A. La justicia de los juicios de Dios.
1. (1-2) La ventaja del pueblo judío.
¿Qué ventaja tiene, pues, el judío? ¿o de qué aprovecha la circuncisión? Mucho, en todas maneras. Primero, ciertamente, que les ha sido confiada la palabra de Dios.
a. ¿Qué ventaja tiene, pues, el judío?: Pablo ha explicado cuidadosamente en Romanos 2 que la posesión de la ley o la circuncisión no salvará a una persona judía. Si este es el caso, ¿cuál es la ventaja de ser la “nación escogida de Dios”?
i. Después de todo, si no hay acepción con Dios (Romanos 2:11), ¿que hay de bueno el ser un judío?
b. Mucho, en todas maneras: Pablo sabe que hay muchas ventajas que Dios dio al pueblo judío. En particular, Él les confió la palabra de Dios, la cual habla de la revelación escrita de Dios antes del tiempo de Jesús. Él le dio al pueblo judío Su palabra, y ese es un regalo indescriptible.
i. “Este era su privilegio principal, que eran los que guardaban la biblioteca de Dios, que este tesoro celestial les había sido acreditado”. (Trapp)
ii. Pablo luego hablará más sobre la ventaja del pueblo judío en Romanos 9:4, explicando que Israel también tenía la adopción, la gloria, el pacto, la promulgación de la ley, el culto y las promesas.
2. (3-4) La incredulidad de los judíos no hace que Dios este equivocado.
¿Pues qué, si algunos de ellos han sido incrédulos? ¿Su incredulidad habrá hecho nula la fidelidad de Dios? De ninguna manera; antes bien sea Dios veraz, y todo hombre mentiroso; como está escrito:
Para que seas justificado en tus palabras,
Y venzas cuando fueres juzgado.
a. ¿Pues qué, si algunos de ellos han sido incrédulos? El hecho de que todo el pueblo judío hasta ese punto había rechazado el evangelio no significaba que la fidelidad de Dios hacia ellos fuera en vano. No significaba que la obra de Dios fuera fútil o hecho nula.
i. “Yo tengo que decir, con Pablo, ‘¿Qué si algunos no creyeron?’ No es algo nuevo; pues siempre a habido algunos que han rechazado la revelación de Dios. ¿Entonces que? Es mejor que tú y yo sigamos creyendo, probándonos a nosotros mismos, y probando la fidelidad de Dios, y viviendo por Cristo nuestro Señor, aunque veamos a otro incrédulo, y otro, y otro, y aún otro hasta el infinito. El evangelio no es un fracaso, como muchos de nosotros sabemos”. (Spurgeon)
b. De ninguna manera; antes bien sea Dios veraz, y todo hombre mentiroso: Pablo nos recuerda que Dios será justificado en todas Sus acciones. En el fin, se demostrará que aún nuestra injusticia de alguna manera proclamó Su justicia y gloria, aunque solo sea en juicio.
i. “Si algún hombre dijera que la promesa de Dios fracasó hacia él, que examine su corazón y sus caminos, y encontrará que él se ha apartado de aquel camino en el que solo Dios podría, de acuerdo con su santidad y verdad, cumplir la promesa”. (Clarke)
ii. Spurgeon acerca de sea Dios veraz, y todo hombre mentiroso: “Es una expresión extraña y fuerte. Si Dios dice una cosa, y todos los hombres del mundo dicen otra, Dios es veraz y todos los hombres son mentirosos. Dios habla la verdad, y no puede mentir. Dios no puede cambiar; su palabra, como Él mismo, es inmutable. Nosotros somos llamados a creer la verdad de Dios aunque nadie más la crea. El consenso de opinión general no significa nada para un cristiano. Él cree en la palabra de Dios, y piensa más de ella que la opinión universal del hombre”.
3. (5) Una objeción en cuanto a la injusticia del hombre y la justicia de Dios.
