A. La apostasía de Salomón.
1. (1-3) Los matrimonios ilícitos de Salomón.
Pero el rey Salomón amó, además de la hija de Faraón, a muchas mujeres extranjeras; a las de Moab, a las de Amón, a las de Edom, a las de Sidón, y a las heteas; gentes de las cuales Jehová había dicho a los hijos de Israel: No os llegaréis a ellas, ni ellas se llegarán a vosotros; porque ciertamente harán inclinar vuestros corazones tras sus dioses. A éstas, pues, se juntó Salomón con amor. Y tuvo setecientas mujeres reinas y trescientas concubinas; y sus mujeres desviaron su corazón.
a. Pero el rey Salomón amó […] a muchas mujeres extranjeras: Aquí hay dos problemas obvios. Primero, que amó a mujeres extranjeras que adoraban a otros dioses, y trajeron influencias paganas a Israel. Segundo, que amó a muchas mujeres, rechazando el plan de Dios desde el principio, que es que un hombre y una mujer se convirtieran en una sola carne en el matrimonio (Mateo 19:4-6, Génesis 2:23-24).
b. Gentes de las cuales Jehová había dicho a los hijos de Israel: No os llegaréis a ellas: Dios le dio una advertencia general a Israel de que no dieran a sus hijos en casamiento a estas naciones, porque ciertamente harán inclinar vuestros corazones tras sus dioses. Salomón no tuvo sabiduría para aplicar este sencillo mandamiento a su propia vida.
i. Salomón, quizás, hizo lo que hacemos muchos de nosotros. Él, de alguna manera, pensó que sería la excepción, que «podría salirse con la suya» con su pecado, a pesar de ver como afectaba a otros. Salomón aprendió —o debió de aprender— que él no era la excepción de esta regla.
c. A éstas, pues, se juntó Salomón con amor: En este punto, Salomón amaba el romance y la satisfacción sensual más que lo que amaba a Jehová. A pesar de toda su sabiduría, fue enredado por el poder del amor romántico y sensual. Él no consideró con seriedad que es posible ser atraído romántica y sensualmente hacia personas con las que no tenemos ninguna razón moral o justa para ser atraídos. Una vez bajo el poder de esta atracción, se juntó con amor, en lugar de haberlo entregado al Señor.
d. Tuvo setecientas mujeres reinas y trescientas concubinas: Esto es casi un número imposible de compañeras de matrimonio. Sus esposas eran consideradas reinas, pero sus concubinas eran compañeras legales con la misma posición que las esposas. Todo dicho, Salomón tuvo más compañeras de matrimonio que las que cualquier hombre pudiera tener y prestarles atención —atención sexual u otra atención.
i. En este sentido, una concubina era una amante legal. Muchos hombres prominentes en el Antiguo Testamento tuvieron concubinas. Ejemplos incluyen a Abraham (Génesis 25:6), Jacob (Génesis 35:22), Caleb (1 Crónicas 2:46), Saúl (2 Samuel 3:7), David (2 Samuel 5:13), y Roboam (2 Crónicas 11:21). Significativamente, nunca vemos este tipo de familia ser bendecida por Dios.
ii. Podemos decir que Salomón tuvo tantas compañeras de matrimonio debido a que siguió el mal ejemplo de su padre David, quien tuvo muchas esposas y concubinas (2 Samuel 5:13-16).
iii. Podemos decir que Salomón tuvo tantas compañeras de matrimonio debido a su propia lujuria sexual. Este es un ejemplo profundo y aleccionador del principio de que, si una esposa no es suficiente para satisfacer a un hombre, entonces 1000 esposas tampoco serán suficientes. Cuando un hombre no está satisfecho con la mujer que Dios le dio, el problema está en él, no en su esposa. Mil mujeres no pueden satisfacer la lujuria del hombre. Salomón debió de haber escuchado Proverbios 27:20: «El Seol y el Abadón nunca se sacian; así los ojos del hombre nunca están satisfechos».
iv. Podemos decir que Salomón tenía muchas compañeras de matrimonio debido a su lujuria por el poder y el prestigio. En aquellos días, un gran harem era un símbolo de estatus. Le decía al mundo: «¡Mira cuántas mujeres e hijos puedo mantener! ¡Mira cuántas mujeres tengo bajo autoridad!». El deseo de Salomón por el prestigio mundano lo condujo a estos matrimonios impíos.
