2 Crónicas 33 – Los reinados de Manasés y Amón
A. El reinado de Manasés, hijo de Ezequías.
1. (1-2) Un resumen del reinado de Manasés, un reinado de 55 años de maldad.
De doce años era Manasés cuando comenzó a reinar, y cincuenta y cinco años reinó en Jerusalén. Pero hizo lo malo ante los ojos de Jehová, conforme a las abominaciones de las naciones que Jehová había echado de delante de los hijos de Israel:
a. De doce años era Manasés cuando comenzó a reinar: Esto significa que nació en los últimos quince años de la vida de Ezequías, los quince años adicionales por los que Ezequías oró (2 Reyes 20:6). Esos quince años adicionales llevaron a Judá a uno de sus peores reyes.
i. “Si este buen rey hubiera podido prever la maldad de su indigno hijo, sin duda no hubiera tenido ningún deseo de recuperarse de su enfermedad. Es mucho mejor morir sin hijos que engendrar un hijo como el que Manasés resultó ser”. (Knapp)
b. Y cincuenta y cinco años reinó en Jerusalén: Este fue un reinado notablemente largo y malvado. Una carrera larga o longevidad no es necesariamente evidencia de la bendición y aprobación de Dios.
i. “Era un hijo de David, pero era exactamente lo contrario de ese rey, que siempre fue fiel en su lealtad al único Dios de Israel. La sangre de David estaba en sus venas, pero los caminos de David no estaban en su corazón. Era un sarmiento salvaje y degenerado de una noble vid”. (Spurgeon)
c. Conforme a las abominaciones de las naciones que Jehová había echado de delante de los hijos de Israel: Manasés imitó los pecados tanto de los cananeos como de los israelitas del reino del norte (2 Reyes 16:3). Dado que Dios juzgó a estos grupos por su pecado, expulsándolos de su tierra, se debe esperar un juicio similar contra un Judá que no se arrepentía.
2. (3-9) Los pecados específicos de Manasés.
Porque él reedificó los lugares altos que Ezequías su padre había derribado, y levantó altares a los baales, e hizo imágenes de Asera, y adoró a todo el ejército de los cielos, y les rindió culto. Edificó también altares en la casa de Jehová, de la cual había dicho Jehová: En Jerusalén estará mi nombre perpetuamente. Edificó asimismo altares a todo el ejército de los cielos en los dos atrios de la casa de Jehová. Y pasó sus hijos por fuego en el valle de los hijos de Hinom; y observaba los tiempos, miraba en agüeros, era dado a adivinaciones, y consultaba a adivinos y encantadores: se excedió en hacer lo malo ante los ojos de Jehová, hasta encender su ira. Además de esto puso una imagen fundida que hizo, en la casa de Dios, de la cual había dicho Dios a David y a Salomón su hijo: En esta casa y en Jerusalén , la cual yo elegí sobre todas las tribus de Israel, pondré mi nombre para siempre: Y nunca más quitaré el pie de Israel de la tierra que yo entregué a vuestros padres, a condición de que guarden y hagan todas las cosas que yo les he mandado, toda la ley, los estatutos, y los preceptos, por medio de Moisés. Manasés, pues, hizo extraviarse a Judá y a los moradores de Jerusalén, para hacer más mal que las naciones que Jehová destruyó delante de los hijos de Israel.
a. Porque él reedificó los lugares altos que Ezequías su padre había derribado: Manasés se opuso a las reformas de su padre Ezequías y devolvió a Judá a una terrible idolatría.
i. Esto nos muestra que el arrepentimiento, la reforma y el avivamiento no son condiciones permanentes. Lo que se logra en un momento puede recibir oposición y retroceder en otro momento.
b. Levantó altares a los baales, e hizo imágenes de Asera: Manasés no quiso imitar a su piadoso padre. En cambio, imitó a uno de los peores reyes de Israel: Acab. Adoptó el mismo culto patrocinado por el estado de Baal y Asera (honrado con una imagen fundida) que marcó el reinado de Acab.
