Nahúm 3 – Nínive, la Ciudad Impía
A. El pecado dentro de Nínive.
1. (1-4) La violencia e inmoralidad en Nínive.
¡Ay de ti, ciudad sanguinaria, toda llena de mentira y de rapiña, sin apartarte del pillaje! Chasquido de látigo, y fragor de ruedas, caballo atropellador, y carro que salta; jinete enhiesto, y resplandor de espada, y resplandor de lanza; y multitud de muertos, y multitud de cadáveres; cadáveres sin fin, y en sus cadáveres tropezarán, a causa de la multitud de las fornicaciones de la ramera de hermosa gracia, maestra en hechizos, que seduce a las naciones con sus fornicaciones, y a los pueblos con sus hechizos.
a. ¡Ay de ti, ciudad sanguinaria!: En su visión profética, Nahúm hizo un recorrido por la ciudad de Nínive y observó cuán madura estaba para el juicio. Vio que era una ciudad bulliciosa, llena de chasquido de látigo, y fragor de ruedas, caballo atropellador, y carro que salta. Sin embargo, estaba llena de violencia, engaño e idolatría.
i. Los gobernantes de Asiria no solo fueron terriblemente crueles, sino que se jactaron de su crueldad en los monumentos que existen en los museos hasta el día de hoy. Boice cita algunos de los alardes de varios monumentos:
·“Les corté la cabeza y las formé en columnas”.
·“A Bubo, hijo de Buba, lo desollé en la ciudad de Arbela y extendí su piel sobre la muralla de la ciudad”.
·“Desollé a todos los principales que se habían rebelado, y cubrí la columna con sus pieles”.
·“A muchos dentro de los límites de mi propia tierra los desollé, y extendí sus pieles sobre los muros”.
·“Corté las extremidades de los oficiales, los oficiales reales que se habían rebelado”.
·“A 3,000 cautivos quemé con fuego”.
·“Sus cadáveres los convertí en columnas”.
·“A algunos les corté las manos y los dedos, y a otros les corté la nariz, las orejas y los dedos, a muchos les saqué los ojos”.
·“Hice un pilar de los vivos, y otro de cabezas, até sus cabezas a postes alrededor de la ciudad”.
b. Que seduce a las naciones con sus fornicaciones: Ya era bastante malo que Nínive se permitiera este pecado por sí misma; peor fue que condujera a naciones a la violencia, al engaño y a la idolatría. Por esto, el juicio de Dios venía.
i. “Miles de tablillas descubiertas en el valle de Mesopotamia muestran una superstición abismal. Cientos de encantamientos de hechicería han salido a la luz”. (Maier, citado en Boice)
2. (5-7) La ciudad inicua es humillada.
Heme aquí contra ti, dice Jehová de los ejércitos, y descubriré tus faldas en tu rostro, y mostraré a las naciones tu desnudez, y a los reinos tu vergüenza. Y echaré sobre ti inmundicias, y te afrentaré, y te pondré como estiércol. Todos los que te vieren se apartarán de ti, y dirán: Nínive es asolada; ¿quién se compadecerá de ella? ¿Dónde te buscaré consoladores?
a. Heme aquí contra ti: Nahúm repitió esta frase, mencionada por primera vez en Nahúm 2:13. En la primera mención, el énfasis estaba en la derrota militar de Nínive. Aquí, el énfasis estaba en la humillación de la ciudad.
i. Esto nos recuerda el principio de 1 Pedro 5:5: Revestíos de humildad; porque: Dios resiste a los soberbios, Y da gracia a los humildes. Nínive andaba en orgullo y, como resultado, tenía al Señor en su contra. Cuánto mejor ser humildes y recibir la gracia de Dios.
b. Echaré sobre ti inmundicias, y te afrentaré, y te pondré como estiércol: La fuerza de la palabra de Jehová casi nos sorprende aquí. Él tomará los ídolos de Nínive (inmundicias, la palabra bebrea shiqquts a menudo traducida como “abominación”) y se los arrojará a la cara.
c. Te afrentaré: La idea detrás de la palabra hebrea para afrentaré (nabel) es que algo se vuelve débil, necio y despreciable. Nínive caminaba en lo alto en su orgullo, pero ciertamente sería abatida, sin nadie que los consolara (¿Dónde te buscaré consoladores?).
i. Una vez más, esto se cumplió literalmente. El antiguo historiador griego Diodoro Sículo escribió sobre la destrucción de Nínive: “Tan grande fue la multitud de los muertos que la corriente que fluía, mezclada con su sangre, cambió de color a lo largo de una distancia considerable… Saquearon el botín de la ciudad, una cantidad imposible de contar”. (Boice)
ii. Adam Clarke, escribiendo antes del descubrimiento de las ruinas de Nínive en 1840, cita a un autor comentando sobre la desaparición de la ciudad: “¿Qué probabilidad había de que la ciudad capital de un gran reino, una ciudad que tenía sesenta millas en un compás, una ciudad que albergaba a tantos miles de habitantes, una ciudad que tenía murallas de cien pies de alto… Y, sin embargo, fue tan totalmente destruida que apenas se sabe dónde estaba situada… Tan grande como era antes, queda tan poco de ella, que los autores no se ponen de acuerdo ni siquiera sobre su situación”.
