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Ezequiel 10 – La gloria y los querubines

A. La visión de la gloria de Dios en el templo.

1. (1-2) La semejanza de un trono.

Miré, y he aquí en la expansión que había sobre la cabeza de los querubines como una piedra de zafiro, que parecía como semejanza de un trono que se mostró sobre ellos. Y habló al varón vestido de lino, y le dijo: Entra en medio de las ruedas debajo de los querubines, y llena tus manos de carbones encendidos de entre los querubines, y espárcelos sobre la ciudad. Y entró a vista mía.

a. He aquí en la expansión que había sobre la cabeza de los querubines como una piedra de zafiro: Ezequiel 8-11 es una descripción extensa de la visión del profeta de corrupción y juicio en el templo de Jerusalén. Otra parte importante de esta visión es la gloria de Dios, descrita en los mismos términos que Ezequiel vio en la visión de su llamado en Ezequiel 1-3. Aquí está la descripción de una expansión que estaba sobre la cabeza de los querubines.

i. De la asociación con otros pasajes, entendimos que las criaturas vivientes de Ezequiel 1 eran querubines, pero no se les dio ese nombre específico en Ezequiel 1. Ahora en el templo se les llama más apropiadamente querubines, porque había representaciones artísticas de querubines sobre el templo, incluidas las grandes estatuas erigidas por Salomón (1 Reyes 6:23).

ii. “¡Estos querubines son las realidades celestiales vivientes que simbolizan las esculturas estáticas en el santuario interior! Han venido a la tierra desde la sala del trono celestial para transportar el kabod, la señal visible de la presencia de Dios, fuera de su morada terrenal”. (Block)

b. La expansión: Al igual que con la visión en Ezequiel 1, Ezequiel vio algo sobre los querubines que rodeaban el trono de Dios, algo como un cielo o espacio. Los querubines son los ángeles poderosos asociados con la presencia y el trono de Dios.

c. Semejanza de un trono: Ezequiel describe el trono tal como en Ezequiel 1:26, pero aquí no menciona la apariencia del hombre elevado sobre él. Sin embargo, la persona en el trono está implícita, de Aquél que habló al varón vestido de lino.

d. Llena tus manos de carbones encendidos de entre los querubines: Este fue el mandato dirigido al varón vestido de lino, quien era el que marcó a los pocos fieles en Jerusalén (Ezequiel 8). Dios ordenó a este ángel que tomara los carbones encendidos y los esparciera sobre la ciudad.

i. Anteriormente leímos que Jerusalén sería juzgada a través de asedio, matanza, hambre y enfermedad. Ahora nos enteramos de que Jerusalén también será quemada, y el fuego viene del trono y la gloria del mismo Dios; carbones encendidos salen de entre los querubines.

ii. “El énfasis en el fuego en este capítulo es notable, porque anticipó el fuego que destruyó Jerusalén en el año 586 a.C. (II Reyes 25:9)”. (Feinberg)

iii. “En Isaías 6, los carbones encendidos fueron para la purificación del profeta; aquí eran para la destrucción de los impíos. En lo que se refiere al mal, es cierto que ‘nuestro Dios es fuego consumidor’ como se afirma en Hebreos 12:29”. (Feinberg)

iv. “En la mente de Ezequiel, Jerusalén iba a ser tratada de la misma manera que Sodoma y Gomorra (Génesis 19:24)”. (Taylor)

e. Y entró a vista mía: El ángel se apresuró a obedecer, así como lo hizo en Ezequiel 9:11.

2. (3-5) La nube de la gloria de Dios.

Y los querubines estaban a la mano derecha de la casa cuando este varón entró; y la nube llenaba el atrio de adentro. Entonces la gloria de Jehová se elevó de encima del querubín al umbral de la puerta; y la casa fue llena de la nube, y el atrio se llenó del resplandor de la gloria de Jehová. Y el estruendo de las alas de los querubines se oía hasta el atrio de afuera, como la voz del Dios Omnipotente cuando habla.

a. Y los querubines estaban a la mano derecha de la casa: Este era el lado opuesto desde donde los ángeles del juicio comenzaron su trabajo (Ezequiel 9:1-2).

b. La nube llenaba el atrio de adentro: Esta era la nube de gloria, vista con frecuencia en el Antiguo y Nuevo Testamento, a veces llamada la nube de gloria Shekhiná. Es difícil definir la gloria de Dios; podríamos llamarlo el resplandor radiante de su carácter y presencia. Aquí se le dio alguna representación visible en la nube.

