A. La muerte de Judas.
1. (1-2) Jesús es entregado a Pilato.
Venida la mañana, todos los principales sacerdotes y los ancianos del pueblo entraron en consejo contra Jesús, para entregarle a muerte. Y le llevaron atado, y le entregaron a Poncio Pilato, el gobernador.
a. Todos los principales sacerdotes y los ancianos del pueblo entraron en consejo contra Jesús, para entregarle a muerte: Esta fue la reunión oficial del Sanedrín que le siguió a la sesión nocturna informal (e ilegal), también descrito en Lucas 22:66-71. Como lo muestra Lucas, esta mañana el juicio fue esencialmente el mismo que el anterior, un examen informal.
i. “Pero como era contrario a todas las formas de la ley proceder contra la vida de una persona de noche, parece que se habían separado por unas horas, y luego, al amanecer, se reunieron otra vez, pretendiendo conducir el asunto de acuerdo con las formas de la ley.” (Clarke)
b. Y le llevaron atado, y le entregaron a Poncio Pilato: El Sanedrín entregó a Jesús a Poncio Pilato, el Romano designado gobernador sobre Judea, porque ellos no tenían la autoridad para matarlo.
i. “Pilato fue de hecho nombrado prefecto o procurador por Tiberio César en el 26 D.C. Los prefectos gobernaban áreas pequeñas y conflictivas; y en asuntos judiciales poseían poderes similares a los de los procónsules más poderosos y legados imperiales; en pocas palabras, poseían el poder de la vida y la muerte.” (Carson)
ii. “La residencia ordinaria de los procuradores era Cesárea, en la costa del mar, pero era costumbre estar en Jerusalén en la época de Pascua, con un destacamento de soldados, para vigilar por la paz pública.” (Bruce)
iii. Filón, el antiguo erudito Judío de Alejandría, describió a Pilato: “Su corrupción, sus actos de insolencia, su pillaje, su hábito de insultar a la gente, su crueldad, sus continuos asesinatos de personas sin juicio y sin condena, y su interminable, arbitraria y su grandemente severa inhumanidad.” (Barclay)
iv. Los líderes Judíos tenían razón en esperar un resultado favorable cuando fueron con Pilato. La historia secular nos muestra que era un hombre cruel y despiadado, casi totalmente insensible a los sentimientos morales de otros. Seguramente, pensaron, Pilato ordenará matar a Jesús.
v. Pilato no estaría interesado en el cargo de blasfemia contra Jesús, considerando esto como un asunto religioso que no le concernía a Roma. Así que todos los principales sacerdotes y los ancianos del pueblo esencialmente trajeron a Jesús ante Pilato con tres falsas acusaciones: que Jesús era un revolucionario; que incitaba al pueblo a no pagar sus impuestos; y que afirmaba ser un rey en oposición a César (Lucas 23:2).
2. (3-10) El miserable final de Judas
Entonces Judas, el que le había entregado, viendo que era condenado, devolvió arrepentido las treinta piezas de plata a los principales sacerdotes y a los ancianos, diciendo: Yo he pecado entregando sangre inocente. Mas ellos dijeron: ¿Qué nos importa a nosotros? ¡Allá tú! Y arrojando las piezas de plata en el templo, salió, y fue y se ahorcó. Los principales sacerdotes, tomando las piezas de plata, dijeron: No es lícito echarlas en el tesoro de las ofrendas, porque es precio de sangre. Y después de consultar, compraron con ellas el campo del alfarero, para sepultura de los extranjeros. Por lo cual aquel campo se llama hasta el día de hoy: Campo de sangre. Así se cumplió lo dicho por el profeta Jeremías, cuando dijo: Y tomaron las treinta piezas de plata, precio del apreciado, según precio puesto por los hijos de Israel; y las dieron para el campo del alfarero, como me ordenó el Señor.
a. Devolvió arrepentido las treinta piezas de plata: Judas lleno de remordimiento, no arrepentimiento. A pesar de que sabía exactamente lo que había hecho (Yo he pecado entregando sangre inocente), Judas estaba más arrepentido por el resultado de su pecado que del pecado en sí. Hay una gran diferencia entre estar arrepentido debido al pecado, y estar arrepentido por el pecado.
i. Al arrojar el dinero al templo (la “naos, propiamente el santuario interior, donde solo los sacerdotes estaban autorizados a entrar ” según France), Judas quería implicar a los sacerdotes en este crimen. Era su manera de decir, “Ustedes también son culpables de esto.”
ii. “El acto de un hombre desesperado, decidido a que ellos debían recibir el dinero, y tal vez esperando que pudiera ser una especia de expiación por su pecado.” (Bruce)
iii. Todo esto sucedió al ver que era condenado. “Tal vez Judas esperaba que Jesús se liberara milagrosamente de sus captores; y cuando vio que era condenado, lo atrapó el remordimiento, y le regresó a sus compañeros criminales, la recompensa de su infamia.” (Spurgeon)
iv. Sangre inocente: “Judas había estado con nuestro Señor en público y en privado; y si hubiera podido encontrar algún defecto en el carácter de Cristo, este hubiera sido el momento de mencionarlo; pero incluso el traidor, en su último discurso, declaró que Jesús era ‘inocente.'” (Spurgeon)
b. No es lícito echarlas en el tesoro de las ofrendas, porque es precio de sangre: La hipocresía de los principales sacerdotes era transparente. No querían contaminarse con el precio de sangre, a pesar de que era un precio que ellos mismos pagaron.
i. Estos líderes religiosos trataron a su siervo Judas muy mal. “Los tentadores nunca son buenos consoladores. Aquellos que son instrumentos del diablo, para ordenar, para persuadir, o atraer a los hombres a pecar, no les concederán ningún alivio cuando lleguen a ser atormentados por lo que han hecho.” (Poole)
ii. “Dios, en Deuteronomio 23:18, había prohibido llevar el precio de una prostituta, o de un perro, dentro del templo; esto habían interpretado ellos de toda ganancia impura.” (Poole)
iii. “El tesoro, tal vez la fuente de donde sacado el dinero para Judas, sería el lugar natural para depositar el dinero que dejaran en el templo, pero su uso como dinero de sangre lo hizo impuro. Un entierro (en sí mismo un lugar oscuro) sería un lugar adecuado para usarlo.” (France)
c. Fue y se ahorcó: En su remordimiento falto de arrepentimiento y desesperación, Judas se suicidó. Siendo el hijo de perdición (Juan 17:12), se nos asegura que fue al castigo eterno.
i. Algunos sostienen que el relato de Mateo sobre Judas difiere de Hechos 1:18-19, que dice que Judas cayó de cabeza en un campo, y se reventó por la mitad, y que todas sus entrañas and se derramaron. Muchos reconcilian esto sugiriendo que Judas se ahorcó, y luego su cuerpo fue arrojado sobre el suelo, abriéndose de golpe.
ii. “Si Judas se ahorcó solo, ningún f Judío querría contaminarse durante la celebración de los Panes sin Levadura enterrando un cadáver; y un ardiente sol pudo haber provocado una descomposición rápida hasta que el cuerpo cayó sobre el suelo y se abrió de golpe.” (Carson)
d. Así se cumplió lo dicho por el profeta Jeremías: Había habido mucho en cuestión sobre la cita atribuida a Jeremías, porque se encuentra en Zacarías 11:12-13. Mateo dice que este mensaje fue dicho por el profeta Jeremías, aunque lo encontramos registrado en Zacarías.
i. Algunos piensan que puede ser un error del copista. Tal vez Mateo escribió Zacarías, pero un copista antiguo equivocadamente escribió en su lugar Jeremías, y este raro error se repitió en copias subsecuentes.
ii. Algunos piensan que Jeremías dijo esta profecía – pero que fue registrada por Zacarías.
iii. Algunos piensan que Mateo se refiere al rollo de Jeremías, el cual incluía el libro de Zacarías
B. Jesús ante Pilato
1. (11-14) Jesús impresiona grandemente a Pilato.
Jesús, pues, estaba en pie delante del gobernador; y éste le preguntó, diciendo: ¿Eres tú el Rey de los judíos? Y Jesús le dijo: Tú lo dices. Y siendo acusado por los principales sacerdotes y por los ancianos, nada respondió. Pilato entonces le dijo: ¿No oyes cuántas cosas testifican contra ti? Pero Jesús no le respondió ni una palabra; de tal manera que el gobernador se maravillaba mucho.
a. Jesús, pues, estaba en pie delante del gobernador: La historia nos muestra que Poncio Pilato era un hombre cruel y despiadado, desagradable con los Judíos y despectivo de casi todo menos del poder puro. Aquí, aparece fuera de lo normal en la forma en la que trata a Jesús. Jesús parece haberle afectado profundamente.
i. Mateo condensa el relato completo, hablándonos solo de la segunda comparecencia de Jesús ante Pilato. La primera comparecencia es descrita en Lucas 23:1-6. Esperando evitar hacer un juicio sobre Jesús, Pilato lo envió a Herodes, el sub-gobernante de Galilea (Lucas 23:6-12). Jesús se negó a decirle algo, así que regresó a Pilato como se describe aquí en Mateo.
b. ¿Eres tú el Rey de los judíos? Cuando lo trajeron a Pilato, los líderes Judíos acusaron a Jesús de promoverse como rey en desafío al César (Lucas 23:2). Querían hacer ver a Jesús como un peligroso revolucionario en contra del Imperio Romano. Por lo tanto, Pilato le hizo a Jesús esta simple pregunta.
i. “La pregunta revela la forma en que los del Sanedrín presentaron su acusación.” (Bruce)
ii. Claro, solo podemos preguntarnos lo que pensó Pilato cuando puso por primera vez sus ojos en Jesús, cuando vio a este golpeado y ensangrentado Hombre delante de él. Jesús no se veía especialmente real o majestuoso mientras estaba parado frente a Pilato, así que el gobernador Romano probablemente fue sarcástico cando dijo, ¿Eres tú el Rey de los judíos?