v. «Parcialmente, por su lujuria, que al ser indulgente se convirtió en infinita e insaciable; y, parcialmente, por su orgullo, ya que esto representaba una cuestión de honor y magnificencia». (Poole)
e. Y sus mujeres desviaron su corazón: Por supuesto que lo hicieron. Basados en el Cantar de los Cantares, podemos decir que al principio Salomón parecía conocer lo que era el verdadero amor hacia una mujer. Pero su historia subsecuente nos muestra que es posible estar en ese lugar y apartarse de allí. No es cierto que «el amor nos mantendrá unidos». Salomón nos muestra que podemos conocer el verdadero amor y apartarnos de él. Es mejor decir que la bendición y el poder de Dios sobre nuestra obediencia nos mantendrá unidos.
i. No sabemos cuándo Salomón añadió a su vida su segunda esposa. Cuando lo hizo, fue fácil para él lidiar con eso —después de todo, el rey más grande de Israel, David, su padre, tuvo varias esposas y concubinas. Pero una vez que siguió los pasos de David, su padre, y se alejó del plan original de Dios (Mateo 19:4-6 y Génesis 2:23-24), fue fácil seguir añadiendo mujeres.
ii. Mientras añadía mujeres, quebrantaba el mandamiento específico que Dios le dio a los futuros reyes de Israel en Deuteronomio 17:17: «Ni tomará para sí muchas mujeres, para que su corazón no se desvíe». Salomón sí multiplicó mujeres para sí mismo (por número, 1000 compañeras de matrimonio es multiplicación), y sí desvió su corazón.
iii. «Habría sido inútil discutir con Salomón sobre la reivindicación de los ídolos. Él podía, por su sabiduría, haber aniquilado todos los argumentos infieles, y haber establecido la existencia y unidad de Dios. Pero, paso a paso, fue llevado por cuerdas de seda, cautivo, hacia la adoración a otros dioses». (Meyer)
iv. «Toda la historia del rey Salomón está llena del valor más solemne. La suya fue una vida llena de promesas, pero terminó en fracaso y penumbra, porque su corazón se alejó de la lealtad a Dios, en respuesta a las seducciones de su naturaleza sensual». (Morgan)
2. (4-8) Las esposas de Salomón lo alejan de Dios.
Y cuando Salomón era ya viejo, sus mujeres inclinaron su corazón tras dioses ajenos, y su corazón no era perfecto con Jehová su Dios, como el corazón de su padre David. Porque Salomón siguió a Astoret, diosa de los sidonios, y a Milcom, ídolo abominable de los amonitas. E hizo Salomón lo malo ante los ojos de Jehová, y no siguió cumplidamente a Jehová como David su padre. Entonces edificó Salomón un lugar alto a Quemos, ídolo abominable de Moab, en el monte que está enfrente de Jerusalén, y a Moloc, ídolo abominable de los hijos de Amón. Así hizo para todas sus mujeres extranjeras, las cuales quemaban incienso y ofrecían sacrificios a sus dioses.
a. Y cuando Salomón era ya viejo, sus mujeres inclinaron su corazón tras dioses ajenos: La edad no hizo más sabio a Salomón. Parecía que era más sabio durante su juventud, y la vejez endureció las tendencias pecaminosas que estaban presentes en sus años de juventud. La edad y la experiencia nos deberían de hacer más piadosos y sabios, pero no lo hacen automáticamente.
b. Su corazón no era perfecto con Jehová su Dios: Salomón contrasta con aquellos que sí siguieron enteramente a Jehová. Esta frase es utilizada en un sentido positivo para hacer referencia a tres hombres en el Antiguo Testamento: a Josué y Caleb (Números 32:11-12; Deuteronomio 1:36; Josué 14:8-9, 14), y a David. Salomón es notable como alguien que no siguió plenamente a Jehová.
c. Como el corazón de su padre David: Salomón tuvo más de una esposa, y David tuvo más de una esposa (quince, de acuerdo con 1 Crónicas 3:1-9). David espiritualmente sobrevivió a este fracaso, pero Salomón no lo sobrevivió.
i. De lo que sabemos del mundo del más allá por la historia de Jesús en Lucas 16:19-31, podemos decir que David no estaba aún en el cielo, sino en un lugar de bendición y confort conocido como el seno de Abraham. Si fuera posible para alguien en el seno de Abraham ver la vida en la tierra y sentir lástima, David debió sentir mucha lástima al ver a Salomón y su pecado. Sin duda, David esperaba que sus hijos fueran mejores que él, y que encontraran más victorias en las áreas de la vida que lo afligieron a él. Tristemente, los hijos de David hallaron menos victorias en controlar las lujurias de la carne y, especialmente, la lujuria sexual.
