Eclesiastés 3 – El reinado del tiempo, un rayo de esperanza
A. Dios y el tiempo.
1. (1-8) Un tiempo para cada propósito.
Todo tiene su tiempo,
y todo lo que se quiere debajo del cielo tiene su hora.
Tiempo de nacer,
y tiempo de morir;
tiempo de plantar,
y tiempo de arrancar lo plantado;
tiempo de matar,
y tiempo de curar;
tiempo de destruir,
y tiempo de edificar;
tiempo de llorar,
y tiempo de reír;
tiempo de endechar,
y tiempo de bailar;
tiempo de esparcir piedras,
y tiempo de juntar piedras;
tiempo de abrazar,
y tiempo de abstenerse de abrazar;
tiempo de buscar,
y tiempo de perder;
tiempo de guardar,
y tiempo de desechar;
tiempo de romper,
y tiempo de coser;
tiempo de callar,
y tiempo de hablar;
tiempo de amar,
y tiempo de aborrecer;
tiempo de guerra, y tiempo de paz.
a. Todo tiene su tiempo, y todo lo que se quiere debajo del cielo tiene su hora: La poesía de esta lista – que describe las diferentes estaciones y facetas de la vida – es hermosa. Sin embargo, también arroja una sombra oscura porque nos recuerda la inevitabilidad de los problemas y el mal, y la implacable monotonía de la vida.
i. “Su incesante reiteración de las palabras, ‘Un tiempo… un tiempo… un tiempo’, pretende indicar su sentido de la monotonía de todas las cosas, más que de su variedad”. (Morgan)
ii. “La repetición de ‘un tiempo…, y un tiempo…’ empieza a ser opresiva. Cualquiera que sea nuestra habilidad e iniciativa, nuestros verdaderos amos parecen ser estas estaciones inexorables: no solo las del calendario, sino esa marea de eventos que nos mueve ahora a un tipo de acción que parece adecuado, y después otro que pone todo en reversa”. (Kidner)
b. Tiempo de nacer, y tiempo de morir… tiempo de destruir y tiempo de edificar: Una mala faceta responde a cada buena faceta. El Predicador entendía que aunque hay cosas buenas en la vida, de las cosas malas no se puede escapar.
i. “El nacimiento y la muerte, los límites de la vida bajo el sol, se mencionan primero”. (Wright)
ii. Tiempo de matar: Salomón no nos dijo que había un tiempo para matar. “Significativamente, la palabra hebrea que se usa aquí para ‘matar’, no es la palabra reservada para el asesinato en el sexto mandamiento, donde la premeditación parece estar a la vista”. (Wright)
iii. Tiempo de bailar: El comentarista puritano inglés John Trapp parecía desconfiar de este tiempo de bailar. “Aquí no hay nada para bailes mixtos inmodestos…. Donde hay baile, allí está el diablo, dice un Padre: ¿y no pueden los hombres estar alegres a menos que tengan al diablo por compañero de juegos? Bailando, dice otro, es un círculo, cuyo centro es el diablo, pero afanosamente inflando el fuego de la lujuria, como con Herodes, ese viejo verde”. (Trapp)
iv. Tiempo de esparcir piedras: En el mundo antiguo, comúnmente esparcían piedras en la tierra de un enemigo para obstaculizar la agricultura.
v. La calidad poética de la lista muestra que incluso los aspectos trágicos y oscuros de la vida se pueden presentar de manera ingeniosa – y poderosa.
vi. Esta lista también nos muestra la necesidad de aprovechar al máximo el tiempo que Dios nos da (Efesios 5:16; Colosenses 4:5). “Muchos hombres pierden su alma, como Saúl su reino, por no discernir su tiempo. Esaú llegó demasiado tarde; también lo hicieron las vírgenes insensatas. Si pasa el vendaval de la gracia, se cierra la puerta, si se levanta el puente levadizo, no hay posibilidad de entrada”. (Trapp)
2. (9-11) Un rayo de esperanza al ver a Dios como el amo del tiempo.
¿Qué provecho tiene el que trabaja, de aquello en que se afana? Yo he visto el trabajo que Dios ha dado a los hijos de los hombres para que se ocupen en él. Todo lo hizo hermoso en su tiempo; y ha puesto eternidad en el corazón de ellos, sin que alcance el hombre a entender la obra que ha hecho Dios desde el principio hasta el fin.
a. ¿Qué provecho tiene el que trabaja, de aquello en que se afana? Yo he visto el trabajo que Dios ha dado a los hijos de los hombres para que se ocupen en él: El Predicador hizo el tipo de pregunta que había hecho antes; pero esta vez encontró una respuesta en el trabajo que Dios ha dado al hombre.
b. Todo lo hizo hermoso en su tiempo: Este sentido del equilibrio considera el listado poético en el apartado anterior. Salomón pensó en lo bueno y lo malo tal como fueron descritos y entendió que Dios todo lo hizo hermoso en su tiempo.
c. Y ha puesto eternidad en el corazón de ellos: El Predicador entendió que el hombre tiene una conciencia y un anhelo por lo eterno, y que Dios ha puesto esto en el corazón de ellos. Podemos decir que la eternidad está en nuestro corazón porque estamos hechos a la imagen de un Dios eterno.
