Jeremías 5 – La búsqueda de un hombre justo.
A. Se busca un hombre justo pero no hay ninguno.
1. (1-2) La búsqueda de alguien que busque la verdad.
Recorred las calles de Jerusalén, y mirad ahora, e informaos; buscad en sus plazas a ver si halláis hombre, si hay alguno que haga justicia, que busque verdad; y yo la perdonaré. Aunque digan: Vive Jehová, juran falsamente.
a. A ver si halláis hombre que busque verdad; y yo la perdonaré: Hablando a través de Jeremías, Dios expone la corrupción de la Jerusalén de los días de Jeremías. Era como si no hubiera ni un solo hombre que hiciera lo correcto y buscara la verdad.
i. Pensamos en Jeremías como un predecesor del filósofo griego Diógenes, quien supuestamente llevaba una lámpara por Atenas durante el día, en busca de un hombre honesto. Jeremías buscaba a un hombre justo (alguno que haga justicia) alguno que busque verdad. Si se pudiera encontrar a uno, Dios perdonaría su juicio contra Jerusalén.
ii. Podríamos decir que esta afirmación era una hipérbole, una exageración literaria para demostrar algo. Después de todo, esperaríamos que Jeremías fuera un hombre así, aunque era de Anatot, no de Jerusalén (Jeremías 1:1). Sin embargo, es posible que esto fuera literalmente cierto además de poéticamente cierto.
iii. También se puede decir que Dios todavía hoy busca a un hombre que haga justicia y que busque verdad – y encuentra solo al Hombre, Jesucristo. Él es el Hombre Único que puede salvar a cualquier ciudad o individuo del juicio.
b. Aunque digan: Vive Jehová, juran falsamente: Jeremías podría encontrar muchas personas religiosas en Jerusalén – muchos que jurarían por el Señor y dirían: “Vive Jehová.” Sin embargo, no pudo encontrar a nadie que buscara al Señor con sinceridad.
2. (3) La oración de Jeremías.
Oh Jehová, ¿no miran tus ojos a la verdad? Los azotaste, y no les dolió; los consumiste, y no quisieron recibir corrección; endurecieron sus rostros más que la piedra, no quisieron convertirse.
a. Oh Jehová, ¿no miran tus ojos a la verdad?: Jeremías apela a Dios, que veía y se preocupaba por la verdad entre los hombres. Jeremías ora con una sensación de asombro por la dureza y terquedad de corazón del pueblo de Dios.
i. “La alusión no es a la verdad doctrinal, o a la verdad en abstracto, sino a la verdad práctica como debería existir en el corazón y en la vida de los hombres. Podría leerse ‘Señor, ¿no están tus ojos puestos en la veracidad?’ O ‘¿en la fidelidad?’”. (Spurgeon)
b. Los azotaste, y no les dolió: Jeremías se lamentaba por la falta de arrepentimiento y quebrantamiento por el pecado entre el pueblo de Jerusalén. Fueron heridos, pero no afligidos; consumidos, pero no corregidos. A pesar de todo lo que habían soportado y seguirían soportando, no quisieron convertirse.
i. “No hay señal más segura de un israelita carnal, de un profeso libertino, que ser insensato o incorregible ante los juicios públicos”. (Trapp)
3. (4-5) El plan de Jeremías de apelar a los grandes hombres de Jerusalén.
Pero yo dije: Ciertamente éstos son pobres, han enloquecido, pues no conocen el camino de Jehová, el juicio de su Dios. Iré a los grandes, y les hablaré; porque ellos conocen el camino de Jehová, el juicio de su Dios. Pero ellos también quebraron el yugo, rompieron las coyundas.
a. Ciertamente éstos son pobres, han enloquecido, pues no conocen el camino de Jehová: Mientras buscaba a un hombre justo, Jeremías se asombró de la necedad espiritual y moral del pueblo de Jerusalén. Luego considera que quizás era porque eran pobres y sin educación (han enloquecido). Esto explica por qué no conocen el camino de Jehová.
b. Iré a los grandes, y les hablaré: Jeremías después se vuelve hacia los grandes, los aristócratas de Jerusalén. Con toda su educación y ventajas, seguramente se podría encontrar un hombre justo entre ellos.
c. Pero ellos también quebraron el yugo, rompieron las coyundas: La búsqueda de Jeremías entre los grandes de Jerusalén terminó en desilusión. También eran rebeldes; tal vez rebeldes educados, pero rebeldes contra Dios de todos modos.