iii. “Pilato evidentemente no estaba alarmado por los cargos contra Jesús ¿por qué? Aparentemente a simple vista notó que ese hombre frente a él tenía pocas probabilidades de ser un pretendiente a la realeza en cualquier sentido por el que tuviera que preocuparse… El [tú] en una posición enfática en el versículo 11 sugiere esto = ¡Tú el Rey de los Judíos!” (Bruce)
c. Tú lo dices: Ninguna defensa majestuosa, ningún milagro instantáneo para salvar su propia vida. En vez de eso, Jesús le dio a Poncio Pilato la misma simple respuesta que le dio al sumo sacerdote (Mateo 26:64). Esto sorprendió a Pilato; él preguntó, “¿No oyes cuántas cosas testifican contra ti?” Pilato no podía creer que un hombre tan fuerte y digno – a pesar de lo golpeado y sangriento que estaba – permaneciera en silencio ante estas acusaciones. El gobernador se maravillaba mucho.
i. Hay un tiempo para defender la propia causa o a uno mismo, pero esos tiempos son raros. Cuando nos levantamos en nuestra propia defensa, usualmente estaríamos mejor si permaneciéramos en silencio y confiáramos en Dios para defendernos.
ii. Spurgeon explicó por qué Pilato se maravilló mucho: “Él había visto en Judíos capturados el fiero valor del fanatismo; pero no había fanatismo en Cristo. También había visto en muchos prisioneros la mezquindad de hacer o decir lo que sea con tal de escapar a la muerte; pero no vio nada de eso en nuestro Señor. Vio en él bondad inusual y humildad combinada con dignidad majestuosa. Contempló la sumisión mezclada con inocencia.” (Spurgeon)
2. (15-18) Pilato desea liberar a Jesús.
Ahora bien, en el día de la fiesta acostumbraba el gobernador soltar al pueblo un preso, el que quisiesen. Y tenían entonces un preso famoso llamado Barrabás. Reunidos, pues, ellos, les dijo Pilato: ¿A quién queréis que os suelte: a Barrabás, o a Jesús, llamado el Cristo? Porque sabía que por envidia le habían entregado.
a. En el día de la fiesta acostumbraba el gobernador soltar al pueblo un preso, el que quisiesen: Juzgando que había algo diferente – e inocente – sobre Jesús, Pilato esperaba que esta tradición de soltar a un prisionero pudiera ayudar a resolver el problema.
b. Y tenían entonces un preso famoso llamado Barrabás: Marcos 15:7 nos dice qué hizo famoso a Barrabás. Él era uno de muchos insurgentes, que habían cometido asesinato en la insurrección. En la actualidad consideraríamos a un hombre como Barrabás como un terrorista revolucionario.
c. Porque sabía que por envidia le habían entregado: Pilato vio a través de las palabras manipuladoras de los líderes religiosos. Sabía que su motivo era la envidia, no ninguna otra cosa.
i. Por envidia: “Que sea recordado que la malicia se origina con la misma frecuencia de la envidia que del enojo.” (Clarke)
3. (19-20) Pilato influenciado tanto por su esposa como por los líderes religiosos.
Y estando él sentado en el tribunal, su mujer le mandó decir: No tengas nada que ver con ese justo; porque hoy he padecido mucho en sueños por causa de él. Pero los principales sacerdotes y los ancianos persuadieron a la multitud que pidiese a Barrabás, y que Jesús fuese muerto.
a. Y estando él sentado en el tribunal: Aunque Pilato estaba encargado del juicio de Jesús, falló en darle justicia al acusado. Pilato tenía toda la evidencia que necesitaba para hacer lo correcto – liberar a Jesús.
· Vio la fuerza y la dignidad de Jesús, y sabía que este no era un criminal o revolucionario.
· Sabía que no solo era realmente un cargo lo que llevó a Jesús ante su tribunal – era solo la envidia de los líderes religiosos.
· Vio que Jesús era un hombre tan en paz con su Dios que no necesitó responder ninguna acusación.
· Ya había declarado a Jesús un hombre inocente (Ningún delito hallo en este hombre, Lucas 23:4).
b. Su mujer le mandó decir: Además de todo esto, Pilato también tuvo un único y notable mensajero – el sueño de su esposa. Solo podemos conjeturar lo que ella vio en su sueño. Tal vez vio a Jesús, un hombre inocente, coronado con espinas y crucificado. Tal vez lo vio viniendo en gloria con las nubes del cielo. Tal vez lo vio en el Gran Trono Blanco del juicio, y ella y su esposo enfrentando a Jesús.
i. Sabemos que la visión de Jesús en su sueño la hizo padecer (he padecido mucho en sueños por causa de él). “Lo que sea que fuera, ella había padecido dolorosas emociones en el sueño, y despertó sorprendida y maravillada.” (Spurgeon)
ii Fue un acontecimiento notable. Ella despertó tarde en la mañana, perturbada por el sueño. Preguntó dónde estaba su esposo, y sus asistentes le dijeron que fue llamado temprano a sus negocios como gobernador – los líderes religiosos de Jerusalén enviaron a un prisionero por juicio. Inmediatamente, le pide al mensajero que le lleve a su esposa las noticias de su sueño.
iii. “La mayoría de los sueños los olvidamos con rapidez; pocos mencionamos como notables, solo de vez en cuando uno queda registrado sobre nosotros de tal manera que lo recordamos durante años. Rara vez alguno de ustedes ha tenido un sueño que lo haya hecho a usted enviar un mensaje al magistrado sobre la banca.” (Spurgeon)
iv. Debido a todo esto, había una gran urgencia sobre su mensaje a Pilato. Fue osada al enviarlo, y le imploró que simplemente no tuviera nada que ver con este hombre Jesús. “Déjalo ir. Envíalo lejos. No lo castigues ni un poco.” Fue una influencia, una advertencia que él ignoró trágicamente. Todo esto era un misericordioso mensaje de Dios para Pilato; un mensaje misericordioso que él rechazó.
c. Pero los principales sacerdotes y los ancianos persuadieron a la multitud que pidiese a Barrabás, y que Jesús fuese muerto: Los líderes religiosos conocían la mejor manera de influenciar a Pilato. No a través de su propio juicio de Jesús, no a través de su esposa, y no a través de los mismos líderes religiosos directamente. La mejor forma de empujar a Pilato en cierta dirección era a través de las voces de la multitud.
i. Aquí hay un hombre que sabe qué es lo correcto – y lo sabe por diferentes convincentes maneras. Sin embargo haría lo malo, algo terrible, en obediencia a la multitud.
ii. “Pero esto parece que lo hicieron por instigación de los principales sacerdotes. Vemos aquí lo peligrosos que son los sacerdotes malvados en la Iglesia de Cristo; cuando los pastores son corruptos, son capaces de inducir a su rebaño a preferir a Barrabás en vez de a Jesús, el mundo por sobre Dios, y los placeres del sentido por sobre la salvación de sus almas.” (Clarke)
4. (21-23) La multitud demanda la liberación de Barrabás y la crucifixión de Jesús.
Y respondiendo el gobernador, les dijo: ¿A cuál de los dos queréis que os suelte? Y ellos dijeron: A Barrabás. Pilato les dijo: ¿Qué, pues, haré de Jesús, llamado el Cristo? Todos le dijeron: ¡Sea crucificado! Y el gobernador les dijo: Pues ¿qué mal ha hecho? Pero ellos gritaban aún más, diciendo: ¡Sea crucificado!
a. ¿A cuál de los dos queréis que os suelte? Y ellos dijeron: A Barrabás: La voz de la multitud no siempre es la voz de Dios. La multitud no respondió la solicitud de Pilato por evidencia o pruebas cuando preguntó, ¿qué mal ha hecho?” Solo continuaron gritando exigiendo la muerte de Jesús. Ellos pidieron más que su muerte – pidieron que fuera ejecutado por tortura a través de crucifixión (“¡Sea crucificado!“).
i. “El grito ¡Sea crucificado! Es inaudito en los labios de una multitud Judía, pues la crucifixión era un castigo Romano, aberrante para la mayoría de los Judíos.” (France)
ii. Todos le dijeron: “No hubo nadie entre la multitud simpatizando en silencio con el Salvador; todos dijeron, ‘sea crucificado.'” (Spurgeon)
iii. Cuando la multitud eligió a Barrabás en vez de a Jesús, esto reflejó la naturaleza caída de toda la humanidad. El “Barrabás” suena bastante parecido al hijo del padre. Escogieron a un falso y violento hijo del padre en vez de al verdadero Hijo del Padre. Esto prefigura el futuro acogimiento del último Barrabás – el popularmente conocido como el Anticristo.
iv. “Impugno a la humanidad otra vez de la más extrema locura posible; porque, al crucificar a Cristo, crucificó a su mejor amigo. Jesucristo no solo era el amigo del hombre, para tomar la condición humana sobre sí mismo, sino que fue el amigo de los pecadores, para venir al mundo para buscar y salvar lo que se había perdido.” (Spurgeon)
v. Las personas hoy aún rechazan a Jesús y escogen a otro. Su Barrabás puede ser la lujuria, puede ser la intoxicación, puede ser el yo y las comodidades de la vida. “Esta demente elección es realizada cada día, mientras el hombre prefiere las lujurias de la carne antes que las vidas de sus almas.” (Trapp)
b. Y ellos dijeron: A Barrabás: Si alguien supo lo que significaba que Jesús muriera en su lugar, fue Barrabás. Él era un terrorista y un asesino, sin embargo fue liberado mientras que Jesús fue crucificado. La cruz sobre la cual colgó Jesús probablemente fue originalmente planeada para Barrabás.
i. Podemos imaginarnos a Barrabás, en una oscura celda en prisión con una ventana pequeña, esperando a ser crucificado. A través de la ventana podía escuchar a la multitud reunida delante de Pilato, no muy lejos de la Fortaleza Antonia donde era prisionero. Tal vez no pudo escuchar a Pilato preguntar, “¿A cuál de los dos queréis que os suelte?” Pero seguramente escuchó a la multitud gritar, “Barrabás.” Probablemente no pudo oír a la voz de Pilato preguntar, “¿Qué, pues, haré de Jesús, llamado el Cristo?” Pero seguramente escuchó a la multitud rugir en respuesta, “Sea crucificado.” Si todo lo que Barrabás escuchó desde su celda fue su nombre gritado por la multitud, y luego el “Sea crucificado,” cuando los soldados vinieron a su celda, seguramente pensó que era tiempo de una muerte tortuosa. Pero cuando los soldados dijeron, “Barrabás, tú eres un hombre culpable – pero serás liberado porque Jesús morirá en tu lugar,” Barrabás conocía el significado de la cruz mejor que la mayoría. Nos preguntamos si alguna vez se lo habrá tomado en serio.
