Salmo 79 – Una oración de los exiliados conquistados
El Salmo 79 se titula Salmo de Asaf, aunque claramente fue escrito después de la destrucción de Jerusalén por los ejércitos babilónicos. Este evento fue tan traumático e importante en el ámbito de la historia judía que se describe cuatro veces en las Escrituras Hebreas: 2 Reyes 25, 2 Crónicas 36:11-21, Jeremías 39:1-14 y Jeremías 52. Dado que el Asaf más prominente en el Antiguo Testamento, vivió y sirvió durante los reinados del rey David y el rey Salomón, este es probablemente un Asaf posterior.
James Montgomery Boice (escribiendo sobre el Salmo 74) explica el concepto de un Asaf posterior: “O este es un Asaf posterior, lo cual no es improbable ya que el nombre podría haberse perpetuado entre los músicos del templo, o, más probablemente, el nombre fue colocado a muchos salmos producidos por este cuerpo de músicos. Sabemos que los ‘descendientes de Asaf’ estuvieron funcionando hasta el reinado de Josías (2 Crónicas 35:15)”.
A. La devastación de Jerusalén.
1. (1-4) Jerusalén destruida, el templo profanado.
Oh Dios, vinieron las naciones a tu heredad;
Han profanado tu santo templo;
Redujeron a Jerusalén a escombros.
Dieron los cuerpos de tus siervos por comida a las aves de los cielos,
La carne de tus santos a las bestias de la tierra.
Derramaron su sangre como agua en los alrededores de Jerusalén,
Y no hubo quien los enterrase.
Somos afrentados de nuestros vecinos,
Escarnecidos y burlados de los que están en nuestros alrededores.
a. Vinieron las naciones a tu heredad: El ejército que conquistó a Judá y destruyó a Jerusalén estaba bajo el mando del rey de Babilonia. Sin embargo, al igual que los ejércitos de muchos imperios antiguos, estaba formado por soldados de muchas naciones conquistadas por los Babilonios.
i. “Es el grito de asombro ante la intrusión sacrílega; como si el poeta se sintiera horrorizado. El extranjero contamina tus atrios santificados con su paso”. (Spurgeon)
b. A tu heredad: El salmista tenía en mente la tierra de Israel con las palabras: tu heredad. Los conquistadores babilonios fueron contra el pueblo de Judá, pero a la tierra de Israel. Esa tierra en particular era importante para Dios y, por lo tanto, Asaf señala la crisis de que esa tierra fuera invadida por el rey pagano Nabucodonosor y sus ejércitos.
c. Han profanado tu santo templo: El templo era santo, pero ahora estaba profanado. Jerusalén alguna vez prosperó, pero ahora estaba reducida a escombros. Los siervos de Dios estaban muertos y sus cadáveres profanados (Dieron los cuerpos de tus siervos por comida a las aves de los cielos…no hubo quien los enterrase).
i. Tus siervos…tus santos: “Aunque el hambre, la guerra, la muerte y el exilio eran castigos merecidos por los pecados de Judá (Lamentaciones 1:8-9), todavía se habla del pueblo como el pueblo de Dios. Se les llama ‘sus siervos’ y ‘sus santos’”. (VanGemeren)
ii. “Permanecer sin entierro era la humillación final, como si uno se hubiera ido sin ser amado y sin tener importancia, tan desechable como un animal”. (Kidner)
iii. “O les negaron el honor del entierro o destrozaron sus cadáveres y ejercieron su rabia contra ellos, como hicieron los papistas contra Hus y Zuinglio, y muchos de los mártires ingleses. Una práctica bárbara”. (Trapp)
d. Somos afrentados de nuestros vecinos: La brutal y espantosa caída de Jerusalén y Judá convirtió a los israelitas en una vergüenza, despreciable para las naciones circundantes.
i. Escarnecidos y burlados: “Encontrar alegría en las miserias de los demás y regocijarse por los males de los demás, es digno sólo del diablo y de aquellos de quienes es padre. Así se expone el caso ante el Señor, y es muy deplorable”. (Spurgeon)
2. (5-7) Una oración para apartar la ira de Dios.
¿Hasta cuándo, oh Jehová? ¿Estarás airado para siempre?
¿Arderá como fuego tu celo?
Derrama tu ira sobre las naciones que no te conocen,
Y sobre los reinos que no invocan tu nombre.
