Eclesiastés 2 – La vida en vista de la muerte
A. La búsqueda del placer probada – y encontrada deficiente.
1. (1) El resumen.
Dije yo en mi corazón: Ven ahora, te probaré con alegría, y gozarás de bienes. Mas he aquí esto también era vanidad.
a. Dije yo en mi corazón: Ven ahora, te probaré: La sección anterior vio a Salomón buscar el significado de la vida en la sabiduría – sabiduría como puede entenderse aparte de la eternidad. No encontró ningún significado en la vida hábil y sabia debajo del sol. Ahora prosiguió su búsqueda de sentido y probó una vida de placer y diversión.
i. “El Predicador más bien se está probando a sí mismo más que al placer en sí”. (Eaton)
b. Ven ahora, te probaré con alegría, y gozarás de bienes: Salomón probó el significado de la vida en la alegría y en los bienes. Probó la teoría bajo la cual muchos viven hoy; que el sentido de la vida se encuentra en más y variados placeres, entretenimientos y emociones.
c. Mas he aquí esto también era vanidad: El Predicador explicará en breve cómo llegó a esta conclusión; pero nos dice el resultado de la prueba al principio.
2. (2-3) La búsqueda de significado en el placer.
A la risa dije: Enloqueces; y al placer: ¿De qué sirve esto? Propuse en mi corazón agasajar mi carne con vino, y que anduviese mi corazón en sabiduría, con retención de la necedad, hasta ver cuál fuese el bien de los hijos de los hombres, en el cual se ocuparan debajo del cielo todos los días de su vida.
a. A la risa dije: Enloqueces; y al placer: ¿De qué sirve esto?: Salomón probó la vida vivida para la risa, el placer y la diversión. Como una celebridad moderna, corrió de fiesta en fiesta, de entretenimiento en entretenimiento. Al final de todo, lo juzgó como “locura” y que no sirve de nada.
i. Risa: “Una alegría superficial, usada para la ‘diversión’ de un juego (Proverbios 1:23) o una fiesta (Eclesiastés 10:19), o la ‘burla’ que sufrió Jeremías (Jeremías 20:7)”. (Eaton)
ii. Placer: “Placer reflexivo, el gozo de las fiestas religiosas (Números 10:10; Jueces 16:23), gratitud por servir al Señor (Deuteronomio 28:47), o la proclamación de un rey (1 Reyes 1:40)”. (Eaton)
iii. Sin embargo, Eaton tiene cuidado de agregar que “la distinción no siempre se puede trazar claramente”.
iv. Clarke sobre risa y placer: “Él le dice a la primera en su cara que está loca; pero en cuanto a la segunda, la considera tan inadvertida que sólo la señala con el dedo e instantáneamente le da la espalda.
b. Propuse en mi corazón agasajar mi carne con vino… con retención de la necedad: El Predicador vivió una vida saciada con los placeres del vino y las diversiones ligeras y frívolas. Quería ver cuál fuese el bien de los hijos de los hombres si esta vida era todo lo que había.
3. (4-8) La búsqueda de significado en el trabajo y los logros.
Engrandecí mis obras, edifiqué para mí casas, planté para mí viñas; me hice huertos y jardines, y planté en ellos árboles de todo fruto. Me hice estanques de aguas, para regar de ellos el bosque donde crecían los árboles. Compré siervos y siervas, y tuve siervos nacidos en casa; también tuve posesión grande de vacas y de ovejas, más que todos los que fueron antes de mí en Jerusalén. Me amontoné también plata y oro, y tesoros preciados de reyes y de provincias; me hice de cantores y cantoras, de los deleites de los hijos de los hombres, y de toda clase de instrumentos de música.
a. Engrandecí mis obras: El Predicador no solo buscaba significado en las diversiones, sino también en grandes y legítimos logros. Trató de dar sentido a la vida a través de la satisfacción que produce construir, organizar y mejorar el entorno.
i. “Como si hubiera reaccionado exageradamente al volverse hacia los placeres fútiles, ahora se entrega a los placeres de la creatividad”. (Kidner)
b. Huertos y jardines… siervos y siervas… vacas y de ovejas… plata y oro: Si construir, mejorar y acumular grandes riquezas y logros pudiera dar verdadero sentido a la vida, el Predicador lo habría encontrado.
i. Tesoros preciados de reyes y de provincias: “1. Los impuestos exigidos a sus súbditos. 2.º El tributo dado por los potentados vecinos. Ambos constituyen el ‘tesoro peculiar de los reyes’; impuestos y tributos”. (Clarke)
ii. Toda clase de instrumentos de música: “El elemento final de la lista bien puede referirse a las esposas y concubinas de Salomón, pero la palabra hebrea no aparece en ninguna otra parte de la biblia” (Wright). La NVI traduce, “Harén” y la RSV “Concubinas”. La palabra podría estar relacionada con la palabra hebrea para pecho. Según Wright, se usa una palabra cananea de forma similar para traducir la palabra egipcia para “concubina”. Sin embargo, la interpretación judía tradicional es instrumentos de música.