B. Nínive está madura para el juicio.
1. (8-11) Debido a la forma en que Dios juzgó a otras ciudades, Nínive está madura.
¿Eres tú mejor que Tebas, que estaba asentada junto al Nilo, rodeada de aguas, cuyo baluarte era el mar, y aguas por muro? Etiopía era su fortaleza, también Egipto, y eso sin límite; Fut y Libia fueron sus ayudadores. Sin embargo ella fue llevada en cautiverio; también sus pequeños fueron estrellados en las encrucijadas de todas las calles, y sobre sus varones echaron suertes, y todos sus grandes fueron aprisionados con grillos. Tú también serás embriagada, y serás encerrada; tú también buscarás refugio a causa del enemigo.
a. ¿Eres tú mejor que Tebas?: Tebas era otra ciudad rica y poderosa que fue destruida completamente, su nombre hebreo fue No-amon. Los Asirios en Nínive sabían bien esto, porque fueron sus ejércitos quienes destruyeron Tebas. Nahúm dice, “¿Recuerdas lo que hiciste con Tebas? Lo mismo te sucederá a ti”.
b. Tú también: Somos como los ninivitas. Vemos imperios y naciones juzgados en nuestros días y en la historia, tal como los asirios vieron a Tebas destruida. Sin embargo, nosotros, como los ninivitas, de alguna manera pensamos que eso no nos pasará a nosotros, a pesar de nuestra arrogancia y rebelión pecaminosas.
2. (12-15) Debido a su propia debilidad, Nínive está madura.
Todas tus fortalezas serán cual higueras con brevas, que si las sacuden, caen en la boca del que las ha de comer. He aquí, tu pueblo será como mujeres en medio de ti; las puertas de tu tierra se abrirán de par en par a tus enemigos; fuego consumirá tus cerrojos. Provéete de agua para el asedio, refuerza tus fortalezas; entra en el lodo, pisa el barro, refuerza el horno. Allí te consumirá el fuego, te talará la espada, te devorará como pulgón; multiplícate como langosta, multiplícate como el langostón.
a. Todas tus fortalezas serán cual higueras con brevas: Tan fácilmente como la fruta madura cae de un árbol sacudido, así las fortalezas de Nínive caerían ante el juicio de Dios. A menudo tenemos nuestras fortalezas de pecado y orgullo en las que ponemos gran confianza, pero están listas para ser sacudidas y caer al suelo.
b. Fuego consumirá tus cerrojos: Los arqueólogos documentan el incendio de Nínive. “Los excavadores de Nínive han notado los grandes depósitos de ceniza, que son evidencia de una gigantesca conflagración”. (Boice)
c. Provéete de agua para el asedio: Nahúm prácticamente se burló del pueblo de Nínive, animándolos a hacer lo mejor que pudieran a la luz del juicio venidero. Podrían preparar tantas provisiones y personas como quisieran, pero todo quedaría en nada contra el juicio de Dios.
3. (16-19) Debido a que sus líderes son débiles, Nínive está madura.
Multiplicaste tus mercaderes más que las estrellas del cielo; la langosta hizo presa, y voló. Tus príncipes serán como langostas, y tus grandes como nubes de langostas que se sientan en vallados en día de frío; salido el sol se van, y no se conoce el lugar donde están. Durmieron tus pastores, oh rey de Asiria, reposaron tus valientes; tu pueblo se derramó por los montes, y no hay quien lo junte. No hay medicina para tu quebradura; tu herida es incurable; todos los que oigan tu fama batirán las manos sobre ti, porque ¿sobre quién no pasó continuamente tu maldad?
a. Mercaderes… príncipe…. grandes… pastores… valientes: Cada una de estas clases de líderes eran numerosas en Nínive, pero todos serían ineficaces y se convertirían en nada en el día del juicio. A pesar de su número, tu pueblo se derramó por los montes, y no hay quien lo junte. El liderazgo pecador y rebelde de Nínive sería impotente contra el juicio de Dios.
b. Todos los que oigan tu fama batirán las manos sobre ti: Nahúm terminó su profecía con una visión de los justos y su triunfo sobre los injustos. Esto es algo que el pueblo de Dios necesita que se le recuerde a menudo, porque con frecuencia va en contra de las apariencias presentes.
i. Debido a que Nínive era tan conocida – incluso renombrada – por su violencia y crueldad, no es de extrañar que Nahúm vea a las naciones aplaudiendo cuando la ciudad es juzgada y destruida.
ii. En Salmos 73, Asaf trató este mismo problema. Le parecía que los impíos prosperaban constantemente y vivían a sus anchas. Le turbaba tanto que dudó de su propio andar con Dios: Hasta que entrando en el santuario de Dios, Comprendí el fin de ellos. Ciertamente los has puesto en deslizaderos; En asolamientos los harás caer. ¡Cómo han sido asolados de repente! Perecieron, se consumieron de terrores (Salmos 73:17-19).
iii. Para Nahúm, Asaf y para nosotros hoy, es un consuelo saber que los juicios del Señor son fieles y verdaderos. No necesitamos envidiar a los injustos ni buscar venganza contra ellos. Nahúm y Asaf nos muestran cada uno que Dios es más que capaz de cuidar de ellos y de nosotros, cada uno según su promesa.
©2022 The Enduring Word Comentario bíblico en español de David Guzik – ewm@enduringword.com