Porque han consumido a Jacob,
Y su morada han asolado.
a. ¿Hasta cuándo, oh Jehová? En medio de la catástrofe de la conquista de Judá y Jerusalén, Asaf hace la pregunta que hacen muchos de los que sufren entre el pueblo de Dios. “Hasta cuando” no cuestiona el por qué del sufrimiento, sino que en fe, pregunta el cuándo del sufrimiento y si durará para siempre.
i. El desastre hizo que Asaf cuestionara las cosas, pero no lo convirtió en ateo. La pregunta todavía le era hecha a Dios. “No fue fácil aferrarse a la realidad de la relación especial de Dios con una nación aparentemente desierta, pero la fe del salmista resistió incluso tal tensión, y no se ve frustrada por un rastro de duda. Esos momentos son la prueba y el triunfo de la confianza”. (Maclaren)
ii. “El mismo hecho del canto es una revelación de la confianza subyacente en Dios. En la angustia, el corazón busca su camino de regreso a algún escondite, y lo encuentra en el nombre de Dios”. (Morgan)
b. ¿Estarás airado para siempre? Asaf expresa el corazón del devastado pueblo de Judá después de la caída de Jerusalén. En los años del ministerio de Jeremías, muchos falsos profetas les habían dicho que vendría la liberación. Debido a que ignoraron al verdadero mensajero de Dios (Jeremías), el juicio vino sobre el pueblo y no estaban preparados para ello.
i. La buena noticia era que la ira y los celos de Dios no arderían contra su pueblo para siempre. Jeremías predijo el juicio venidero, pero también habló de la restauración que vendría después.
c. Derrama tu ira sobre las naciones que no te conocen: Dios respondería la oración de Asaf a tiempo, cuando el juicio llegara sobre el Imperio babilónico y fueran conquistados por los medos y persas. Babilonia consumió a Jacob, y a cambio fue consumido.
i. Los versículos 6 y 7 son notablemente similares a Jeremías 10:25. Es posible que Jeremías haya influido en el autor de este salmo.
ii. Su morada: Algunos toman esto como una referencia al templo, que ciertamente fue destruido en la conquista de Jerusalén. Sin embargo, es más probable que se refiera a la propia tierra de Israel, a la que anteriormente se hacía referencia como la heredad de Dios.
B. La petición de rescate.
1. (8-10) Rescátanos para Tu gloria.
No recuerdes contra nosotros las iniquidades de nuestros antepasados;
Vengan pronto tus misericordias a encontrarnos,
Porque estamos muy abatidos.
Ayúdanos, oh Dios de nuestra salvación, por la gloria de tu nombre;
Y líbranos, y perdona nuestros pecados por amor de tu nombre.
Porque dirán las gentes: ¿Dónde está su Dios?
Sea notoria en las gentes, delante de nuestros ojos,
La venganza de la sangre de tus siervos que fue derramada.
a. No recuerdes contra nosotros las iniquidades de nuestros antepasados: Hablando en nombre de los sobrevivientes exiliados, Asaf se humilla ante Dios y admite su pecado contra Él. Ya no podían negar su pecado; en cambio, podían suplicar perdón y que las tiernas misericordias de Dios llegaran pronto.
i. “El pueblo estaba sufriendo la destrucción de toda su civilización – política, económica, social y religiosamente. Sin embargo, no hay la más mínima sugerencia de que en realidad no lo merecían, o de que no merecían que continuara tanto tiempo como lo hizo”. (Boice)
ii. El concepto de iniquidades de nuestros antepasados sugiere un principio. “Los pecados se acumulan contra las naciones. Las generaciones acumulan depósitos de transgresiones para pasar castigo sobre sus sucesores; de ahí esta oración urgente”. (Spurgeon)
b. Porque estamos muy abatidos: Antes de que fueran muy abatidos, no se arrepintieron con humildad. Ahora estaban en la posición para hacerlo.
c. Por la gloria de tu nombre: Asaf apela sabiamente a la gloria de Dios en su oración por ayuda. La gloria de Judá y Jerusalén se había hecho añicos, pero Dios podía actuar a favor de su pueblo en aras de Su propia gloria.
d. Y perdona nuestros pecados: Esta era otra confesión apropiada y maravillosa del pecado y la dependencia de Dios para Su perdón. Asaf sabía que cualquier expiación hecha por el hombre sería inútil; Dios debe proporcionar perdón por nuestros pecados.