5. (24-25) Pilato intenta evadir la responsabilidad del destino de Jesús.
Viendo Pilato que nada adelantaba, sino que se hacía más alboroto, tomó agua y se lavó las manos delante del pueblo, diciendo: Inocente soy yo de la sangre de este justo; allá vosotros. Y respondiendo todo el pueblo, dijo: Su sangre sea sobre nosotros, y sobre nuestros hijos.
a. Viendo Pilato que nada adelantaba: Era algo fuera de lo normal que Pilato cediera de esta manera ante los líderes religiosos y la multitud. Él pudo haber elegido diferente.
b. Tomó agua y se lavó las manos delante del pueblo: Pilato se lavó las manos diciendo, “Está fuera de mi control. Personalmente no le deseo ningún daño a Jesús, pero estas cosas suceden.” Sin embargo el poder y la responsabilidad de lo qué hacer con Jesús yacían en él. Decir “no encuentro en el delito alguno” no fue suficiente. Buscar una solución astuta para liberar al prisionero en la Pascua no era una solución. Lavar sus manos no tenía ningún significado. Por lo tanto no pudo escapar de la responsabilidad, y es por siempre asociado con el crimen de enviar a Jesús a la cruz, haciendo eco a través de la historia en los credos (crucificado bajo Poncio Pilato).
i. “Oh, el atrevimiento de Pilato aquí, ante los ojos, y negarlo. Hay una extraña mezcla de cobardía y valor en muchos hombres; temen al hombre, pero no temen al Dios eterno que puede destruir tanto el cuerpo como el alma en el infierno.” (Spurgeon)
c. Inocente soy yo de la sangre de este justo: Oculta en el intento de auto-justificación de Pilato está una declaración de la inocencia de Jesús. Cuando llamó a Jesús “ este justo,” admitió que Jesús era un hombre inocente – no Pilato. Solo porque Pilato haya dicho “Inocente soy” no significa que era inocente.
i. Curiosamente, en periodos posteriores el antisemitismo Cristiano, algunos Cristianos trataron de reformar a Pilato, queriendo echar toda la culpa sobre los Judíos. Algunos incluso dijeron que Pilato y su esposa se volvieron Cristianos, y “hasta este día la iglesia copta califica a Pilato y a su esposa como santos.” (Barclay)
d. Su sangre sea sobre nosotros, y sobre nuestros hijos: Ellos realmente no tenían noción de lo que estaban pidiendo. No entendían la gloria de la sangre purificadora de Jesús, y lo maravilloso que sería tener su sangre… sobre nosotros, y sobre nuestros hijos. Tampoco entendían la enormidad del crimen de pedir la ejecución del inmaculado Hijo de Dios, al juicio que recaería sobre sus hijos alrededor de cuarenta años más tarde en la destrucción de Jerusalén.
i. Este es uno de los pasajes usados incorrectamente como justificación de los malvados y equivocados Cristianos que persiguieron o permitieron la persecución de los Judíos. No entendieron que incluso si esto sí puso a este pueblo y a sus descendientes bajo una maldición, nunca fue el deber de la iglesia traer esta maldición sobre los Judíos. Ciertamente, como Dios le prometió a Abraham, Bendeciré a los que te bendijeren, y a los que te maldijeren maldeciré (Génesis 12:3). Esos malvados Cristianos lo suficientemente necios como para maldecir a los judíos ciertamente han sido malditos por Dios de una u otra forma.
C. El sufrimiento de Jesucristo.
1. (26) Flagelación, un acostumbrado preludio para la crucifixión.
Entonces les soltó a Barrabás; y habiendo azotado a Jesús, le entregó para ser crucificado.
a. Habiendo azotado a Jesús: Los golpes llegaron de un látigo con muchas cuerdas de cuero, cada una con afilados trozos de hueso o metal en los extremos. Esto reducía la espalda a carne viva, y no era inusual que un criminal muriera por ser azotado, incluso antes de la crucifixión.
i. “La flagelación era un preliminar legal a cada ejecución Romana, y solo las mujeres, o los senadores, o soldados Romanos (excepto en casos de deserción) estaban exentos.” (Menciona el Dr. William Edwards en el artículo “Sobre la muerte física de Cristo Jesús” de la Revista de la Asociación Médica Americana, 3/21/86)
ii. La meta de la flagelación era debilitar a la víctima a un estado justo antes de colapsar y morir. “Mientras los soldados Romanos repetidamente golpeaban la espalda de la víctima con toda su fuerza, las bolas de hierro causaban fuertes contusiones, y las correas de cuero y los huesos de oveja desgarraban la piel y los tejidos subcutáneos. Entonces, mientras continuaba la flagelación, las laceraciones rasgaban los músculos del esqueleto subyacentes y producían temblorosos pedazos de carne ensangrentada. El dolor y la pérdida de sangre generalmente establecían el escenario para un shock circulatorio. La magnitud de la pérdida de sangre podía bien determinar qué tanto sobreviviría la víctima en la cruz.” (Edwards)
iii. “La flagelación severa, con su intenso dolor y considerable pérdida de sangre, probablemente dejó a Jesús en un estado de pre-shock. Por otro lado, la hematidrosis había afectado ya a su piel particularmente suave. El abuso físico y mental cometido por los Judíos y los Romanos, así como la falta de comida, agua, y sueño, también contribuyeron a su general condición debilitada. Por lo tanto, incluso antes de la crucifixión en sí, la condición física de Jesús era por lo menos seria y posiblemente crítica.” (Edwards)
b. Habiendo azotado a Jesús: Comúnmente los golpes del látigo disminuían conforme el criminal confesaba sus crímenes. Jesús permaneció en silencio, no teniendo crímenes que confesar, así que los golpes continuaron con toda su fuerza.
2. (27-31) Jesús es golpeado y burlado.
Entonces los soldados del gobernador llevaron a Jesús al pretorio, y reunieron alrededor de él a toda la compañía; y desnudándole, le echaron encima un manto de escarlata, y pusieron sobre su cabeza una corona tejida de espinas, y una caña en su mano derecha; e hincando la rodilla delante de él, le escarnecían, diciendo: ¡Salve, Rey de los judíos! Y escupiéndole, tomaban la caña y le golpeaban en la cabeza. Después de haberle escarnecido, le quitaron el manto, le pusieron sus vestidos, y le llevaron para crucificarle.
a. Reunieron alrededor de él a toda la compañía: Ellos solo necesitaban un grupo regular de cuatro soldados – llamado un cuartenión – para llevar a cabo la ejecución. Sin embargo reunieron alrededor de él a toda la compañía. No era para prevenir que escapara. No era para prevenir que una multitud hostil lo rescatara. No era para mantener alejados a los discípulos.
i. “Ten cuidado de pecar en una multitud. Joven, abandona la idea de que puedes pecar en una multitud. Cuidado con la idea de que, porque muchos lo hacen, corresponde menos culpa para cada uno de ellos.” (Spurgeon)
ii. “Los soldados del gobernador eran auxiliares, no legionarios Romanos, y eran reclutados de habitantes no Judíos de las aéreas cercanas (e.g. Fenicios Sirios, tal vez Samaritanos).” (France)
iii. Compañía: “El destacamento es llamado una speira; en una speira completa había seiscientos hombres. Es poco probable que hubiera tantos en Jerusalén. Estos soldados eran los guardaespaldas de Pilato que lo acompañaban en Cesárea, donde estaba su sede permanente.” (Barclay)
iv. Pretorio: “Llamado así por el praetor, un magistrado principal entre los Romanos, cuyo negocio era administrar justicia en la ausencia de un cónsul Este lugar podría ser llamado en Español palacio de justicia, o salón común.” (Clarke)
b. Le escarnecían, diciendo: ¡Salve, Rey de los judíos! Todo esto era hecho con la intención de humillar a Jesús. Los gobernantes Judíos ya habían escarnecido a Jesús como el Mesías(Mateo 26:67-68). Ahora los poderes Romanos lo escarnecían como Rey.
· Desnudándole: Cuando un prisionero era crucificado, con frecuencia eran clavados desnudos a la cruz, simplemente para incrementar su humillación. Jesús aún no había sido crucificado, pero su humillación había comenzado y fue públicamente desnudado.
· Le echaron encima un manto de escarlata: Los Reyes y los gobernantes a menudo vestían de escarlata, porque los tintes para hacer las telas de ese color eran caros. El manto de escarlata fue pensado como una cruel ironía.
· Una corona tejida de espinas: Los reyes vestían coronas, pero no coronas de tortura. Los espinos específicos de esta región tienen unas espinas largas, duras y afiladas. Esta era una corona que cortaba, atravesaba y sangraba la cabeza del Rey que la llevara.
· Una caña en su mano derecha: Los reyes llevaban cetros, pero gloriosos y ornados que simbolizaban su poder. En el escarnio de Jesús, le dieron un cetro – pero era solo una débil y delgada caña.
· Hincando la rodilla delante de él: Los reyes son honrados, por lo que le ofrecieron una sarcástica adoración a este rey.
