Eclesiastés 4 – Logros agridulces
A. La tragedia de la opresión.
1. (1) La opresión sin consuelo del hombre debajo del sol.
Me volví y vi todas las violencias que se hacen debajo del sol;
y he aquí las lágrimas de los oprimidos,
sin tener quien los consuele;
y la fuerza estaba en la mano de sus opresores,
y para ellos no había consolador.
a. Me volví y vi todas las violencias que se hacen debajo del sol: Después de un breve coqueteo con la esperanza, el Predicador una vez más pierde la esperanza al final de Eclesiastés 3 cuando consideró el problema de la injusticia. Continuando con esa idea, luego consideró todas las violencias que se hacen debajo del sol.
i. “La compasión por los oprimidos es común en el Antiguo Testamento”. (Eaton)
·Opresión de la gente por un rey (Proverbios 28:16).
·Opresión de un siervo por su amo (Deuteronomio 24:14).
·Opresión de los pobres por los ricos (Proverbios 22:16).
·Opresión de los pobres por parte de la burocracia (Eclesiastés 5:8).
·Opresión de los pobres por parte de otros pobres (Proverbios 28:3).
·Opresión del extranjero, del huérfano y de la viuda (Jeremías 7:6; Ezequiel 22:7; Zacarías 7:10).
·Opresión al cobrar intereses elevados (Ezequiel 22:12, 29).
·Opresión usando pesas y medidas falsas (Oseas 12:7).
b. Las lágrimas de los oprimidos, sin tener quien los consuele: Salomón pensó en las vidas dolorosas y llenas de lágrimas de los oprimidos. En un mundo debajo del sol – donde esta vida es todo lo que hay, los hombres y las mujeres no rinden cuenta de sus vidas en un mundo venidero – las lágrimas de los oprimidos son especialmente amargas y no tienen quien los consuele.
i. “Oh, las lágrimas por los oprimidos; los niños pequeños; ¡los fugitivos aterrorizados del turco, el comerciante europeo y el tirano borracho del hogar! A través de todos los siglos han corrido lágrimas, suficientes para hacer flotar una marina”. (Meyer)
2. (2-3) Debido a la opresión y la tristeza, el hombre está mejor muerto.
Y alabé yo a los finados, los que ya murieron,
más que a los vivientes, los que viven todavía.
Y tuve por más feliz que unos y otros al que no ha sido aún,
que no ha visto las malas obras que debajo del sol se hacen.
a. Y alabé yo a los finados, los que ya murieron: La idea de que tanto los opresores como sus víctimas no encuentran justicia en la eternidad era tan amarga para el Predicador que pensó que los muertos eran afortunados. En un mundo debajo del sol, los muertos no tienen que pensar en cosas tan dolorosas.
i. Salomón solo podía alabar a los muertos de esta manera porque en su tiempo no tenía un conocimiento certero del mundo venidero, y escribió la mayor parte de Eclesiastés con una premisa debajo del sol. Si supiera y aceptara lo que les sucedía a los muertos injustos, nunca diría tal cosa. “Los hombres, como peces tontos, se ven atrapados y arrancados del estanque de la vida, pero no ven, por desgracia, el fuego y la olla en que son echados los que mueren en sus pecados”. (Trapp)
ii. Los finados, los que ya murieron es una frase interesante. Implica que hay finados que aún no están muertos, los muertos vivientes – por así decirlo. Caminan por esta tierra y tienen vida biológica, pero su espíritu y alma parecen muertos.
b. Y tuve por más feliz que unos y otros al que no ha sido aún, que no ha visto las malas obras que debajo del sol se hacen: Salomón llevó la idea de alabar a los muertos aún más allá, donde alabó al que no ha sido aún. Incluso los muertos alguna vez estuvieron vivos y tuvieron que ver las malas obras que debajo del sol se hacen.
i. “No hay nada más triste en todo el libro que la mirada melancólica en los versículos 2 y 3 a los muertos y no nacidos, que se salvan de ver tanta angustia”. (Kidner)
ii. Jesús mismo dijo que había un hombre para quien mejor hubiera sido no haber nacido: Judas (Mateo 26:24).
iii. La gran desesperanza del Predicador por la injusticia de la opresión en una premisa debajo del sol muestra la necesidad moral de una vida después de la muerte y un juicio venidero. Jesús nos dijo que son aquellos que oprimen y abusan de su poder los que finalmente soportarán el castigo, no sus víctimas (Mateo 18:6-7).
