pero os digo que Elías ya vino: Mientras que es verdad que Elías debía de venir en referencia a la segunda venida de Jesús, también había un sentido en el cual Elías ya había venido – en la persona de Juan el Bautista.
i. Juan no era la reencarnación de Elías, pero él ministró en el rol y el espíritu de Elías. Juan el Bautista era un tipo de figura de Elías.
B. Jesús echa fuera un demonio reacio de un niño.
1. (14-18) Los discípulos no son capaces de echar fuera al demonio.
Cuando llegó a donde estaban los discípulos, vio una gran multitud alrededor de ellos, y escribas que disputaban con ellos. Y en seguida toda la gente, viéndole, se asombró, y corriendo a él, le saludaron. Él les preguntó: ¿Qué disputáis con ellos? Y respondiendo uno de la multitud, dijo: Maestro, traje a ti mi hijo, que tiene un espíritu mudo, el cual, dondequiera que le toma, le sacude; y echa espumarajos, y cruje los dientes, y se va secando; y dije a tus discípulos que lo echasen fuera, y no pudieron.
a. Y escribas que disputaban con ellos: De este contexto, es razonable el asumir que los escribas criticaban a los discípulos por su incapacidad de ayudar al niño poseído por el demonio. “Uno se pregunta el porque estos mismos escribas, en lugar de avergonzar aún más a los discípulos cabizbajos, no se prepararon para exorcizar al demonio ellos mismos, como una prueba de su ortodoxia.” (Cole)
i. Este tipo de conflicto era exactamente lo que Pedro quería evitar al quedarse en el monte de la transfiguración (Marcos 9:5). Pero no podía pasar de esta manera. Ellos simplemente debían de bajar del monte y lidiar con lo que encontraran.
ii. “Él halló a escribas que disputaban, a un padre distraído, un muchacho endemoniado, y a discípulos derrotados . . . Él hizo callar a los escribas, Él consoló al padre, Él sanó al muchacho, Él instruyó a los discípulos.” (Morgan)
b. Un espíritu mudo: Delante de los ojos de los exorcistas Judíos contemporáneos, este en particular era un demonio difícil – sino imposible – de sacar. Esto es porque ellos creían que debías de saber el nombre del demonio antes de que lo pudieras echar, y si un demonio hacia que alguien fuera mudo, nunca sabrías cual era su nombre.
c. Dondequiera que le toma, le sacude; y echa espumarajos, y cruje los dientes, y se va secando: El muchacho mostraba señales que muchos hoy en día quieren tomarlo como evidencia de epilepsia, pero Jesús percibió que eran ocasionados por una posesión demoniaca. Seguramente, algunos de los que diagnosticamos con una enfermedad física o mentar hoy en día en realidad están poseídos por el demonio.
i. “Jesús se dirige al demonio como a un ser separado del muchacho, como comúnmente lo hace. Esto hace difícil el creer que Jesús estaba simplemente siendo indulgente con la creencia popular de una superstición. Él evidentemente habla del demonio como la causa de la desgracia de este niño.” (Robertson)
d. Y dije a tus discípulos que lo echasen fuera, y no pudieron: Este caso en particular de posesión demoniaca era demasiado para los discípulos, aunque Jesús les había dado autoridad sobre los espíritus inmundos (Marcos 6:7).
i. Aparentemente algunos demonios son más fuertes – esto es, más tercos o terribles que otros. Efesios 6:12 parece describir diferentes rangos de seres demoniacos, y no es difícil el pensar que algunos rangos pueden ser más poderosos que otros.
2. (19-27) Jesús libra al muchacho.
Y respondiendo él, les dijo: ¡Oh generación incrédula! ¿Hasta cuándo he de estar con vosotros? ¿Hasta cuándo os he de soportar? Traédmelo. Y se lo trajeron; y cuando el espíritu vio a Jesús, sacudió con violencia al muchacho, quien cayendo en tierra se revolcaba, echando espumarajos. Jesús preguntó al padre: ¿Cuánto tiempo hace que le sucede esto? Y él dijo: Desde niño. Y muchas veces le echa en el fuego y en el agua, para matarle; pero si puedes hacer algo, ten misericordia de nosotros, y ayúdanos. Jesús le dijo: Si puedes creer, al que cree todo le es posible. E inmediatamente el padre del muchacho clamó y dijo: Creo; ayuda mi incredulidad. Y cuando Jesús vio que la multitud se agolpaba, reprendió al espíritu inmundo, diciéndole: Espíritu mudo y sordo, yo te mando, sal de él, y no entres más en él. Entonces el espíritu, clamando y sacudiéndole con violencia, salió; y él quedó como muerto, de modo que muchos decían: Está muerto. Pero Jesús, tomándole de la mano, le enderezó; y se levantó.