· ¡Salve, Rey de los judíos! Los reyes son saludados con títulos reales, así que en su deseo de hacer daño se burlaron de Jesús con este título. Tenían la intención de humillar a Jesús, pero también a Judíos – diciendo, “Este es el mejor rey que pudieron traer.”
i. Podemos decir que en contraste, Jesús le dice a los reyes y a los gobernantes de su era que sus coronas son falsas y sus cetros son cañas.
ii. También podemos decidir hacer lo opuesto de lo que estos hicieron a Jesús. “¡Oh, que fuéramos la mitad de creativos para darle honor a nuestro Rey de lo que lo fueron estos soldados al planear su deshonra! Déjenos ofrecer a Cristo el homenaje real que estos hombres pretendieron darle.” (Spurgeon)
c. Y escupiéndole, tomaban la caña y le golpeaban en la cabeza: Ahora pasaron del escarnio a la crueldad. Tomaron el irónico cetro, le arrebataron el manto real de burla, y empezaron a lanzar su saliva y sus puños a la cabeza de Jesús.
i. “Le escupieron y usaron la vara, el símbolo de su autoridad real, para golpearlo en la cabeza ‘una y otra vez’ (cf. el tiempo imperfecto del verbo).” (Carson)
ii. Incluso las manos que guiaron los clavos a sus manos sobre la cruz solo hicieron lo que les fue ordenado. Sin embargo ellos escupieron en su rostro solo por el placer de hacerlo. “Pero, mis hermanos tan malo como es el hombre, creo que nunca fue tan malo — o más bien, su maldad nunca salió al máximo de esta manera – como cuando reuniendo su desprecio, orgullo, su lujuria, su desesperada resistencia, su abominable perversidad en un trago escupió a la cara del mismísimo Hijo de Dios.” (Spurgeon)
iii. Incluso en esto, Jesús se mantuvo en el lugar de los pecadores. El hombre rebelde quiere ser rey, sin embargo es un lamentable tipo de rey. Aún así, Jesús soportó el socarrón tipo de realeza que el hombre, dejado a su voluntad, es capaz de.
iv. Es posible para nosotros burlarnos de Jesús en la actualidad por la manera en que vivimos. “Ustedes se han burlado de él con una adoración fingida, y por lo tanto le han puesto el manto escarlata sobre él. Pues ese manto escarlata significó que ellos lo hicieron rey de nombre, un rey que en realidad no era un rey, sino solamente un espectáculo. Su religión de domingo, la cual ha sido olvidada durante la semana, ha sido un cetro de caña, un emblema impotente, una simple farsa. Ustedes se han burlado de él y lo han insultado con sus himnos y oraciones, pues su religión es una farsa, sin ningún corazón en ella; ustedes le trajeron una adoración que no era adoración, una confesión que no era confesión, y una oración que no era oración. ¿Acaso no es así?” (Spurgeon)
v. Spurgeon se preguntó cómo es que Mateo escuchó de esta corona de espinas y del escarnio que le acompañó. Él se preguntó si no fue uno de los soldados que se convirtió después y vino a la fe en Jesús. “El dañado pero paciente rostro de nuestro Señor predicó tal sermón que por lo menos uno fijó su vista sobre él y sintió su misterioso poder, sintió que tal paciencia era más que humana, y aceptó al Salvador coronado con espinas como su Señor y Rey de ese momento en adelante.”
d. Y le llevaron para crucificarle: La marcha hacia el lugar de crucifixión era propaganda útil para Roma. Advertía a los alborotadores potenciales que este era su destino si osaban retar a Roma. Normalmente un centurión a caballo guiaba la procesión, y un heraldo gritaba el crimen del condenado.
i. “El criminal era dirigido a la escena de la crucifixión por la ruta más larga posible, para que la mayor cantidad de personas pudieran verlo y escarmentar la sombría visión.” (Barclay)
ii. Mientras Jesús era conducido para ser crucificado, él fue – como la mayoría de las víctimas de la crucifixión – forzado a cargar la madera sobre la que colgaría. El peso de la cruz entera era normalmente de 136 kilos. La víctima solo cargaba el travesaño, que pesaba entre 34 y 56 kilos. Cuando la víctima cargaba el travesaño, usualmente era desnudado, y sus manos usualmente eran atadas a la madera.
iii. Las vigas verticales de una cruz usualmente permanecían fijas en un lugar visible ubicado afuera de los muros de la ciudad, junto a un camino principal. Es probable que en muchas ocasiones, Jesús haya pasado la misma viga vertical sobre la que pronto colgaría.
iv. Cuando Jesús dijo, Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, y tome su cruz, y sígame (Mateo 16:24), esta es exactamente la escena que él tenía en mente. Todos sabían lo que era la cruz – un instrumento implacable de muerte y solo muerte. La cruz no trataba de ceremonias religiosas; no trataba de tradiciones y sentimientos espirituales. La cruz era una forma de ejecutar gente. Pero en estos veinte siglos después de la muerte de Jesús, hemos saneado y hecho un rito de la cruz. ¿Cómo recibiríamos si Jesús dijera, “camina por el pasillo de la muerte diariamente y sígueme”? Tomar tu cruz no es una travesía; es un viaje de ida. No había vuelo de regreso; nunca fue un viaje redondo.
3. (32-34) Camino al Gólgota (en Latin, Calvary).
Cuando salían, hallaron a un hombre de Cirene que se llamaba Simón; a éste obligaron a que llevase la cruz. Y cuando llegaron a un lugar llamado Gólgota, que significa: Lugar de la Calavera, le dieron a beber vinagre mezclado con hiel; pero después de haberlo probado, no quiso beberlo.
a. Un hombre de Cirene que se llamaba Simón: Este hombre era probablemente un visitante de Jerusalén, que estaba ahí como fiel Judío para celebrar la Pascua. Visitando Jerusalén, estaba lejos de Cirene en África del Norte (alrededor de 800 millas/1300 kilómetros de distancia).
b. A éste obligaron a que llevase la cruz: Simón sabía poco si acaso sobre este Jesús, y no tenía deseo de ser asociado con este hombre que había sido condenado a morir como un criminal. Sin embargo los Romanos gobernaban, y a Simón no se le dio una opción. A éste obligaron a que llevase la cruz. Tal vez fue escogido porque era un extranjero evidente y sobresalía más en la multitud.
i. Maravillosamente, tenemos razón para creer que Simón vino para saber lo que realmente significaba tomar su cruz y seguir a Jesús. Hay algo de evidencia que sugiere que sus hijos se volvieron líderes entre los primeros Cristianos (Marcos 15:21 y Romanos 16:13).
ii. “¡Qué fácil hubiera sido cargar la cruz si hubiera conocido a Jesús como llegó a conocerlo después!” (Meyer)
c. Un lugar llamado Gólgota, que significa: Lugar de la Calavera: Había un lugar específico afuera de los muros de la ciudad de Jerusalén, aún así muy cercano, donde las personas eran crucificadas. En este lugar de la Calavera Jesús murió por nuestros pecados, y nuestra salvación fue lograda.
i. Gólgota– en Latín, “Calvario” (Lucas 23:33) significa “Lugar de la Calavera.” Era llamado así porque era el lugar establecido para crucificar a los criminales. Como un lugar de muerte cruel y humillante estaba fuera de los muros de la ciudad, pero aún así probablemente en un camino bien establecido. También podía ser que la colina en sí tuviera una forma de calavera, como es el caso con el sitio en Jerusalén conocido como el Calvario de Gordón.
d. Le dieron a beber vinagre mezclado con hiel; pero después de haberlo probado, no quiso beberlo: Era costumbre darle a los que estaban por ser sacrificados una bebida para entumecer el dolor y la mente, para disminuir su conciencia de la agonía que les esperaba. Pero Jesús rechazó cualquier droga adormecedora. Decidió enfrentar el terror espiritual y físico con sus sentidos despiertos.
i. “El vino sería el vino amargo o posca usado por los soldados Romanos. En Marcos Jesús rechaza la bebida, aparentemente sin probarla, deseando sufrir con una mente despejada.
4. (35a) Jesús es crucificado
Cuando le hubieron crucificado
a. Le hubieron crucificado: Aún tenemos que ver una representación precisa, completa de la crucifixión en los medios de comunicación modernos. Si alguna vez fuera hecha, sería limitada a audiencias de adultos, pro su intenso horror y brutalidad.
i. La Biblia nos evita las sangrientas descripciones de la agonía física del dolor, simplemente afirmando “le hubieron crucificado“. Esto es porque en el tiempo de Mateo estaban bien familiarizados con el horror de la crucifixión, pero especialmente porque el aspecto más grandioso del sufrimiento de Jesús fue espiritual, no físico.
ii. “Esto se originó en Persia; y su origen vino del hecho de que la tierra era considerada como sagrada para Ormuz el dios, y el criminal era levantado de ella para que no contaminara la tierra, la cual era propiedad del Dios.” (Barclay)
iii. En 1986, el Dr. William Edwards escribió un notable artículo en la Revista de la Asociación Médica Americana titulado “Sobre la muerte física de Cristo Jesús.” A continuación están algunas d las observaciones del Dr. Edwards y sus asociados. Las citas pertenecen al artículo, y la mayor parte del otro texto es parafraseada del artículo.
iv. “A pesar de que los Romanos no inventaron a crucifixión, ellos la perfeccionaron como medio de tortura y castigo capital que estaba designado a producir una muerte lenta con la máxima cantidad de dolor y sufrimiento.”
v. La espalda de la víctima se desgarraba y las heridas quedaban abiertas con los latigazos, luego se abrían otra vez mientras la sangre coagulada y solidificada era arrancada junto con la ropa que se les quitaba en el lugar de la crucifixión. Cuando se les tiraba al piso para clavar sus manos a la viga transversal, las heridas se abrían otra vez, se profundizaban y se contaminaban con la suciedad. Con cada aliento exhalado en la cruz levantada, las dolorosas heridas en su espalda raspaban contra la áspera madera de la viga vertical y se agravaban más.
vi. Al clavar el clavo a través de la muñeca se dañaba el nervio mediano. El nervio estimulado provocaba un dolor atroz en ambos brazos, y a menudo resultaba en las manos de la víctima contraídas en forma de garra.
vii. Más allá del dolor extremo, el mayor efecto de la crucifixión era la interferencia con la respiración normal. El peso del cuerpo, jalando hacia abajo sobre los brazos estirados y los hombros, tendían a fijar los músculos respiratorios en un estado de inhalación, impidiendo por lo tanto la exhalación. La falta de respiración adecuada resultaba en severos calambres musculares, los cuales dificultaban aún más la respiración. Para respirar adecuadamente, uno tenía que levantar el cuerpo empujándose con los pies, flexionando los codos y aduciendo los hombros. Poner el peso del cuerpo sobre los pies producía más dolor, y flexionar los codos causaba la rotación de las muñecas que colgaban de los clavos. Levantar el cuerpo para respirar también raspaba dolorosamente la espalda contra el áspero poste de madera. Cada esfuerzo por respirar resultaba agonizante, fatigante, y llevaba a una muerte más rápida.