B. Logros agridulces.
1. (4-6) El éxito a menudo gana la envidia del prójimo.
He visto asimismo que todo trabajo y toda excelencia de obras despierta la envidia del hombre contra su prójimo. También esto es vanidad y aflicción de espíritu.
El necio cruza sus manos
y come su misma carne.
Más vale un puño lleno con descanso,
que ambos puños llenos con trabajo y aflicción de espíritu.
a. Todo trabajo y toda excelencia de obras despierta la envidia del hombre contra su prójimo: El Predicador pensó en aquellos que obtienen éxito a través del trabajo y excelencia de obras – y cómo esto simplemente provoca envidia y, a veces, odio de los demás. Este celo común por el éxito hacía que la vida pareciera vanidad y aflicción de espíritu.
i. “Porque si un hombre actúa recta y correctamente en el mundo, pronto se convierte en el objeto de la envidia y la calumnia de su prójimo también. Por lo tanto, el estímulo para hacer el bien, para actuar con rectitud, es muy poco. Esto constituye una parte del sistema vano y vacío de la vida humana”. (Clarke)
b. El necio cruza sus manos y come su misma carne: Aquí Salomón responde a la tendencia a ser perezosos de los que son celosos del éxito de los demás. Como necios, cruzan las manos y no hacen nada – y así se consumen. Sin embargo, no era el éxito de su vecino lo que los hacía consumirse; el hombre necio y perezoso come su misma carne.
i. Come su misma carne: “Esta expresión es en realidad equivalente a ‘se destruye a sí mismo’, ‘trae ruina sobre sí mismo’” (Deane). Un pensamiento similar desde una perspectiva diferente se encuentra en Salmos 27:2.
c. Más vale un puño lleno con descanso, que ambos puños llenos con trabajo y aflicción de espíritu: El Predicador reflexiona sobre el valor del contentamiento. Es mejor tener menos y estar contento (con descanso) que tener más y estar constantemente aferrándose a más éxito.
i. Salomón entrelazó alguno fascinantes temas aquí.
·El trabajo duro y el éxito son buenos, y no deben de envidiarse.
·La pereza es mala y destructiva.
·Sin embargo, incluso el que tiene las manos llenas debe aprender a estar contento.
2. (7-8) ¿De qué sirve tu éxito si no puedes transmitirlo?
Yo me volví otra vez, y vi vanidad debajo del sol.
Está un hombre solo y sin sucesor,
que no tiene hijo ni hermano;
pero nunca cesa de trabajar,
ni sus ojos se sacian de sus riquezas,
ni se pregunta:
¿Para quién trabajo yo, y defraudo mi alma del bien?
También esto es vanidad, y duro trabajo.
a. Está un hombre solo y sin sucesor: Salomón pensó en un hombre solo, sin familia ni amigos cercanos.
b. Pero nunca cesa de trabajar, ni sus ojos se sacian de sus riquezas: El hombre en el pensamiento de Salomón trabaja duro y quiere ganar más y más.
c. Ni se pregunta: ¿Para quién trabajo yo, y defraudo mi alma del bien? El Predicador pensó en esta vida no examinada de trabajo duro y éxito – sin familia ni amigos para compartirlo todo – es vanidad, y duro trabajo.
i. El Predicador estaba completamente en lo cierto bajo una perspectiva debajo del sol. Bajo esa premisa, no existe tal cosa como un logro eterno y uno ni siquiera tiene la satisfacción potencial de pasar los logros de uno a otro.
ii. “Esta imagen de ocupación solitaria y sin sentido, al igual que la de rivalidad celosa en el versículo 4, comprueba cualquier afirmación excesiva que deseemos hacer sobre las bendiciones del trabajo duro”. (Kidner)
3. (9-12) Sin un amigo, los logros son vanos.
Mejores son dos que uno;
Porque tienen mejor paga de su trabajo.
Porque si cayeren, el uno levantará a su compañero;
Pero ¡ay del solo! que cuando cayere,
No habrá segundo que lo levante.
También si dos durmieren juntos, se calentarán mutuamente;
Mas ¿cómo se calentará uno solo?