a. ¡Oh generación incrédula! ¿Hasta cuándo he de estar con vosotros? Cuando Jesús describe una generación incrédula, Él se puede referir a los escribas contendientes, al padre desesperado, o a los discípulos que no tuvieron éxito.
b. Y cuando el espíritu vio a Jesús, sacudió con violencia al muchacho, quien cayendo en tierra se revolcaba: Cuando Jesús se acercó, el demonio dentro del niño sabía que su tiempo estaba corto. Él quería hacer el mayor daño posible antes de que le dejara.
c. Pero si puedes hacer algo: El hombre parecía no tener seguridad de que Jesús podría hacer todo. Pero el “si” no era en cuanto a lo que Jesús podía hacer. El “si” era en cuanto a la fe del hombre. Así que Jesús le dijo, Si puedes creer, al que cree todo le es posible. Cuando confiamos en Dios como verdadero, y que todas Sus promesas son reales, todo lo que Él promete es posible.
d. Creo; ayuda mi incredulidad: EL pobre padre en este hecho fue retado por la exhortación de Jesús hacia la fe. Él creía en el poder de Jesús para liberar al muchacho – después de todo, ¿porqué el habría venido a Jesús? Pero él también reconocía sus dudas. Así que él, con sollozos clamó a Jesús: Creo; ayuda mi incredulidad.
i. En este caso la incredulidad del hombre no era una rebelión en contra o un rechazo hacia la promesa de Dios. Él no negaba la promesa de Dios; él la deseaba. Sin embargo, parecía muy bueno para ser cierto. Así que él dijo, “ayuda mi incredulidad“
ii. Ayuda mi incredulidad es algo que únicamente un hombre puede decir por fe. “Mientras los hombres no tengan fe, éstos son inconscientes de su incredulidad; pero, tan pronto como tienen poca fe, entonces ellos empiezan a tener consciencia de la grandeza de su incredulidad.” (Spurgeon)
e. El espíritu, clamando y sacudiéndole con violencia, salió: Jesús no tuvo ninguna dificultad para lidiar con el demonio, aún cuando el demonio realizó una demostración final de su terrible fuerza. Al saber que debía de salir, el demonio hizo el mayor daño posible antes de salir. Pero no fue un daño permanente.
3. (28-29) ¿Porqué los discípulos no tuvieron éxito?
Cuando él entró en casa, sus discípulos le preguntaron aparte: ¿Por qué nosotros no pudimos echarle fuera? Y les dijo: Este género con nada puede salir, sino con oración y ayuno.
a. ¿Por qué nosotros no pudimos echarle fuera? Jesús reveló la razón de su debilidad: era debido a una falta de oración y ayuno.
b. Este género con nada puede salir, sino con oración y ayuno: No es que la oración y ayuno nos haga más dignos para sacar a los demonios. Es que la oración y el ayuno nos acerca más al corazón de Dios, y esto nos pone más en forma con Su poder. Éstos son una expresión de nuestra total dependencia hacia Él.
i. Jesús ya les había dado la autoridad para echar fuera a los demonios (Marcos 3:14-15). Pero “la autoridad que Jesús les había era efectiva solamente si era ejercida por fe, pero la fe debe de ser cultivada por medio de la disciplina y devoción espiritual.” (Wiersbe)
ii. Esta dependencia total hacia Dios es el remedio de muchos problemas espirituales. El estar decepcionado de ti mismo es el haber confiado en ti mismo.
C. Hacia Jerusalén.
1. (30-32) Jesús les recuerda a Sus discípulos de Su misión.
Habiendo salido de allí, caminaron por Galilea; y no quería que nadie lo supiese. Porque enseñaba a sus discípulos, y les decía: El Hijo del Hombre será entregado en manos de hombres, y le matarán; pero después de muerto, resucitará al tercer día. Pero ellos no entendían esta palabra, y tenían miedo de preguntarle.
a. Y no quería que nadie lo supiese: Esto quizás era porque Jesús no quería que una multitud Galilea se agolpara hacia Él y que estorbara su importante viaje hacia Jerusalén.
b. El Hijo del Hombre será entregado en manos de hombres, y le matarán: Jesús claramente dijo a Sus discípulos el destino que enfrentaría en Marcos 8:31. Ahora, mientras ellos salían de Galilea hacia Jerusalén, ellos se dirigían hacia el destino del cual Jesús habló.
c. Pero ellos no entendían esta palabra: Los discípulos no pudieron “procesar” lo que Jesús dijo acerca de Su destino en Jerusalén – para morir y resucitar otra vez. Desafortunadamente, ellos tenían miedo de preguntarle.