·Esta es la nube que estuvo junto a Israel en el desierto (Éxodo 13:21-22).

·Esta es la nube de gloria desde la que Dios habló a Israel (Éxodo 16:10).

·Esta es la nube desde la cual Dios se encontró con Moisés y otros (Éxodo 19:9, 24:15-18; Números 11:25, 12:5, 16:42).

·Esta es la nube que estuvo junto a la puerta del Tabernáculo (Éxodo 33:9-10).

·Esta es la nube desde la cual Dios aparecía al sumo sacerdote en el Lugar Santo detrás del velo (Levítico 16:2).

·Esta es la nube que llenó tanto el templo cuando Salomón lo dedicó que los sacerdotes no pudieron continuar sirviendo (1 Reyes 8:1-11).

·Esta es la nube de la visión de Ezequiel, llenando el templo de Dios con el resplandor de su gloria (Ezequiel 10:4).

·Esta es la nube de gloria que cubrió a María cuando concibió a Jesús por el poder del Espíritu Santo (Lucas 1:35).

·Esta es la nube presente en la transfiguración de Jesús (Lucas 9:34-35).

·Esta es la nube de gloria que recibió a Jesús en el cielo en su ascensión (Hechos 1:9).

·Esta es la nube que mostrará la gloria de Jesucristo cuando regrese triunfante a esta tierra (Lucas 21:27; Apocalipsis 1:7).

i. Ezequiel vio esto en una visión, y en lo que vio hay una extraña tragedia. Ezequiel vio mucha gente en el templo (Ezequiel 8), pero solo él vio la gloria de Dios. “Lo triste fue que Ezequiel fue evidentemente la única persona que vio la gloria de Dios. El resto tenía ojos sólo para las imágenes, los cuadros y la inferior gloria del sol”. (Wright)

c. La gloria de Jehová se elevó de encima del querubín al umbral de la puerta: En la visión de Ezequiel, la gloria de Jehová resplandeció y la nube de su gloria llenó el templo. Sin embargo, estaba en movimiento (como también se ve en Ezequiel 9:3), deteniéndose cuando estaba por salir del templo.

i. Al umbral de la puerta: “Mostrando su falta de voluntad para irse, y dándoles tiempo para que se reconsideren y regresen arrepentidos; y se para donde puede ser visto tanto por los sacerdotes como por el pueblo, para que ambos puedan ser movidos al arrepentimiento”. (Poole)

d. Y el estruendo de las alas de los querubines se oía: Mientras esta representación visible de la gloria de Dios se movía, las alas de los querubines estaban activas y eran ruidosas, con un sonido tan fuerte y llamativo como la voz del Dios Omnipotente cuando habla.

i. “El sonido de las alas de los querubines reverbera en todo el complejo del templo y crea una impresión de inquietud, un afán por partir”. (Block)

3. (6-8) El fuego de entre las ruedas.

Aconteció, pues, que al mandar al varón vestido de lino, diciendo: Toma fuego de entre las ruedas, de entre los querubines, él entró y se paró entre las ruedas. Y un querubín extendió su mano de en medio de los querubines al fuego que estaba entre ellos, y tomó de él y lo puso en las manos del que estaba vestido de lino, el cual lo tomó y salió. Y apareció en los querubines la figura de una mano de hombre debajo de sus alas.

a. Toma fuego de entre las ruedas, de entre los querubines: De nuevo, notamos el énfasis de que el fuego del juicio sobre Jerusalén viene del trono y la gloria de Dios mismo.

