Salmo 84 – El amor y el anhelo del peregrino por Dios y Su casa
El título de este salmo es Al músico principal; sobre Gitit. Salmo para los hijos de Coré. Estos hijos de Coré fueron levitas, de la familia de Coat. Para la época de David, parece que servían en el aspecto musical de la adoración en el templo (2 Crónicas 20:19).
Coré encabezó una rebelión de 250 líderes comunitarios contra Moisés durante los días del Éxodo en el desierto (Números 16). Dios juzgó a Coré y sus líderes y todos murieron, pero los hijos de Coré permanecieron (Números 26:9-11). Quizás estuvieron tan agradecidos por esta misericordia, que se hicieron notables en Israel por alabar a Dios.
Charles Spurgeon dijo que el Salmo 84 tenía derecho a “ser llamado La Perla de los Salmos. Si el vigésimo tercero es el más popular, el ciento tres el más alegre, el ciento diecinueve el más profundamente vivencial, el cincuenta y uno el más quejumbroso, este es uno de los más dulces de los Salmos de Paz”.
A. Anhelo de la Casa de Dios.
1. (1-2) Anhelo de Dios y Su casa.
¡Cuán amables son tus moradas, oh Jehová de los ejércitos!
Anhela mi alma y aun ardientemente desea los atrios de Jehová;
Mi corazón y mi carne cantan al Dios vivo.
a. Cuán amables son tus moradas: La palabra traducida como moradas, también puede ser traducida como tabernáculo, por lo que quizás uno o más de los hijos de Coré hayan compuesto este salmo en los días del tabernáculo. También es posible que el autor se refiriera al templo de una manera histórica y pintoresca. El cariño es claro; él amaba la casa de Dios, ya fuera una tienda o un edificio permanente. Consideraba Sus moradas hermosas, amables.
i. “Cuán amables es más exactamente “Cuán queridas’ o ‘Cuán amadas’; es el lenguaje de la poesía amorosa”. (Kidner)
ii. “No nos dice cuán amables eran, porque no podía. Sus expresiones nos muestran que sus sentimientos eran inexpresables”. (Spurgeon)
b. Anhela mi alma: El aprecio del salmista por la casa de Dios no se debía simplemente a que fuera hermosa. Su alma anhelaba la casa de Dios, e incluso arde en deseo cuando se le niega el privilegio de encontrarse con Dios entre Su pueblo.
i. Este fue un sentimiento profundo. No todo amor es tan grande como para generar un anhelo. No todo anhelo es tan grande como para provocar un ardiente deseo.
ii. “Más bien – aunque la expresión pueda parecer dura para algunos – he llamado a esto el ‘apetito por Dios’ más que ‘el amor por Dios’… [El apetito por Dios] tiene toda la alegre espontaneidad de un deseo natural, incluso uno físico”. (Lewis, citado en VanGemeren)
c. Mi corazón y mi carne cantan al Dios vivo: La casa de Dios era querida y deseada por el salmista porque era donde se encontraba con Dios. Todo dentro de él – corazón y carne – anhelaba a Dios y Su casa.
i. Cantan: “La palabra en cuestión indica un fuerte clamor, no necesariamente de gozo (cf. Salmo 17:1; Lamentaciones 2:19)”. (Kidner)
ii. “Grita en voz alta, como un niño cuando tiene hambre, llora con cada fibra de su ser: manos, pies, rostro, todo lloran; y luego la madre se lanza por todo, luego vuela y se aventaja a sí misma, así aquí”. (Trapp)
iii. Esto les habla a aquellos que son líderes en la casa de Dios en la actualidad. Más que ofrecer programas, conexiones sociales, entretenimiento, emoción o superación personal, deben crear lugares y reuniones en los que las personas se encuentren con el Dios vivo.
iv. Esto le habla a todos los que hoy en día llegan a la casa de Dios. Ellos deben de llegar sin un enfoque primario sobre programas, conexiones sociales, entretenimiento, emoción o superación personal, ellos deben de venir primordialmente con un enfoque sobre un encuentro expectante con el Dios vivo.
v. El énfasis en encontrarse con el Dios vivo impide considerar el tabernáculo o templo de manera incorrecta. El templo como lugar podría verse incorrectamente (como en Hechos 7:48, 7:54). El salmista lo considera aquí en su mejor sentido: el lugar para encontrarse con el Dios vivo.
vi. “No había superstición en este amor. Amaba la casa de Dios porque amaba al Dios de la casa. Su corazón y su carne clamaban, no por el altar y el candelero, sino por su Dios”. (Spurgeon)
vii. Al Dios vivo: “Ese Nombre es más que un contraste con los dioses de los paganos. Pone al descubierto la razón de los anhelos del salmista”. (Maclaren)
2. (3-4) Satisfacción en la casa de Dios.