4. (9-11) El análisis desde la búsqueda.
Y fui engrandecido y aumentado más que todos los que fueron antes de mí en Jerusalén; a más de esto, conservé conmigo mi sabiduría.
No negué a mis ojos ninguna cosa que desearan,
ni aparté mi corazón de placer alguno,
porque mi corazón gozó de todo mi trabajo;
y ésta fue mi parte de toda mi faena.
Miré yo luego todas las obras que habían hecho mis manos,
y el trabajo que tomé para hacerlas;
y he aquí, todo era vanidad y aflicción de espíritu,
y sin provecho debajo del sol.
a. Y fui engrandecido y aumentado más que todos los que fueron antes de mí en Jerusalén: Los logros de Salomón ciertamente lo elevaron a la prominencia, y obtuvo cualquier significado que la fama pudiera traer a la vida.
b. Conservé conmigo mi sabiduría: En todo esto, Salomón no perdió su sabiduría o habilidad para evaluar genuinamente el significado y el cumplimiento – al menos en un sentido debajo del sol.
c. No negué a mis ojos ninguna cosa que desearan, ni aparté mi corazón de placer alguno: Esto es aún más significativo viniendo de Salomón, quien tenía los recursos para conceder todo lo que sus ojos deseaban, y todo placer de su corazón.
i. “¡Cuántos hay que han muerto de la herida en el ojo!”. (Trapp)
d. Porque mi corazón gozó de todo mi trabajo: Podríamos decir que el Predicador vivió este período como un hedonista, pero como uno inteligente. Buscó placeres legítimos en la vida, como el placer legítimo que uno obtiene en los logros del trabajo duro (ésta fue mi parte de toda mi faena).
e. Miré yo luego todas las obras que habían hecho mis manos… y he aquí, todo era vanidad y aflicción de espíritu: Salomón examinó su vida vivida para el placer – incluso los placeres legítimos – y vio que también carecía de sentido. Todo era vanidad. No había un sentido duradero y eterno de significado para la vida vivida por estos placeres y logros terrenales.
i. “Esto es tan moderno como el hastío [un sentimiento de insatisfacción e inutilidad] de cada alma humana que busca el conocimiento, la alegría, la riqueza, la vida y se olvida de Dios”. (Morgan)
B. La certeza y crueldad de la muerte.
1. (12-17) La muerte hace iguales a los sabios y a los necios.
Después volví yo a mirar para ver la sabiduría y los desvaríos y la necedad;
porque ¿qué podrá hacer el hombre que venga después del rey?
Nada, sino lo que ya ha sido hecho.
Y he visto que la sabiduría sobrepasa a la necedad,
como la luz a las tinieblas.
El sabio tiene sus ojos en su cabeza,
mas el necio anda en tinieblas;
pero también entendí yo
que un mismo suceso acontecerá al uno como al otro.
Entonces dije yo en mi corazón:
Como sucederá al necio,
me sucederá también a mí.
¿Para qué, pues, he trabajado hasta ahora por hacerme más sabio?
Y dije en mi corazón,
que también esto era vanidad.
Porque ni del sabio ni del necio habrá memoria para siempre;
pues en los días venideros ya todo será olvidado,
y también morirá el sabio
como el necio.
Aborrecí, por tanto, la vida, porque la obra que se hace debajo del sol me era fastidiosa; por cuanto todo es vanidad y aflicción de espíritu.
a. Volví yo a mirar para ver la sabiduría y los desvaríos y la necedad: El Predicador continuó buscando el significado y la vida, y siguió las líneas de la sabiduría y los desvaríos y la necedad, hasta su punto final.
b. ¿Qué podrá hacer el hombre que venga después del rey? Salomón aquí habla de sí mismo como el hijo de David (Eclesiastés 1:1); sin embargo, también habló de su propio sucesor (que resultó ser Roboam, 1 Reyes 11:43). De ambos, Salomón entendió que el nuevo rey solo puede hacer lo que ya ha sido hecho. Incluso para un rey, no hay nada nuevo debajo del sol (Eclesiastés 1:9).
c. La sabiduría sobrepasa a la necedad… pero también entendí yo que un mismo suceso acontecerá al uno como al otro: El Predicador vio la falta de sentido incluso de una vida sabia, del placer y del logro en una vida vivida debajo del sol– aparte del conocimiento de que la eternidad es real y que Dios importa.
i. No importa lo sabio que uno sea o no; cuánto logren o no logren; o cuánto placer se tenga o no se tenga, un mismo suceso acontecerá al uno como al otro: todos mueren. Dada la premisa del Predicador – que la eternidad y Dios no importan – esta es la única conclusión posible.