Y si nuestra injusticia hace resaltar la justicia de Dios, ¿qué diremos? ¿Será injusto Dios que da castigo? (Hablo como hombre.)
a. Y si nuestra injusticia hace resaltar la justicia de Dios, ¿qué diremos? Pablo presenta el contra argumento de un oponente: “Si mi injusticia demuestra la justicia de Dios, ¿cómo puede Dios juzgarme? Mi pecado, al fin y al cabo, sirve para traerle a Él más gloria, ¡y eso es bueno!”
b. ¿Será injusto Dios que da castigo? Pablo estaba familiarizado con la forma de pensar que dice, “Dios está en control de todo. Aún mi voluntad inicua demuestra Su justicia. Por lo tanto, Dios es injusto si Él inflige Su castigo en mi debido a que solo soy un peón en Su mano”.
i. En teoría, el ejemplo más dramático de alguien que podría hacer esta pregunta es Judas. ¿Puedes escuchar a Judas armar su caso? “Señor, yo sé que he traicionado a Jesús, pero Tú lo usaste para bien. De hecho, si yo no hubiera hecho lo que hice, Jesús no hubiera ido a la cruz. Lo que hice incluso cumplió las escrituras. ¿Cómo puedes juzgarme entonces? La respuesta para Judas puede ser de la siguiente manera: “Si, Dios usó tu maldad pero todavía era tú maldad. No había motivos buenos o puros en tu corazón. No hay crédito para ti que Dios haya traído bondad de tu maldad. Eres culpable ante Dios”.
c. Hablo como hombre: Esto no significa que Pablo no tenía la inspiración del Espíritu Santo y la autoridad apostólica. En cambio, explica que solo como hombre -un hombre caído- alguien se atrevería a cuestionar la justicia de Dios.
4. (6-8) La respuesta de Pablo a la objeción.
En ninguna manera; de otro modo, ¿cómo juzgaría Dios al mundo? Pero si por mi mentira la verdad de Dios abundó para su gloria, ¿por qué aún soy juzgado como pecador? ¿Y por qué no decir (como se nos calumnia, y como algunos, cuya condenación es justa, afirma que nosotros decimos): Hagamos males para que vengan bienes?
a. En ninguna manera; de otro modo, ¿cómo juzgaría Dios al mundo? Pablo descarta la pregunta de su oponente fácilmente. Si las cosas fueran como su oponente ha sugerido, entonces Dios no podría juzgar a nadie.
i. Es cierto que Dios usará incluso la injusticia del hombre para cumplir Su obra y traer alabanza a Su nombre. La traición de Jesús por parte de Judas es un ejemplo perfecto. Sin embargo, parte de la forma en que Dios se glorifica a Sí mismo en el pecado del hombre es al juzgar justamente esa injusticia.
b. ¿Cómo juzgaría Dios al mundo? Tanto para Pablo como para sus lectores era un hecho que se acercaba un día de juicio, cuando algunos serían libres de cargo y otros condenados. Él no necesitaba hablar de este punto; simplemente se entendía en esa cultura.
i. Pablo entendía que juzgaría Dios al mundo, tanto a los judíos como a los gentiles. Muchos de los judíos en los días de Pablo pensaban que Dios juzgaría a los gentiles por sus pecados, pero salvaría a los judíos a pesar de sus pecados.
c. Pero si por mi mentira la verdad de Dios abundó para su gloria, ¿por qué aún soy juzgado como pecador? Pablo vuelve a establecer la objeción de un oponente imaginario: “Si Dios se glorificará a Sí mismo a través de mi mentira, ¿cómo puede juzgarme, ya que parezco aumentar indirectamente Su gloria?
d. Hagamos males para que vengan bienes: Esta era una perversión de la doctrina de Pablo de justificación por fe, y una extensión de la objeción de su oponente imaginario. Si tomas la manera de pensar del adversario de Pablo lo suficientemente lejos, terminarías diciendo: “Pequemos lo más que podamos para que Dios pueda ser glorificado aún más”. Esto nos muestra que una manera de examinar una enseñanza es extender su significado y consecuencias y ver dónde terminas.
i. Por su puesto que hagamos males para que vengan bienesno era la enseñanza de Pablo. Él lo pone en claro que se nos calumnia el enseñar esto. Pero, es posible ver cómo esta acusación vino mientras Pablo predicaba libremente el perdón y la salvación por gracia a través de la fe en Jesús, y no por obras.
ii. Muchas predicaciones cristianas están tan lejos del verdadero evangelio de la gracia libre que Pablo predicó que no hay manera de que cualquiera pueda decir con calumnia que enseñaban “hagamos males para que vengan bienes”. Si nos encontramos acusados de predicar un evangelio “demasiado abierto” y demasiado centrado en la fe y la gracia y la obra de Dios, entonces nos encontramos en buena compañía con Pablo.
