Éxodo 9 – Más plagas sobre Egipto
A. La quinta plaga: Enfermedad sobre el ganado.
1. (1-4) Dios le dice a Moisés que advierta a Faraón
Entonces Jehová dijo a Moisés: Entra a la presencia de Faraón, y dile: Jehová, el Dios de los hebreos, dice así: Deja ir a mi pueblo, para que me sirva. Porque si no lo quieres dejar ir, y lo detienes aún, he aquí la mano de Jehová estará sobre tus ganados que están en el campo, caballos, asnos, camellos, vacas y ovejas, con plaga gravísima. Y Jehová hará separación entre los ganados de Israel y los de Egipto, de modo que nada muera de todo lo de los hijos de Israel.
a. Entra a la presencia de Faraón, y dile: En misericordia, Dios le dijo a Moisés que diera otra advertencia, para que Faraón tuviera la oportunidad de arrepentirse.
b. Deja ir a mi pueblo, para que me sirva: En esta solicitud dos cosas eran claras. Primero, el pueblo de Israel le pertenecía a Dios, no a Faraón. Segundo, era claro que Dios quería que Faraón dejara ir a los hijos de Israel por el bien de Jehová mismo, no tanto por el bien de los hijos de Israel.
i. Faraón era responsable de tratar bien a Israel por el bien del Señor, no tanto por el bien de Israel. De la misma manera, debemos tratarnos bien los unos a los otros, no solo por el bien de nuestro hermano o hermana, sino también por el bien del Señor. Se lo debemos a Él incluso más de lo que se lo debemos a ellos.
c. Con plaga gravísima … de modo que nada muera de todo lo de los hijos de Israel: Faraón fue advertido de que otra plaga estaba en camino, una que dañaría severamente al ganado de Egipto – pero no al ganado que pertenecía al pueblo de Israel.
2. (5-7) Enfermedad y muerte del ganado.
Y Jehová fijó plazo, diciendo: Mañana hará Jehová esta cosa en la tierra. Al día siguiente Jehová hizo aquello, y murió todo el ganado de Egipto; mas del ganado de los hijos de Israel no murió uno. Entonces Faraón envió, y he aquí que del ganado de los hijos de Israel no había muerto uno. Mas el corazón de Faraón se endureció, y no dejó ir al pueblo.
a. Y murió todo el ganado de Egipto: Esta plaga fue dirigida en contra del dios Egipcio Hathor quien se creía que era una madre diosa con la forma de una vaca. Además, la religión egipcia consideraba al ganado como sagrado y la vaca era considerada a menudo como el símbolo de la fertilidad. Dios le muestra a Faraón y a todo Egipto de que Él era más poderoso que éste imaginario dios pagano.
i. Cole cita una antigua referencia a una batalla que los egipcios perdieron porque sus enemigos pusieron una manada de ganado frente a sus tropas que avanzaban. Funcionó porque los soldados egipcios no dispararon contra el ejército contrario por temor a matar accidentalmente a lo que consideraban el ganado sagrado.
b. Faraón envió, y he aquí que del ganado de los hijos de Israel no había muerto uno: Moisés le dijo a Faraón que los Israelitas serían librados, y Faraón creyó lo suficiente para confirmarlo. Sin embargo, no cambió su corazón cuando se comprobó que Moisés y su Dios estaban en lo correcto.
B. La sexta plaga: Sarpullido.
1. (8-10) La plaga de sarpullido llega sin previo aviso.
Y Jehová dijo a Moisés y a Aarón: Tomad puñados de ceniza de un horno, y la esparcirá Moisés hacia el cielo delante de Faraón; y vendrá a ser polvo sobre toda la tierra de Egipto, y producirá sarpullido con úlceras en los hombres y en las bestias, por todo el país de Egipto. Y tomaron ceniza del horno, y se pusieron delante de Faraón, y la esparció Moisés hacia el cielo; y hubo sarpullido que produjo úlceras tanto en los hombres como en las bestias.
a. Ceniza de un horno: “Sería negra y fina. Quizás ‘hollín’ sería una mejor palabra que la describa, ya que se describe como ‘polvo’ muy fino que sopla en el viento”. (Cole)
b. Produjo úlceras tanto en los hombres como en las bestias: Como la tercera plaga en este segundo grupo de tres, esta plaga vino sin previo aviso. Esta vez, Dios decidió no dar misericordiosamente al Faraón una oportunidad previa para arrepentirse.
i. “Por primera vez, las vidas de los seres humanos son atacadas y puestas en peligro, por lo que fue un presagio de la décima y más terrible de todas las plagas”. (Kaiser)
c. Sarpullido que produjo úlceras: La idea detrás de la antigua palabra Hebrea para sarpullido es “quemar.” Lleva la idea de una hinchazón y dolorosa inflamación de la piel. Este sarpullido doloroso y úlceras afectaron a personas y animales.