4. (6-9) La pena que vendrá a una ciudad rebelde.
Por tanto, el león de la selva los matará, los destruirá el lobo del desierto, el leopardo acechará sus ciudades; cualquiera que de ellas saliere será arrebatado; porque sus rebeliones se han multiplicado, se han aumentado sus deslealtades. ¿Cómo te he de perdonar por esto? Sus hijos me dejaron, y juraron por lo que no es Dios. Los sacié, y adulteraron, y en casa de rameras se juntaron en compañías. Como caballos bien alimentados, cada cual relinchaba tras la mujer de su prójimo. ¿No había de castigar esto? dijo Jehová. De una nación como esta, ¿no se había de vengar mi alma?
a. Por tanto, el león de la selva los matará: La mayoría ve al león, al lobo y al leopardo descritos aquí como imágenes de los invasores venideros. Sin embargo, también es posible que Jeremías se imaginara a Jerusalén y las otras ciudades de Judá desoladas y entregadas a animales salvajes. La guerra del juicio que se avecinaba enviaría a Judá de regreso a tiempos mucho más primitivos.
i. “El león representa la fuerza, el lobo del desierto la voracidad y el leopardo la rapidez, todos rasgos de los babilonios” (Feinberg). “Así Nabucodonosor es llamado [león] por su crueldad, lobo por su voracidad, y leopardo por su astucia y rapidez”. (Trapp)
ii. “Muchas ciudades fueron destruidas a principios del siglo VI a. C. y nunca más fueron ocupadas… Otras fueron destruidas y ocupadas de nuevo después de un largo período de abandono”. (William Albright, citado en Ryken, con respecto a la evidencia arqueológica de la conquista de Judá)
iii. Cuando en tiempos más fieles y obedientes Israel entró en la Tierra Prometida, Dios usó la naturaleza para luchar por ellos. Deuteronomio 7:20 y Josué 24:12 hablan de cómo Dios envió avispas para ahuyentar a los enemigos de Israel. Ahora, en su rebelión, Dios envía a la naturaleza a trabajar contra Israel en lugar de a su favor.
iv. Dios prometió esto a un Israel desobediente en Levítico 26:22: Enviaré también contra vosotros bestias fieras que os arrebaten vuestros hijos, y destruyan vuestro ganado, y os reduzcan en número, y vuestros caminos sean desiertos.Jeremías anticipa el cumplimiento de esta advertencia.
b. Sus hijos me dejaron… los sacié: El pecado de Judá era aún peor cuando se le consideraba como simple ingratitud. Dios había hecho tanto por ellos, sin embargo, espiritualmente hablando, ellos adulteraron.
i. El adulterio espiritual – ir tras dioses paganos – también estaba relacionado con el adulterio sexual. El llamado culto a los dioses paganos a menudo involucraba prostitutas rituales e inmoralidad sexual. Las ideas de adulterio espiritual y sexual estaban conectadas y combinadas.
c. Adulteraron, y en casa de rameras se juntaron en compañías: Jeremías no solo veía multitudes acudiendo a las llamadas prostitutas sagradas, sino que estaban organizados como si fueran un ejército (en compañías). Esta era una descripción poderosa y poética de cómo la gente estaba entregada al culto pagano y la prostitución ritual.
i. “Había un aspecto sexual en la religión en todo el Creciente fértil, aunque las diosas de la fertilidad jugaron un papel mucho más importante entre los cananeos que entre cualquier otro pueblo antiguo. La prostitución sagrada era un acompañamiento casi invariable del culto a las diosas de la fertilidad en Fenicia y Siria”. (Thompson, refiriéndose a From the Stone Age to Christianity, de Albright, páginas 233, 235)
ii. “Preferían llamar a la prostituta del templo zona (mujer profana) en lugar de usar el término cananeo qedesa (mujer santa)”. (Thompson)
d. ¿No había de castigar esto? Mientras Jeremías registraba Jerusalén, no encontró hombres justos ni hombres de verdad. Encontró rebeldes espirituales y adúlteros. Esta era una nación que debía ser juzgada.
