Salmo 87 – Ciudadanos de Sion
Este salmo se titula simplemente A los hijos de Coré. Salmo. Cántico. Estos hijos de Coré fueron levitas, de la familia de Coat. Para la época de David, parece que sirvieron en el aspecto musical de la adoración en el templo (2 Crónicas 20:19).
Charles Spurgeon observó, “Este ‘salmo o cántico’ fue compuesto por los hijos de Coré o dedicado a ellos: mientras guardaban las puertas de la casa del Señor, podían usar esta hermosa composición como un salmo dentro de las puertas, y como un cántico afuera”.
A. La grandeza de Jerusalén.
1. (1-2) Sion es amada por Dios.
Su cimiento está en el monte santo.
Ama Jehová las puertas de Sion
Más que todas las moradas de Jacob.
a. Su cimiento está en el monte santo: Yahveh no es una deidad local; toda la tierra pertenece a Jehová (Éxodo 9:29, Salmo 24:1). Sin embargo, tiene una consideración especial por Jerusalén, que se describe como en el monte santo.
i. “La ciudad le debe toda su estabilidad y santidad: la primera palabra del salmo es literalmente ‘Su establecimiento’ – una apertura abrupta y enfática – y sus colinas son (literalmente) ‘colinas de santidad’ porque él está allí; no es al revés. Él está allí simplemente porque ama el lugar”. (Kidner)
ii. “El ferviente amor del salmista por Jerusalén es algo más que orgullo nacional. Es la apoteosis [elevación] de esa emoción, aclarada y consagrada en religión. Sion es fundada por Dios mismo. Los montes sobre los que se encuentra son santificados por la presencia divino”. (Maclaren)
b. Su cimiento: El cimiento de Dios está en Jerusalén, el centro de su obra redentora. Dado que la obra de Dios ocurre en el tiempo y el espacio, tenía que suceder en algún lugar, y Dios eligió a Jerusalén como el lugar donde sucedería gran parte de ella.
·Allí reinó y sirvió Melquisedec, rey y sacerdote del Dios Altísimo.
·Allí Abraham estuvo dispuesto a ofrecer a Isaac en el monte del Señor, donde se proporcionaría Su sacrificio perfecto.
·Allí reinó David, el rey terrenal más grande de Israel, y lo convirtió en la capital del reino.
·Allí el tabernáculo de Dios encontró su cumplimiento y permanencia en el gran templo que diseñó David y construyó Salomón.
·Allí se establecieron durante siglos las instituciones de sacrificio, culto y servicio sacerdotal.
·Allí Jesús reconoció y honró la ciudad y observó las fiestas y los rituales del templo.
·Allí Jesús murió por nuestros pecados, fue sepultado y resucitó de entre los muertos.
·Allí nació la iglesia en un día de Pentecostés.
·Allí los apóstoles sirvieron y difundieron el evangelio.
·Allí Dios establecerá el centro geográfico y físico de Su reino definitivo sobre la tierra.
c. Ama Jehová las puertas de Sion: Por todas estas razones y más, Dios tiene un amor especial por Jerusalén, considerándola incluso más que el resto de Su Tierra Santa (Zacarías 2:12) y más que el territorio de Israel en general (más que todas las moradas de Jacob).
i. “Así como las moradas de Jacob en la tierra prometida fueron más amadas por él que las moradas de otras naciones, así él ‘amó las puertas de Sion más que las moradas de Jacob’”. (Horne)
2. (3) Sion es alabada.
Cosas gloriosas se han dicho de ti,
Ciudad de Dios. Selah
a. Cosas gloriosas se han dicho de ti: El salmista alaba a Jerusalén al señalar lo que otros decían acerca de la ciudad. Muchos hablaban cosas gloriosas sobre la ciudad.
·Se ejerció una fe gloriosa en Jerusalén.
·Sucedieron cosas gloriosas en Jerusalén.
·Se enseñaron cosas gloriosas en Jerusalén.
·Se ofreció un culto glorioso en Jerusalén.
·Se hizo una gloriosa expiación en Jerusalén.
·Se derramó unción gloriosa en Jerusalén.
·La gloriosa presencia de Dios fue evidente en Jerusalén.