i. “Dios hizo al hombre a su propia imagen; y nada atestigua con mayor seguridad la grandeza de nuestro origen que aquellas facultades del alma que son capaces de anhelar, concebir y gozar del Infinito, de lo Inmortal y de lo Divino… Todo apetito en la naturaleza y en la gracia tiene su propia satisfacción”. (Meyer)
ii. El conocido misionero y autor Don Richardson, usó la frase eternidad en el corazón de ellos para describir el fenómeno de las analogías redentoras en la mayoría de las culturas aborígenes. Casi todas las culturas tienen tradiciones, costumbres o formas de pensar que reflejan la verdad bíblica básica, y los misioneros pueden usarlas para explicar el evangelio.
d. Sin que alcance el hombre a entender la obra que ha hecho Dios desde el principio hasta el fin: Aunque Dios le ha dado al hombre un anhelo y una conciencia de la eternidad, Dios no ha revelado mucho acerca de su obra eterna. Esto mantiene vivo el anhelo de la eternidad en el corazón del hombre como un anhelo por cumplir.
i. “Las vastas investigaciones del Predicador no han encontrado nada en el ámbito terrenal finito que pueda satisfacer el corazón humano de forma intelectual o práctica… Esto es lo más cerca que llega a la máxima de Agustín: ‘Nos has hecho para ti, y nuestros corazones están inquietos hasta puedan encontrar paz en ti’”. (Eaton)
3. (12-15) Lo que el Predicador sabe.
Yo he conocido que no hay para ellos cosa mejor que alegrarse, y hacer bien en su vida; y también que es don de Dios que todo hombre coma y beba, y goce el bien de toda su labor.
He entendido que todo lo que Dios hace será perpetuo;
Sobre aquello no se añadirá, ni de ello se disminuirá;
Y lo hace Dios, para que delante de él teman los hombres.
Aquello que fue, ya es; y lo que ha de ser, fue ya; y Dios restaura lo que pasó.
a. Yo he conocido que no hay para ellos cosa mejor que alegrarse, y hacer bien en su vida… es don de Dios que todo hombre… goce el bien de toda su labor: A la luz de que Dios todo lo hizo hermoso y que puso su don de la eternidad en el corazón de ellos – entonces es sabio recibir las cosas buenas de esta vida, y recibirlas como un don de Dios.
i. Yo he conocido: Esto “ofrece de nuevo la esperanza de una vida disfrutable de la mano de Dios… ve tal vida como un privilegio del hombre”. (Eaton)
b. He entendido que todo lo que Dios hace será perpetuo: Aquí el Predicador escapa – muy brevemente – a su forma de pensar debajo del sol. No es la mera mención de Dios lo que trae el escape; es también el conocimiento de que Dios es eterno y que esto es importante para nosotros (lo hace Dios, para que delante de él teman los hombres).
i. He entendido: Esto “muestra que la seguridad de tal vida es su garante divino… ve tal vida… como el propósito de Dios”. (Eaton)
ii. Eaton ve tres aspectos de la acción de Dios resaltados en Eclesiastés 3:14:
·Las acciones de Dios son permanentes (será perpetuo).
·Las acciones de Dios son efectivas y completas (sobre aquello no se añadirá).
·Las acciones de Dios son totalmente seguras (ni de ello se disminuirá).
iii. “Todo esto lleva por parte del hombre al temor, no a un terror cobarde ante lo monstruoso o lo desconocido, sino más bien al contrario, reverencia y admiración aterradora por Dios”. (Eaton)
c. Y Dios restaura lo que pasó: Nuevamente, esto refleja un breve escape de la forma de pensar debajo del sol. Si Dios juzga el corazón y las obras del hombre, entonces todo tiene sentido.
i. “Dios no tiene empresas fallidas ni hombres olvidados. Una vez más, Qohéleth ha demostrado, de pasada, que la desesperación que describe no es suya y no tiene por qué ser nuestra”. (Kidner)
B. La injusticia no responde con la muerte.
1. (16-17) El problema de la injusticia y una intranquila garantía de que se resolverá este problema.
Vi más debajo del sol:
en lugar del juicio,
allí impiedad;
y en lugar de la justicia,
allí iniquidad.
Y dije yo en mi corazón:
Al justo y al impío juzgará Dios;
porque allí hay un tiempo para todo lo que se quiere y para todo lo que se hace.
a. Vi más debajo del sol: en lugar del juicio, allí impiedad: Salomón miró al mundo – el mundo del aquí y ahora, además de considerar la eternidad – y vio que había gran maldad e injusticia. En lugar de juicio justo, halló impiedad; en lugar de justicia, halló iniquidad.
i. “Uno de los mayores problemas para comprender el plan total de Dios es que la recompensa y el castigo a veces parecen notoriamente ausentes”. (Wright)
ii. Este es un problema significativo debajo del sol. Si el hombre no tiene que enfrentar la eternidad; si esta vida es todo lo que hay, entonces muchas de las personas perversas y malvadas ganan y muchas personas buenas y justas pierden. La idea del karma no funciona consistentemente, al menos no en esta vida.
b. Y dije yo en mi corazón: Al justo y al impío juzgará Dios: El Predicador dijo – tal vez esperaba – que sabía que Dios juzgaría al justo y al impío, y no solamente en esta vida. Porque hay un tiempo para todo lo que se quiere y para todo lo que se hace, Dios juzgará las obras del hombre para ver si se ajustan a lo que se quiere y lo que se hace.