B. Profetas de viento, profetas de fuego.
1. (10-13) Destrucción sin un final total.
Escalad sus muros y destruid, pero no del todo; quitad las almenas de sus muros, porque no son de Jehová. Porque resueltamente se rebelaron contra mí la casa de Israel y la casa de Judá, dice Jehová. Negaron a Jehová, y dijeron: El no es, y no vendrá mal sobre nosotros, ni veremos espada ni hambre; antes los profetas serán como viento, porque no hay en ellos palabra; así se hará a ellos.
a. Escalad sus muros y destruid, pero no del todo: Muros destruidos generalmente indican un final total; pero no con el Dios de Israel. Aquí hay una promesa de traer restauración y avivamiento – una promesa cumplida parcialmente en la obra de reconstrucción de Esdras y Nehemías, y cumplida totalmente en la restauración de Israel a su Mesías, Jesucristo.
i. Quitad las almenas: “Las almenas de la vid no han dado frutos de justicia, por lo que serán quemadas, mientras que su cepa será salvada. Esta figura se refleja muy de cerca en Cristo en Juan 15:1-6”. (Harrison)
b. Negaron a Jehová, y dijeron: El no es: Cuando los falsos profetas aseguraron al pueblo de Judá y Jerusalén que sus problemas actuales no eran advertencias ni correcciones del Señor, negaron a Jehová. Cuando ellos prometieron: “y no vendrá mal sobre nosotros”, ellos negaron a Jehová.
i. Quizás estos falsos profetas tenían buenas intenciones y esperaban animar a Judá y Jerusalén. Quizás los falsos profetas realmente creyeron su propio mensaje. Sin embargo, negaron a Jehová – lo cual es un pecado grave y severo. En nuestros días, les decimos a los falsos profetas, incluso a aquellos que tienen buenas intenciones y creen sus propias mentiras: dejen de mentir acerca del Señor.
c. Antes los profetas serán como viento, porque no hay en ellos palabra: Los falsos profetas no eran más que viento – movimiento sin sustancia. La palabra de Dios no estaba en ellos, y sus supuestas palabras proféticas eran de ellos, no de la sustancia de la palabra de Dios.
i. Varios comentaristas creen que la frase los profetas serán como viento se refiere a cómo el pueblo consideraba a los verdaderos profetas de Dios – solo como charlatanes.
2. (14-17) La palabra del profeta de fuego.
Por tanto, así ha dicho Jehová Dios de los ejércitos: Porque dijeron esta palabra, he aquí yo pongo mis palabras en tu boca por fuego, y a este pueblo por leña, y los consumirá. He aquí yo traigo sobre vosotros gente de lejos, oh casa de Israel, dice Jehová; gente robusta, gente antigua, gente cuya lengua ignorarás, y no entenderás lo que hablare. Su aljaba como sepulcro abierto, todos valientes. Y comerá tu mies y tu pan, comerá a tus hijos y a tus hijas; comerá tus ovejas y tus vacas, comerá tus viñas y tus higueras, y a espada convertirá en nada tus ciudades fortificadas en que confías.
a. Porque dijeron esta palabra, he aquí yo pongo mis palabras en tu boca por fuego, y a este pueblo por leña, y los consumirá: En contraste con los profetas de viento mencionados en el versículo anterior, Dios haría de Jeremías un profeta de fuego – cuyas palabras anunciarían el juicio devorador venidero. Como verdadero profeta, las palabras de Jeremías tendrían sustancia – pero de forma desagradable.
b. He aquí yo traigo sobre vosotros gente de lejos: Jeremías repite la promesa de que Dios traería un poderoso ejército de juicio contra Judá y Jerusalén, más tarde cumplida por los babilonios bajo el reinado de Nabucodonosor.
i. Su aljaba como sepulcro abierto: Serían invencibles porque sus aljabas estarían llenas de flechas mortíferas, siempre trayendo más destrucción. Se podría depender de cada flecha para matar a alguien”. (Feinberg)
3. (18-19) La lógica divina detrás del juicio.