·Un futuro glorioso aguarda a Jerusalén.
b. Ciudad de Dios: El respeto especial de Dios por Jerusalén no quita el hecho de que Él es el Señor y Dios de toda la tierra. Sin embargo, hay una forma especial en la que Sion puede ser llamada ciudad de Dios, porque de todos los lugares que pudo haber elegido, Dios eligió ese lugar para centrar Su obra redentora para todo el mundo.
i. Según Boice, esta línea del versículo 3 fue la inspiración del título y concepto de la gran obra de Agustín, La ciudad de Dios.
B. La bendición de los ciudadanos de Sion.
1. (4) Alarde sobre los ciudadanos de Sion.
Yo me acordaré de Rahab y de Babilonia entre los que me conocen;
He aquí Filistea y Tiro, con Etiopía;
Este nació allá.
a. Yo me acordaré de Rahab y de Babilonia: Después de un enfoque en la misma Jerusalén, Dios habla de las naciones gentiles a cada lado de Israel, quienes eran sus rivales y, a menudo, enemigos. Dios promete que incluso entre los rivales habría aquellos que me conocen – aquellos que tienen una verdadera relación con Él.
i. “Rahab, es Egipto, y así es llamada por su fuerza y orgullo. Babel, la ciudad principal de los babilonios. Estos eran enemigos mortales de Jerusalén, que fue triturada entre ellos como entre un par de piedras de molino”. (Trapp)
ii. “Tiro es del tipo de lujo impío y prosperidad material inflada y, aunque a menudo en alianza amistosa con Israel, al estar expuesta a los mismos enemigos que la acosaban, estaba tan lejos de conocer a Dios como las otras naciones. Cus, o Etiopía, parece ser mencionado como un tipo de pueblo distante, más que por su hostilidad hacia Israel”. (Maclaren)
iii. Que me conocen: “Una traducción del verbo hebreo yadah, que tiene una rica variedad de significados. Puede significar ‘conocer’, ‘reconocer’, ‘comprender’, ‘estar seguro’, ‘saber al respecto’, ‘experimentar’ y otras variaciones… Aquí significa más que simplemente admitir que existe tal Dios como Jehová o incluso más que reconocerlo como el único Dios verdadero. Significa acudir a él en una relación salvadora, inclinarse ante él y buscar conocerlo mejor”. (Boice)
b. Este nació allá: Esto es tanto una promesa como una invitación al mundo gentil. Dios podría considerarlos como el privilegiado que nació allá en Sion. Podrían ser considerados ciudadanos de Jerusalén y estar registrados entre el pueblo de Dios.
i. Esto nos recuerda que, aunque Dios hizo Su antiguo pacto con Abraham, Isaac, Jacob y sus descendientes, la relación con Él no se basaba en la genética. Cualquiera del mundo gentil era bienvenido para honrar al Dios de Israel, rendirse a Su señorío y ser contado entre el pueblo de Dios. Esto fue cierto de Melquisedec, cierto de Rahab, cierto de Rut y cierto de Naamán.
ii. También es una imagen profética de lo que Dios haría en y a través del Evangelio, llevando a los gentiles a una relación verdadera y real con Él a través de un nuevo nacimiento. En un sentido espiritual, se puede decir del que vuelve a nacer, este nació allá.
iii. “Así, en muy poco tiempo, el salmista indica que, en el día de la futura bendición de Dios, todas las naciones del mundo (o al menos los representantes de todas las naciones del mundo) llegarán a conocer y alabar al Dios verdadero”. (Boice)
iv. Las palabras confiadas “este nació allá” son más maravillosas porque el ciudadano al que aquí se refiere no lo dice de sí mismo; Dios es quien lo dice de él o ella.
v. Esto también habla del amor y la atención de Dios por el individuo. “El Señor los contará hombre por hombre, porque cada uno es precioso a sus ojos; el individuo no se perderá en la masa, sino que cada uno será de gran importancia”. (Spurgeon)
2. (5-6) Dios lleva el registro de Su pueblo.
Y de Sion se dirá: Este y aquél han nacido en ella,
Y el Altísimo mismo la establecerá.