viii. “No era infrecuente que los insectos volaran o cavaran sobre las heridas abiertas o los ojos, oídos y nariz del moribundo y de la víctima indefensa, y las aves de rapiña destrozaban estos sitios. Además, era costumbre dejar los cuerpos en la cruz para que fueran devorados por los animales depredadores.”
ix. La muerte por crucifixión podía ser ocasionada por diversos motivos: un choque agudo por pérdida de sangre; estar demasiado cansado como para seguir respirando; deshidratación; un ataque cardiaco provocado por la angustia; o insuficiencia cardiaca congestiva que conducía a una ruptura cardiaca. Si la víctima no moría lo suficientemente pronto, se le quebraban las piernas, y la víctima pronto era incapaz de respirar.
x. Un ciudadano Romano no podía ser crucificado excepto por orden directa del César; esto era reservado para los peores criminales y las clases más bajas. No es de sorprenderse lo que dijo el estadista Romano Cicerón de la crucifixión: “Es un crimen atar a un ciudadano Romano; azotarlo es un acto de perversidad; ejecutarlo es casi un homicidio: ¿Qué puedo decir de crucificarlo? Un acto tan abominable que es imposible encontrar alguna palabra adecuada para expresarlo.” El historiador Romano Tácito llamó a la crucifixión “Una tortura apta únicamente para esclavos” – apta solo para ellos pues eran vistos como menos que humanos.
xi. ¿Qué tan mala era la crucifixión? La palabra inglesa excruciating (atroz, insoportable, humillante) viene de la palabra Romana “de la cruz.” “¡Consideren qué atroz debe ser el pecado a la vista de Dios, si requiere semejante sacrificio!” (Comentarista Adam Clarke)
b. Cuando le hubieron crucificado: Es significativo recordar que Jesús no sufrió como víctima de las circunstancias. Él estaba en control. Jesús dijo sobre su vida en Juan 10:18, Nadie me la quita, sino que yo de mí mismo la pongo. Es terrible ser forzado a soportar semejante tortura, pero escogerlo libremente por amor es increíble. ¿Podemos realmente dudar con razón del amor de Dios otra vez? ¿Acaso no ha tomado la medida más extrema para demostrarlo?
5. (35b-37) Los soldados Romanos en la crucifixión de Jesús.
Repartieron entre sí sus vestidos, echando suertes, para que se cumpliese lo dicho por el profeta: Partieron entre sí mis vestidos, y sobre mi ropa echaron suertes. Y sentados le guardaban allí. Y pusieron sobre su cabeza su causa escrita: ESTE ES JESÚS, EL REY DE LOS JUDÍOS.
a. Repartieron entre sí sus vestidos, echando suertes: Jesús perdió incluso su ropa en la cruz. Fue clavado en la cruz como un hombre desnudo y humillado.
i. Jesús recorrió todo el camino hasta debajo de la escalera para lograr nuestra salvación. Abandonó absolutamente todo – incluso su ropa – volviéndose completamente pobre por nosotros, para que pudiéramos volvernos completamente ricos en él.
b. Para que se cumpliese: Sin embargo incluso en todo este pecado, dolor, agonía, e injusticia Dios guio todas las cosas para su cumplimiento deseado. Pudiera parecer que Jesús no tiene control sobre estos eventos. Sin embargo, la mano invisible de Dios guio todas las cosas, para que las profecías específicas fueran específicamente cumplidas.
c. Y sentados le guardaban allí: Esto era para prevenir que alguien intentara rescatar a Jesús de la cruz. “Se sabe de hombres que vivieron después de haber sido bajados de la cruz.” (Carson)
d. ESTE ES JESÚS, EL REY DE LOS JUDÍOS: En Juan 19:21 leemos que los líderes religiosos entre los Judíos objetaron a este título. Ellos sintieron que era falso, porque no creían que Jesús era el Rey de los Judíos. Ellos también creían que era humillante, porque mostraba el poder de Roma para humillar y torturar incluso al “ Rey de los Judíos.” Sin embargo Pilato no iba a alterar esto, y cuando se le pidió que quitara la inscripción contestó, Lo que he escrito, he escrito (Juan 19:22).
i. “La inscripción escrita (o título) normalmente era llevada delante del criminal en el camino a la ejecución, o se colgaba alrededor de su cuello, y luego se colgaba en la cruz, con lo que reforzaban el efecto disuasorio del castigo.” (France)
ii. “Sobre su cabeza tal vez indica que la cruz de Jesús tenía la forma tradicional en forma de t, en vez de la forma de T que normalmente era utilizada.” (France)
6. (38-44) Jesús es escarnecido en la cruz.
Entonces crucificaron con él a dos ladrones, uno a la derecha, y otro a la izquierda. Y los que pasaban le injuriaban, meneando la cabeza, y diciendo: Tú que derribas el templo, y en tres días lo reedificas, sálvate a ti mismo; si eres Hijo de Dios, desciende de la cruz. De esta manera también los principales sacerdotes, escarneciéndole con los escribas y los fariseos y los ancianos, decían: A otros salvó, a sí mismo no se puede salvar; si es el Rey de Israel, descienda ahora de la cruz, y creeremos en él. Confió en Dios; líbrele ahora si le quiere; porque ha dicho: Soy Hijo de Dios. Lo mismo le injuriaban también los ladrones que estaban crucificados con él.
a. Entonces crucificaron con él a dos ladrones, uno a la derecha, y otro a la izquierda: En su crucifixión, Jesús se mantuvo justo en el centro de la humanidad pecadora. Con la burla de los criminales, el rechazo de Jesús por parte de su pueblo está completo. Incluso los criminales lo rechazaron.
i. “Los Judíos lo pusieron en medio de estos dos, tal vez para sugerir que él era el peor criminal de los tres.” (Clarke)
ii. Uno de estos ladrones se arrepintió y confió en Jesús, y uno no lo hizo (Lucas 23:39-43).
b. Y los que pasaban le injuriaban, meneando la cabeza: En medio de su sorprendente muestra de amor, Jesús no fue honrado. En vez de eso, fue injuriado y sus enemigos lo miraban con desagrado diciendo, sálvate a ti mismo; si eres Hijo de Dios, desciende de la cruz
i. “Nada atormenta más a un hombre en agonía más que el escarnio. Cuando Jesucristo más deseaba palabras de compasión y miradas de bondad, los que pasaban le injuriaban, meneando sus cabezas.” (Spurgeon)
ii. Significativamente, ellos escarnecieron a Jesús por quién realmente era y es.
· Lo escarnecieron como Salvador
· Lo escarnecieron como Rey
· Lo escarnecieron como un creyente que confiaba en Dios
· Lo escarnecieron como Hijo de Dios
iii. Actuaron como si fueran a creer en él, si él hacía lo que ellos querían. Sin embargo es precisamente porque no se salvó a sí mismo que puede salvar a los demás. El amor mantuvo a Jesús en la cruz ¡No los clavos! Jesús hizo algo más grande que bajar de la cruz; se levantó de la muerte, sin embargo ellos no creyeron incluso entonces.
iv. Jesús también nos mostró cómo debemos considerar el desprecio y el escarnio de este mundo – esto es, no considerarlo para nada. “¡Desprecio! Despreciemos el desprecio. ¿Se burla el mundo de nosotros? Burlémonos de las burlas del mundo, y digámosle, ¿Nos desprecian? No es ni la mitad de lo que nosotros los despreciamos a ustedes. Nuestros padres despreciaron la espada, oh mundo, los calabozos, los estantes, las horcas, las estacas, ¿y ustedes piensan que debemos temblar antes sus burlas y abucheos?'” (Spurgeon)
c. Lo mismo le injuriaban también los ladrones que estaban crucificados con él: Hubo muchos puntos bajos en el calvario de Jesús en la cruz, pero ciertamente este es uno de los más bajos. Incluso entre los tres hombres crucificados, Jesús estaba en la posición “más baja”.
i. Esta fue la ojeada al amor de Dios por el hombre: soportar esto por nuestra salvación. Pero también fue la cumbre del odio del hombre hacia Dios; Dios vino a la tierra, y esto es lo que el hombre le hizo.
ii. Jesús tuvo que sufrir esto solo, fuera de la puerta. Fue separado de la humanidad; Tanto para poder unirse a su comunidad, como para que nuestras experiencias de aislamiento puedan ser redimidas y convertidas en oportunidades de compañerismo con él.
D. La muerte de Jesús
1. (45) Una inusual oscuridad en la tierra.
Y desde la hora sexta hubo tinieblas sobre toda la tierra hasta la hora novena.
a. Y desde la hora sexta… hasta la hora novena: En el cálculo Romano del tiempo, era aproximadamente desde las 12:00 de mediodía hasta las 3:00 in de la tarde. Esta inusual oscuridad duró por alrededor de tres horas, mucho más que cualquier otro eclipse natural.
i. Esto no fue el tiempo completo en el que Jesús estuvo en la cruz, sino la última parte del tiempo. Según Marcos 15:25 y 15:34, podemos inferir que Jesús colgó de la cruz por alrededor de seis horas (aproximadamente entre 9:00 de la mañana y las 3:00 de la tarde).
ii. Las primeras tres horas de la terrible experiencia de Jesús en la cruz fueron durante las horas normales de luz, para que todos pudieran ver que en verdad era Jesús en la cruz, no un reemplazo o un impostor.
iii. Esta oscuridad era especialmente notable porque sucedió durante una luna llena – durante la cual siempre se llevaba a cabo la Pascua – y durante una luna llena es imposible que haya un eclipse natural de sol. La increíble oscuridad sobre toda la tierra mostró la agonía de la creación misma en el sufrimiento del creador.
i. “La oscuridad es el símbolo de la ira de Dios, la cual cayó sobre los que asesinaron a su Hijo unigénito. Dios estaba enojado, y su ceño fruncido removió la luz del día… El símbolo también nos dice lo que nuestro Señor Jesucristo soportó. La oscuridad fuera de él era una figura de la oscuridad que había dentro de él. En Getsemaní una densa oscuridad cayó sobre el Espíritu de nuestro Señor.” (Spurgeon)
ii. Había evidencia contemporánea para esta inusual oscuridad. “Origen (Contra Celso, ii,33) y Eusebio (Cron.) citaron palabras de Flegón (un historiador Romano) en las cuales hizo mención de un extraordinario eclipse solar así como de un terremoto alrededor del tiempo de la resurrección.” (Geldenhuys en su comentario sobre Lucas)
iii. Flegón, historiador Romano escribió: “En el cuarto año de la Olimpiada 202, hubo un eclipse de sol extraordinario: a la sexta hora, el día se volvió una noche oscura, para que las estrellas del cielo fueran vistas; y hubo un terremoto.” (Citado en Clarke)
2. (46-49) Jesús clama al Padre en agonía.