c. Edificó también altares en la casa de Jehová: Ya era bastante malo para Manasés permitir esta adoración de ídolos en Judá. Peor aún, corrompió la adoración del Dios verdadero en el templo e hizo del templo un lugar de altares de ídolos, incluidos los dedicados a su culto de adoración astrológica (edificó asimismo altares a todo el ejército de los cielos).
d. Edificó asimismo altares a todo el ejército de los cielos en los dos atrios de la casa de Jehová: Manasés no solo trajo de regreso antiguas formas de idolatría; también trajo nuevas formas de idolatría a Judá. En ese momento, el Imperio de Babilonia estaba aumentando en influencia y tenían una atracción especial por el culto astrológico. Manasés probablemente imitó esto.
i. “El culto apóstata del rey a ‘al ejército de los cielos’ tenía precedentes malignos que se remontan a la época de Moisés (Deuteronomio 4:19; Hechos 7:42), pero tales prácticas eran un pecado particular de los asirio-babilonios, con su adicción a la astrología”. (Payne)
ii. “Pero este Manasés buscó para sí mismo pecados inusuales y extravagantes. A pesar de lo malo que era Acab, nunca adoró al ejército de los cielos. Ese era un culto asirio, y este hombre debió recibir una importación de culto de Asiria y Babilonia, que era bastante nuevo”. (Spurgeon)
e. Pasó sus hijos por fuego: Manasés sacrificó a sus propios hijos al dios cananeo Moloc, quien era adorado con la quema de niños.
f. Observaba los tiempos, miraba en agüeros, era dado a adivinaciones, y consultaba a adivinos y encantadores: Manasés invitó a la influencia satánica directa mediante su aprobación e introducción de estas artes ocultas.
i. “La palabra hebrea para ‘espiritistas’ es yiddeoni, por etimología, ‘alguien que conoce’. Originalmente se refería a los fantasmas, que se suponía que poseían un conocimiento sobrehumano; pero llegó a aplicarse a aquellos que afirmaban poder para convocarlos, es decir, las brujas”. (Payne)
g. Además de esto puso una imagen fundida que hizo, en la casa de Dios: El cronista parece demasiado educado para decirlo, pero 2 Reyes 21:7 nos dice que este ídolo era Asera, la diosa cananea de la fertilidad. Esta diosa era adorada a través de la prostitución ritual. Esto significa que Manasés convirtió el templo en un burdel idólatra, dedicado a Asera.
i. “Del conjunto es evidente que Asera no era otra que Venus; la naturaleza de cuyo culto se desprende de la mención de los fornicarios y prostitutas”. (Clarke)
ii. “Manasés repitió estos pecados y los exageró cada vez. Después de que un ídolo prohibido había sido consagrado, instalaba otro aún más inmundo, y después de construir altares en los patios del templo, se aventuró más lejos… Así acumuló sus transgresiones y multiplicó sus provocaciones”. (Spurgeon)
h. Manasés, pues, hizo extraviarse a Judá y a los moradores de Jerusalén, para hacer más mal que las naciones que Jehová destruyó: 2 Reyes 21:9 nos dice cuál fue la actitud del pueblo: Mas ellos no escucharon. Esto describe la actitud básica del pueblo de Judá durante el reinado de 55 años de Manasés. No prestaron atención a las generosas promesas de Dios, prometiendo protección a su pueblo obediente. Además, fueron seducidos voluntariamente por la maldad de Manasés y se sintieron atraídos a hacer más mal.
i. “Hizo todo lo que pudo para pervertir el carácter nacional y destruir totalmente la adoración al Dios verdadero; y lo logró”. (Clarke)
ii. “¡Cuán superficial había sido el cumplimiento de la nación con las reformas de Ezequías! Sin un líder espiritual fuerte, la gente pecadora rápidamente recurrió a sus propias maquinaciones malvadas. El juicio de Dios no puede estar muy lejos”. (Patterson y Austel)
iii. Esta fue una transformación de la cultura de algo que generalmente honraba a Dios a una cultura que glorificaba la idolatría y la inmoralidad. En general, podemos decir que esto sucedió porque la gente quiso que sucediera. No les importaba la dirección de su cultura.