ii. Pero el pecado de David no alejó su corazón del Señor. Es posible, que un pecado en particular, para una persona sea un estorbo sin el cual estaría mejor; mientras, para otra persona, ese mismo pecado es la causa de su ruina. La falta de moderación romántica y sexual de David constituyó un estorbo para él; pero este mismo pecado a Salomón lo destruyó. Esta es una razón del porqué debemos de ser cuidadosos con el pecado de hacer caer a otro hermano o hermana (Romanos 14, 1 Corintios 8).
d. Porque Salomón siguió a Astoret, diosa de los sidonios […] y a Milcom […] edificó Salomón un lugar alto a Quemos […] y a Moloc: Esto parece casi increíble. No lo hubiéramos creído si la Escritura no lo declarara claramente. Este hombre de gran herencia, sabiduría, y bendición, se vuelve hacia los dioses más depravados de las naciones paganas.
i. Probablemente, Salomón no vio esto como una negación de Jehová, Dios de Israel. En su mente, quizás pensaba que aún honraba a Jehová, y que simplemente añadió el honor a estos otros dioses a su honor a Jehová. Pero esto jamás es aceptable para Dios. Él demanda ser el único Dios en nuestra vida.
ii. Este es un ejemplo trágico del poder de la lujuria de la carne. Debido a la lujuria, Salomón se encontró a sí mismo en un lugar donde jamás pensó que se hallaría. Se halló en el altar del sacrificio de un niño al dios Moloc. Este es el poder de la lujuria, nos puede capturar en un hechizo, en una niebla de confusión espiritual, hasta que hagamos cosas que nunca pensamos que haríamos.
iii. Lector, si este fue el caso del hombre más sabio que jamás vivió, entonces, qué esperanza tienes tú lejos de la constante dependencia de Cristo Jesús. Deja que el ejemplo de Salomón te conduzca a una mayor dependencia y permanencia en Jesús.
iv. «Astoret es una distorsión deliberada de Astarot, la diosa cananea de la fertilidad. El cambio de vocales se hace con la intención de usar la palabra “vergüenza”». (Patteson y Austel)
3. (9-13) Dios anuncia su juicio.
Y se enojó Jehová contra Salomón, por cuanto su corazón se había apartado de Jehová Dios de Israel, que se le había aparecido dos veces, y le había mandado acerca de esto, que no siguiese a dioses ajenos; mas él no guardó lo que le mandó Jehová. Y dijo Jehová a Salomón: Por cuanto ha habido esto en ti, y no has guardado mi pacto y mis estatutos que yo te mandé, romperé de ti el reino, y lo entregaré a tu siervo. Sin embargo, no lo haré en tus días, por amor a David tu padre; lo romperé de la mano de tu hijo. Pero no romperé todo el reino, sino que daré una tribu a tu hijo, por amor a David mi siervo, y por amor a Jerusalén, la cual yo he elegido.
a. Y se enojó Jehová contra Salomón: Dios tenía una razón especial para estar enojado con Salomón. Él se le había aparecido dos veces, y aun así Salomón fue tras otros dioses. El pecado de Salomón estaba basado en la ingratitud y en el desperdicio de un gran privilegio espiritual.
i. Algunas veces pensamos que las grandes experiencias espirituales nos mantendrán alejados de pecar y nos conservarán fieles a Dios. Este no fue el caso del hombre más sabio que jamás vivió, y tampoco será nuestro caso.
b. Romperé de ti el reino, y lo entregaré a tu siervo: Dios prometió todo el reino de Israel a los descendientes de David para siempre, si solamente estos permanecían obedientes. David le recordó a Salomón esta promesa poco antes de su muerte (1 Reyes 2:4). Pero, ni siquiera pudo permanecer fiel una generación.
i. El reino de Salomón fue un sobresaliente ejemplo de riqueza, poder militar y prestigio. Pero la verdadera seguridad de Israel no descansaba en ninguna de esas cosas. Descansaba en la bendición de Dios y en la obediencia y fidelidad de su rey.
c. No lo haré en tus días, por amor a David tu padre; lo romperé de la mano de tu hijo: Por el bien de David, Dios retardó este juicio hasta después de la generación de Salomón. Pero la desobediencia que trajo este juicio llegó en la primera generación.
d. Pero no romperé todo el reino, sino que daré una tribu a tu hijo, por amor a David mi siervo: Aun en este gran juicio, Dios debió mezclar una misericordia inmerecida con un juicio merecido. Dios anuncia que el reino será dividido, y parte de él será leal a los descendientes de David, y parte estará bajo una dinastía diferente.
i. Muchos otros pasajes en el Antiguo Testamento (como 2 Crónicas 11:12) nos dicen que el reino del sur estaba conformado por dos tribus: Judá y Benjamín. Muchas veces en este capítulo se hará referencia al reino del sur como una tribu. Esto es porque, o bien Benjamín es absorbido por Judá, o la idea era de una tribu además de Judá.