Aun el gorrión halla casa,
Y la golondrina nido para sí, donde ponga sus polluelos,
Cerca de tus altares, oh Jehová de los ejércitos,
Rey mío, y Dios mío.
Bienaventurados los que habitan en tu casa;
Perpetuamente te alabarán. Selah
a. Aun el gorrión halla casa: Quizás el Salmista vio aves – el gorrión y la golondrina – que habían hecho un nido y vivían en la casa de Dios, a la vista del altar mismo. Consideraba bendecidos a esos pájaros que vivían en el tabernáculo.
i. “El escritor de este salmo tenía una familiaridad peculiar con el Templo. Lo había observado con ojos amorosos y había visto a los pájaros encontrar descanso y refugio allí”. (Morgan)
ii. Boice sugiere que el gorrión es un ejemplo de un ave de poca importancia y que la golondrina es una imagen de inquietud. Del mismo modo, el insignificante puede encontrar su lugar en la casa de Dios, y el hombre inquieto puede encontrar su descanso (nido) allí – cerca del altar de Dios.
iii. “Evidentemente, la intención de este pasaje es darnos a entender que en la casa y en el altar de Dios, un alma fiel se encuentra libre de preocupaciones y tristezas, encuentra tranquilidad de mente y alegría de espíritu; como un pájaro que ha asegurado una pequeña mansión para la recepción y educación de sus crías”. (Horne)
iv. “Ustedes y yo, queridos amigos, seremos sabios si hacemos lo que hizo este gorrión; porque encontró una casa para ella porque la buscó, la encontró porque estaba allí lista para ella, y la encontró apropiándose de ella para que fuera suya. ¡Así podemos apropiarnos del Señor Jesucristo, por un acto de fe, y así hacerlo nuestro!”. (Spurgeon)
v. Rey mío, y Dios mío: “El doble ‘mío’ es muy valioso; se aferra a su Dios con ambas manos, como si uno resolviera no dejarlo ir hasta que se le concediera finalmente el favor solicitado”. (Spurgeon)
b. Bienaventurados los que habitan en tu casa: El salmista pasa de envidiar a las aves que viven en el tabernáculo a envidiar a los sacerdotes que tenían habitaciones en la casa de Dios. Sentía que ellos podían vivir una vida de alabanza constante (perpetuamente te alabarán).
i. Te alabarán: “No es suficiente alabarlo, sino que se le debe alabar constantemente, antes de que se convierta en una bienaventuranza; y aunque alabar a Dios sea un asunto fácil, alabarlo constantemente será un trabajo agotador”. (Baker, citado en Spurgeon)
B. Hallar fuerza en el recorrido del camino.
1. (5-7) Fortaleza para el que está lejos de la casa de Dios.
Bienaventurado el hombre que tiene en ti sus fuerzas,
En cuyo corazón están tus caminos.
Atravesando el valle de lágrimas lo cambian en fuente,
Cuando la lluvia llena los estanques.
Irán de poder en poder;
Verán a Dios en Sion.
a. Bienaventurado el hombre que tiene en ti sus fuerzas: El hombre que encuentra sus fuerzas en Dios es también aquel en cuyo corazón están Sus caminos. No confía en sí mismo ni en el mundo para obtener fuerzas, sino que se considera un visitante, un viajero, un peregrino en este mundo. Su verdadera fuerza y tesoro están en el mundo venidero.
i. Esta fuerza y corazón de peregrino se manifiesta en el amor a la casa de Dios. Allí se encuentra con Dios, junto con otros peregrinos, y juntos ganan fuerza en Dios a medida que se encuentran.
ii. El amor y el anhelo por la casa de Dios no son un escape del mundo, sino una preparación para la vida en el mundo.
iii. Tiene en ti sus fuerzas: “Si él no puede estar en Sion, puede estar con Dios; si no puede disfrutar de la dulzura, puede encontrar fuerzas”. (Kidner)
b. Atravesando el valle de lágrimas: El corazón de la casa de Dios proporcionaba sabiduría y fuerza para la vida que se vivía fuera de la casa de Dios. Un lugar difícil (como el valle de lágrimas) se transformaba en una fuente con lluvia y estanques de agua.
i. El sentido o significado de la palabra original para lágrimas (baca) no es certero. Los comentaristas suelen sugerir que habla de lágrimas y llanto, o de sequía y sequedad. Los pensamientos de dificultad y problemas están presentes en ambos.