B. El arrepentimiento de Manasés.
1. (10-11) Dios disciplina a Manasés.
Y habló Jehová a Manasés y a su pueblo, mas ellos no escucharon: por lo cual Jehová trajo contra ellos los generales del ejército del rey de los asirios, los cuales aprisionaron con grillos a Manasés, y atado con cadenas lo llevaron a Babilonia.
a. Y habló Jehová a Manasés y a su pueblo: Esta es la gran misericordia de Dios. No tenía la obligación de advertirles o corregirlos; Dios habría estado completamente justificado al ejercer juicio de inmediato. En cambio, habló Jehová a Manasés y a su pueblo.
i. 2 Reyes 21:10-15 dice más sobre estas advertencias específicas de los profetas.
b. Mas ellos no escucharon: A pesar de las advertencias de la gracia de Dios, ni el rey ni el pueblo escucharon. Dios encontró formas más convincentes de hablar a los gobernantes y al pueblo de Judá.
i. 2 Reyes 21:16 nos habla de la terrible magnitud del pecado de Manasés: Fuera de esto, derramó Manasés mucha sangre inocente en gran manera, hasta llenar a Jerusalén de extremo a extremo; además de su pecado con que hizo pecar a Judá, para que hiciese lo malo ante los ojos de Jehová.
ii. “No podemos dar fe de la tradición de que el profeta Isaías fue asesinado por él, siendo aserrado en pedazos, pero por terrible que sea la leyenda, no es en absoluto improbable”. (Spurgeon)
c. Por lo cual Jehová trajo contra ellos los generales del ejército del rey de los asirios: Dios permitió que Manasés fuera tomado y llevado cautivo, según el patrón de su propia esclavitud pecaminosa.
i. “Dios lo envió al calabozo para que se arrepintiera; como lo hizo a David en las profundidades, y a Jonás en el vientre de la ballena para orar. La adversidad ha azotado a muchas almas al cielo, que de otro modo la prosperidad habría llevado al infierno”. (Trapp)
ii. “No se hace mención del exilio de Manasés en fuentes asirias, a pesar de que Manasés aparece en los anales de Asarhaddón (680-669 a.C.) y Asurbanipal (668-626 a.C.) como un vasallo poco dispuesto obligado a proporcionar suministros para la construcción y las empresas militares de Asiria. Es muy posible que se haya rebelado contra estas imposiciones en algún momento”. (Selman)
iii. “La presencia de Manasés en Babilonia no es de sorprenderse, ya que Asiria había tenido un largo interés en Babilonia, que estuvo bajo control directo todo el reinado de Asarhaddón y después de la desaparición de Shamash-shum-ukin”. (Selman)
2. (12-13) El notable arrepentimiento de Manasés.
Mas luego que fue puesto en angustias, oró a Jehová su Dios, humillado grandemente en la presencia del Dios de sus padres. Y habiendo orado a él, fue atendido; pues Dios oyó su oración, y lo restauró a Jerusalén, a su reino. Entonces reconoció Manasés que Jehová era Dios.
a. Mas luego que fue puesto en angustias, oró a Jehová su Dios: Manasés no fue el primero (ni el último) en volverse a Dios después de una severa temporada de angustias. Se ha dicho que Dios nos habla en nuestros deleites y nos grita en nuestros dolores. Manasés finalmente escuchó los gritos de Dios a través de las angustias.
i. “Los asirios eran notoriamente un pueblo feroz, y Manasés, habiéndolos provocado, sintió toda la degradación, el desprecio y la crueldad que la ira podía inventar. El que había confiado en los ídolos fue hecho esclavo de un pueblo idólatra; el que había derramado mucha sangre estaba ahora en peligro diario de derramar la suya propia; el que había insultado al Señor ahora debe ser continuamente insultado”. (Spurgeon)
b. Humillado grandemente en la presencia del Dios de sus padres: La palabra humillado nos recuerda que la esencia del pecado de Manasés fue el orgullo. La frase Dios de sus padres nos recuerda que Manasés regresó a la herencia piadosa que recibió de su padre Ezequías.