i. Y perdona nuestros pecados: Cuando el salmista oró esto, el templo y el altar habían sido destruidos. Los sacrificios normales eran imposibles. Él buscaba una mayor expiación que Dios mismo proporcionaría (Génesis 22:8-14).
e. ¿Dónde está su Dios? Asaf hace una apelación ligeramente diferente, todavía con la mirada puesta en la gloria de Dios. Asaf considera la costumbre de la venganza de la sangre en su antigua cultura, donde el asesinato de un miembro de la familia sería respondido por el trabajo del goel, el vengador de la sangre. Asaf le pedía a Dios que silenciara a las naciones y mostrara su presencia activa actuando como vengador de la sangre en nombre de su pueblo.
i. ¿Dónde está su Dios? “Así que los turcos en este tiempo (cuando derrotan a los cristianos) claman: ¿Dónde está el Dios de los cristianos?”. (Trapp)
ii. “El cantor ve a Dios reinando y obrando salvación, pero las naciones no pueden ver esto. Su única prueba de Dios es la prosperidad de su pueblo. En la hora de su adversidad, las naciones dirán: ¿Dónde está su Dios?”. (Morgan)
iii. “Por lo tanto, los fieles hacen aquí oración para que Dios – no para complacer a ningún espíritu vengativo suyo, sino para reivindicar sus propios atributos – rompa los dientes del opresor y obre una salvación pública y gloriosa para sus escogidos”. (Horne)
2. (11-12) Ten misericordia de los condenados.
Llegue delante de ti el gemido de los presos;
Conforme a la grandeza de tu brazo preserva a los sentenciados a muerte,
Y devuelve a nuestros vecinos en su seno siete tantos
De su infamia, con que te han deshonrado, oh Jehová.
a. Llegue delante de ti el gemido de los presos: Asaf considera la miseria de sus muchos compatriotas que estaban prisioneros en Babilonia, y le pide a Dios que escuche su gemido y que actúe a favor de ellos.
i. “En el momento del Éxodo, Dios había visto la aflicción de su pueblo y había oído sus gemidos (Éxodo 2:24; 6:5). La gente en el exilio no era diferente a la de Egipto. Ellos también gemían por el momento de su liberación”. (VanGemeren)
b. Preserva a los sentenciados a muerte: Asaf luego considera a aquellos entre los exiliados en Babilonia que fueron condenados a muerte, y pide que Dios los preserve.
i. Clarke dice que “a los sentenciados a muerte” es literalmente “‘…hijos de muerte’. Ya fueran aquellos que fueron condenados a muerte por sus crímenes o los condenados a ser destruidos por sus opresores. Ambos sentidos se aplican a los israelitas: eran hijos de muerte, es decir, dignos de muerte por sus pecados contra Dios; fueron condenados a muerte o destrucción total por sus enemigos babilónicos”. (Clarke)
c. Y devuelve a nuestros vecinos en su seno siete tantos: La petición final de Asaf era que Dios tratara a sus conquistadores con justicia y venganza, devolviéndoles siete tantos la agonía que infligieron a Judá y la misma infamia que le dirigieron al mismo Dios.
i. En ocasiones, siete tantos es simplemente una forma de decir abundantemente o en gran medida (Isaías 65:6-7, Jeremías 32:18, Lucas 6:38).
ii. “Negaron tu existencia, se burlaron de tu poder, insultaron tu adoración y destruyeron tu casa; Levántate, pues, Señor, y hazles sentir plenamente que no puedes ser burlado con impunidad. Vierte en sus regazos una gran cantidad de vergüenza porque se atrevieron a insultar al Dios de Israel”. (Spurgeon)
3. (13) Un voto de agracedimiento.
Y nosotros, pueblo tuyo, y ovejas de tu prado,
Te alabaremos para siempre;
De generación en generación cantaremos tus alabanzas.
a. Pueblo tuyo, y ovejas de tu prado: Después de orar por rescate, protección y venganza, Asaf termina este salmo con agradecida dependencia de Dios. Él reconoce correctamente el lugar de Dios como Pastor sobre Su pueblo, y ovejas.
b. Te alabaremos para siempre: Como ovejas agradecidas, declararían su gratitud y alabanzas tanto ahora como en el futuro.
i. “Esta es más bien una anticipación llena de fe de un día futuro más brillante en el que el pueblo de Dios lo alabará una vez más con todo el corazón y con recuerdos frescos de lo que ha hecho por ellos”. (Boice)
©2021 The Enduring Word Comentario bíblico en español de David Guzik – ewm@enduringword.com