B. Dos adversarios extranjeros de Salomón.
1. (14-22) Hadad edomita.
Y Jehová suscitó un adversario a Salomón: Hadad edomita, de sangre real, el cual estaba en Edom. Porque cuando David estaba en Edom, y subió Joab el general del ejército a enterrar los muertos, y mató a todos los varones de Edom (porque seis meses habitó allí Joab, y todo Israel, hasta que hubo acabado con todo el sexo masculino en Edom), Hadad huyó, y con él algunos varones edomitas de los siervos de su padre, y se fue a Egipto; era entonces Hadad muchacho pequeño. Y se levantaron de Madián, y vinieron a Parán; y tomando consigo hombres de Parán, vinieron a Egipto, a Faraón rey de Egipto, el cual les dio casa y les señaló alimentos, y aun les dio tierra. Y halló Hadad gran favor delante de Faraón, el cual le dio por mujer la hermana de su esposa, la hermana de la reina Tahpenes. Y la hermana de Tahpenes le dio a luz su hijo Genubat, al cual destetó Tahpenes en casa de Faraón; y estaba Genubat en casa de Faraón entre los hijos de Faraón. Y oyendo Hadad en Egipto que David había dormido con sus padres, y que era muerto Joab general del ejército, Hadad dijo a Faraón: Déjame ir a mi tierra. Faraón le respondió: ¿Por qué? ¿Qué te falta conmigo, que procuras irte a tu tierra? Él respondió: Nada; con todo, te ruego que me dejes ir.
a. Y Jehová suscitó un adversario a Salomón: Hadad edomita: El reinado de Salomón era glorioso, pero Dios no permitió que estuviera completamente sin problemas. Él suscitó adversarios como Hadad en contra de Salomón.
i. «Cuando mandó a Hiram para que lo apoyara en la edificación del templo de Jehová, pudo decir: “no hay adversarios” (1 Reyes 5:4) […]; pero ahora que había vuelto su corazón lejos de Dios, tres adversarios se levantaron en contra de él al mismo tiempo: Hadad, Rezón, y Jeroboam». (Clarke)
b. De sangre real, el cual estaba en Edom: Hadad buscó vengar a su pueblo conquistado. Él halló refugio y apoyo en Egipto.
c. Déjame ir a mi tierra: No se nos dice, específicamente, cómo Hadad fue una molestia o un adversario para Salomón, solamente se nos dice que regresó para molestar a Salomón con el permiso de Faraón.
2. (23-25) Rezón, del país del norte.
Dios también levantó por adversario contra Salomón a Rezón hijo de Eliada, el cual había huido de su amo Hadad-ezer, rey de Soba. Y había juntado gente contra él, y se había hecho capitán de una compañía, cuando David deshizo a los de Soba. Después fueron a Damasco y habitaron allí, y le hicieron rey en Damasco. Y fue adversario de Israel todos los días de Salomón; y fue otro mal con el de Hadad, porque aborreció a Israel, y reinó sobre Siria.
a. Dios también levantó por adversario contra Salomón: Como rey, Salomón era notablemente exitoso, pero no era un superhombre. De la manera en que Dios permitió un adversario del sur (Hadad, 1 Reyes 11:14-22), Dios también levantó otro adversario contra Salomón. Dios sabía que Salomón necesitaba algunos adversarios, Él sabía cuántos adversarios Salomón necesitaba.
b. Rezón hijo de Eliada: Este adversario vino del norte. Dios permitió que vinieran adversarios contra Salomón tanto del norte como del sur. De algún modo, hombres y mujeres son formados por sus adversarios y, especialmente, por su respuesta a estos adversarios.
C. Jeroboam, un adversario especial.
1. (26-28) Jeroboam, el siervo de Salomón.