i. Este es un maravilloso ejemplo del principio: Instruye al niño en su camino, y aun cuando fuere viejo no se apartará de él (Proverbios 22:6). Manasés fue criado por un padre piadoso, sin embargo, vivió desafiando la fe de su padre durante la mayor parte de su vida. Sin embargo, al final de sus días realmente se arrepintió y sirvió a Dios.
c. Fue atendido; pues Dios oyó su oración, y lo restauró a Jerusalén, a su reino: Dios en gracia restauró al Manasés que tardó tanto en arrepentirse. Esta respuesta de gracia a Manasés fue el paso final en su regreso al Señor (Entonces reconoció Manasés que Jehová era Dios).
i. “Se convenció por su propia experiencia del poder, la justicia y la bondad de Dios, de que solo Jehová era el Dios verdadero, y no esos ídolos a los que había adorado, por los que había recibido gran daño y nada bueno”. (Poole)
ii. “El arrepentimiento de Manasés fue evidentemente el tema principal en la mente del cronista, y aunque sus pecados se pintan fielmente y se revelan en todo su horror, todo se convierte en un trasfondo que pone de relieve la genuina penitencia de Manasés y la pronta y compasiva respuesta de Dios”. (Morgan)
iii. En su sermón, El “Pródigo” del Antiguo Testamento, Spurgeon imaginó cómo sería para el resto de los creyentes en Jerusalén escuchar que Manasés regresaba de Babilonia. Tuvieron una breve pausa en la persecución que habían sufrido por parte del malvado rey, y al menos una desaceleración en la promoción oficial de la idolatría. Ahora, escuchar que él regresaba debió haberlos puesto de rodillas, pidiendo a Dios que tuviera misericordia de ellos una vez más. ¡Imagínese su sorpresa cuando descubrieron que el rey Manasés regresó como un hombre convertido y arrepentido!
iv. “¡Oh! El pecado de Manasés no me asombra ni la mitad de lo que me maravilla la misericordia de Dios”. (Spurgeon)
3. (14-17) Los últimos hechos de Manasés.
Después de esto edificó el muro exterior de la ciudad de David, al occidente de Gihón, en el valle, a la entrada de la puerta del Pescado, y amuralló Ofel, y elevó el muro muy alto; y puso capitanes de ejército en todas las ciudades fortificadas de Judá. Asimismo quitó los dioses ajenos, y el ídolo de la casa de Jehová, y todos los altares que había edificado en el monte de la casa de Jehová y en Jerusalén, y los echó fuera de la ciudad. Reparó luego el altar de Jehová, y sacrificó sobre él sacrificios de ofrenda de paz y de alabanza; y mandó a Judá que sirviesen a Jehová Dios de Israel. Pero el pueblo aún sacrificaba en los lugares altos, aunque lo hacía para Jehová su Dios.
a. Después de esto edificó el muro: Antes de ser humillado y arrepentirse, a Manasés no le importó mucho la defensa de Judá y Jerusalén. Ahora, con una perspectiva más piadosa, se preocupó profundamente por la seguridad del pueblo de Dios y el reino de Judá.
i. “Este fue probablemente un lugar débil el que fortificó; o una parte del muro que los asirios habían derribado y que él ahora reconstruyó”. (Clarke)
b. Asimismo quitó los dioses ajenos, y el ídolo de la casa de Jehová: Antes de ser humillado y arrepentirse, Manasés promovió la adoración de los ídolos. Ahora, destruyó ídolos y promovía la adoración del verdadero Dios de Israel; incluso mandó a Judá que sirviesen a Jehová Dios de Israel.