ii. “Baca es un “sustantivo derivado de un verbo que significa ‘llorar’” (Horne). Horne continuó explicando: “Este mundo presente es para nosotros este valle del llanto; en nuestro paso por él somos refrescados por las corrientes de la gracia divina, que fluyen desde la gran fuente del consuelo”.
iii. Kidner da el otro sentido: “Baca… se cree que indica un árbol o arbusto que crece en lugares áridos; de ahí la traducción de la Nueva Biblia en Inglés, ‘el valle sediento’”.
iv. “El valle de lágrimas, como podría llamarse este valle, por el problema o la aflicción que los viajeros encontraron allí a causa de sequía o alguna otra cosa”. (Poole)
c. Irán de poder en poder: Con la bienaventuranza expresada por mucha agua en un lugar que de otra manera sería seco, el peregrino vive con poder y va con más poder. Una relación rica con Dios es una fuente inagotable de fuerza para el viaje, incluso en épocas difíciles.
i. En un viaje normal (especialmente uno difícil), el patrón habitual es pasar de la fuerza a la debilidad o la fatiga. No es así con aquellos cuya fuerza está en Dios – Irán de poder en poder.
ii. “Cuanto más avanzan de esa manera, en lugar de sentirse débiles y cansados, como deberían sentirse los viajeros en tales casos, se vuelven cada vez más fuertes”. (Poole)
iii. “Pasan de un grado de gracia a otro, obteniendo la virtud divina a través de todos los pasos de su periodo de prueba”. (Clarke)
d. Verán a Dios en Sion: El viaje tiene un destino – Sion, la ciudad de Dios. El amor y el anhelo por la casa de Dios llevará a cada uno a su destino: comparecer ante Dios en Sion.
i. “No meramente estar en la asamblea, sino presentarse ante Dios era el objetivo de cada devoto israelita. Ojalá fuera el más sincero deseo de todos los que en estos días se mezclan en nuestras reuniones religiosas. A menos que nos demos cuenta de la presencia de Dios, no habremos hecho nada; la mera reunión no vale nada”. (Spurgeon)
2. (8) La oración del Peregrino.
Jehová Dios de los ejércitos, oye mi oración;
Escucha, oh Dios de Jacob. Selah
a. Jehová Dios de los ejércitos, oye mi oración: Este cántico de los hijos de Coré era más que una declaración; también era una oración. Era una súplica por la abundancia de la que habla el suministro de agua. Era una súplica por la fuerza que continúa y edifica.
b. Escucha, oh Dios de Jacob: El salmista basa su súplica en la larga historia del trato de Dios con su pueblo del pacto. Ese mismo Dios que bendijo y fue fiel a Jacob también será fiel a su pueblo hoy. Esto es digno de meditación, de ahí la inserción del segundo Selah del salmo.
C. La incomparable grandeza de Dios y Su casa.
1. (9) Pedir la atención de Dios.
Mira, oh Dios, escudo nuestro,
Y pon los ojos en el rostro de tu ungido.
a. Mira, oh Dios, escudo nuestro: Aquí tomamos escudo como una referencia a un escudo literal, que era el principal medio de defensa de Israel. El salmista le pide a Dios que contemple lo que Israel sabiamente hizo para defenderse.
b. Y pon los ojos en el rostro de tu ungido: Tomamos tu ungido como una referencia al rey de Israel, quien era ungido especialmente para su oficio. Aunque el salmista tuvo en mente primero a David (o posiblemente a Salomón), también apunta hacia el Mesías, el ungido definitivo.
2. (10-12) La grandeza de Dios y Su casa.
Porque mejor es un día en tus atrios que mil fuera de ellos.
Escogería antes estar a la puerta de la casa de mi Dios,
Que habitar en las moradas de maldad.
Porque sol y escudo es Jehová Dios;
Gracia y gloria dará Jehová.
No quitará el bien a los que andan en integridad.
Jehová de los ejércitos,
Dichoso el hombre que en ti confía.
a. Porque mejor es un día en tus atrios que mil fuera de ellos: El salmista comenzó con amor y añoranza por la casa de Dios, y ahora vuelve al pensamiento. El tiempo que pasaba en la casa de Dios era mejor y más valioso que el tiempo que pasaba en otra parte.
i. “Una declaración comparable a la de Pablo ‘todas las cosas como pérdida’ (Fil. 3:8), o a la de Asaf: ‘¿A quién tengo yo en los cielos sino a ti?’ (Sal. 73:25)”. (Kidner)
b. Escogería antes estar a la puerta de la casa de mi Dios: Esta era otra expresión del amor y anhelo del salmista con respecto a la casa de Dios. Vivir una vida lujosa en las elegantes moradas de maldad no significaba nada para él; el prefería servir humildemente en la casa de Dios.