Jehová contará al inscribir a los pueblos:
Este nació allí. Selah
a. Y de Sion se dirá: Este y aquél han nacido en ella: El salmista repite el pensamiento del versículo anterior y lo amplía. La identificación con Sion, la Ciudad de Dios, sería tan maravillosa y preciosa que sería valioso decir “Este nació allí”.
i. Si una ciudad se considera grande o importante, la gente disfruta identificarse con esa ciudad. Cuando apreciamos la alta estima que Dios tiene por Sion, la ciudad de Jerusalén, vemos el valor de ser considerado su ciudadano, la ciudad establecida por el mismo Altísimo.
ii. Y de Sion se dirá: Kidner y otros notan que la Septuaginta lo traduce de esta manera: y de Sion se dirá que es madre. Pablo tenía este versículo directamente en mente en Gálatas 4:26: Mas la Jerusalén de arriba, la cual es madre de todos nosotros, es libre.
b. Jehová contará al inscribir a los pueblos: Esta ciudadanía y primogenitura es declarada y registrada por Dios. Él es quien inscribe a los pueblos.
i. La biblia habla claramente del respeto especial de Dios hacia la tierra de Israel, y específicamente hacia Jerusalén. Sin embargo, la idea de ser ciudadano de Sion y estar registrado como ciudadano nacido de Su Ciudad también es un concepto espiritual. El Nuevo Testamento habla de una Sión celestial y de nuestra inscripción allí: sino que os habéis acercado al monte de Sion, a la ciudad del Dios vivo, Jerusalén la celestial, a la compañía de muchos millares de ángeles, a la congregación de los primogénitos que están inscritos en los cielos, (Hebreos 12:22-23). Pablo también señaló que la Jerusalén de arriba, la cual es madre de todos nosotros, es libre (Gálatas 4:26).
ii. En Jesucristo, todo creyente puede tener el privilegio de estar registrado en Sion, de ser ciudadano de la Ciudad celestial de Dios. Esto no elimina la consideración especial que Dios ha tenido, tiene actualmente y tendrá por la tierra literal de Israel y Jerusalén, pero la supera.
iii. “Aquí se describe a las naciones extranjeras no como cautivas o tributarias, ni siquiera como homenaje voluntario a la grandeza y gloria de Sión, sino como incorporadas e inscritas, por un nuevo nacimiento, entre sus hijos”. (Perowne, citado por Spurgeon)
iv. Nosotros podemos tener el honor, la seguridad, la confianza, la certeza que viene de que se diga de nosotros, este nació allí. “Será un honor para cualquier persona haber nacido en Sion. ¡Pero cuán grande es el honor de nacer de arriba y ser ciudadano de la Jerusalén que es de arriba! ¡Ser hijos de Dios por la fe en Cristo Jesús!”. (Clarke)
v. El censo de Jehová de sus escogidos diferirá mucho del nuestro; contará a muchos a quienes habríamos repudiado, y dejará fuera a muchos a quienes habríamos contado. Su registro es infalible”. (Spurgeon)
3. (7) La bendición de los ciudadanos de Sion.
Y cantores y tañedores en ella dirán:
Todas mis fuentes están en ti.
a. Y cantores y tañedores en ella dirán: Este punto era tan importante que tanto los cantores como los tañedores de Israel lo enfatizaban. Es posible que los “tañedores” aquí se refiera a bailarines.
i. “Las multitudes en la Jerusalén terrenal están celebrando con música, canciones y posiblemente incluso bailes. La frase verbal ‘hacer música’ [cantores y tañedores] se traduce mejor como “bailar’”. (VanGemeren)
b. Todas mis fuentes están en ti: Las fuentes se refiere a las fuentes de agua que fluyen espontáneamente, y a la vida, el refrigerio y la bondad que traen a la tierra seca. Estas fuentes están en ti y, según Kidner, gramaticalmente “ti” puede referirse a Sion como un lugar o puede referirse al mismo Dios. Es mejor verlo como una referencia a Dios: todas mis fuentes están en ti [Dios].
i. La bondad de Dios a menudo nos llega como el agua de un manantial. Parece surgir de una fuente secreta y oculta.
ii. “Lo que dicen todas estas referencias es que ‘todo don bueno y perfecto es de arriba’ – es decir, de Dios. Todo lo que somos o esperamos ser, todo lo que tenemos o esperamos tener, todo lo que logramos o esperamos lograr es de él. El pueblo de Dios reconoce esto y alaba a Dios por ello”. (Boice)
iii. “Si todas mis fuentes están en Dios, entonces que todas mis corrientes fluyan hacia Dios. Todos los ríos desembocan en el mar, porque todos vienen del mar. Fue del mar que el sol levantó las nubes que alimentaron los mil arroyos que caen en los ríos, y así los ríos vuelven al mar. Hagamos lo mismo. Lo que hemos recibido de Dios debe ir a Dios”. (Spurgeon)
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