ii. “Todo puede decirnos que la sabiduría no está a la par con la locura, ni la bondad con el mal; pero no importa: si la muerte es el final del camino, la afirmación de que no hay nada que elegir entre ellos tendrá la última palabra”. (Kidner)
d. Como sucederá al necio, me sucederá también a mí. ¿Para qué, pues, he trabajado hasta ahora por hacerme más sabio?: Si la muerte acaba con todo, entonces esta vida es despojada del verdadero sentido. Incluso los buenos y grandes logros de este mundo son increíblemente temporales y, por lo tanto, en última instancia, sin sentido. El sabio muere al igual que el necio. Verdaderamente, el Predicador miró esto y dijo: También esto era vanidad.
e. Aborrecí, por tanto, la vida… por cuanto todo es vanidad y aflicción de espíritu: Dada su premisa de la vida debajo del sol, Salomón aborreció la vida porque no tenía sentido (vanidad y aflicción de espíritu).
i. Adam Clarke dice que vida es más literalmente vidas. “Las vidas, tanto del sabio como del loco y del necio. También todas las etapas de la vida: el niño, el hombre y el sabio. No había nada en ella que valiera la pena perseguir, ningún período que valiera la pena revivir y ninguna esperanza de que, si esto fuera posible, pudiera volver a tener más éxito”.
ii. Aborrecí, por tanto, la vida: “Si hay una mentira en el centro de la existencia, y una tontería al final de ella, ¿quién tiene el corazón para sacar algo de eso?” (Kidner)
iii. “Él no se hace ilusiones, aunque por derecho somos nosotros quienes no deberíamos tener ninguna – nosotros que hemos escuchado de los mismos secularistas que nuestro planeta se está muriendo”. (Kidner)
2. (18-23) La muerte derrota todos los logros.
Asimismo aborrecí todo mi trabajo que había hecho debajo del sol, el cual tendré que dejar a otro que vendrá después de mí. Y ¿quién sabe si será sabio o necio el que se enseñoreará de todo mi trabajo en que yo me afané y en que ocupé debajo del sol mi sabiduría? Esto también es vanidad. Volvió, por tanto, a desesperanzarse mi corazón acerca de todo el trabajo en que me afané, y en que había ocupado debajo del sol mi sabiduría. ¡Que el hombre trabaje con sabiduría, y con ciencia y con rectitud, y que haya de dar su hacienda a hombre que nunca trabajó en ello! También es esto vanidad y mal grande. Porque ¿qué tiene el hombre de todo su trabajo, y de la fatiga de su corazón, con que se afana debajo del sol? Porque todos sus días no son sino dolores, y sus trabajos molestias; aun de noche su corazón no reposa. Esto también es vanidad.
a. Asimismo aborrecí todo mi trabajo… el cual tendré que dejar a otro que vendrá después de mí: Salomón no solo aborreció la vida bajo este pensamiento (Eclesiastés 2:17), sino que también aborreció sus propios logros, diciendo de ellos: Esto también es vanidad.
i. La idea de que Salomón pudiera dejar todo su trabajo y riqueza material a un necio parecía preocuparle. Esta preocupación estaba bien fundada, porque después de la muerte de Salomón, Roboam resultó ser un necio en muchos aspectos (1 Reyes 12, 1 Reyes 14:21-31).
ii. ¡Qué pena! Salomón, el más sabio de todos los hombres, hizo el peor uso de su sabiduría, tuvo setecientas esposas y trescientas concubinas, y sin embargo dejó solo un hijo para poseer sus bienes y su trono, y ese fue el más necio de los necios!”. (Clarke)
b. ¡Que el hombre trabaje con sabiduría, y con ciencia y con rectitud, y que haya de dar su hacienda a hombre que nunca trabajó en ello! Bajo su premisa, la muerte atormentaba a Salomón. No en el sentido de que pareciera temeroso de morir, sino que desesperaba de cómo la muerte (si ella acaba con la existencia) hace que nada tenga sentido.
i. Volvió, por tanto, a desesperanzarse mi corazón acerca de todo el trabajo en que me afané, y en que había ocupado debajo del sol: “La única conclusión es que todo es inútil. Un abismo de desesperación resulta. Él ‘permitió que [su] corazón se desesperara’ (como puede traducirse el verbo hebreo). Este es uno de los puntos más conmovedores del Antiguo Testamento, la antítesis del ‘vuestro trabajo en el Señor no es en vano’ del Nuevo Testamento (1 Corintios 15:58)”. (Eaton)
c. Porque todos sus días no son sino dolores, y sus trabajos molestias; aun de noche su corazón no reposa: Si la muerte le quita sentido a nuestro trabajo, entonces la vida es verdaderamente dolorosa, sus trabajos son molestias, y no hay reposo o alivio de la desesperación de una vida sin sentido. Seguramente, esto también es vanidad.