i. “Además de llevar el kabod de Yahveh, el carro celestial ahora llega con las brasas del juicio divino a Jerusalén, y partirá llevando la gloria fuera del templo y lejos de la ciudad”. (Block)

ii. “El escenario ahora estaba preparado para la destrucción por fuego de Jerusalén que aquí se representa simbólicamente como viniendo del Señor mismo”. (Smith)

iii. “El fuego que procede de Él será absolutamente justo en su actividad. No dañará nada excepto lo que es malo. La ira de Dios es terrible, pero nunca es una pasión que traspasa los límites de la acción justa. Está siempre refrenada por la más estricta justicia”. (Morgan)

b. Él entró y se paró entre las ruedas: El varón vestido de lino obedeció rápidamente el mandato de Dios.

c. Y un querubín extendió su mano: El hombre vestido de lino no tomó el fuego directamente, sino que lo recibió de un querubín. Ezequiel explicó que el querubín pudo hacer esto porque parecía tener la figura de una mano de hombre debajo de sus alas.

i. “Posiblemente tenía la intención de mostrar que incluso un mensajero angelical como el varón vestido de lino tenía que mantenerse alejado del temible trono de Dios”. (Taylor)

d. Lo puso en las manos del que estaba vestido de lino: Ahora este ángel (los ángeles a veces se describen como hombres en la biblia) podría cumplir el mandato de esparcir los carbones de fuego sobre la ciudad”. (Ezequiel 10:2).

B. La apariencia de los querubines.

1. (9-13) Las ruedas asociadas con los querubines.

Y miré, y he aquí cuatro ruedas junto a los querubines, junto a cada querubín una rueda; y el aspecto de las ruedas era como de crisólito. En cuanto a su apariencia, las cuatro eran de una misma forma, como si estuviera una en medio de otra. Cuando andaban, hacia los cuatro frentes andaban; no se volvían cuando andaban, sino que al lugar adonde se volvía la primera, en pos de ella iban; ni se volvían cuando andaban. Y todo su cuerpo, sus espaldas, sus manos, sus alas y las ruedas estaban llenos de ojos alrededor en sus cuatro ruedas. A las ruedas, oyéndolo yo, se les gritaba: ¡Rueda!

a. He aquí cuatro ruedas junto a los querubines: Ezequiel 1:15-21 describe estas ruedas con cierto detalle. La impresión general es de actividad y movimiento constantes, y movimiento libre sin caos ni desorden (no se volvían cuando andaban, sino que al lugar adonde se volvía la primera, en pos de ella iban).

i. “Estas ruedas están en actividad incesante y hablan del hecho de que Dios está ocupado”. (McGee)

ii. Si las ruedas y los querubines representan el carro de Dios o el carro-trono, entonces es claro que Ezequiel debía entender que estaba en movimiento. Estaba en Babilonia, ahora está en Jerusalén en el templo.

b. El aspecto de las ruedas era como de crisólito: El crisólito puede venir en muchos colores diferentes, pero uno de los más notables y preciosos es el esmeralda. Esto puede significar que las ruedas y su funcionamiento emitían un color verde.

c. Y todo su cuerpo, sus espaldas, sus manos, sus alas y las ruedas estaban llenos de ojos alrededor en sus cuatro ruedas: Ezequiel 1:18 describe ojos en relación con las ruedas. Aquí se nos dice que los mismos querubines estaban llenos de ojos alrededor. Esto coincide con la descripción posterior de los querubines que se encuentra en Apocalipsis 4:6.

i. “La imagen parece extraña para el lector moderno, pero hay que recordar que se trata de una experiencia visionaria y que las características surrealistas pueden abrumar al realismo”. (Block)

ii. Adam Clarke habló en nombre de muchos que están desconcertados por la naturaleza y la complejidad de estas descripciones: “Y quizás de toda esta visión y sus dificultades, verán la conveniencia de que el consejo de rabinos ordene al rabino Ananías que encienda trescientos barriles de aceite para alimentar su lámpara durante el tiempo que sería necesario para explicar esta única visión”.

2. (14-17) Los rostros y el movimiento de los querubines.