e. Cuya condenación es justa: Pablo ni siquiera contestaría tal tergiversación absurda de su evangelio. Él simplemente dice de aquellos que enseñarían tales cosas o que acusarían a Pablo de enseñarlas, que su condenación es justa. Dios justamente condena a cualquiera que enseñe o crea tal cosa.
i. El pervertir el glorioso regalo de Dios en Jesús en una supuesta licencia para pecar es quizás la cumbre de la depravación del hombre. Toma el regalo más hermoso de Dios y lo pervierte y se burla de él. Esta perversión es tan pecaminosa que Pablo la deja para el final, ya que va más allá de la depravación de los paganos (Romanos 1:24-32), más allá de la hipocresía del moralista (Romanos 2:1-5), y más allá de la falsa confianza del judío (Romanos 2:17-29).
B. Conclusión: la culpabilidad universal de la humanidad ante Dios.
1. (9) La culpabilidad de los judíos y gentiles ante Dios.
¿Qué, pues? ¿Somos nosotros mejores que ellos? En ninguna manera; pues ya hemos acusado a judíos y a gentiles, que todos están bajo pecado.
a. ¿Somos nosotros mejores que ellos? En ninguna manera: Ya que Pablo era judío por nacimiento y herencia (Filipenses 3:4-6), cuando él dice “nosotros” él se refiere a “nosotros los judíos”. El punto es que, por naturaleza, el judío no esta mejor con Dios que el pagano o el moralista. Pablo demuestra que el pagano, el moralista y el judío todos están bajo pecado y, por lo tanto, bajo condenación.
b. Bajo pecado es una frase poderosa. Habla de nuestra esclavitud al pecado, literalmente significando “vendido bajo pecado”. Por naturaleza, cada persona sabe lo que es ser esclavo del pecado, tanto judíos como gentiles.
i. “Bajo el poder del pecado, pero mayormente bajo la culpa del pecado”. (Poole)
ii. Morris acerca de bajo pecado: “Él está considerando al pecado como un gobernante tirano, así que los pecadores están ‘bajo’ él (Biblia de Jerusalén, ‘bajo el dominio del pecado’); ellos no se pueden liberar”.
2. (10-18) El Antiguo Testamento es testigo de la depravación universal y culpabilidad de la humanidad.
Como está escrito:
No hay justo, ni aun uno;
No hay quien entienda,
No hay quien busque a Dios.
Todos se desviaron,
a una se hicieron inútiles;
No hay quien haga lo bueno,
no hay ni siquiera uno.
Sepulcro abierto es su garganta;
Con su lengua engañan.
Veneno de áspides hay debajo de sus labios;
Su boca está llena de maldición y de amargura.
Sus pies se apresuran para derramar sangre;
Quebranto y desventura hay en sus caminos;
Y no conocieron camino de paz.
No hay temor de Dios delante de sus ojos.
a. No hay justo, ni aun uno: Estas citas de los Salmos (Salmos 14:1-3; 5:9, 140:3, 10:7 y 36:1) y de Isaías 59:7-8 apoyan esta declaración de apertura.
i. Pablo mira la condición humana de arriba a abajo. Él empieza con la cabeza y se mueve hasta los pies. Warren Wiersbe llama a este pasaje “Un estudio de rayos X del pecador perdido, de pies a cabeza”.
ii. Esta mirada a la condición humana es deprimente. ¿Cuál es el punto? El Apóstol Pablo quiere que comprendamos nuestra completa inhabilidad de salvarnos a nosotros mismos. La caída toca cada parte del ser humano, y el inventario de las partes del cuerpo corrompidas por la caída demuestra esto.
b. No hay justo, ni aun uno: Cuando Dios no encuentra a ninguno justo, es porque no hay ninguno. No es como si hubiera algunos y Dios no los pudiera ver. Nunca a habido un hombre verdaderamente justo aparte de Cristo Jesús. “Incluso Adán no era justo: era inocente -no conocía el bien y el mal”. (Newell)
c. No hay quien busque a Dios: Nos engañamos a nosotros mismos al pensar que el hombre, por sí solo, verdaderamente busca a Dios. Pero ¿qué no demuestran todas las religiones, rituales y prácticas desde el principio de los tiempos que el hombre está en busca de Dios? Para nada. Si el hombre inicia la búsqueda, entonces no busca al Dios verdadero, el Dios de la Biblia. En cambio, busca un ídolo el cual él mismo hace.