2. (33-34) La disputa en el camino.
Y llegó a Capernaúm; y cuando estuvo en casa, les preguntó: ¿Qué disputabais entre vosotros en el camino? Mas ellos callaron; porque en el camino habían disputado entre sí, quién había de ser el mayor.
a. Habían disputado entre sí, quién había de ser el mayor: Al parecer este era el asunto favorito de discusión entre los discípulos. Todos ellos contaban con que Jesús gobernaría sobre el mundo como el Rey Mesías, y el debate era sobre quien era el más digno para ser el asociado principal de Jesús.
b. Mas ellos callaron: Este era un silencio propiciado por la vergüenza. Mostraba que ellos tenían vergüenza por su obsesión por la grandeza. Era un asunto saludable de vergüenza y mostraba que algunos de los mensajes de Jesús estaba penetrando en sus corazones.
3. (35-37) La verdadera grandeza en el reino de Dios.
Entonces él se sentó y llamó a los doce, y les dijo: Si alguno quiere ser el primero, será el postrero de todos, y el servidor de todos. Y tomó a un niño, y lo puso en medio de ellos; y tomándole en sus brazos, les dijo: El que reciba en mi nombre a un niño como éste, me recibe a mí; y el que a mí me recibe, no me recibe a mí sino al que me envió.
a. Él se sentó: Esto era importante porque por medio de la acción de sentarse Jesús mostró que él iba a enseñar. “Cuando un Rabino estaba enseñando en su rol de Rabino, de la manera que un maestro enseña a sus alumnos y discípulos, cuando él en realidad iba a ser un pronunciamiento, él se sentaba. Jesús deliberadamente tomó la posición de un Rabino que enseñaba a sus pupilos antes de hablar.” (Barclay)
b. Si alguno quiere ser el primero, será el postrero de todos, y el servidor de todos: La pregunta que estaba en el aire era, “¿Quién sería el más grande?” Jesús pudo haber contestado la pregunta, “Oh necios – Yo soy el más grande.” Pero Jesús no puso el enfoque en Si mismo. Para un ejemplo de grandeza, Jesús habló sobre el postrero y el servidor.
i. Por supuesto que Jesús es el más grande en el reino. Así que cuando Él dijo el postrero y servidor, Él en realidad se estaba describiendo a Si mismo – y Él acertadamente expreso Su naturaleza. Él en realidad era el primero pero aún así Él se hizo postrero de todos, y el servidor de todos por nuestro bien.
ii. Jesús nos retaba a ser el postrero de todos. El deseo de ser alabados y el de obtener reconocimiento debería de ser algo extraño para un seguidor de Jesús. Jesús quiere que abracemos lo postrero a manera de elección, al permitir que otros sean preferidos antes de nosotros, y no solamente porque seamos forzados a ser el último.
iii. Jesús nos reta a ser el servidor de todos. En la manera de pensar del mundo acerca del poder, un gran hombre se distingue en base de cuantas personas le sirven. En la antigua China estaba de moda que los hombres ricos se dejaran crecer las uñas para que sus manos no se pudieran utilizar para las tareas básicas. Esto mostraba que ellos no necesitaban hacer todo por ellos mismos; un siervo siempre estaba allí esperando las órdenes. El mundo quizás piense acerca de esto como el ser grande, pero Dios no lo ve así. Jesús declaró que la verdadera grandeza se muestra por cuantos te sirven, sino por cuantos sirves tú.
iv. “No era que Jesús aboliera la ambición. Pero él recreó y sublimó la ambición. Pues cambió la ambición de gobernar por la ambición de servir. La ambición de tener cosas hechas para nosotros la cambió por la ambición de hacer cosas para los demás.” (Barclay)
c. Y tomó a un niño, y lo puso en medio de ellos: Jesús atrajo su atención a Su naturaleza al presentarles a un niño como ejemplo. En aquellos días, los niños eran tenidos más como propiedad que como individuos. Se entendía que éstos debían de ser vistos y no escuchados. Jesús decía que el modo en que recibimos a personas como los niños muestra el cómo le recibimos a Él (El que reciba en mi nombre a un niño como éste, me recibe a mí).
i. Los niños no presentan amenazas. No tenemos temor de conocer a un niño de 5 años en un callejón oscuro. Cuando tenemos una presencia dura e abrumadora, no somos como Jesús.
ii. Los niños no son buenos en engañar. No hacen un muy buen trabajo en tratar de engañar a sus padres. Cuando somos buenos en escondernos a nosotros mismos y en engañar a otros, no somos como Jesús.
d. El que reciba en mi nombre a un niño como éste, me recibe a mí: Debido a que Jesús es el postrero de todos, y el servidor de todos y como un niño, cuando honramos y recibimos a un niño – o a alguien que es servidor, como Jesús – nosotros honramos y servimos al mismo Jesús.