No obstante, en aquellos días, dice Jehová, no os destruiré del todo. Y cuando dijeren: ¿Por qué Jehová el Dios nuestro hizo con nosotros todas estas cosas?, entonces les dirás: De la manera que me dejasteis a mí, y servisteis a dioses ajenos en vuestra tierra, así serviréis a extraños en tierra ajena.
a. No os destruiré del todo: La misericordiosa promesa se repite de nuevo. Aunque vendría un juicio devastador sobre Judá y Jerusalén, Dios no abandonaría a su pueblo del pacto y traería restauración.
b. De la manera que me dejasteis a mí, y servisteis a dioses ajenos en vuestra tierra, así serviréis a extraños en tierra ajena: La explicación del juicio de Dios era básica y sensata. El pueblo de Judá y Jerusalén servía a dioses extranjeros; ahora Dios los enviará a servir al pueblo de los dioses que adoraban.
C. Un pueblo necio.
1. (20-25) La necedad de no aprender de la naturaleza.
Anunciad esto en la casa de Jacob, y haced que esto se oiga en Judá, diciendo: Oíd ahora esto, pueblo necio y sin corazón, que tiene ojos y no ve, que tiene oídos y no oye: ¿A mí no me temeréis? dice Jehová. ¿No os amedrentaréis ante mí, que puse arena por término al mar, por ordenación eterna la cual no quebrantará? Se levantarán tempestades, mas no prevalecerán; bramarán sus ondas, mas no lo pasarán. No obstante, este pueblo tiene corazón falso y rebelde; se apartaron y se fueron. Y no dijeron en su corazón: Temamos ahora a Jehová Dios nuestro, que da lluvia temprana y tardía en su tiempo, y nos guarda los tiempos establecidos de la siega. Vuestras iniquidades han estorbado estas cosas, y vuestros pecados apartaron de vosotros el bien.
a. Oíd ahora esto, pueblo necio: A través de Jeremías, Dios habla a Judá y Jerusalén, exponiendo su necedad espiritual y moral al resistirlo y rechazarlo.
b. Se levantarán tempestades, mas no prevalecerán: Jeremías usa la ilustración del océano y la arena. Las aguas del mar golpean continuamente la arena, pero la arena permanece y el mar permanece dentro de sus límites. La analogía es clara: si el océano no puede prevalecer contra la arena, el pueblo de Dios nunca prevalecerá en su rebelión contra Él.
i. “Dios ha decidido detener el avance de las poderosas olas con una barrera de granos de arena… Hay muchas ilustraciones de esto en la historia de la Iglesia. El orgullo del perseguidor ha sido detenido por las oraciones y lágrimas de hombres, mujeres y niños, que no han tenido más fuerza en sí mismos que un banco de granos de arena, pero han logrado detener el poder de sus enemigos”. (Meyer)
c. No obstante, este pueblo tiene corazón falso y rebelde: El pueblo de Dios no aprendía la lección que la naturaleza enseña claramente – que es necio pelear contra de Dios.
i. “Aquí Dios contrasta la obediencia del fuerte, poderoso e indómito mar, con el carácter rebelde de su propio pueblo. ‘El mar’, dice, ‘me obedece; nunca rompe su límite; nunca salta de su cauce; me obedece en todos sus movimientos. Pero hombre, pobre hombre insignificante, la pequeña criatura a la que podría aplastar como la polilla, no me quiere obedecer’”. (Spurgeon)
d. Vuestras iniquidades han estorbado estas cosas, y vuestros pecados apartaron de vosotros el bien: Dios describe las bendiciones de la lluvia y la cosecha y luego le dice a Judá por qué no tenían esas bendiciones en abundancia. Sus pecados apartaron de vosotros el bien; no era culpa de Dios.
i. Vuestras iniquidades, vuestros pecados: “Las dos palabras que se usan aquí para las violaciones del pacto de Israel son comunes en el Antiguo Testamento, pero pueden tener algún punto especial aquí. La primera, awon, está relacionada con una raíz que significa ‘querer, errar’, y el segundo, hattat con una raíz que significa ‘fallar en el blanco’. Israel se había alejado de Yahveh y no había alcanzado la meta establecida para ella”. (Thompson)
2. (26-29) La maldad de aquellos que no se preocupan por su prójimo.