Y si alguno prevaleciere contra uno, dos le resistirán;
Y cordón de tres dobleces no se rompe pronto.
a. Mejores son dos que uno: En la sección anterior, Salomón pensó cómo incluso en un mundo debajo del sol, vivir solo empeoraba la vida. Continúa desarrollando la misma idea, señalando que mejores son dos que uno y comenzará a exponer las razones por las que esto es cierto.
i. “Habiendo mirado la pobreza del ‘solitario’, cualquiera que sea su éxito exterior, ahora reflexionamos sobre algo mejor; y mejor será una palabra clave aquí”. (Kidner)
b. Porque tienen mejor paga de su trabajo: En una buena sociedad, dos pueden lograr más que cada uno individualmente. La suma será mayor que las partes.
c. Porque si cayeren, el uno levantará a su compañero: Cuando dos trabajan y viven juntos, pueden ayudarse mutuamente en tiempos difíciles – pero ¡ay del solo! que cuando cayere, no habrá segundo que lo levante. El Predicador entendía que todo el mundo necesita ayuda, y es una bendición tanto dar como recibir ayuda.
d. Si dos durmieren juntos, se calentarán mutuamente; mas ¿cómo se calentará uno solo?: Cuando dos trabajan y viven juntos, pueden traer consuelo a la vida del otro.
e. Si alguno prevaleciere contra uno, dos le resistirán: Cuando dos trabajan y viven juntos, pueden brindar seguridad y protección el uno al otro. Por usar una frase familiar, pueden “cuidar la espalda” uno al otro.
i. Estos cuatro versículos nos muestran el gran valor de las relaciones humanas, que mejores son dos que uno. Vivir y trabajar juntos es una gran ventaja sobre vivir y trabajar solo, y agrega estas cuatro cosas a la vida:
·Productividad (tienen mejor paga de su trabajo).
·Ayuda en la necesidad (si cayeren, el uno levantará a su compañero).
·Comodidad en la vida (se calentarán mutuamente).
·Seguridad y protección (dos le resistirán).
f. Cordón de tres dobleces no se rompe pronto: El Predicador da una línea final fascinante a esta sección que trata sobre la bondad del compañerismo. Podríamos haber esperado que alabara la fuerza de una cuerda doble; en cambio, señaló que cordón de tres dobleces no se rompe pronto. Comúnmente se entiende que el tercer cordón es Dios mismo, y que una relación entrelazada con Dios es un cordón de tres dobleces que no se rompe pronto.
i. “La fuerza del cordón de tres dobleces era proverbial en el mundo antiguo”. (Eaton)
ii. Esto se aplica comúnmente – y se aplica bien – a la idea de reconocer y aceptar a Dios en la relación matrimonial. Sin embargo, es posible que, en el contexto del matrimonio y la familia, Salomón tuviera en mente a los niños con la imagen de un cordón de tres dobleces.
4. (13-16) La vanidad de la fama y su corta duración.
Mejor es el muchacho pobre y sabio,
que el rey viejo y necio que no admite consejos;
porque de la cárcel salió para reinar,
aunque en su reino nació pobre.
Vi a todos los que viven debajo del sol caminando
con el muchacho sucesor, que estará en lugar de aquél.
No tenía fin la muchedumbre del pueblo que le seguía;
sin embargo, los que vengan después tampoco estarán contentos de él.
Y esto es también vanidad y aflicción de espíritu.
a. Mejor es el muchacho pobre y sabio, que el rey viejo y necio que no admite consejos: El Predicador comienza esta sección con un proverbio, haciendo la observación de que es mejor ser pobre y sabio (¡y joven!) que ser viejo, necio y tener una gran riqueza y estatus.
b. De la cárcel salió para reinar: Salomón pensó en un segundo joven, que se levanta de la desgracia y la oscuridad para lograr una gran riqueza, estatus y fama (No tenía fin la muchedumbre del pueblo que le seguía).
c. Sin embargo, los que vengan después tampoco estarán contentos de él: Mientras Salomón pensaba en este joven que logró mucho y se hizo famoso, entendió que la fama sería de corta duración. Incluso si durara toda su vida (lo que sería raro y notable), no viviría mucho más allá de su propia vida. Con su premisa debajo del sol, este pensamiento trajo la familiar conclusión al Predicador: Y esto es también vanidad y aflicción de espíritu.
i. “Ha alcanzado el pináculo de la gloria humana, solo para quedarse varado allí. Es otro de nuestros anticlímax humanos y, en última instancia, logros vacíos”. (Kidner)
©2022 The Enduring Word Comentario bíblico en español de David Guzik – ewm@enduringword.com