Ester 3 – La conspiración de Amán
A. Amán determina destruir a los judíos.
1. (1) La promoción de Amán.
Después de estas cosas el rey Asuero engrandeció a Amán hijo de Hamedata agagueo, y lo honró, y puso su silla sobre todos los príncipes que estaban con él.
a. El rey Asuero engrandeció a Amán: Amán era un hombre impío, pero Dios tenía un propósito al permitirle ser promovido.
b. Amán hijo de Hamedata, agagueo: Amán era descendiente de Agag, que fue rey de los amalecitas, el pueblo que había sido enemigo jurado de Israel por generaciones (Éxodo 17:14-16).
2. (2-3) La negativa de Mardoqueo a inclinarse ante Amán o rendirle homenaje.
Y todos los siervos del rey que estaban a la puerta del rey se arrodillaban y se inclinaban ante Amán, porque así lo había mandado el rey; pero Mardoqueo ni se arrodillaba ni se humillaba. Y los siervos del rey que estaban a la puerta preguntaron a Mardoqueo: ¿Por qué traspasas el mandamiento del rey?
a. Mardoqueo no se arrodillaba ni se humillaba: No parece haber un mandato bíblico en contra de inclinarse o rendir homenaje a un líder político como señal de respeto (Génesis 18:2; 23:7; 43:26; Éxodo 18:7; 2 Samuel 16:4). Más bien, Mardoqueo debe saber algo acerca de este hombre Amán, lo que lo persuade de que Amán no es digno de tal honor – tal vez simplemente su ascendencia.
i. “Ningún benjamita que se respete se inclinaría ante un descendiente del antiguo amalecita enemigo de los judíos”. (Huey)
b. ¿Por qué traspasas el mandamiento del rey? No leemos de un mandato específico del rey Asuero de que todos tenían que inclinarse ante Amán. Quizás el mandato estaba implícito en la promoción que recibió (Ester 3:1).
3. (4-6) El orgullo herido de Amán lo impulsa a buscar venganza no solo contra Mardoqueo, sino también contra su pueblo – los judíos.
Aconteció que hablándole cada día de esta manera, y no escuchándolos él, lo denunciaron a Amán, para ver si Mardoqueo se mantendría firme en su dicho; porque ya él les había declarado que era judío. Y vio Amán que Mardoqueo ni se arrodillaba ni se humillaba delante de él; y se llenó de ira. Pero tuvo en poco poner mano en Mardoqueo solamente, pues ya le habían declarado cuál era el pueblo de Mardoqueo; y procuró Amán destruir a todos los judíos que había en el reino de Asuero, al pueblo de Mardoqueo.
a. Aconteció que hablándole cada día de esta manera, y no escuchándolos él, lo denunciaron a Amán: Aparentemente, Amán no notó primero la obstinada resistencia de Mardoqueo. Se lo tuvieron que señalar sus ayudantes.
b. Y se llenó de ira: Amán era un hombre extremadamente orgulloso e inseguro; solo podía considerarse un éxito si todos los demás pensaban que era un éxito.
c. Y procuró Amán destruir a todos los judíos que había en el reino: La ira de Amán lo llevó a descargar su ira sobre todos los judíos en el reino. El problema con Amán expuso su odio elemental por todo el pueblo judío.
4. (7) Amán determina la fecha exacta en que atacará a los judíos.
En el mes primero, que es el mes de Nisán, en el año duodécimo del rey Asuero, fue echada Pur, esto es, la suerte, delante de Amán, suerte para cada día y cada mes del año; y salió el mes duodécimo, que es el mes de Adar.
a. Fue echada Pur: Esta era la palabra persa para suerte, algo así como dados, que se usa para dejar una decisión al azar – o al Dios que guía cada oportunidad.
b. Y salió el mes duodécimo: Dado que esto sucedió en el mes primero, el echar suertes determinó que los judíos no serían atacados ni masacrados durante al menos 11 meses.
i. Esto prueba la verdad de Proverbios 16:33: La suerte se echa en el regazo; Mas de Jehová es la decisión de ella. La larga demora entre el primer mes y el mes de la masacre contra el pueblo judío fue ordenada por Dios.
B. Amán le cuenta su plan al rey.
1. (8-9) La propuesta de Amán al rey Asuero.