2. (18-21) El destino común de los animales y los humanos debajo del sol.
Dije en mi corazón: Es así, por causa de los hijos de los hombres, para que Dios los pruebe, y para que vean que ellos mismos son semejantes a las bestias. Porque lo que sucede a los hijos de los hombres, y lo que sucede a las bestias, un mismo suceso es: como mueren los unos, así mueren los otros, y una misma respiración tienen todos; ni tiene más el hombre que la bestia; porque todo es vanidad. Todo va a un mismo lugar; todo es hecho del polvo, y todo volverá al mismo polvo. ¿Quién sabe que el espíritu de los hijos de los hombres sube arriba, y que el espíritu del animal desciende abajo a la tierra?
a. Por causa de los hijos de los hombres… ellos mismos son semejantes a las bestias: Salomón miró la vida entre humanos y animales, y también comparó sus muertes – haciéndolo bajo la perspectiva debajo del sol, sin eternidad. Sobre esta base, podía decir que hay poca diferencia en la vida y el destino entre humanos y animales.
i. Ellos mismos son semejantes a las bestias: “El pronombre se repite enfáticamente, ‘que ellos mismos son [como] bestias, ellos en sí mismos’”. (Deane)
ii. “En su contexto, estos versículos dicen que Dios hace que todas las personas sensatas se den cuenta de que están tan sujetas a la muerte, al igual que el mundo animal”. (Wright)
b. Como mueren los unos, así mueren los otros: El Predicador pensó en un animal muriendo y su cuerpo descomponiéndose. Entonces pensó que por toda apariencia exterior, lo mismo sucede con un cuerpo humano. Por lo tanto, una misma respiración tienen todos; ni tiene más el hombre que la bestia; porque todo es vanidad.
i. “La distinción entre hombre y bestia es anulada por la muerte; la superioridad de la que se jacta el primero, su poder de concebir y planear, su grandeza, habilidad, fuerza, astucia, todo cae bajo la categoría de vanidad, ya que no pueden evitar el golpe inevitable”. (Deane)
ii. Este no es un argumento a favor de la doctrina del aniquilacionismo, la idea de que los muertos injustos simplemente dejan de existir, ya sea inmediatamente o después de algún tiempo de castigo. No es un argumento por dos razones. Primero, Salomón habló aquí como un hombre que no está convencido de la eternidad ni del significado que le da a la vida. Segundo, creemos lo que dice 2 Timoteo 1:10: que Jesús sacó a luz la vida y la inmortalidad por el evangelio. La comprensión de la otra vida es turbia e incierta en el Antiguo Testamento, pero mucho más clara en el Nuevo Testamento.
c. ¿Quién sabe que el espíritu de los hijos de los hombres sube arriba, y que el espíritu del animal desciende abajo a la tierra?: Sentimos que el Predicador esperaba que hubiera un destino diferente entre las personas y los animales. Sin embargo, en su forma de pensar debajo del sol, no había una razón verdadera para creer en ello – así que, “¿Quién sabe?”.
i. “Lo que significa ‘sube arriba’ y ‘desciende abajo’ se puede ver en referencia al refrán en Proverbios 15:24, ‘Para el sabio el camino de la vida va hacia arriba, para apartarse del Seol abajo’”. (Deane)
ii. “El Maestro está hablando fenomenológicamente, es decir, como las cosas aparecen a los sentidos”. (Wright)
3. (22) Encontrar paz debajo del sol.
Así, pues, he visto que no hay cosa mejor para el hombre que alegrarse en su trabajo, porque ésta es su parte; porque ¿quién lo llevará para que vea lo que ha de ser después de él?
a. Así, pues, he visto: Es cierto que Salomón percibió esto, pero lo hizo sobre las suposiciones erróneas de la forma de pensar debajo del sol.
b. No hay cosa mejor para el hombre que alegrarse en su trabajo… ¿quién lo llevará para que vea lo que ha de ser después de él? Después de coquetear brevemente con una confianza en la eternidad (Eclesiastés 3:9-15), el Predicador ha regresado a su forma de pensar debajo del sol. Bajo esa premisa, no hay cosa mejor para un hombre que hacer lo que pueda en este mundo y trate, lo mejor que pueda, de no preocuparse por lo que ha de ser después de él”.
i. En esta forma de pensar debajo del sol, Salomón tiene una respuesta para la pregunta, “¿qué ha de ser después de él?”. La respuesta es nada – porque la muerte termina con todo y, por lo tanto, en última instancia, su vida no tiene más importancia o significado que la vida de un animal.
©2022 The Enduring Word Comentario bíblico en español de David Guzik – ewm@enduringword.com