1 Crónicas 28 – El encargo público de David a Salomón
A. Palabras públicas de David a la asamblea de Israel y a Salomón.
1. (1) La asamblea de Israel se reúne para escuchar al rey David.
Reunió David en Jerusalén a todos los principales de Israel, los jefes de las tribus, los jefes de las divisiones que servían al rey, los jefes de millares y de centenas, los administradores de toda la hacienda y posesión del rey y de sus hijos, y los oficiales y los más poderosos y valientes de sus hombres.
a. Reunió David en Jerusalén a todos los principales de Israel: Esta fue la ceremonia pública de David donde le “pasó la antorcha” a Salomón, con un énfasis en la responsabilidad de construir el templo. A pesar de esto, otro hijo de David (Adonías, en 1 Reyes 1-2) intentó tomar el trono cuando David murió.
b. Todos los principales de Israel: Puede ser que este fuera el grupo de personas mencionado colectivamente en los capítulos anteriores.
i. “La ocasión para los capítulos finales de 1 Crónicas es una continuación de lo que se introdujo en 1 Crónicas 23:2, la reunión que el rey convocó con los líderes de Israel (1 Crónicas 28:1; 29:1)”. (Payne)
2. (2-8) David habla a la asamblea de Israel.
Y levantándose el rey David, puesto en pie dijo: Oídme, hermanos míos, y pueblo mío. Yo tenía el propósito de edificar una casa en la cual reposara el arca del pacto de Jehová, y para el estrado de los pies de nuestro Dios; y había ya preparado todo para edificar. Mas Dios me dijo: Tú no edificarás casa a mi nombre, porque eres hombre de guerra, y has derramado mucha sangre. Pero Jehová el Dios de Israel me eligió de toda la casa de mi padre, para que perpetuamente fuese rey sobre Israel; porque a Judá escogió por caudillo, y de la casa de Judá a la familia de mi padre; y de entre los hijos de mi padre se agradó de mí para ponerme por rey sobre todo Israel. Y de entre todos mis hijos (porque Jehová me ha dado muchos hijos), eligió a mi hijo Salomón para que se siente en el trono del reino de Jehová sobre Israel. Y me ha dicho: Salomón tu hijo, él edificará mi casa y mis atrios; porque a éste he escogido por hijo, y yo le seré a él por padre. Asimismo yo confirmaré su reino para siempre, si él se esforzare a poner por obra mis mandamientos y mis decretos, como en este día. Ahora, pues, ante los ojos de todo Israel, congregación de Jehová, y en oídos de nuestro Dios, guardad e inquirid todos los preceptos de Jehová vuestro Dios, para que poseáis la buena tierra, y la dejéis en herencia a vuestros hijos después de vosotros perpetuamente.
a. Y levantándose el rey David: Dado que esto sucedió hacia el final de la vida de David, su salud estaba decayendo (1 Reyes 1:1-4). El cronista señala la postura de David porque, considerando su edad y el entorno, era una escena dramática.
b. Tú no edificarás casa a mi nombre: Aunque David quiso construirle una casa a Dios, Dios cortésmente rechazó la oferta de David y propuso en su lugar construirle una casa a él, en el sentido de una dinastía real duradera (2 Samuel 7).
i. De manera significativa, David llama al templo una casa en la cual reposara.“Como en el caso del reposo sabático de Dios en la creación (Génesis 2:1-3), el reposo de Dios representa la finalización de su obra. La idea del descanso era tan importante para el templo que, aunque el papel de David como “hombre de guerra” fue una parte vital de los preparativos del templo para crear las condiciones necesarias para la obra, lo descalificó para construir el templo él mismo. Solo Salomón, el ‘varón de paz’ (1 Crónicas 22:9), estuvo lo suficientemente calificado para la tarea”. (Selman)
c. Eligió a mi hijo Salomón para que se siente en el trono del reino de Jehová sobre Israel: Esto era un evento significativo porque nunca había habido una monarquía hereditaria en Israel. Saúl, el anterior rey de Israel, no fue sucedido por ningún hijo suyo.
d. Asimismo yo confirmaré su reino para siempre: Dios prometió que si los descendientes reales de David permanecían obedientes, el Señor protegería su trono y el reino de Israel, y siempre habría un descendiente de David reinando sobre Israel.
e. Guardad e inquirid todos los preceptos de Jehová vuestro Dios: Esta era una exhortación importante y bien elegida para el pueblo de Israel.