4. (38-42) La verdadera grandeza no es pandillera; es un instinto inclusivo.
Juan le respondió diciendo: Maestro, hemos visto a uno que en tu nombre echaba fuera demonios, pero él no nos sigue; y se lo prohibimos, porque no nos seguía. Pero Jesús dijo: No se lo prohibáis; porque ninguno hay que haga milagro en mi nombre, que luego pueda decir mal de mí. Porque el que no es contra nosotros, por nosotros es. Y cualquiera que os diere un vaso de agua en mi nombre, porque sois de Cristo, de cierto os digo que no perderá su recompensa. Cualquiera que haga tropezar a uno de estos pequeñitos que creen en mí, mejor le fuera si se le atase una piedra de molino al cuello, y se le arrojase en el mar.
a. Maestro, hemos visto a uno: Debía de frustrar a los discípulos de Jesús que estos otros seguidores de Jesús podían echar demonios de una manera exitosa mientras que ellos habían ya fallado (Marcos 9:18). No es de sorprenderse que Juan quería que ellos se detuvieran.
i. “Entonces nosotros podemos imaginarnos de una manera segura que éste no era uno de los discípulos de Juan el Bautista, que, mediante el mandato de su amo, había creído en Jesús, o alguno de los setenta, los cuales Cristo había enviado, Luke 10:1-7, quienes, después de haber cumplido su comisión, se habían retirado de acompañar a los otros discípulos; pero mientras él se mantuvo firme en su fe en Cristo y anduvo en buena consciencia, la influencia de su Amo aún continuaba con él, así que él pudo echar demonios de la misma manera que los otros discípulos.” (Clarke)
b. Porque el que no es contra nosotros, por nosotros es: Hay muchos que quizás estén mal en algún aspecto de su presentación o enseñanza, pero aún así sacan adelante a Jesús de alguna manera. Deja que Dios trate con ellos. Aquellos que no están en contra de un Jesús Bíblico están de su lado, al menos en alguna manera.
i. Pablo vio a muchos hombres predicando a Jesús por muchos motivos, algunos de ellos motivos malvado – pero aún así él podía regocijarse de que Cristo era predicado (Filipenses 1:15-18).
c. Y cualquiera que os diere un vaso de agua en mi nombre: Debido a este principio de unidad, es apropiado el mostrar la amabilidad hacia los demás en el nombre de Jesús. Aún un vaso de agua, si dada en la naturaleza de Jesús, será recompensada.
i. Nada podía verse más mezquino que el dar un simple vaso de agua. Pero Dios recuerda el corazón, no solamente el regalo en sí.
d. Cualquiera que haga tropezar a uno de estos pequeñitos que creen en mí: Si un pequeño acto de bondad hacia los demás hecho en el nombre de Jesús será recordado por la eternidad, así también cualquier causa que haga tropezar. Y el castigo es severo: mejor le fuera si se le atase una piedra de molino al cuello, y se le arrojase en el mar.
i. En aquellos días habían dos tamaños diferentes para piedras de molino. La más pequeña era utilizado por una mujer para moler una pequeña cantidad de grano. La más grande se le hacía girar por medio de un burro para moler una mayor cantidad de grano. Aquí Jesús se refiere a la piedra de molino más grande.
ii. Algunos Cristianos no piensan en meter a Cristianos jóvenes y débiles a sus propias divisiones y disputas. Ellos mismos salen sin mucho daño, pero los pequeñitos que fueron metidos con ellos en la disputa a menudo terminan en naufragios.
5. (43-48) La urgencia de entrar al reino de Dios.