Porque fueron hallados en mi pueblo impíos; acechaban como quien pone lazos, pusieron trampa para cazar hombres. Como jaula llena de pájaros, así están sus casas llenas de engaño; así se hicieron grandes y ricos. Se engordaron y se pusieron lustrosos, y sobrepasaron los hechos del malo; no juzgaron la causa, la causa del huérfano; con todo, se hicieron prósperos, y la causa de los pobres no juzgaron. ¿No castigaré esto? dice Jehová; ¿y de tal gente no se vengará mi alma?
a. Acechaban como quien pone lazos, pusieron trampa para cazar hombres: Al usar la imagen de un cazador de pájaros, es posible que Jeremías tuviera en mente a los que roban hombres para ser esclavos. Es más probable que tuviera en mente a aquellos que usan sus posiciones de poder e influencia para hacerse grandes y ricos, a expensas de los débiles y necesitados.
i. “La metáfora del cazador de pájaros recorre el pasaje. Así como la canasta del cazador está llena de pájaros, así las casas de estos hombres malvados están llenas de traición o ‘engaño’”. (Thompson)
b. No juzgaron la causa, la causa del huérfano: En lugar de aprovecharse del débil y necesitado, estos hombres inicuos deberían haber usado sus posiciones de poder e influencia para hacer el bien por ellos.
c. Se hicieron prósperos: Su prosperidad no provenía de la bendición de Dios. Era el resultado de su propia ambición y empresa pecaminosas – y por lo tanto invitaron al juicio de Dios (¿No castigaré esto?).
3. (30-31) Los falsos profetas y la gente que los ama.
Cosa espantosa y fea es hecha en la tierra; los profetas profetizaron mentira, y los sacerdotes dirigían por manos de ellos; y mi pueblo así lo quiso. ¿Qué, pues, haréis cuando llegue el fin?
a. Cosa espantosa y fea es hecha en la tierra: Estas eran palabras fuertes, introduciendo una cosa que era verdaderamente espantosa a los ojos de Dios.
b. Los profetas profetizaron mentira: La primera cosa espantosa y fea fueron las palabras falsas de los supuestos profetas. Ellos afirmaron hablar en el nombre del Señor, pero hablaban mentira.
i. “Los profetas de Dios son los siervos y amigos más verdaderos de las naciones. Los falsos profetas son los peores enemigos de la nación. Su popularidad es la última evidencia de la decadencia nacional”. (Morgan)
c. Y los sacerdotes dirigían por manos de ellos: La segunda cosa espantosa y fea era que los líderes entre el pueblo de Dios gobiernan no por el amor y el liderazgo de Dios, sino por manos de ellos. Su autoridad y liderazgo eran del hombre, no de Dios – como el liderazgo de los gentiles que más tarde describió Jesús (Mateo 20:25-26).
d. Y mi pueblo así lo quiso: La tercera cosa espantosa y fea era que el pueblo de Dios estaba perfectamente feliz de tener falsos profetas y un liderazgo corrupto. Esto nos recuerda que la popularidad entre el pueblo de Dios nunca debe considerarse como una garantía de que uno habla en nombre del Señor ni de que dirige de manera piadosa.
i. El pueblo “está perfectamente satisfecho con este estado de las cosas, porque se le permite continuar en sus pecados sin reproche ni restricción. Los profetas y los sacerdotes se unieron para engañar y arruinar al pueblo”. (Clarke)
ii. “Los profetas, los sacerdotes y el pueblo estaban unidos en su pecado, y no había otra alternativa que la del juicio”. (Morgan)
e. ¿Qué, pues, haréis cuando llegue el fin? Aunque los falsos profetas y los líderes corruptos eran amados entre el pueblo de Dios, su obra no tenía un verdadero fundamento. No había sustancia ni nada estable sobre lo que descansar en el fin. El desastre vendría y los falsos profetas y los intercesores corruptos no serían de ayuda en ese día.
i. “Ah, queridos jóvenes amigos, si pudiera traer a algunos de los vivos y a algunos de los muertos, y ponerlos a testificar aquí vez de mí, ellos expondrían delante de ustedes, como mis pobres palabras nunca pueden hacer, la locura de vivir sin una respuesta satisfactoria y suficiente a la pregunta de mi texto, ‘¿Qué, pues, haréis cuando llegue el fin?’”. (Maclaren)
©2021 The Enduring Word Comentario bíblico en español de David Guzik – ewm@enduringword.com