i. “Tú has pasado por esta forma de adoración, pero no has buscado a Dios. Estoy harto de esta religiosidad vacía. La vemos en todos lados; no es comunión con Dios, no es llegar a Dios; de hecho, Dios no está en ella en absoluto”. (Spurgeon)
d. A una se hicieron inútiles: La palabra inútiles tiene la idea de fruta podrida. Habla de algo que es permanentemente malo y, por lo tanto, sin uso.
e. Sepulcro abierto es su garganta: Con estas referencias de los Salmos, Pablo llama a casi todas las partes del cuerpo humano culpables: la garganta, lengua, labios, boca, pies y ojos están llenos de pecado y rebelión contra Dios.
i. Sus pies se apresuran para derramar sangre: “Para más detalles, ¡lean sus periódicos!” (Newell) Por ejemplo, en Los Angeles Times se reportó que en 1992 los asesinatos alcanzaron el récord de 800 en el condado de la ciudad de Los Angeles.
f. No hay temor de Dios delante de sus ojos: Esto resume todo el pensamiento. Cada pecado y rebelión contra Dios sucede porque nosotros no tenemos un respeto apropiado hacia Él. En donde quiera que haya pecado, no hay temor de Dios.
i. Juan Calvino acerca del temor de Dios: “En pocas palabras, como es un freno para restringir nuestra maldad, así que cuando falta, nos sentimos con la libertad de disfrutar todo tipo de libertinaje”.
3. (19-20) En resumen: la ley no puede salvarnos de nuestro pecado y de la pena que merece.
Pero sabemos que todo lo que la ley dice, lo dice a los que están bajo la ley, para que toda boca se cierre y todo el mundo quede bajo el juicio de Dios; ya que por las obras de la ley ningún ser humano será justificado delante de él; porque por medio de la ley es el conocimiento del pecado.
a. Todo lo que la ley dice: Pablo señala que esta horrible descripción de pecado total del hombre viene a nosotros por la ley; y está intencionada para los que están bajo la ley, para silenciar a cada crítico y para mostrar la culpabilidad universal de la humanidad, que todo el mundo quede bajo el juicio de Dios.
i. “Podemos agregar que, aunque todos los vicios aquí enumerados no se encuentran conspicuamente en cada individuo, pero bien se pueden atribuir justa y ciertamente a la naturaleza humana, como ya hemos observado”. (Calvino)
b. Lo dice a los que están bajo la ley: Si Dios habla de esta manera a aquellos que tuvieron la ley, e intentaron hacer la ley, es evidente que por las obras de la ley ningún ser humano será justificado delante de él.
i. Recuerde que muchos judíos de los días de Pablo tomaron cada pasaje del Antiguo Testamento que describía lo malo y lo aplicaron únicamente a los gentiles, no a ellos mismos. Pablo pone en claro que Dios habla a los que están bajo la ley.
c. Ya que por las obras de la ley ningún ser humano será justificado delante de él: La ley no puede salvarnos. La ley no puede justificar a nadie. Es útil al darnos el conocimiento del pecado, pero no puede salvarnos.
i. Desde los tiempos de Adán y Eva, las personas han tratado de justificarse a si mismas por medio de las obras de la ley. En el jardín del Edén, Adán intentó hacerse presentable delante de Dios al hacer cubiertas con hojas de higo, y falló. En Job, el libro más antiguo de la Biblia, el problema es presentado con claridad: ¿cómo se justificará el hombre con Dios? (Job 9:2) Dios aclara parte de la respuesta aquí a través de Pablo: la respuesta no está en hacer buenas obras, en las obras de la ley.
ii. ¡Cómo necesitamos entender esto profundamente: que por las obras de la ley ningún ser humano será justificado!
· Esto significa que la ley, al ser quebrantada, solamente puede condenarnos, nunca nos puede salvar.
· Esto significa que aún si ahora pudiéramos empezar a guardar perfectamente la ley de Dios, no podría resolver la desobediencia del pasado, o eliminar la culpa presente.
· Esto significa que guardar la ley NO es la manera de Dios para salvación o bendición bajo el Nuevo Pacto.
d. Porque por medio de la ley es el conocimiento del pecado: La paráfrasis de J.B. Phillip de esta frase es notable. Él escribe: “es el borde recto de la Ley lo que nos muestra cuán torcidos estamos”.
i. “Para que nadie piense que la ley es inútil, él continúa mostrando su uso, pero es completamente contrario a lo que ellos pretendían”. (Poole)
C. La revelación de la justicia de Dios.
1. (21) La revelación de la justicia.