Cerca de la hora novena, Jesús clamó a gran voz, diciendo: Elí, Elí, ¿lama sabactani? Esto es: Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has desamparado? Algunos de los que estaban allí decían, al oírlo: A Elías llama éste. Y al instante, corriendo uno de ellos, tomó una esponja, y la empapó de vinagre, y poniéndola en una caña, le dio a beber. Pero los otros decían: Deja, veamos si viene Elías a librarle.
a. Dios mío, Dios mío:Al citar el Salmo 22, Jesús declaró su cumplimiento de esa profecía, tanto en su agonía como en su exultación. El Salmo continua diciendo, líbrame de los cuernos de los búfalos. Anunciaré tu nombre a mis hermanos; En medio de la congregación te alabaré. (Salmos 22:21b-22).
i. “La probabilidad es que Jesús habló en Hebreo. No es ningún argumento contra esto que los espectadores no entiendan lo que dijo, pues la declaración no fue hecha para los oídos del hombre.” (Bruce)
ii. “Clamó (anaboao, usado solo aquí en el Nuevo Testamento) es un verbo fuerte indicando emoción poderosa o una apelación a Dios.” (France)
iii. “Esta es, notablemente, la única ocasión en los Evangelios Sinópticos donde Jesús se dirige a Dios sin llamarlo ‘Padre’.” (France)
b. ¿Por qué me has desamparado? Jesús había conocido gran dolor y sufrimiento (tanto físico como emocional) durante su vida. Sin embargo nunca había experimentado separación de su Padre. En este momento, él experimentó lo que nunca antes había experimentado. Había un sentido significativo en el que Jesús se sintió justamente desamparado por el Padre en este momento.
i. “Su único gemido es sobre su Dios. No es un, ‘¿Por qué me ha abandonado Pedro? ¿Por qué me ha traicionado Judas?’ Estos eran agudos dolores, pero este es el más agudo. Este golpe le dio justo en el blanco.” (Spurgeon)
ii. En este momento, una transacción santa se llevó a cabo. El Dios Padre consideró a el Dios Hijo como si fuera un pecador. Como el Apóstol escribiría después, Al que no conoció pecado, por nosotros lo hizo pecado, para que nosotros fuésemos hechos justicia de Dios en él. (2 Corintios 5:21)
iii. Sin embargo Jesús no solo soportó el retiro de la comunión del Padre, sino también el flujo real de la ira del Padre sobre él como un substituto por la humanidad pecadora.
iv. Horrible como era, cumplió con el plan bueno y amoroso de redención, Por lo tanto, Isaías pudo decir, Con todo eso, Jehová quiso quebrantarlo (Isaías 53:10).
v. Al mismo tiempo, no podemos decir que la separación entre el Padre y el Hijo en la cruz fue completa. Pablo dejó esto claro en 2 Corintios 5:19: que Dios estaba en Cristo reconciliando consigo al mundo en la cruz.
vi. “Incluso me atrevo a decir que, si hubiera sido posible que el amor de Dios hacia su hijo incrementara, se hubiera deleitado en él más cuando estaba ahí como el sufriente representante de su pueblo escogido de lo que alguna vez se deleitó en él antes.” (Spurgeon)
c. ¿Por qué me has desamparado? La agonía del clamor es significativa. Rara vez le causa pena al hombre ser separado de Dios o considerar que es un digno objeto de la ira de Dios, sin embargo esta fue la verdadera agonía de Jesús en la cruz. En algún punto antes de que muriera, antes de que el velo se partiera en dos, antes de que clamara consumado es, se llevó a cabo una increíble transacción espiritual. Dios el Padre echó sobre Dios hijo toda la culpa y la ira que merecían nuestros pecados, y él lo llevó con él perfectamente, satisfaciendo en su totalidad la ira de Dios para nosotros.
i. A pesar de lo horrible que fue el sufrimiento físico de Jesús, este sufrimiento espiritual – el acto de ser juzgado por el pecado en nuestro lugar – fue lo que Jesús realmente temía sobre la cruz. Esto era la copa – la copa de la justa ira de Dios – que temblaba al beber (Lucas 22:39-46, Salmos 75:8, Isaías 51:17, Jeremías 25:15). En la cruz, Jesús, se volvió, por decirlo así, un enemigo de Dios que fue juzgado y forzado a beber de la copa de la furia del Padre. Lo hizo para que nosotros no tuviéramos que beber esa copa.
ii. Isaías 53:3-5 lo pone poderosamente: Despreciado y desechado entre los hombres, varón de dolores, experimentado en quebranto; y como que escondimos de él el rostro, fue menospreciado, y no lo estimamos. Ciertamente llevó él nuestras enfermedades, y sufrió nuestros dolores; y nosotros le tuvimos por azotado, por herido de Dios y abatido. Mas él herido fue por nuestras rebeliones, molido por nuestros pecados; el castigo de nuestra paz fue sobre él, y por su llaga fuimos nosotros curados.
iii. “Su Padre ahora secó ese flujo de pacífica comunión y relación amorosa que había fluido a lo largo de toda su vida terrenal… Nosotros solo perdemos gotas cuando perdemos nuestra gozosa experiencia de comunión celestial; y aún así la pérdida es brutal: pero para nuestro Señor Jesucristo el mar se secó — me refiero al mar de comunión con el Dios infinito.” (Spurgeon)
iv. Podemos imaginarnos la respuesta a la pregunta de Jesús: ¿Por qué? “Porque Hijo mío, tú has escogido estar en el lugar de los pecadores culpables. Tú, que nunca has conocido pecado, has hecho el infinito sacrificio de convertirte en pecado y recibir mi justa ira sobre el pecado y los pecadores. Haces esto por tu gran amor.” Entonces el Padre pudo haber dado al Hijo un vistazo de su recompensa – la justa multitud vestida de túnicas de su pueblo en las calles de oro del cielo, “todos ellos cantando alabanzas a su redentor, todos ellos alabando el nombre de Jehová y el Cordero; y esta era una parte de la respuesta a su pregunta.” (Spurgeon)
v. Conocer esta agonía de Dios Hijo en la cruz debería afectar cómo vemos el pecado: “O señores, si yo tuviera un hermano amado que hubiera sido asesinado, ¿qué pensarían d mí si avalorara el cuchillo que había sido enrojecido con su sangre? – ¿Si me hiciera amigo del asesino, y me asociara cada día con el asesino, quien condujo la daga hacía el corazón de mi hermano? Seguramente y ¡también, debo ser un cómplice del crimen! El pecado asesinó a Cristo; ¿serás amigo de él? El pecado atravesó el corazón del Dios encarnado; ¿puedes amarlo?” (Spurgeon)
d. A Elías llama éste: Tristemente, Jesús fue malinterpretado y escarnecido hasta el amargo final. Estos observadores pensaron que sería un caso de prueba muy interesante ver si Elías realmente vendría.
i. Mientras Jesús colgaba en la cruz, sus escuchas lo malinterpretaron tomando la parte como el todo. Él dijo, “Eli, Eli, ¿lama sabactani?” No solo interpretaron lo que escucharon (Jesús dijo, “Eli” no “Elías“), sino que también solo escucharon una palabra de lo que dijo. Esto no funcionará para el verdadero seguidor de Jesús; no solo escuchamos una palabra de Jesús, sino cada palabra que procede de la boca de Dios.
ii. Una de las primeras cosas que sabemos sobre Jesús es que fue incomprendido. Cuando José y María lo dejaron atrás en Jerusalén, ellos no entendieron que él tenía que estar en los negocios de su Padre. Ahora al final de su ministerio terrenal, también es incomprendido en la cruz.
iii. Jesús sabía lo que era tener sus motivos malinterpretados. Cuando sanó a las personas, y otros dijeron que lo había hecho por el diablo. Buscó a los pecadores, y las personas lo llamaron cerdo borracho. Los seguidores de Jesús también algunas veces sus motivos son malinterpretados.
iv. Jesús sabía lo que era que malinterpretaran sus palabras. El dijo, “Destruyan este templo y en tres días lo levantaré otra vez,” sin duda refiriéndose a su propio cuerpo cuando lo dijo. Aún así, las personas insistieron que habló del templo literal en Jerusalén. En otra ocasión supo que Lázaro estaba muerto, y les dijo a otros que Lázaro estaba durmiendo. Ellos malinterpretaron a Jesús y pensaron que Lázaro estaba teniendo un muy necesitado descanso. Algunas veces las palabras de los seguidores de Jesús son malinterpretadas.
v. Jesús sabía lo que era que su silencio fuera malinterpretado. Cuando recién apareció ante Pilato, Pilato lo envió con Herodes. Cuando Herodes interrogó a Jesús, él no dijo palabra. Herodes malinterpretó el silencio de Jesús y lo vio como debilidad y falta de poder. Herodes estuvo cegado al poder y la dignidad en el silencio de Jesús. Algunas veces el silencio de los seguidores de Cristo es malinterpretado.