Y dijo Amán al rey Asuero: Hay un pueblo esparcido y distribuido entre los pueblos en todas las provincias de tu reino, y sus leyes son diferentes de las de todo pueblo, y no guardan las leyes del rey, y al rey nada le beneficia el dejarlos vivir.Si place al rey, decrete que sean destruidos; y yo pesaré diez mil talentos de plata a los que manejan la hacienda, para que sean traídos a los tesoros del rey.
a. Y dijo Amán al rey Asuero: La acusación de Amán era la más peligrosa posible; era una verdad a medias. Sí, los judíos eran un pueblo esparcido y distribuido; y sí, tenían sus propias leyes. Pero sus propias leyes, hasta este punto, no les impedían guardar las leyes del rey como súbditos leales.
i. De hecho, la negativa de Mardoqueo a inclinarse ante Amán no se basaba en la ley de Dios, sino en el principio de integridad personal. Parece que Amán desconocía casi por completo este principio de integridad personal.
b. Decrete que sean destruidos: Amán sugirió organizar el asesinato en masa del pueblo judío. Amán también se olvidó de decirle al rey Asuero cuántos de este pueblo había en su reino; Asuero probablemente consideró esto como una amenaza relativamente pequeña.
c. Pesaré diez mil talentos de plata: Esta era esencialmente la promesa de un soborno. Este dinero no vendría del propio bolsillo de Amán; se obtendría de la propiedad de los judíos asesinados.
2. (10-11) El rey accede al plan.
Entonces el rey quitó el anillo de su mano, y lo dio a Amán hijo de Hamedata agagueo, enemigo de los judíos, y le dijo: La plata que ofreces sea para ti, y asimismo el pueblo, para que hagas de él lo que bien te pareciere.
a. La plata que ofreces sea para ti, y asimismo el pueblo, para que hagas de él lo que bien te pareciere: Nuevamente, el rey Asuero probablemente no tenía idea de lo que acordó; probablemente creía que simplemente estaba de acuerdo con la ejecución de un puñado de revolucionarios peligrosos en su reino.
3. (12-15) El decreto es publicado.
Entonces fueron llamados los escribanos del rey en el mes primero, al día trece del mismo, y fue escrito conforme a todo lo que mandó Amán, a los sátrapas del rey, a los capitanes que estaban sobre cada provincia y a los príncipes de cada pueblo, a cada provincia según su escritura, y a cada pueblo según su lengua; en nombre del rey Asuero fue escrito, y sellado con el anillo del rey. Y fueron enviadas cartas por medio de correos a todas las provincias del rey, con la orden de destruir, matar y exterminar a todos los judíos, jóvenes y ancianos, niños y mujeres, en un mismo día, en el día trece del mes duodécimo, que es el mes de Adar, y de apoderarse de sus bienes. La copia del escrito que se dio por mandamiento en cada provincia fue publicada a todos los pueblos, a fin de que estuviesen listos para aquel día. Y salieron los correos prontamente por mandato del rey, y el edicto fue dado en Susa capital del reino. Y el rey y Amán se sentaron a beber; pero la ciudad de Susa estaba conmovida.
a. Destruir, matar y exterminar a todos los judíos, jóvenes y ancianos, niños y mujeres, en un mismo día: Con esto, el rey anunció una sentencia de muerte para los judíos en todo el imperio. Este fue como otros ataques contra el pueblo judío en la historia, excepto que fue anunciado con mucha anticipación.
b. Y el rey y Amán se sentaron a beber: Cuando el rey se sentó a beber, pensó que había hecho bien – pero realmente no entendía lo que había hecho. Amán también se sentó a beber y pensó que había hecho bien, y sabía exactamente lo que pretendía hacer. A pesar de esto, la ciudad de Susa estaba conmovida.
i. Los ciudadanos del imperio conocían a los judíos que vivían entre ellos y sabían que eran buenos ciudadanos que no causaban problemas. Por lo tanto, estaban confundidos de que saliera tal decreto que declaraba que estos judíos eran enemigos peligrosos.
ii. Una vez más, todo esto sucedió por la inseguridad y el orgullo herido de un hombre malvado – Amán.
©2022 The Enduring Word Comentario bíblico en español de David Guzik – ewm@enduringword.com