2. (11-12) El efecto del sarpullido en los hechiceros de Egipto.
Y los hechiceros no podían estar delante de Moisés a causa del sarpullido, porque hubo sarpullido en los hechiceros y en todos los egipcios. Pero Jehová endureció el corazón de Faraón, y no los oyó, como Jehová lo había dicho a Moisés.
a. Y los hechiceros no podían estar delante de Moisés a causa del sarpullido: Esta plaga probablemente estaba dirigida al dios Egipcio Imhotep, quien se decía que era el dios de la medicina. Incluso aquellos que se pensaba que eran los más cercanos a los dioses egipcios (los hechiceros de la corte) fueron golpeados con esta plaga.
b. Jehová endureció el corazón de Faraón: Aquí, por primera vez, se dice que Jehová endureció el corazón de Faraón. Previamente Dios había anunciado de que él endurecería el corazón de Faraón. (Éxodo 4:21 y Éxodo 7:3), y este era el cumplimiento de ello. Sin embargo, se dice al menos seis veces antes de esto que Faraón endureció su propio corazón (Éxodo 7:13, 7:22, 8:15, 8:19, 8:32, 9:7). Vemos que el endurecimiento del corazón de Faraón por parte de Dios fue el fortalecimiento de aquello aquello que Faraón había puesto en sí mismo desde el inicio.
i. “Esta es la primera ocasión en la que se usa este tipo de palabras después de una plaga. Anteriormente, la posición siempre se ha puesto del otro lado: el Faraón ha endurecido su propio corazón. La moraleja sería que Dios endurece a los que se endurecen a sí mismos”. (Cole)
ii. “ ‘Endurecer’ es la expresión, no del propósito divino, sino del resultado de desobedecer a la solicitud divina. De hecho, todas las plagas fueron intencionadas y calculadas para ablandar, si Faraón hubiera tenido la voluntad de ceder”. (Thomas)
c. Como Jehová lo había dicho a Moisés: Todo era de acuerdo al plan de Dios, aún el endurecimiento del corazón de Faraón.
C. La séptima plaga: Granizo.
1. (13-21) Moisés advierte a Faraón y a los Egipcios de la plaga de granizo
Entonces Jehová dijo a Moisés: Levántate de mañana, y ponte delante de Faraón, y dile: Jehová, el Dios de los hebreos, dice así: Deja ir a mi pueblo, para que me sirva. Porque yo enviaré esta vez todas mis plagas a tu corazón, sobre tus siervos y sobre tu pueblo, para que entiendas que no hay otro como yo en toda la tierra. Porque ahora yo extenderé mi mano para herirte a ti y a tu pueblo de plaga, y serás quitado de la tierra. Y a la verdad yo te he puesto para mostrar en ti mi poder, y para que mi nombre sea anunciado en toda la tierra. ¿Todavía te ensoberbeces contra mi pueblo, para no dejarlos ir? He aquí que mañana a estas horas yo haré llover granizo muy pesado, cual nunca hubo en Egipto, desde el día que se fundó hasta ahora. Envía, pues, a recoger tu ganado, y todo lo que tienes en el campo; porque todo hombre o animal que se halle en el campo, y no sea recogido a casa, el granizo caerá sobre él, y morirá. De los siervos de Faraón, el que tuvo temor de la palabra de Jehová hizo huir sus criados y su ganado a casa; mas el que no puso en su corazón la palabra de Jehová, dejó sus criados y sus ganados en el campo.
a. Yo enviaré esta vez todas mis plagas a tu corazón:En esta advertencia extendida, Dios quería que Faraón supiera quién tenía el control. Tan malo como había sido hasta este punto, era solo por la misericordia de Dios que Faraón y Egipto aún no habían sido quitados de la tierra.
b. Para mostrar en ti mi poder, y para que mi nombre sea anunciado en toda la tierra: En esta fuerte declaración, Dios le dijo a Faraón a través de Moisés que su resistencia estaba siendo usada para la gloria de Dios.
i. Si Faraón pensaba que estaba logrando algo con su resistencia en contra de Dios, estaba completamente equivocado. Toda su rebelión obstinada, al final simplemente glorificó más a Jehová.
c. Envía, pues, a recoger tu ganado, y todo lo que tienes en el campo: Dios invitó a Faraón y a los egipcios a confiar en Él al recomendarles algunas precauciones antes de la plaga. Algunos tomaron la invitación de Dios y salvaron a su ganado, pero otros no lo hicieron.
i. “Las lluvias llegan de forma tan ocasional en el alto Egipto que la predicción de una gran granizada acompañada de una violenta tormenta eléctrica debe haber sido recibida con mucho escepticismo”. (Kaiser)
2. (22-26) Una plaga de granizo y truenos que traen fuego desde los cielos.
