2 Crónicas 17 – Características del reinado de Josafat

A. La forma en que el rey Josafat agradó a Dios.

1. (1-4) El compromiso espiritual personal del rey Josafat.

Reinó en su lugar Josafat su hijo, el cual se hizo fuerte contra Israel. Puso ejército en todas las ciudades fortificadas de Judá, y colocó gente de guarnición, en tierra de Judá, y asimismo en las ciudades de Efraín que su padre Asa había tomado. Y Jehová estuvo con Josafat, porque anduvo en los primeros caminos de David su padre, y no buscó a los baales; Sino que buscó al Dios de su padre, y anduvo en sus mandamientos, y no según las obras de Israel.

a. Reinó en su lugar Josafat su hijo: Asa en general fue un buen rey (aunque no terminó bien) y Josafat su hijo siguió sus pasos y Jehová estuvo con Josafat, porque anduvo en los primeros caminos de David su padre.

i. “En los primeros caminos, en los que David anduvo antes de caer en esos horribles pecados de asesinato y adulterio”. (Trapp)

ii. “¿Nunca has notado la carrera de David? ¡Qué vida tan feliz fue la de David hasta cierto punto!… Pero esa hora en que caminó por el techo de su casa, vio a Betsabé y cedió a sus deseos impíos, puso fin a los días felices de David… Lo reconoces como el mismo hombre, pero su voz está rota; su música es un bajo profundo, no puede alcanzar una nota alta de la escala. Desde la hora en que pecó, comenzó a entristecerse cada vez más. Así será con nosotros si no estamos atentos”. (Spurgeon)

b. Se hizo fuerte contra Israel: Josafat reconoció que el reino del norte era un peligro para Judá, militar, política y en especial espiritualmente. Por lo tanto, fortaleció las defensas contra esta amenaza y específicamente no anduvo según las obras de Israel.

i. En su presentación de la historia de los reyes de Judá, el cronista constantemente presenta el contraste y el desafío ante los lectores de su época y la nuestra: “Tu destino, como individuo y como nación, puede ser como el de Judá o Israel. Debes seguir el ejemplo de los que no anduvieron según las obras de Israel”.

2. (5-6) La bendición sobre su reinado.

Jehová por tanto confirmó el reino en su mano, y todo Judá dio a Josafat presentes; y tuvo riquezas y gloria en abundancia. Y se animó su corazón en los caminos de Jehová, y quitó los lugares altos y las imágenes de Asera de en medio de Judá.

a. Jehová por tanto confirmó el reino en su mano: Este no era un logro menor. En aquellos días, los reyes y reinos eran frágiles y estaban bajo constante amenaza. Sin embargo, si los descendientes de David buscaban a Dios primero, Él prometió cuidar su seguridad – y Dios hace la misma promesa a su pueblo hoy (Mateo 6:33).

b. Todo Judá dio a Josafat presentes; y tuvo riquezas y gloria en abundancia: Como Josafat confió en Dios, Dios lo elevó y lo exaltó como rey. Conforme se animó su corazón en los caminos de Jehová, el Señor le concedió los deseos de su corazón (Salmos 37:4).

c. Y quitó los lugares altos y las imágenes de Asera de en medio de Judá: 1 Reyes 22:43 dice que Josafat no quitó los lugares altos. Adam Clarke explica: “En 2 Crónicas 17:6, se dice expresamente, que sí quitó los lugares altos. Si concedemos que el texto en 2 Crónicas sea correcto, los dos tipos de lugares pueden ser fácilmente reconocidos. Había dos tipos de lugares altos en la tierra: 1. Los que se usaban con propósitos idólatras. 2. Aquellos que fueron consagrados a Dios y eran usados antes de que se construyera el templo. Los primeros sí quitó, los últimos no”.

i. “Estos también pueden ser testigos de la profunda influencia de las formas de religión cananea y sincrética en los israelitas comunes. Los puntos de vista y las prácticas populares a menudo son bastante diferentes de los pronunciamientos de las autoridades religiosas”. (Selman)

B. La fuerza del reino de Josafat.

1. (7-10) La fortaleza espiritual del reino: Josafat trae la palabra de Dios al pueblo.

Al tercer año de su reinado envió sus príncipes Ben-hail, Abdías, Zacarías, Natanael y Micaías, para que enseñasen en las ciudades de Judá; Y con ellos a los levitas, Semaías, Netanías, Zebadías, Asael, Semiramot, Jonatán, Adonías, Tobías, y Tobadonías; y con ellos a los sacerdotes Elisama y Joram. Y enseñaron en Judá, teniendo consigo el libro de la ley de Jehová, y recorrieron todas las ciudades de Judá enseñando al pueblo. Y cayó el pavor de Jehová sobre todos los reinos de las tierras que estaban alrededor de Judá; y no osaron hacer guerra contra Josafat.

a. Para que enseñasen en las ciudades de Judá: Estos “sacerdotes maestros” han sido mencionados anteriormente por el cronista (2 Crónicas 15:3). Tenían el importante papel de llevar la palabra de Dios a la gente, especialmente a aquellos que vivían fuera de Jerusalén.