Si tu mano te fuere ocasión de caer, córtala; mejor te es entrar en la vida manco, que teniendo dos manos ir al infierno, al fuego que no puede ser apagado, donde el gusano de ellos no muere, y el fuego nunca se apaga. Y si tu pie te fuere ocasión de caer, córtalo; mejor te es entrar a la vida cojo, que teniendo dos pies ser echado en el infierno, al fuego que no puede ser apagado, donde el gusano de ellos no muere, y el fuego nunca se apaga. Y si tu ojo te fuere ocasión de caer, sácalo; mejor te es entrar en el reino de Dios con un ojo, que teniendo dos ojos ser echado al infierno, donde el gusano de ellos no muere, y el fuego nunca se apaga.
a. Si tu mano te fuere ocasión de caer, córtala: Trágicamente, algunos han tomado estas palabras de Jesús en un sentido que Él no tenía intencionado, y se han cortado sus manos o se han mutilado a si mismos de alguna otra manera en una equivocada batalla en contra del pecado.
i. El problema con tomar las palabras de Jesús literalmente es que la mutilación corporal no va más allá para controlar el pecado. El pecado es más un asunto del corazón que de cualquier otro órgano o miembro en particular, y si yo corto mi mano derecha, la izquierda aún esta lista para el pecado. Si yo desmembro totalmente mi cuero, yo aún puedo pecar en mi mente y mi corazón.
ii. “Esta no era una orden para la auto mutilación física, pero en la manera más fuerte posible Jesús habla del sacrificio más costoso.” (Lane)
b. Mejor te es entrar en la vida manco, que teniendo dos manos ir al infierno: Con esta exhortación, Jesús intentó corregir un gran malentendido de parte de los discípulos. Ellos pensaban principalmente en el reino en términos de recompensa, no en términos de sacrificio.
i. Esencialmente Jesús declara de nuevo lo que Marcos registró en 8:34-35: que si tratamos de salvar nuestras vidas, las perderemos, y el seguir a Jesús significa el tomar nuestra cruz y seguirle.
c. Ir al infierno, al fuego que no puede ser apagado: La palabra infierno es una antigua traducción Griega de la palabra Hebrea para “Valle de Hinom.” Este era un lugar fuera de los muros de Jerusalén profanado por la adoración a Moloc y el sacrificio humano, y así se convirtió en el basurero en donde los desechos y basura era quemada. Los fuegos sin llama y los gusanos que nunca mueren eran una ilustración gráfica y efectiva del destino de los condenados.
i. Este lugar también era llamado el “lago de fuego” en Apocalipsis 20:13-15, un lugar preparado para el diablo y sus ángeles (Mateo 25:41).
ii. Que no puede ser apagado: “Un niño con una cuchara vaciaría el mar más rápido que los condenados en cumplir su miseria. Un río de azufre no se puede consumir al quemarse.” (Trapp)
d. Donde el gusano de ellos no muere: “Al parecer cada quien tiene su propio gusano, su remordimiento en particular por los males que hizo, y por la gracia que rechazó; mientras el fuego, el estado de tormento, es común para todos. ¡Lector! ¡Que el Dios vivo les salve a ustedes de este gusano y de este fuego!” (Clarke)
i. “Este gusano (divino) es solamente un remordimiento continuo y un reflejo furioso del alma sobre su propia tontería, y ahora de su gran miseria. Oh, considere esto antes de que tú, amigo, te esparzas sobre tus dioses, gusanos para tu cuerpo, demonios para tu alma.” (Trapp)
ii. El mensaje de Jesús era claro; el saber que tan terrible es el infierno, vale la pena cualquier sacrificio para evitarlo. Por lo tanto, no podemos pensar en el reino de Dios solamente en el contexto de recompensa; también debemos de pensar en términos de sacrificio.
6. (49-50) Jesús habla de sal y fuego.
Porque todos serán salados con fuego, y todo sacrificio será salado con sal. Buena es la sal; mas si la sal se hace insípida, ¿con qué la sazonaréis? Tened sal en vosotros mismos; y tened paz los unos con los otros.
a. Porque todos serán salados con fuego: Jesús declaró que Sus seguidores serían salados con fuego y que todo sacrificio será salado con sal. La sal debe de retener su sazón, y esto traerá paz entre nosotros.
b. Todos serán salados con fuego, y todo sacrificio será salado con sal: Este pasaje a conducido hacia diferentes interpretaciones.
i. La primera interpretación principal es que el fuego se refiere a la tribulación y aflicción; estas cosas acompañan al “sacrificio vivo” (Romanos 12:1) del discípulo. Ya que los sacrificios del Antiguo Testamento incluían sal (Levíticos 2:13), Jesús esta diciendo, “De la misma manera que todo sacrificio bajo la ley requería sal, así el sacrificio vivo que Mis seguidores traen delante de Mi deben estar sazonados con sufrimiento y tribulaciones.”
ii. La otra interpretación principal es que el fuego se refiere al Espíritu Santo. Mientras Su presencia en nuestras vidas nos “sazona”, purifica, preserva y añade sabor a nuestras vidas, haciéndonos así un “sacrificio vivo” aceptable para Dios.
©2020 The Enduring Word Comentario bíblico en español de David Guzik – ewm@enduringword.com