i. “Las reformas religiosas de Manasés representaron una reversión directa de las políticas anteriores (vv. 2-9), ya que cada uno de los elementos removidos en el versículo 15 se menciona en los versículos 3, 7”. (Selman)
ii. “Vuélvete a Él con el alma quebrantada, y Él no solo te perdonará, sino que te sacará de nuevo; y te dará, como lo hizo con Manasés, la oportunidad de deshacer algunas de esas cosas malas que han estropeado tu pasado”. (Meyer)
c. Pero el pueblo aún sacrificaba en los lugares altos, aunque lo hacía para Jehová su Dios: Esto nos recuerda la distinción entre dos tipos diferentes de lugares altos. Algunos eran altares a ídolos paganos; otros eran altares no autorizados al Dios verdadero. Manasés detuvo toda la adoración pagana en Judá, pero continuó la adoración no autorizada (es decir, fuera del templo) al Dios de Israel.
i. “Medio siglo de paganismo no podría contrarrestarse con media docena de años de reforma”. (Payne)
ii. “Si bien el arrepentimiento del pecado personal trae el perdón inmediato, es muy probable que la influencia del pecado permanezca”. (Morgan)
4. (18-20) Muerte y entierro de Manasés.
Los demás hechos de Manasés, y su oración a su Dios, y las palabras de los videntes que le hablaron en nombre de Jehová el Dios de Israel, he aquí todo está escrito en las actas de los reyes de Israel. Su oración también, y cómo fue oído, todos sus pecados, y su prevaricación, los sitios donde edificó lugares altos y erigió imágenes de Asera e ídolos, antes que se humillase, he aquí estas cosas están escritas en las palabras de los videntes. Y durmió Manasés con sus padres, y lo sepultaron en su casa; y reinó en su lugar Amón su hijo.
a. Los demás hechos de Manasés: El cronista debe referirse a documentos que tengan más información que el texto de 2 Reyes. 2 Reyes no menciona el arrepentimiento de Manasés, y no nos dice nada sobre su reinado sustancialmente diferente de lo que leemos en 2 Crónicas.
i. “Manasés ilustra uno de los temas centrales de Crónicas, que Dios puede cumplir su promesa de restauración en 2 Crónicas 7:12-16 al arrepentido, incluso en las circunstancias más extremas”. (Selman)
ii. “En cuanto a la desesperanza, es condenable. Si bien la historia de Manasés permanece registrada, ningún mortal tiene una excusa justa para perecer en la desesperanza; nadie está justificado al decir: ‘Dios nunca me perdonará’. Lee de nuevo la historia de Manasés; ve a qué extremos de pecado llegó, a qué extravagantes alturas de maldad trepó; y luego dite a ti mismo: ‘¿Lo alcanzó la misericordia soberana? Entonces también puede llegar a mí’”. (Spurgeon)
b. Y durmió Manasés con sus padres: Manasés fue un rey notablemente malo y malvado, pero al final de sus días se arrepintió verdaderamente y sirvió a Dios. De esta forma, podemos decir que era muy cierto que durmió Manasés con sus padres.
i. “La conversión de Manasés ayuda a explicar un problema de larga data en Reyes, esto es, por qué el exilio no cayó en el reinado de Manasés si sus pecados fueron realmente tan graves”. (Selman)
ii. Sin embargo, su arrepentimiento fue demasiado tarde para cambiar a la nación. “Las revueltas generalizadas durante el reinado de Asurbanipal, que ocurrieron entre 652 y 648 a.C., pueden brindar la ocasión para que Manasés fuera convocado a Babilonia y encarcelado. Si es así, su posterior liberación y reforma aparentemente fueron demasiado tarde como para tener un gran efecto en el obstinadamente descarriado pueblo”. (Patterson y Austel)
iii. Tampoco fue lo suficientemente pronto como para cambiar el destino del reino. “Años más tarde, cuando Jerusalén cayó ante los babilonios, el escritor culparía del castigo de Judá a los pecados de Manasés (2 Reyes 24:3-4)”. (Dilday)
iv. Manasés “más que cualquier otra persona fue responsable de la destrucción final del reino de Judá (2 Reyes 23:26; 24:3; Jeremías 15:4)”. (Payne)
C. El reinado de Amón, hijo de Manasés.
1. (21-23) Un perverso reinado de dos años.