b. Y enseñaron en Judá, teniendo consigo el libro de la ley de Jehová, y recorrieron todas las ciudades de Judá enseñando al pueblo: Ésta era la mejor y más sabia política que podía promover un rey de Judá que era consciente de la seguridad. Debido a que Josafat buscó a Dios primero, Dios provocó pavor en las naciones vecinas, y no osaron hacer guerra contra Josafat.

i. “Con este pequeño grupo de príncipes, levitas y sacerdotes, dieciséis en total, Josafat hizo más para impresionar a las naciones circundantes con un sentido de su poder de lo que el ejército permanente más grande y mejor equipado podría haberle asegurado”. (Knapp)

ii. “El método adoptado fue lo que en estos tiempos modernos podríamos describir como la realización de Misiones Especiales en todas las ciudades de Judá, con el propósito específico de proclamar e interpretar ‘el libro de la ley de Jehová’”. (Morgan)

iii. “No se puede prestar mejor servicio a la nación que el de proclamar la Palabra de Jehová al pueblo, en ciudades, pueblos, aldeas y villas. Mediante tal proclamación, el corazón del pueblo podría volverse a Jehová, y así Él podría hacer por ellos todo lo que estaba en Su corazón”. (Morgan)

iv. “Así la nación llegó a ser completamente instruida en su deber para con Dios, el rey y unos con otros. Se convirtieron, por tanto, en un solo hombre; y contra un pueblo así unido, sobre tales principios, ningún enemigo podría tener éxito”. (Clarke)

v. Clarke observó cómo un ministerio itinerante similar en los días de John Wesley y sus seguidores impactó a Gran Bretaña: “Tal ministerio itinerante establecido en estos reinos por más de ochenta años, enseñando las doctrinas puras y sin adulterar del Evangelio, con la propiedad y la necesidad de la obediencia a las leyes, ha sido el principal medio, en la mano de Dios, de preservar las tierras de esas convulsiones y revoluciones que han arruinado y casi disuelto el continente europeo”.

vi. “Se dice que (2 Crónicas 17:2) Josafat colocó fuerzas en todas las ciudades cercadas; sin embargo, no se dice que “el temor del Señor cayó sobre las naciones vecinas”. Pero cuando hubo establecido un ministerio de predicación en todas las ciudades, entonces sus enemigos tuvieron miedo y no hicieron la guerra”. (Trapp)

2. (11-19) La fuerza internacional del reino de Josafat.

Y traían de los Filisteos presentes a Josafat, y tributos de plata. Los Arabes también le trajeron ganados, siete mil setecientos carneros y siete mil setecientos machos cabrío. Iba, pues, Josafat engrandeciéndose mucho; y edificó en Judá fortalezas y ciudades de aprovisionamiento. Tuvo muchas provisiones en las ciudades de Judá, y hombres de guerra muy valientes en Jerusalén. Y este es el número de ellos según sus casas paternas: de los jefes de los millares de Judá, el general Adna, y con él trescientos mil hombres muy esforzados; Después de él, el jefe Johanán, y con él doscientos ochenta mil; Tras éste, Amasías hijo de Zicri, el cual se había ofrecido voluntariamente a Jehová, y con él doscientos mil hombres valientes; De Benjamín, Eliada, hombre muy valeroso, y con él doscientos mil armados de arco y escudo; Tras éste, Jozabad, y con él ciento ochenta mil dispuestos para la guerra. Estos eran siervos del rey, sin los que el rey había puesto en las ciudades de fortificadas en todo Judá.

a. Y traían de los Filisteos presentes a Josafat, y tributos de plata. Los Arabes también le trajeron ganados: El compromiso de Josafat con la consagración personal y pública provocó que Dios exaltara su reino sobre todas las naciones vecinas, así como Dios lo prometió en Deuteronomio 28:1-13.

b. Estos eran siervos del rey: El verdadero tesoro del reino de Josafat no se contaba solo en seguridad o cosas materiales, sino también en los hombres dedicados y valientes que tenía a su alrededor, estos hombres de guerra muy valientes.

i. Amasías hijo de Zicri, el cual se había ofrecido voluntariamente a Jehová: “Amasías es un hombre de quien no sabemos nada más allá de esto – se ‘ofreció voluntariamente al Señor’. Debe haber habido un punto de inflexión en su carrera, una época en la que conoció por primera vez la gracia de Dios, que produjo tal cambio en él. Debe haber habido un despertar al sentimiento de que Dios merecía su amor y su vida”. (Spurgeon)

ii. Amasías fue un siervo dispuesto del Señor; esto es particularmente notable porque lo hizo en un llamado por lo demás secular.

·Nadie tuvo que presionarlo para el servicio.

·Nadie tuvo que buscarlo para el servicio.

·Nadie tuvo que cuidar de él una vez que comenzó a servir.

·Nadie tuvo que dirigirlo.

iii. “No hay ocupación honesta en la que un hombre no pueda servir completamente al Señor. Es un gran privilegio y una bendición ser apartados para la obra de ganar almas; pero nunca debemos separar esa obra de todos los demás llamamientos de la vida, como si solo esta fuera sagrada, y todo el resto fuera secular y casi pecaminoso. Sirve a Dios donde estés”. (Spurgeon)

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