3. (50) La muerte de Jesús
Mas Jesús, habiendo otra vez clamado a gran voz, entregó el espíritu.
a. Mas Jesús, habiendo otra vez clamado a gran voz: La mayoría de las víctimas de crucifixión pasan sus últimas horas en agotamiento total o inconscientes antes de la muerte. Jesús no fue así; a pesar de haber sido tremendamente torturado y debilitado, estuvo consiente y capaz de hablar justo hasta el momento de su muerte.
i. “Los Padres encontraron en este fuerte clamor una prueba de que Jesús murió voluntariamente, no por agotamiento físico. Algunos comentaristas modernos, por el contrario, consideran el clamor como la voz de alguien que moría por ruptura de corazón.” (Bruce)
ii. Juan 19:30 nos dice que Jesús dijo, “Consumado es, “lo cual es una palabra en el antiguo Griego – tetelestai, lo que significa, “pagado en su totalidad.” Este fue el grito de un ganador, porque Jesús pagó por completo la deuda de pecado que debíamos, y terminó el eterno propósito de la cruz.
b. Entregó el espíritu: Nadie le quitó la vida a Jesús, de una manera diferente a la de cualquier otro hombre, él entregó el espíritu. La muerte no tenía control justo sobre el inmaculado Hijo de dios. Él se puso en el lugar de los pecadores, pero él mismo nunca fue, ni se convirtió en un pecador. Por lo tanto, no podía morir a menos que entregara el espíritu.
i. Como dijo Jesús, yo pongo mi vida, para volverla a tomar. Nadie me la quita, sino que yo de mí mismo la pongo. Tengo poder para ponerla, y tengo poder para volverla a tomar. Este mandamiento recibí de mi Padre. (Juan 10:17-18)
ii. “Todo hombre, desde la caída, no solo había sido sujeto a la muerte, sino que la merecía; pues todos han perdido sus vidas por causa del pecado. Jesucristo, nació inmaculado, y al no haber pecado nunca, no había perdido su vida, y por lo tanto puede ser considerado como natural y apropiadamente inmortal.” (Clarke)
iii. “Él entregó su vida porque así lo quiso, cuando lo quiso, y como lo quiso.” (Augustine)
4. (51-56) Los resultados inmediatos de la muerte de Jesús.
Y he aquí, el velo del templo se rasgó en dos, de arriba abajo; y la tierra tembló, y las rocas se partieron; y se abrieron los sepulcros, y muchos cuerpos de santos que habían dormido, se levantaron; y saliendo de los sepulcros, después de la resurrección de él, vinieron a la santa ciudad, y aparecieron a muchos. El centurión, y los que estaban con él guardando a Jesús, visto el terremoto, y las cosas que habían sido hechas, temieron en gran manera, y dijeron: Verdaderamente éste era Hijo de Dios. Estaban allí muchas mujeres mirando de lejos, las cuales habían seguido a Jesús desde Galilea, sirviéndole, entre las cuales estaban María Magdalena, María la madre de Jacobo y de José, y la madre de los hijos de Zebedeo.
a. El velo del templo se rasgó en dos: El velo era lo que separaba al Lugar Santo del Lugar Santísimo en el templo. Era una demostración vívida de la separación entre Dios y el hombre. Notablemente, el velo fue rasgado de arriba abajo, y fue Dios quien lo rasgo.
i. “Como si se hubiera conmocionado con el sacrilegio de la muerte de su Señor, el templo rasgó sus vestidos, como alguien afectado por el horror por algún tremendo crimen.” (Spurgeon)
ii. Hechos 6:7 dice que en los días de la iglesia antigua, una gran cantidad de sacerdotes eran obedientes a la fe. Tal vez este velo rasgado les demostró la grandeza de la obra de Jesús. También es probable que cómo se rasgó el velo se haya vuelto conocido por todos.
iii. “No es una pequeña rasgadura a través de la cual se haya podido ver un poco; sino que es una rasgadura desde arriba hasta abajo. Hay una entrada hecha para los más grandes pecadores. Si solo hubiera habido un pequeño agujero cortado, los ofensores menores tal vez hubieran podido colarse a través de él; ¡pero qué acto de misericordia abundante es este, que el velo esté rasgado a la mitad, y rasgado de arriba hacia abajo, de tal manera que el mayor de los pecadores pueda encontrar un amplio pasaje!” (Spurgeon)
b. La tierra tembló, y las rocas se partieron: La misma naturaleza fue sacudida por la muerte del Hijo de Dios.
i. “Los corazones de los hombres no respondieron a los agonizantes gritos del moribundo Redentor, pero las rocas respondieron: las rocas fueron rasgadas. Él no murió por las rocas, sin embargo las rocas fueron más suaves que los corazones de los hombres, por los cuales él derramó su sangre.” (Spurgeon)
ii. Probablemente debería haber una pausa entre el final de Mateo 27:51 y el inicio de Mateo 27:52. No debemos suponer que el terremoto que sucedió y partió las rocas durante la crucifixión también abrió las tumbas de algunos de los justos fallecidos; quienes esperaron en esas tumbas abiertas por tres días hasta que salieron de los sepulcros, después de la resurrección de él. Es mejor entender que Mateo tenía la intención de que viéramos que el terremoto sucedió en el día que Jesús fue crucificado. Luego, en el día que fue revelado como resucitado, el radiante poder de su nueva vida fue tan grande que resucitó a algunos de los justos fallecidos.
c. Saliendo de los sepulcros, después de la resurrección de él: Este es uno de los pasajes más extraños en el evangelio de Mateo. No sabemos de este acontecimiento de ninguna otra fuente, y Mateo no nos dice mucho. Así que realmente no sabemos de qué trata todo esto, pero aparentemente estos santos resucitados murieron una vez más porque fueron levantados de los muertos en el sentido en que Lázaro lo fue – no a la vida de resurrección, sino para morir otra vez.
i. Fueron levantados, “No para conversar otra vez, como con anterioridad, con los hombres, sino para acompañar a Cristo, hacia el cielo; y para ser otra de las tantas demostraciones del avivador poder de Cristo.” (Trapp)
ii. “Estos primeros milagros originados en conexión con la muerte de Cristo eran típicos de las maravillas espirituales que serán continuadas hasta que el venga otra vez – los corazones duros son rasgados, las tumbas de pecado son abiertas, aquellos que han muerto en pecados y transgresiones, y sepultados en sepulcros de lujuria y maldad, son avivados, y se levantan de entre los muertos, y van hacia la ciudad santa, la Nueva Jerusalén.” (Spurgeon)
d. Verdaderamente éste era Hijo de Dios: La escena de la crucifixión de Jesús fue tan impactante que incluso un endurecido centurión Romano confesó que éste era Hijo de Dios. Este hombre había supervisado la muerte de tal vez cientos de otros hombres por crucifixión, pero él supo que había algo único sobre Jesús.
i. Éste era Hijo de Dios: La única cosa incorrecta es el tiempo del verbo; Jesús es el Hijo de Dios. El centurión Romano pareció asumir que ya no era el Hijo de Dios
ii. “Existen aquellos que piensan que estos soldados, los verdugos de nuestro salvador, fueron verdaderamente convertidos por los milagros que habían visto, según lo que Cristo había orado por ellos, Lucas 23:34.” (Trapp)
e. Muchas mujeres mirando de lejos, las cuales habían seguido a Jesús desde Galilea: Jesús no solo causó un impacto en hombres rudos y endurecidos como el centurión Romano, sino que también causó impacto en mujeres, incluso en mujeres como María Magdalena (la mujer que anteriormente estuvo poseída por demonios que siguió a Jesús desde Galilea, según Lucas 8:2).
i. Muchas mujeres: “Para su eterna honra, estas mujeres evidenciaron más valor, y apego afectivo a su Señor y Maestro, que los discípulos, que habían prometido morir con él en vez de abandonarlo.” (Clarke)
ii. Piensen en quiénes estuvieron ahí en la cruz.
· Hombres y Mujeres
· Judíos y Gentiles
· Ricos y Pobres
· De clase alta y sin clase
· Religiosos y no religiosos
· Culpables e inocentes
· Personas que odiaban y personas amaban a Jesús.
· Opresores y oprimidos
· Llorones y escarnecedores
· Educados y sin educación
· Los profundamente conmovidos y los indiferentes
· Las diferentes razas diferentes nacionalidades, diferentes idiomas, diferentes clases.
iii. “La combinada multitud fue con seguridad una profecía. Todos tipos y condiciones de hombres han sido atraídos por esa cruz.” (Morgan)
E. El entierro de Jesús.
1. (57-61) José de Arimatea pone a Jesús en su propia tumba.
Cuando llegó la noche, vino un hombre rico de Arimatea, llamado José, que también había sido discípulo de Jesús. Este fue a Pilato y pidió el cuerpo de Jesús. Entonces Pilato mandó que se le diese el cuerpo. Y tomando José el cuerpo, lo envolvió en una sábana limpia, y lo puso en su sepulcro nuevo, que había labrado en la peña; y después de hacer rodar una gran piedra a la entrada del sepulcro, se fue. Y estaban allí María Magdalena, y la otra María, sentadas delante del sepulcro.
a. Este fue a Pilato y pidió el cuerpo de Jesús: Por tradición, los cuerpos de los crucificados eran dejados en sus cruces a que se pudrieran o para ser devorados por animales salvajes. Pero los Judíos no querían que semejante horror se exhibiera durante la temporada de Pascua, y los Romanos eran conocidos por entregar los cuerpos de los hombres ejecutados a amigos o parientes para un funeral apropiado.
b. Lo envolvió en una sábana limpia: José siguió las tradiciones de sepultura de la época – lo mejor que pudo, considerando que tenían muy poco tiempo porque el día de reposo estaba por comenzar (Lucas 23:54).
c. Y lo puso en su sepulcro nuevo: Él vino al mundo por el vientre de una virgen; y regresó una vez más por una tumba virgen. Ningún cuerpo había sido puesto alguna vez en esa tumba, para que así cuando el cuerpo saliera y la tumba estuviera vacía, no habría confusión posible sobre cuál cuerpo salió.