También Jeroboam hijo de Nabat, efrateo de Sereda, siervo de Salomón, cuya madre se llamaba Zerúa, la cual era viuda, alzó su mano contra el rey. La causa por la cual éste alzó su mano contra el rey fue esta: Salomón, edificando a Milo, cerró el portillo de la ciudad de David su padre. Y este varón Jeroboam era valiente y esforzado; y viendo Salomón al joven que era hombre activo, le encomendó todo el cargo de la casa de José.
a. Jeroboam hijo de Nabat, efrateo: Jeroboam era diferente a los dos adversarios de Salomón anteriormente mencionados, porque era un compatriota israelita.
b. La causa por la cual éste alzó su mano contra el rey fue esta: Salomón, edificando a Milo, cerró el portillo de la ciudad de David: No es evidente inmediatamente el porqué estos proyectos de construcciones causan que se rebele en contra de Salomón. Las tradiciones judías dicen que se oponía al uso opresivo del trabajo forzado en estos proyectos de construcción. Ya que estaba a cargo de todo el trabajo, esta tradición tiene algo de sentido.
i. De acuerdo con Dilday, el nombre Jeroboam significa «que el pueblo sea grande». Quizás, era un líder popular.
ii. «Aunque solo presentó la petición del pueblo, es probable, sin embargo, que no estuviera ocioso; sino como un político astuto, ocupado detrás de las escenas, en espera de la codiciada corona». (Knapp)
c. Y este varón Jeroboam era valiente y esforzado: Esto lo convirtió en un adversario más formidable para Salomón.
2. (29-36) El profeta Ahías habla con Jeroboam.
Aconteció, pues, en aquel tiempo, que saliendo Jeroboam de Jerusalén, le encontró en el camino el profeta Ahías silonita, y éste estaba cubierto con una capa nueva; y estaban ellos dos solos en el campo. Y tomando Ahías la capa nueva que tenía sobre sí, la rompió en doce pedazos, y dijo a Jeroboam: Toma para ti los diez pedazos; porque así dijo Jehová Dios de Israel: He aquí que yo rompo el reino de la mano de Salomón, y a ti te daré diez tribus; y él tendrá una tribu por amor a David mi siervo, y por amor a Jerusalén, ciudad que yo he elegido de todas las tribus de Israel; por cuanto me han dejado, y han adorado a Astoret diosa de los sidonios, a Quemos dios de Moab, y a Moloc dios de los hijos de Amón; y no han andado en mis caminos para hacer lo recto delante de mis ojos, y mis estatutos y mis decretos, como hizo David su padre. Pero no quitaré nada del reino de sus manos, sino que lo retendré por rey todos los días de su vida, por amor a David mi siervo, al cual yo elegí, y quien guardó mis mandamientos y mis estatutos. Pero quitaré el reino de la mano de su hijo, y lo daré a ti, las diez tribus. Y a su hijo daré una tribu, para que mi siervo David tenga lámpara todos los días delante de mí en Jerusalén, ciudad que yo me elegí para poner en ella mi nombre.
a. Toma para ti los diez pedazos: En esta profecía, Ahías le mostró a Jeroboam que él dirigiría diez tribus de un Israel dividido después de la muerte de Salomón.
i. «En verdad, fue un golpe para Roboam y la tribu de Judá el haber pasado a ser, de la noche a la mañana, de la tribu más poderosa de un reino ilustre reconocido mundialmente, a un pequeño estado que pronto sería saqueado de la riqueza que tenía». (Patterson y Austel)
b. Por cuanto me han dejado: Dios prometió dividir a Israel y poner a diez de las doce tribus bajo Jeroboam como juicio por el pecado y la idolatría de Salomón. Pero Dios aún mantendría una tribu bajo la casa de David, en fidelidad hacia su promesa a David.
i. Esto es lo primero que escuchamos del reino dividido, lo cual se convirtió en la historia de Israel por cientos de años después de la muerte de Salomón. Según esta primera descripción podríamos esperar que las diez tribus bajo Jeroboam serían más grandes, mayores y más duraderas que la tribu que le quedó a la casa de David. Pero como resultó, sucedió lo opuesto, las diez tribus se olvidaron de Jehová, mientras que esa tribu fue más obediente.
3. (37-40) La gran oportunidad de Jeroboam.