i. “A veces leemos esto como si hubiera algo heroico en la elección, un toque de sacrificio en la decisión. No hay nada por el estilo. El cantor era un hombre de profundo sentido común”. (Morgan)
ii. “Más honra es llevar cargas y puertas abiertas para el Señor que reinar entre los impíos. Cada hombre tiene su elección, y esta es la nuestra. Lo peor de Dios es mejor que lo mejor del diablo”. (Spurgeon)
iii. Estar a la puerta: “Como los hijos de Coré, a quienes fue encomendado este salmo; y a quienes se les pudiera decir esto como aliento. El que está a la puerta es el primero en entrar, el último en salir”. (Trapp)
iv. “Puede que haya una referencia a la función como guardianes de la puerta de los hijos de Coré en esa elección conmovedoramente hermosa del salmista, preferir acostarse en el umbral del templo que habitar en las tiendas de la maldad”. (Maclaren)
v. “¿Quién prefiere ahora la adoración de Dios y su compañía gentil, alegre, honorable y noble, que las fiestas alegres, los entretenimientos públicos, el escenario, el oratorio o el baile? Lector, ¿preferirías estar en tu armario, luchando en oración o leyendo las Escrituras de rodillas, que estar en cualquiera de los lugares anteriores? (Clarke)
c. Porque sol y escudo es Jehová Dios: El salmista explica las bondades y bendiciones que reciben los peregrinos que aman y anhelan la casa de Dios. Disfrutan de Dios como fuente de bendición (sol) y defensa (escudo). Reciben Su generosa gracia y gloria.
i. “Este es el único lugar en la biblia donde a Dios se le llama explícitamente ‘un sol’. Es porque él brilla sobre nosotros y es el resplandor de nuestros días”. (Boice)
ii. “Un sol para los días felices y un escudo para los peligrosos. Un sol arriba, un escudo alrededor. Una luz para mostrar el camino y un escudo para protegerse de sus peligros”. (Spurgeon)
iii. “¡Cómo se adapta Dios a nuestra necesidad! En la oscuridad, es un sol; en el bochornoso mediodía, un escudo; en nuestro peregrinaje terrenal, Él da gracia; cuando llegue la mañana del cielo, Él dará gloria. Él se adapta a todas las circunstancias variables de la vida. Se convierte en lo que exige la exigencia del momento”. (Meyer)
d. Gracia y gloria dará Jehová: La conexión entre la gracia de Dios y Su gloria, más tarde estuvo en la mente del apóstol Pablo: Tenemos paz para con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo; por quien también tenemos entrada por la fe a esta gracia en la cual estamos firmes, y nos gloriamos en la esperanza de la gloria de Dios (Romanos 5:1-2).
i. Decir, gracia y gloria dará lo pone en tiempo futuro. Significa que hay más gracia para que Dios nos dé y más gracia para nosotros recibir. También significa que la gracia es algo que Dios dará y no venderá.
ii. “La gracia es el primer regalo de Dios y la gloria es su último regalo. “La gloria nunca viene sin que la gracia venga primero, pero la gracia nunca viene sin que la gloria venga al final; las dos están unidas, y ‘lo que Dios juntó, no lo separe el hombre”. (Spurgeon)
e. No quitará el bien: Se hace una promesa a los que andan en integridad – ellos recibirán todo lo bueno que Dios tiene para ellos. La naturaleza de esta promesa es apropiada bajo el Antiguo Pacto, donde Dios prometió bendiciones directas por la obediencia y maldiciones por la desobediencia. Bajo el Nuevo Pacto, el creyente recibe las cosas buenas de Dios sobre la base de la bondad de Jesús y luego prosigue a andar en integridad.
i. “¿Qué dice el texto? No dice: ‘Obligaré a todos mis hijos a disfrutar de todo lo bueno’. No, sino, ‘no quitará el bien’. Hay miles de misericordias que no disfrutamos, no porque nos las quiten, sino porque no las tomamos”. (Spurgeon)
ii. “Debido a que Dios es lo que Él es y da lo que Él da, es la más alta sabiduría considerarlo como nuestro verdadero bien y nunca dejarlo ir”. (Maclaren)
f. Dichoso el hombre que en ti confía: La grandeza y la bondad de Dios llevan al salmista a experimentar y declarar la bienaventuranza de confiar en Dios.
i. “La esencia de la piedad está en la sumisión al Gran Rey, quien otorgará sus bendiciones a aquellos que encuentren su refugio en él”. (VanGemeren)
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