Pero ahora, aparte de la ley, se ha manifestado la justicia de Dios, testificada por la ley y por los profetas;
a. Pero ahora: Estas palabras proveen la más gloriosa transición del juicio de Romanos 3:20 a la justificación de Romanos 3:21.
i. Pero ahora habla de la novedad de la obra de Dios en Cristo Jesús, en verdad es un Nuevo Pacto. Testificada por la ley y los profetas nos recuerda que todavía hay continuidad con la obra de Dios en tiempos pasados.
b. Aparte de la ley: La ley no puede salvarnos, pero Dios a revelado la justicia que puede salvarnos aparte de la ley. Esta es la esencia del plan de salvación de Dios en Cristo Jesús: es una salvación que se ofrece aparte de la ley, aparte de nuestra propia ganancia y merecimientos, aparte de nuestros propios méritos.
c. Testificada por la ley y por los profetas: Esta justicia no es una novedad. Pablo no la “inventó”. Fue predicha hace mucho tiempo, al ser testificada por la ley y por los profetas. El Antiguo Testamento dijo que esta justicia vendría.
d. Aparte de la ley: No es que la justicia de Dios es revelada aparte del Antiguo Testamento, pero que es revelada aparte del principio de la ley. Está aparte de una relación legal con Dios, basada en la idea de ganar y merecer méritos ante Él.
i. “El griego pone al frente esta gran frase aparte de la ley (choris nomou) y esto establece de una fuerte manera la separación total de esta justicia Divina de cualquier desempeño de la ley, cualquier obra del hombre, en absoluto”. (Newell)
ii. La justicia de Dios no se nos ofrece como algo para eliminar la holgura entre nuestra habilidad de guardar la ley y el estándar perfecto de Dios. No es dada para complementar nuestra propia justicia, es dada completamente aparte de nuestro propio intento de justicia.
2. (22) Cómo es comunicada esta justicia al hombre.
La justicia de Dios por medio de la fe en Jesucristo, para todos los que creen en él. Porque no hay diferencia,
a. Para todos los que creen: En Romanos 3:21, Pablo nos dijo cómo es que esta justicia no viene. No viene a través de las obras de la ley, está aparte de la ley. Ahora Pablo nos dice cómo esta justicia que salva sí viene. Es por medio de la fe en Jesucristo, para todos los que creen en él.
b. Por medio de la fe en Jesucristo: La justicia de Dios no es nuestra por fe; es nuestra por medio de la fe. Nosotros no nos ganamos la justicia por nuestra fe. Recibimos la justicia por medio de la fe en Jesucristo.
i. Por medio de la fe “nos señala el hecho de que la fe no es un mérito, el ganar la salvación. No es más que el medio a través del cual se da el regalo”. (Morris)
ii. “Pero la fe no es ‘confiar’ o ‘esperar’ que Dios haga algo, sino confiar en Su testimonio en cuanto a la persona de Cristo como Su Hijo, y en la obra de Cristo por nosotros en la cruz … Después de guardar la fe, la vida de confianza empieza … la confianza siempre espera lo que Dios hará; pero la fe ve que lo que Dios dice se ha hecho y cree en la Palabra de Dios, teniendo la convicción de que es verdad y verdadera para nosotros mismos”. (Newell)
c. Porque no hay diferencia: No hay ninguna otra manera de obtener esta justicia. Esta justicia no es ganada a través de la obediencia a la ley; es una justicia recibida, ganada a través de la fe en Cristo Jesús.
i. “Hay un pequeño libro titulado, Cada hombre es su propio abogado. Pues, hoy en día, según algunas personas, parece como si cada hombre fuera su propio salvador; pero si yo tuviera, digamos; una docena de evangelios, y los tuviera que clasificar, y darle el evangelio correcto al hombre correcto, ¡en aprieto me encontraría! Yo creo que, muchas veces, le debiera dar tú evangelio a otra persona, y el evangelio de alguien más a ti; ¡y que embrollo sería! Pero ahora tenemos una cura universal … La sangre y la justicia de Cristo Jesús salvarán a todo hombre que confíe en él, ‘porque no hay diferencia’”. (Spurgeon)
3. (23-24) La necesidad universal del hombre y la oferta universal de Dios.
por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios, siendo justificados gratuitamente por su gracia, mediante la redención que es en Cristo Jesús,
a. Siendo justificados: Pablo desarrolla su enseñanza sobre la salvación sobre los siguientes tres temas.