Y Jehová dijo a Moisés: Extiende tu mano hacia el cielo, para que venga granizo en toda la tierra de Egipto sobre los hombres, y sobre las bestias, y sobre toda la hierba del campo en el país de Egipto. Y Moisés extendió su vara hacia el cielo, y Jehová hizo tronar y granizar, y el fuego se descargó sobre la tierra; y Jehová hizo llover granizo sobre la tierra de Egipto. Hubo, pues, granizo, y fuego mezclado con el granizo, tan grande, cual nunca hubo en toda la tierra de Egipto desde que fue habitada. Y aquel granizo hirió en toda la tierra de Egipto todo lo que estaba en el campo, así hombres como bestias; asimismo destrozó el granizo toda la hierba del campo, y desgajó todos los árboles del país. Solamente en la tierra de Gosén, donde estaban los hijos de Israel, no hubo granizo.
a. Hubo, pues, granizo, y fuego mezclado con el granizo, tan grande, cual nunca hubo: esta era quizás la plaga más aterradora hasta el momento. Los egipcios deben haber creído que la ira de Dios estaba siendo derramada del cielo con toda severidad.
i. Hubo, pues, granizo, y fuego mezclado con el granizo: “Una mezcla extraña; un milagro dentro de un milagro, dice el rabino Solomon. El fuego y el agua hicieron la paz entre sí, para que pudieran obedecer la voluntad de su Creador “. (Trapp)
b. Y aquel granizo hirió en toda la tierra de Egipto: Esta plaga fue dirigida contra varios dioses egipcios. Entre ellos destacaba Nut, la diosa del cielo.
3. (27-35) Faraón se arrepiente falsamente y su corazón se endurece más.
Entonces Faraón envió a llamar a Moisés y a Aarón, y les dijo: He pecado esta vez; Jehová es justo, y yo y mi pueblo impíos. Orad a Jehová para que cesen los truenos de Dios y el granizo, y yo os dejaré ir, y no os detendréis más. Y le respondió Moisés: Tan pronto salga yo de la ciudad, extenderé mis manos a Jehová, y los truenos cesarán, y no habrá más granizo; para que sepas que de Jehová es la tierra. Pero yo sé que ni tú ni tus siervos temeréis todavía la presencia de Jehová Dios. El lino, pues, y la cebada fueron destrozados, porque la cebada estaba ya espigada, y el lino en caña. Mas el trigo y el centeno no fueron destrozados, por- que eran tardíos. Y salido Moisés de la presencia de Faraón, fuera de la ciudad, extendió sus manos a Jehová, y cesaron los truenos y el granizo, y la lluvia no cayó más sobre la tierra. Y viendo Faraón que la lluvia había cesado, y el granizo y los truenos, se obstinó en pecar, y endurecieron su corazón él y sus siervos. Y el corazón de Faraón se endureció, y no dejó ir a los hijos de Israel, como Jehová lo había dicho por medio de Moisés.
a. He pecado esta vez; Jehová es justo, y yo y mi pueblo impíos: Estas suenan como las palabras de arrepentimiento perfectas por parte de Faraón, pero el verdadero arrepentimiento no se había abierto camino en su corazón. Faraón estaba afligido por las consecuencias del pecado, pero no por el pecado en sí.
i. “El ‘He pecado’ de Faraón (Éxodo 9:27) es una de ocho confesiones similares en la Escritura, cuatro sinceras y cuatro no sinceras” (Thomas). Quizá sea mejor verlas como 5 no sinceras y 3 sinceras.
· Faraón – un pecador endurecido (Éxodo 9:27)
· Balaam – un hombre de doble ánimo (Números 22:34)
· Acán – un penitente dudoso (Josué 7:20)
· Saúl – un hombre insincero (1 Samuel 15:24)
· Judas – el arrepentimiento de la desesperación (Mateo 27:4)
· Job – un arrepentimiento piadoso (Job 6:20)
· David – un arrepentimiento después de un contratiempo (2 Samuel 12:13)
· El Pródigo – La confesión de pecado bendita (Lucas 15:18).
b. Yo sé que ni tú ni tus siervos temeréis todavía la presencia de Jehová Dios: La respuesta de Moisés a Faraón muestra que está empezando a aprender y a discernir. Moisés sabía que la promesa de tocar al primogénito de Faraón aún no había sido cumplida (descrita por Dios en Éxodo 4:22-23).
i. “Moisés no cree que Faraón vaya a cumplir su palabra, sin embargo le concede la petición para que Faraón no tenga excusa”. (Cole)
c. Se obstinó en pecar … Y el corazón de Faraón se endureció: Endurecer el corazón contra Dios es pecado; fallar en arrepentirse cuando Dios lleno de gracia responde a nuestra súplica es ignorar Su rica misericordia, es pecar aún más.
©2021 The Enduring Word Comentario bíblico en español de David Guzik – ewm@enduringword.com