i. “Era una tumba nueva, en donde ningunos restos habían sido puestos anteriormente, y por lo tanto si él salía de ella no habría sospecha de que otro se había levantado, ni tampoco podría imaginarse que se levantó porque tocó a alguno de los huesos viejos de los profetas, como lo hizo el que posó sobre la tumba de Elías.” (Spurgeon)
d. Después de hacer rodar una gran piedra a la entrada del sepulcro: Esta era la manera acostumbrada de sellar una tumba costosa. Un hombre rico como José de Arimatea probablemente tenía una tumba cavada en roca sólida; esta tumba estaba en un huerto cerca del lugar de la crucifixión (Juan 19:41). La tumba comúnmente tendría una pequeña entrada y tal vez uno o más compartimentos donde se preparaban los cuerpos después de haber sido de alguna forma momificados con especias, ungüentos y tiras de lino. Según su costumbre, los Judíos dejaban en paz estos cuerpos por algunos años hasta que se descomponían hasta quedar huesos, luego los huesos eran colocados en una pequeña caja de piedra conocida como osario. El osario permanecía en la tumba con los restos de los otros miembros.
i. La puerta hacia la tumba estaba típicamente hecha de una pesada piedra de forma circular, que corría de una ranura y se establecía en un canal, para que así solo pudiera ser movido por muchos hombres fuertes. Esto era hecho para asegurar que nadie molestaría los restos.
ii. Después de hacer rodar una gran piedra: “El modo habitual de cerrar la puerta de la tumba; los Judíos llamaban a la piedra golal, el rodillo.” (Bruce)
iii. Juan 19:42 nos dice específicamente que la tumba de José de Arimatea sobre la que fue puesto Jesús estaba cerca del lugar de la crucifixión (y cada uno de los lugares sugeridos para la muerte y resurrección de Jesús apoyan esto). A José probablemente no le gustó que el valor de la tumba de la familia disminuyera porque los Romanos decidieron crucificar a las personas cerca – sin embargo nos recuerda que en el plan de Dios, la cruz y el poder de la resurrección siempre están íntima y permanentemente conectados.
iv. Las tumbas como estas eran muy caras. No fue cualquier sacrificio para José de Arimatea el renunciar a ella – ¡pero Jesús solo la usaría por unos pocos días!
2. (62-66) La tumba es sellada y vigilada.
Al día siguiente, que es después de la preparación, se reunieron los principales sacerdotes y los fariseos ante Pilato, diciendo: Señor, nos acordamos que aquel engañador dijo, viviendo aún: Después de tres días resucitaré. Manda, pues, que se asegure el sepulcro hasta el tercer día, no sea que vengan sus discípulos de noche, y lo hurten, y digan al pueblo: Resucitó de entre los muertos. Y será el postrer error peor que el primero. Y Pilato les dijo: Ahí tenéis una guardia; id, aseguradlo como sabéis. Entonces ellos fueron y aseguraron el sepulcro, sellando la piedra y poniendo la guardia.
a. Señor: Le dieron a Pilato un título de honor y respeto. Pero el día anterior estos mismos líderes religiosos rechazaron al Rey de Reyes. Lo escarnecieron y lo menospreciaron, exponiendo a Jesús abiertamente a la vergüenza, pero honraron a Pilato.
i. Al día siguiente: “Esto debe significar que los principales sacerdotes y Fariseos en realidad se acercaron a Pilato en el día de reposo con su petición. Si ellos hicieron esto, es claro ver qué tan radicalmente rompieran la Ley del día de reposo.” (Barclay)
b. Nos acordamos que aquel engañador dijo…Después de tres días resucitaré: Irónicamente, los enemigos de Jesús recordaron su promesa de resurrección mejor de lo que la recordaron sus propios discípulos.
c. Viviendo aún: En esto, los enemigos de Jesús admiten que Jesús está muerto. Ellos no creyeron la “Teoría del Desvanecimiento,” una conjetura que niega la resurrección, diciendo que Jesús nunca murió realmente, sino que simplemente se “desvaneció” en la cruz, y luego de alguna manera revivió maravillosamente en la tumba.
i. Una cómica carta al editor de una revista Cristiana evaluó apropiadamente la “Teoría del Desvanecimiento”:
Querido Eutico: Nuestro predicador dijo, en la Pascua, que Jesús simplemente se desvaneció de la cruz y que los discípulos lo cuidaron hasta que se recuperó. ¿Qué piensas tú? Atentamente, Desconcertado.
Querido Desconcertado: Golpea a tu predicador con un gato de nueve colas con 39 pesados golpes, clávalo a una cruz; cuélgalo en el sol por 6 horas; atraviesa con una espada su corazón; embálsalo; ponlo en una tumba sin oxígeno por 36 horas y ve que sucede. Atentamente, Eutico.
d. No sea que vengan sus discípulos de noche, y lo hurten: No pudieron haber temido a los discípulos. Ellos sabían que éstos estaban escondidos y aterrorizados. Ellos sabían que éstos habían abandonado la escena de crucifixión. Sus fuentes de inteligencia y sus informantes les hicieron saber que os discípulos estaban aterrorizados. Más bien, tenían miedo del poder de Jesús.
i. Después de todo, miren sus palabras: y digan al pueblo: Resucitó de entre los muertos. Si eso fuera a suceder, por qué no simplemente decirles a los discípulos, “Entonces ¿dónde está Jesús? ¡Produzcan el supuesto cuerpo viviente de su Señor resucitado! Ellos sabían que los discípulos no lograrían nada con robar el cuerpo de Jesús, porque no podían presentar un cuerpo muerto y pretender que estaba vivo. Eso no probaría nada. A lo que realmente temían era al poder de la resurrección de Jesús.
ii. Es triste que los líderes tuvieran miedo del poder de resurrección de Jesús, pero al menos creían que era verdad. El sábado en la mañana, los principales sacerdotes y los Fariseos predicaron un mejor sermón de resurrección que los discípulos.
iii. “Justino dice que tales historias aún estaban siendo activamente diseminadas a mediados del segundo siglo (Diálogos 108). La realidad de semejante propaganda en sí que no podía negarse que la tumba estaba vacía; lo que se cuestionaba es cómo llegó a estar vacía.” (France)
e. Manda, pues, que se asegure el sepulcro…Ahí tenéis una guardia…id, aseguradlo como sabéis: Esto muestra que tanto los líderes Judíos como los Romanos estaban bastante consientes de la necesidad de vigilar la tumba, y que tomaron todas las medidas necesarias para asegurarla. Estas medidas de seguridad simplemente dieron un testimonio mayor del milagro de la resurrección. Si la tumba de Jesús hubiera estado desprotegida, uno pudiera sugerir que una persona o personas desconocidas robaron el cuerpo, y sería difícil de refutar. Sin embargo debido a que la tumba estuvo tan bien vigilada, podemos tener la certeza de que su cuerpo no fue robado.
i. Ahí tenéis una guardia fue la promesa de Pilato de suplirles de un guardia Romana. “Es poco probable que los Judíos necesitaran el permiso de Pilato para hacer uso de su propia policía; por otra parte la palabra para guardia es (únicamente en el Nuevo Testamento) una transliteración de la palabra Latina custodia. Es por lo tanto más probable que fueran las tropas de Pilato las que fueron usadas; los líderes Judíos iban a ir por la máxima seguridad.” (France)
ii. “¡Hombres vanos! Como si el mismo poder que fue necesario para resucitar y despertar a los muertos no pudiera también remover la piedra, y deshacerse de la vigilancia que habían establecido. Pero su excesivo cuidado y diligencia, en vez de prevenir la resurrección de Cristo, como era su intención, han confirmado la verdad y creencia de esto a todo el mundo.” (Poole)
f. Sellando la piedra y poniendo la guardia: Esto describe las medidas tomadas para asegurar la tumba de Jesús.
i. La tumba fue asegurada por una piedra, lo cual era un obstáculo material. Estas piedras eran grandes, y eran puestas en un canal inclinado. Éste era un obstáculo real. Por supuesto, la piedra no podía ser rodada desde el interior. Los discípulos, si tenían los suficientes, podían remover la piedra – pero no discretamente. Además, hubieran tenido que trabajar juntos para rodarla, y eso no parecía probable.
ii. La tumba fue asegurada por un sello, lo cual era un obstáculo de autoridad humana. El sello era una cuerda, superponiéndose al ancho de la piedra que cubría la entrada de la tumba. A ambos lados de la entrada, había una gotita de cera asegurando la cuerda sobre la piedra. No podías mover la roca sin romper el sello. Era importante que los guardias presenciaran el sello, porque ellos eran responsables por lo que sea que estuviera siendo sellado. Estos guardias Romanos vigilarían cuidadosamente mientras la piedra era sellada, porque sabían que sus carreras, y tal vez sus vidas, estaban en la línea. El sello Romano llevaba autoridad legal. Era más que una cuerda amarilla bloqueando la entrada a la escena del crimen; romper un sello Romano era desafiar la autoridad Romana.
iii. La tumba fue asegurada por un guardia, lo cual era un obstáculo de fuerza humana. Una típica guardia Romana tenía cuatro soldados. Dos vigilaban mientras los otros descansaban. Esta guardia pudo haber tenido más. Los soldados estarían totalmente equipados – espada, escudo, lanza, daga, armadura. También deberíamos recordar que estos eran soldados Romanos. Ellos fueron llamados para asegurar la tumba de un criminal. Para ellos lo único sagrado en esa tumba era el sello Romano, porque si ese era roto, sus carreras estarían arruinadas y ellos mismos podían ser ejecutados. Soldados lo suficientemente despiadados como para apostar por las ropas de un moribundo no eran el tipo de hombres que podían ser engañados por discípulos temblorosos, ni arriesgarían sus cuellos por dormir en su puesto.
iv. Ninguno de estos obstáculos importó. ¡Todos ellos cayeron delante de él!
· Los obstáculos materiales no resisten delante del Jesús resucitado.
· Autoridad humana no resiste delante del Jesús resucitado.
· La fuerza humana no resiste delante del Jesús resucitado.
©1996-presente The Enduring Word Comentario bíblico en español de David Guzik – ewm@enduringword.com