· La justificación es una imagen del tribunal de justicia.
· La redención es una imagen del mercado de esclavos.
· La propiciación es una imagen del mundo de la religión, apaciguando a Dios a través del sacrificio.
i. La justificación resuelve el problema de la culpabilidad del hombre ante un Juez justo. La redención resuelve el problema del hombre en cuanto a su esclavitud al pecado, al mundo y al diablo. La propiciación resuelve el problema de ofender a nuestro Creador.
b. Todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios: Esta declaración universal esta contestada con una oferta universal de ser justificados gratuitamente por su gracia. Está disponible para todos los que crean.
i. Morris, citando a Moule: “La ramera, el mentiroso, el asesino, están cortos de ella; pero tú también lo estás. Quizás ellos están en el fondo de una mina, y tú en la cresta de una montaña; pero eres tan poco capaz de tocar las estrellas como ellos”. Todos están destituidos, pero todos pueden ser justificados gratuitamente por su gracia.
c. Destituidos de la gloria de Dios: Es imposible describir cada manera que quedamos cortos, pero aquí hay cuatro maneras importantes que el hombre queda destituido de la gloria de Dios.
i. Fallamos en darle a Dios la gloria que se merece, en nuestras palabras, pensamientos y acciones.
ii. Fallamos al calificar y, por lo tanto, rechazamos la gloria y recompensa que Dios da a los siervos fieles.
iii. Fallamos en reflejar apropiadamente la gloria de Dios, al rehusarnos al ser conformados a Su imagen.
iv. Fallamos en obtener la gloria final que Dios otorgará a Su pueblo al final de toda la historia.
d. Justificados gratuitamente por su gracia: Al estar en tal estado pecaminoso, la única manera en la que podemos ser justificados es al ser justificados gratuitamente. No la podemos comprar con nuestras buenas obras. Si no fuera hecha gratuita para nosotros, no pudiéramos obtenerla. Así que somos justificados gratuitamente por su gracia. Su favor inmerecido, dada a nosotros sin importar lo que merecemos. Es una dar motivado enteramente por el dador, y no motivado en nada por aquel que la recibe.
i. Gratuitamente es la palabra griega dorean. La forma en que esta palabra es utilizada en otros pasajes del Nuevo Testamento nos ayuda a entender la palabra. Mateo 10:8 (de gracia recibisteis, dad de gracia) y Apocalipsis 22:17 (y el que quiera, tome del agua de la vida gratuitamente) muestran que la palabra significa en verdad gratis, no solamente “barato” o “descontado”. Quizás el uso más notable de la antigua palabra griega dorean se encuentra en Juan 15:25: Sin causa (dorean) me aborrecieron. Aún cuando no había nada en Jesús que mereciera el odio del hombre, así no hay nada en nosotros que merezca justificación, todas las razones están en Dios.
ii. Calvino en el uso de ambas palabras, gratuitamente y gracia: “Por lo tanto, él repite la palabra para mostrar que todo es de Dios, y nada de nosotros … con el fin de que no imaginemos un tipo de gracia a medias, él afirma más fuerte lo que quiere decir con esta repetición, y reclama solo por la misericordia de Dios toda la gloria de nuestra justicia”.
e. Mediante la redención que es en Cristo Jesús: De nuevo, el evangelio de Pablo se centra plenamente en Cristo Jesús. La salvación es posible debido a la redención que encontramos en Él. Dios no puede darnos Su justificación aparte de Cristo Jesús.
f. Redención tiene la idea de comprar de nuevo algo, y esto involucra un costo. Sin embargo, Dios paga el costo y así somos justificados gratuitamente.
i. La palabra traducida redención tuvo su origen en la descripción de la liberación de prisioneros de guerra mediante el pago de un precio y se conocía como el “rescate”. Con el paso del tiempo, fue extendido para incluir la liberación de esclavos, de nuevo por el pago de un precio.
ii. La idea de redención significa que Jesús nos compró; por lo tanto, le pertenecemos. Pablo expresó este pensamiento en otra carta: Porque habéis sido comprados por precio; glorificad, pues, a Dios en vuestro cuerpo y en vuestro espíritu, los cuales son de Dios (1 Corintios 6:20).
4. (25-26) Cómo la muerte de Jesús satisface el justo juicio de Dios.