Yo, pues, te tomaré a ti, y tú reinarás en todas las cosas que deseare tu alma, y serás rey sobre Israel. Y si prestares oído a todas las cosas que te mandare, y anduvieres en mis caminos, e hicieres lo recto delante de mis ojos, guardando mis estatutos y mis mandamientos, como hizo David mi siervo, yo estaré contigo y te edificaré casa firme, como la edifiqué a David, y yo te entregaré a Israel. Y yo afligiré a la descendencia de David a causa de esto, mas no para siempre. Por esto Salomón procuró matar a Jeroboam, pero Jeroboam se levantó y huyó a Egipto, a Sisac rey de Egipto, y estuvo en Egipto hasta la muerte de Salomón.
a. Te tomaré a ti, y tú reinarás en todas las cosas que deseare tu alma, y serás rey sobre Israel: Dios ordenó la división de Israel y el reinado de Jeroboam. Él hizo esto como un juicio —un gran juicio— sobre Salomón por abrazar la idolatría.
b. Yo estaré contigo y te edificaré casa firme: Esta era una sorprendente oferta. Dios prometió hacer una dinastía duradera de Jeroboam, si él tan solo hacía lo recto delante de Jehová. Un Jeroboam obediente tenía la oportunidad de establecer una dinastía paralela a la de la casa de David.
i. Tanto Jeroboam como David fueron designados por Dios para regir después de reyes desobedientes. David esperó en el Señor para que pusiera en orden el trono, y Dios bendijo su reinado. Jeroboam no esperó en el Señor y trató de buscar su propio camino hacia el trono, y Dios no bendijo su reinado.
c. Por esto Salomón procuró matar a Jeroboam: Esta es otra alarmante evidencia del deslizamiento de Salomón. Dios, específicamente, dijo que esto sucedería después de la muerte de Salomón, y como juicio por la apostasía de Salomón. Salomón no quería escucharlo, así que procuró matar a Jeroboam. Salomón pensaba que podía derrotar la voluntad de Dios con esto, pero no tuvo éxito. La palabra de Dios a través de Ahías probó ser cierta.
4. (41-43) La muerte de Salomón.
Los demás hechos de Salomón, y todo lo que hizo, y su sabiduría, ¿no está escrito en el libro de los hechos de Salomón? Los días que Salomón reinó en Jerusalén sobre todo Israel fueron cuarenta años. Y durmió Salomón con sus padres, y fue sepultado en la ciudad de su padre David; y reinó en su lugar Roboam su hijo.
a. Los días que Salomón reinó en Jerusalén sobre todo Israel fueron cuarenta años: Muchos comentaristas creen que Salomón comenzó su reinado cuando tenía aproximadamente 20 años. Esto significa que Salomón no vivió una vida particularmente larga y que la promesa hecha en 1 Reyes 3:14 («Y si anduvieres en mis caminos, guardando mis estatutos y mis mandamientos, como anduvo David tu padre, yo alargaré tus días»), no fue cumplida en Salomón debido a su desobediencia.
i. «Cuando consideramos el exceso en el cual vivió, y las pasiones criminales con las cuales debió ser indulgente entre sus mil mujeres, y su adoración idólatra e impura, esta vida fue en su duración lo que debíamos esperar razonablemente». (Clarke)
b. Y durmió Salomón con sus padres: Esto no significa, necesariamente, que Salomón murió como un hombre salvo. Es una frase familiar utilizada en 1 y 2 Reyes (25 veces) y fue usada también en relación a reyes malvados tales como Acab (1 Reyes 22:40). Simplemente, significa que Salomón pasó a formar parte del mundo del más allá. No podemos decir con certeza que estaba en el cielo.
i. La última mirada a la vida de Salomón en 1 Reyes nos conduce a creer que murió en apostasía. No hay un final con esperanza o alentador en este relato. «Si él se arrepintió, el silencio de las Escrituras sobre ello en esta historia no fue sin una razón sabia; pues como su eterna condición ha quedado en duda hasta ahora, su ejemplo podría ocasionar el terror y la precaución de futuros ofensores». (Poole)
ii. Sin embargo, puede ser que a Salomón le haya sido mostrada una misericordia especial por el bien de David su padre (como en 2 Samuel 7:14-15, si esa promesa aplica a Salomón, así como al Mesías). Algunos también creen que Salomón escribió el libro de Eclesiastés al final de su vida, como una renuncia a su caída hacia la vanidad.
iii. «Y, seguramente, hubiera sido mejor para Salomón ser enterrado vivo, en lugar de haberse desviado en su vejez, para la gran deshonra de Dios, y ofensa para su pueblo Israel». (Trapp)
©2022 The Enduring Word Comentario bíblico en español de David Guzik – ewm@enduringword.com