·Se les exhortó a tener cuidado, en el sentido de que debían considerar esta responsabilidad como importante y digna de atención.
·Se les exhortó a inquirir los mandamientos de Dios, escudriñando las Escrituras con diligencia.
·Se les exhortó a guardar todos los preceptos, y a no transigir centrándose en algunos preceptos favoritos.
3. (9-10) David le habla a Salomón.
Y tú, Salomón, hijo mío, reconoce al Dios de tu padre, y sírvele con corazón perfecto y con ánimo voluntario; porque Jehová escudriña los corazones de todos, y entiende todo intento de los pensamientos. Si tú le buscares, lo hallarás; mas si lo dejares, él te desechará para siempre. Mira, pues, ahora, que Jehová te ha elegido para que edifiques casa para el santuario; esfuérzate, y hazla.
a. Reconoce al Dios de tu padre: La exhortación de David a Salomón comienza con el aspecto más importante – enfatizar un compromiso genuino con una relación real con el Dios viviente. David esencialmente le dijo a Salomón: “El secreto de mi éxito ha sido mi relación con Dios. Debes procurar la misma relación”.
b. Sírvele con corazón perfecto y con ánimo voluntario: David también exhortó a Salomón a servir a Dios con todo su corazón y ánimo. Algunas personas son todo corazón y no ánimo en su servicio a Dios; otros son todo ánimo y no corazón. Ambos aspectos son importantes para servirle realmente.
i. Notamos que el mandato de reconocer vino antes que el mandato de servir. “Conocer a Dios es servirle. Todo fracaso en el servicio es el resultado de la pérdida de la visión de Dios, una mala comprensión de Él, debido a cierta distancia de Él”. (Morgan)
ii. David le dio a Salomón una razón para comprometer su corazón y su ánimo a Dios: Porque Jehová escudriña los corazones de todos, y entiende todo intento de los pensamientos. Cuando entendemos bien a Dios y a su omnisciencia le servimos de una manera mucho más natural, como deberíamos.
c. Si tú le buscares, lo hallarás; mas si lo dejares, él te desechará para siempre: Ambos demostraron ser verdad en la vida de Salomón. Cuando Salomón buscó al Señor en Gabaón, definitivamente lo encontró (1 Reyes 3:1-15). Cuando Salomón dejó a Dios, en cierto sentido fue desechado (1 Reyes 11:1-13).
i. “La respuesta de Salomón, típica de la humanidad, fue inconsistente. Aunque buscó a Dios (2 Crónicas 1:5), no fue con ‘todo el corazón’ y su devoción dividida lo llevó finalmente a un reino dividido”. (Selman)
d. Jehová te ha elegido para que edifiques casa para el santuario; esfuérzate, y hazla: David concluye su exhortación a Salomón con la orden más apremiante – construir el templo. Todos los exhaustivos preparativos de David no servirían de nada si Salomón no completaba el trabajo que David había comenzado.
B. Los planos para el templo.
1. (11-13) David le da a Salomón los planos para el templo.
Y David dio a Salomón su hijo el plano del pórtico del templo y sus casas, sus tesorerías, sus aposentos, sus cámaras y la casa del propiciatorio. Asimismo el plano de todas las cosas que tenía en mente para los atrios de la casa de Jehová, para todas las cámaras alrededor, para las tesorerías de la casa de Dios, y para las tesorerías de las cosas santificadas. También para los grupos de los sacerdotes y de los levitas, para toda la obra del ministerio de la casa de Jehová, y para todos los utensilios del ministerio de la casa de Jehová.
a. Y David dio a Salomón su hijo el plano: Considerando todo en conjunto, David hizo casi todo para la construcción del templo, excepto construirlo. Le dio a Salomón seguridad, una ubicación, la tierra, dinero, materiales, personal de supervisión, trabajadores y un equipo organizado para administrar el templo. Aquí también vemos que David le dio a Salomón su hijo el plano.
b. El plano de todas las cosas que tenía en mente: Al igual que con la organización de los siervos del templo (2 Crónicas 29:25), estos detalles prácticos fueron inspirados por el Espíritu Santo, no por el ingenio humano.
i. “Además, el templo era para la propia morada de Dios. ¿No debería el Altísimo tener una casa según su propio diseño? Si Él iba a ser el inquilino, ¿no debería construirse a su medida? ¿Y quién sabe lo que Dios requiere en una habitación sino el mismo Dios?”. (Spurgeon)
2. (14-19) Los ornamentos del templo.