A quien Dios puso como propiciación por medio de la fe en su sangre, para manifestar su justicia, a causa de haber pasado por alto, en su paciencia, los pecados pasados, con la mira de manifestar en este tiempo su justicia, a fin de que él sea el justo, y el que justifica al que es de la fe de Jesús.
a. A quien Dios puso como propiciación: Jesús, a través de Su muerte (en su sangre) fue la propiciación (sacrificio substituto) por nosotros. Mientras Él fue juzgado en nuestro lugar, el Padre pudo manifestar su justicia en el juicio contra el pecado, mientras perdonaba a quienes merecían el juicio.
i. Wuest acerca de propiciación: “La palabra en su forma clásica fue usada de el acto de apaciguar a los dioses griegos por medio de un sacrificio … en otras palabras, el sacrificio era ofrecido para compensar la ira del dios”.
ii. La NVI traduce propiciación como un sacrificio de expiación; la versión Biblia Viva tiene: para tomar nuestro castigo por nuestros pecados.
b. La antigua palabra griega para propiciación (hilasterion) también es usada en la Septuaginta para el propiciatorio, la cubierta del Arca del Pacto, sobre la cual la sangre del sacrificio era rociada como expiación por el pecado. Mientras se podría decir que este pasaje está diciendo “Jesús es nuestro propiciatorio”, probablemente tiene la idea más directa de propiciación: un sacrificio substituto.
i. Al mismo tiempo, la idea del “propiciatorio” no debe ignorarse como una ilustración de propiciación. Dentro del Arca del Pacto estaba la evidencia del gran pecado del hombre: las tablas de la ley; el maná recibido ingratamente; la vara de Aarón, mostrando el rechazo del hombre al liderazgo de Dios. Sobre el Arca del Pacto estaban los símbolos de la santa presencia de Dios en el trono en los bellos querubines de oro. En medio de los dos estaba el propiciatorio, y mientras la sangre del sacrificio era rociada en el propiciatorio en el Día de la Expiación (Levíticos 16), la ira de Dios era apartada debido a que un substituto había sido sacrificado por parte de los pecadores que venían por fe. En verdad podemos decir que Jesús es nuestro “propiciatorio”, estando entre los pecadores culpables y la santidad de Dios.
c. Quien Dios puso como propiciación: Esto muestra que Jesús de alguna forma no apaciguó a un Padre renuente, reacio para contener Su ira. Pero en cambio, fue Dios el Padre quien inició la propiciación: quien Dios puso.
d. Pasado por alto, en su paciencia, los pecados pasados: Dios, en su paciencia, pasó por alto lospecados de aquellos santos del Antiguo Testamento quienes confiaron en la venida del Mesías. En la cruz, esos pecados ya no fueron pasados por alto, sino que fueron pagados.
i. La idea es que, a través del sacrificio de animales en el Antiguo Testamento, aquellos que miraban con fe al Mesías venidero tenían sus pecados “cubiertos” por un tipo de pagaré. Esa cubierta temporal se canjeó por el pago total en la cruz.
ii. La obra de Jesús en la cruz liberó a Dios de la acusación de que Él pasó por alto todo el pecado cometido antes de la cruz. Esos pecados fueron pasados por alto por un tiempo, pero finalmente fueron pagados.
e. A fin de que él sea el justo, y el que justifica al que es de la fe de Jesús: En la cruz, Dios demostró Su justicia al ofrecer al hombre la justificación (un veredicto legal de “no culpable”), mientras permanecía completamente justo (porque la pena justa del pecado había sido pagada en la cruz).
i. Es fácil ver cómo alguien puede ser solo justo: simplemente mandar a todo pecador culpable al infierno, como lo haría un juez justo. Es fácil ver como alguien puede ser sólo el que justifica: simplemente decir a cada pecador culpable: “Yo declaro perdón. Todos ustedes son declarados ‘no culpables’”. Pero solamente Dios pudo encontrar la manera de ser ambosel justo, y el que justifica al que es de la fe de Jesús.
ii. “Aquí aprendemos que Dios diseñó el dar la más evidente demostración tanto de su justicia como de su misericordia. De su justicia, al requerir un sacrificio, y al rehusarse absolutamente a dar salvación a un mundo perdido de cualquier otra manera; y de su misericordia, al proveer el único sacrificio que requería su justicia”. (Clarke)
5. (27) Jactarse en la salvación que viene a través del evangelio de Cristo Jesús está excluido.