i. En realidad, es peor que vanidad. El Predicador también observó que en un mundo debajo del sol, esto es un mal grande.
ii. El Predicador insinúa una pregunta vital: ¿por qué nos molesta tanto esto? Si esta es en verdad la suerte del hombre y siempre lo ha sido; si cada pensamiento de un significado eterno para la vida es un deseo y una fantasía, entonces ¿por qué esa idea causa descontento en la mayoría de las personas? El hombre puede desear tener la capacidad de volar como un ave, pero hay poca sensación de falta de sentido en el corazón de un hombre o una mujer porque no pueden volar como un pájaro. Esto se debe a que el hombre no fue diseñado para volar como un pájaro; pero está diseñado para la eternidad.
iii. “Incidentalmente, esta amarga reacción es un testimonio de nuestra capacidad para mantenernos alejados de nuestra condición y sopesarla. Estar indignado por lo que es universal e inevitable sugiere algo de un descontento divino, y un indicio de lo que el gran dicho en el 3:11 llamará ‘eternidad’ en la mente del hombre”. (Kidner)
C. Como vivir la vida “debajo del sol”.
1. (24-25) Mantener una buena actitud a pesar de la desesperación.
No hay cosa mejor para el hombre sino que coma y beba, y que su alma se alegre en su trabajo. También he visto que esto es de la mano de Dios. Porque ¿quién comerá, y quién se cuidará, mejor que yo?
a. No hay cosa mejor para el hombre sino que coma y beba: Este pensamiento es prominente en Eclesiastés, siendo repetido unas cinco veces. Parece que el Predicador nos aconsejó cómo sacar lo mejor de una mala situación. Si la vida es realmente tan falta de esperanza y sin sentido como él ha demostrado, entonces simplemente deberíamos aceptar que el verdadero significado es imposible de encontrar, y simplemente encontrar satisfacción en los placeres moderados y responsables.
i. Este pensamiento es prominente en nuestros días. Pocas personas viven por el verdadero y eterno significado de su vida; así que viven las reglas debajo del sol. Tratan de trabajar duro, de disfrutar la vida, de divertirse, de ser amables, de que no los atrapen haciendo algo malo y tratan de no lastimar a nadie.
ii. Este pensamiento puede funcionar para mejorar una mala situación; pero no da verdadero sentido a la vida a la luz de la eternidad.
iii. “Esto puede parecer que tiene un sabor a epicurismo, al igual que algunos de los siguientes pasajes de este libro. Por lo cual, algunos de los antiguos doctores judíos una vez tuvieron la intención de ocultar todo este libro, y no permitir que la clase común volviera a verlo”. (Trapp)
b. También he visto que esto es de la mano de Dios: Nuevamente vemos que el Predicador no es ateo; ciertamente cree en Dios. Pero el Dios del Predicador no es el Dios que importa y da sentido a la vida en su conexión con la eternidad. El Dios del Predicador simplemente nos enseña a sacar lo mejor de una mala situación.
i. “Todo es vanidad. Vivir bajo el sol es decidir por fin que lo natural es tomar lo que venga. El materialismo se convierte necesariamente en fatalismo”. (Morgan)
c. Porque ¿quién comerá, y quién se cuidará, mejor que yo?: Dada la premisa del Predicador, su vida debería ser la mejor en un mundo sin sentido. Podía disfrutar de este mundo de desesperanza mejor que nadie. Sin embargo, su vida fue casi infinitamente más pobre que la vida más humilde vivida con verdadero sentido.
2. (26) Tal vez la aparente injusticia de este mundo pueda obrar a favor de uno.
Porque al hombre que le agrada, Dios le da sabiduría, ciencia y gozo; mas al pecador da el trabajo de recoger y amontonar, para darlo al que agrada a Dios. También esto es vanidad y aflicción de espíritu.
a. Porque al hombre que le agrada, Dios le da sabiduría, ciencia y gozo: Salomón reflexionó sobre cómo a veces parece que lo que el pecador ha recogido y amontonado se le da al que agrada a Dios. Esto puede parecer injusto, pero incluso debajo del sol, a veces la injusticia parece funcionar a nuestro favor.
i. “El hecho de que al final el tesoro del pecador irá a parar a los justos es solo una ironía suprema de lo que en cualquier caso era vanidad y aflicción de espíritu”. (Kidner)
b. También esto es vanidad y aflicción de espíritu: El Predicador sabía que su aparente redistribución de la mano de Dios no era suficiente para dar verdadero significado a la vida vivida debajo del sol.
©2022 The Enduring Word Comentario bíblico en español de David Guzik – ewm@enduringword.com