Y dio oro en peso para las cosas de oro, para todos los utensilios de cada servicio, y plata en peso para todas las cosas de plata, para todos los utensilios de cada servicio. Oro en peso para los candeleros de oro, y para sus lámparas; en peso el oro para cada candelero y sus lámparas; y para los candeleros de plata, plata en peso para cada candelero y sus lámparas, conforme al servicio de cada candelero. Asimismo dio oro en peso para las mesas de la proposición, para cada mesa; del mismo modo plata para las mesas de plata. También oro puro para los garfios, para los lebrillos, para las copas y para las tazas de oro; para cada taza por peso; y para las tazas de plata, por peso para cada taza. Además, oro puro en peso para el altar del incienso, y para el carro de los querubines de oro, que con las alas extendidas cubrían el arca del pacto de Jehová. Todas estas cosas, dijo David, me fueron trazadas por la mano de Jehová, que me hizo entender todas las obras del diseño.
a. Y dio oro: Estos seis versículos mencionan el oro 11 veces. David acumuló una cantidad asombrosa de oro para el mobiliario del templo.
b. Para el carro de los querubines de oro: “Así llamados, porque Dios se sentó entre ellos (Salmo 99:1), montó sobre ellos (Salmo 18:10); los ángeles – representados por esos querubines – son los carros de Dios (Salmo 68:17); y los hebreos tienen un dicho, que los que vieron a Dios en la antigüedad vieron solo Merchavah velo harocheb, el carro en el que Dios viajaba, pero no al jinete en él”. (Trapp)
i. “Es una buena nota también la que dan aquí algunos expositores – es decir, que por este carro de los querubines Dios le dio a entender a su pueblo que su presencia en el arca no estaba tan fija entre ellos, sino que los dejaría, y cabalgaría lejos de ellos, si ellos le provocaban con sus pecados”. (Trapp)
c. Todas estas cosas, dijo David, me fueron trazadas por la mano de Jehová, que me hizo entender todas las obras del diseño: Al igual que con la organización de los siervos y constructores del templo y los planos del templo, Dios también le habló a David acerca de estos muebles del templo.
3. (20-21) El encargo final de David para Salomón.
Dijo además David a Salomón su hijo: Anímate y esfuérzate, y manos a la obra; no temas, ni desmayes, porque Jehová Dios, mi Dios, estará contigo; él no te dejará ni te desamparará, hasta que acabes toda la obra para el servicio de la casa de Jehová. He aquí los grupos de los sacerdotes y de los levitas, para todo el ministerio de la casa de Dios, estarán contigo en toda la obra; asimismo todos los voluntarios e inteligentes para toda forma de servicio, y los príncipes, y todo el pueblo para ejecutar todas tus órdenes.
a. Anímate y esfuérzate, y manos a la obra; no temas, ni desmayes: David aquí hace eco de la exhortación de Dios a Josué antes de que guiara al pueblo de Dios a la Tierra Prometida (Josué 1:5-7). Esto era apropiado porque Moisés fue un gran líder que solo pudo guiar al pueblo de Israel hasta cierto punto – el resto dependió de Josué. El mismo patrón aplicaba a David y su sucesor Salomón.
i. “Al describir los planes de David para la construcción del templo, Crónicas ha prestado especial atención a retratar a David como un segundo Moisés y a Salomón como un segundo Josué”. (Payne)
b. Manos a la obra: Es fácil ver lo importante que era esto para David. Había dedicado un gran esfuerzo a los preparativos para el templo, pero toda la obra de David habría sido inútil a menos que Salomón realmente pusiera manos a la obra.
i. “No hables de ello; no te sientes y sueñes con los planos, no pienses en lo admirables que son y luego los enrolles; sino ‘se fuerte y de buen ánimo, y manos a la obra’”. (Spurgeon)
c. He aquí los grupos de los sacerdotes y de los levitas: Podemos imaginarnos a David entregándole a Salomón los rollos con los planos para construir el templo y organizar su servicio. La obra estaba ahora en manos del hijo de David, Salomón.
©2021 The Enduring Word Comentario bíblico en español de David Guzik – ewm@enduringword.com