De veintidós años era Amón cuando comenzó a reinar, y dos años reinó en Jerusalén. E hizo lo malo ante los ojos de Jehová, como había hecho Manasés su padre; porque ofreció sacrificios y sirvió a todos los ídolos que su padre Manasés había hecho. Pero nunca se humilló delante de Jehová, como se humilló Manasés su padre; antes bien aumentó el pecado.
a. Dos años reinó en Jerusalén: Este reinado inusualmente corto es una indicación de que la bendición de Dios no estuvo sobre el reinado de Amón.
b. E hizo lo malo ante los ojos de Jehová, como había hecho Manasés su padre… pero nunca se humilló delante de Jehová, como se humilló Manasés su padre: Amón pecó como Manasés había pecado, sin tener el arrepentimiento que tuvo Manasés. Es probable que uno de los mayores dolores del arrepentido Manasés fuera que sus hijos, y otros que fueron influenciados por su pecado, no se arrepintieran también.
i. “No hay un solo punto brillante en el carácter de este rey para aliviar la oscuridad del breve historial de su vida”. (Knapp)
ii. “Glycas dice que Amón se endureció en el pecado por el ejemplo de su padre, quien se lanzó al pecado y, sin embargo, al final se arrepintió. Entonces, pensó él, también lo haré así; por tanto, pronto fue enviado fuera del mundo por su presunción, muriendo en sus pecados, según 2 Crónicas 33:23”. (Trapp)
iii. “Manasés y Amón, en sus formas contrastantes, muestran que una actitud fatalista ante el juicio de Dios es bastante injustificada”. (Selman)
2. (24-25) El asesinato de Amón.
Y conspiraron contra él sus siervos, y lo mataron en su casa. Mas el pueblo de la tierra mató a todos los que habían conspirado contra el rey Amón; y el pueblo de la tierra puso por rey en su lugar a Josías su hijo.
a. Y conspiraron contra él sus siervos, y lo mataron en su casa: Esta historia de conspiración y asesinato parece pertenecer a los reyes de Israel, no a Judá. Sin embargo, cuando los reyes y el pueblo de Judá comenzaron a imitar los pecados de sus conquistados vecinos del norte, cayeron en el mismo caos y anarquía que marcó el último período de la historia de Israel.
i. “Aunque las Escrituras no dan ninguna razón para la conspiración, su causa puede estar dentro de la maraña de revueltas que Asurbanipal suprimió desde 642-639 y que hizo que volviera su atención hacia el oeste… La muerte de Amón puede, por lo tanto, reflejar una lucha de poder entre aquellos que deseaban permanecer leales a la corona asiria y aquellos que aspiraban a vincular la fortuna de Judá con la estrella en ascenso de Psamético I (664-609) de la dinastía XXVI de Egipto”. (Patterson y Austel)
b. Mas el pueblo de la tierra mató a todos los que habían conspirado contra el rey Amón: Esta era una señal de esperanza. Hasta este punto, el pueblo de Judá había tolerado en gran medida unos 57 años de reyes completamente malvados que llevaron a la nación al mal. Ahora parece que querían rectitud y justicia en lugar del mal con el que habían vivido durante tanto tiempo.
i. De alguna manera, se podría decir que el pueblo de Judá tuvo estos reyes malvados por más de 50 años porque eso es lo que quisieron. Dios les dio los líderes que querían y merecían. Ahora, cuando la gente del reino se volvió hacia la piedad, Dios les dio un rey mejor.
c. Y el pueblo de la tierra puso por rey en su lugar a Josías su hijo: Aunque el rey Amón fue asesinado, Dios aun así no permitió que Judá cayera en el mismo pozo de anarquía en el que se había hundido Israel. Debido a la acción justa del pueblo de la tierra, no hubo cambio de dinastía, y el heredero legítimo del trono de David se convirtió en rey.
i. “La única contribución positiva que hizo Amón a la historia de Judá fue producir uno de los mejores reyes para reinar en el trono de Jerusalén”. (Dilday)
©2021 The Enduring Word Comentario bíblico en español de David Guzik – ewm@enduringword.com