¿Dónde, pues, está la jactancia? Queda excluida. ¿Por cuál ley? ¿Por la de las obras? No, sino por la ley de la fe.
a. ¿Dónde, pues, está la jactancia? No debería estar en ningún lado. Debido a que somos justificados gratuitamente por su gracia, no hay lugar para la auto gratificación o el crédito.
b. ¿Por cuál ley? La jactancia no está excluida porque existe un pasaje específico en la ley contra ella. En cambio, el orgullo es excluido debido a que es completamente incompatible con la salvación que es gratuitamente nuestra a través de la fe. La jactancia está excluida por la ley de la fe.
c. Por la ley de la fe:¡No hay lugar para la jactancia! Es por eso que el hombre natural odia ser justificado gratuitamente por su gracia. La gracia se rehúsa totalmente en reconocer sus méritos (imaginados) y no da lugar a su orgullo.
6. (28-30) La justificación (absolución en la corte de Dios) se encuentra, tanto para judíos como para gentiles, aparte delas obras de la ley.
Concluimos, pues, que el hombre es justificado por fe sin las obras de la ley. ¿Es Dios solamente Dios de los judíos? ¿No es también Dios de los gentiles? Ciertamente, también de los gentiles. Porque Dios es uno, y él justificará por la fe a los de la circuncisión, y por medio de la fe a los de la incircuncisión.
a. Justificado por fe sin las obras de la ley: No es que seamos justificados por fe además de cualquier obra de la ley que podamos hacer. Somos justificados por feúnicamente, sin las obras de la ley.
i. “Ya que todas las obras de la ley están excluidas, solamente queda la fe. Lutero lo tradujo así, y desde su tiempo Sola Fide se ha convertido en un eslogan”. (Lenski)
b. Sin las obras de la ley: ¿No contradice Santiago esto en pasajes como Santiago 2:14-26? ¿Cómo podemos decir que únicamente la fe salva, sin las obras de la ley?
i. Es cierto que únicamente la fe salva, pero una fe verdadera, una fe que te salva, tiene un carácter distinto. No es solamente el estar de acuerdo con ciertos hechos, pero es una dirección de la mente y la voluntad de acuerdo con Dios. Todo el propósito del libro de Santiago es describir el carácter de esta fe que salva.
ii. Calvino explica: “Lo que dice Santiago, que el hombre no es justificado solo por la fe, sino también por las obras, no milita en absoluto contra el punto precedente [de la justificación solo por la fe]. La conciliación de los dos puntos depende mayormente de la deriva del argumento seguido por Santiago. Porque la pregunta con él no es cómo los hombres obtienen justificación ante Dios, pero cómo demuestran a los demás que son justificados; pues su objetivo era refutar a los hipócritas, que en vano se jactaban de que tenían fe … Santiago no quiso decir más que el hombre no es hecho o tiene la evidencia de ser justo por una fe fingida o muerta, y que debe demostrar su justificación por sus obras”.
c. Ciertamente también de los gentiles: Esta justificación se ofrece a ambos: los judíos y los gentiles. El carácter universal de la oferta se demuestra por un simple hecho: ¿No es también Dios de los gentiles? Por supuesto que lo es. Si solo hay un Dios, entonces Dios es Dios de los gentiles tanto como es Dios de los judíos. Depende de los gentiles reconocerle como Dios.
d. Porque Dios es uno, y él justificará por la fe a los de la circuncisión, y por medio de la fe a los de la incircuncisión: Esta justificación no solo está disponible para los judíos y gentiles, sino que también es recibida de la misma manera por judíos y gentiles. Ya que un Dios justifica a ambos, judíos y gentiles, los justifica de la misma manera: por la fe . . . por medio de la fe.
7. (31) ¿Qué hay entonces con la ley?
¿Luego por la fe invalidamos la ley? En ninguna manera, sino que confirmamos la ley.
a. ¿Luego por la fe invalidamos la ley? Podemos ver cómo alguien podría preguntar: “Si la ley no nos hace justos, ¿de qué sirve? Pablo, acabas de invalidar la ley. Estás yendo en contra de la ley de Dios”.
b. En ninguna manera: Por supuesto, Pablo no invalida la ley. Como el apóstol va a demostrar en Romanos 4, la ley anticipó la venida del evangelio de justificación por fe, sin las obras de la ley. Por lo tanto, el evangelio establecela ley, cumpliendo sus propias predicciones.
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