Y cada uno tenía cuatro caras. La primera era rostro de querubín; la segunda, de hombre; la tercera, cara de león; la cuarta, cara de águila. Y se levantaron los querubines; este es el ser viviente que vi en el río Quebar. Y cuando andaban los querubines, andaban las ruedas junto con ellos; y cuando los querubines alzaban sus alas para levantarse de la tierra, las ruedas tampoco se apartaban de ellos. Cuando se paraban ellos, se paraban ellas, y cuando ellos se alzaban, se alzaban con ellos; porque el espíritu de los seres vivientes estaba en ellas.

a. Y cada uno tenía cuatro caras: Esta es casi la misma descripción de los querubines que se encuentra en Ezequiel 1:10-14. Aquí Ezequiel no describió cuatro caras en cada querubín, solo una cara vuelta hacia él. Otra diferencia radica en que en el pasaje anterior los rostros aparecieron como un hombre, un león, un buey y un águila. Aquí se enlistan como un querubín, un hombre, un león y un águila. Por alguna razón, Ezequiel eligió usar la palabra querubín para describir el rostro asociado con el buey.

·Algunos explican esto diciendo que dado que estos seres son querubines y que cada rostro es en realidad el rostro de un querubín, simplemente debió haber alguna razón desconocida por la que se usó la palabra sustituta”. (Wright, Wiersbe).

·Algunos explican esto diciendo que la cara de un querubín es algo así como la cara de un buey (Alexander, Smith).

·Algunos explican esto por el error de un escriba que copió el texto (Taylor).

b. Este es el ser viviente que vi en el río Quebar: Esta es una referencia directa a la visión de Ezequiel 1 (Ezequiel 1:1).

c. Las ruedas tampoco se apartaban de ellos: Esta es la misma descripción de las ruedas y su asociación con los querubines como se describe en Ezequiel 1:17, 1:20-21. La idea es que los querubines y las ruedas estén perfectamente coordinados en sus movimientos juntos. Estaban tan íntimamente conectados que Ezequiel pudo escribir: el espíritu de los seres vivientes estaba en ellas.

3. (18-19) La gloria de Jehová y los querubines a la puerta del templo.

Entonces la gloria de Jehová se elevó de encima del umbral de la casa, y se puso sobre los querubines. Y alzando los querubines sus alas, se levantaron de la tierra delante de mis ojos; cuando ellos salieron, también las ruedas se alzaron al lado de ellos; y se pararon a la entrada de la puerta oriental de la casa de Jehová, y la gloria del Dios de Israel estaba por encima sobre ellos.

a. Entonces la gloria de Jehová se elevó de encima del umbral de la casa, y se puso sobre los querubines: Anteriormente en Ezequiel 10, la gloria del Señor fue descrita moviéndose hasta el umbral del templo (Ezequiel 10:4). Aquí continuó moviéndose y partió del umbral de la casa.

i. “Los judíos soñaban que Dios no podía apartarse de su templo; ciertamente, mientras era suyo, y lo usó como suyo, no lo hizo, ni lo abandonaría, pero lo abandonará cuando sea profanado, y por lo tanto sea hecho no suyo”. (Poole)

b. Y alzando los querubines sus alas, se levantaron de la tierra: Los querubines eran algo así como guardianes o asistentes de esta representación visible de la gloria de Dios. Ezequiel notó en su visión que a medida que la gloria se movía, también lo hacían los querubines.

i. “El carro no solo sirve como vehículo para proclamar la gloria de Yahveh y su soberanía (cap. 1), sino que también proporciona el medio por el cual él abandonará su templo, por lo cual declara la terminación de su relación especial con Jerusalén y con su pueblo del pacto”. (Block)

c. Se pararon a la entrada de la puerta oriental de la casa de Jehová: El sentido parece ser que la gloria de Dios viajó desde el lugar santísimo hasta el umbral del edificio del templo, luego a través del atrio del templo, y ahora se paró a la entrada de la puerta oriental. Se estaba alejando del templo y estaba a punto de dejar los patios del templo.

i. La última mención del este en esta visión se remonta a Ezequiel 8:16, donde 25 hombres sacerdotales miraron hacia el este y adoraron al sol. “Pero los hombres que miraron hacia el este adorando al sol deben haber mirado a través de la visión de la puerta: sus ojos estaban tan deslumbrados por la bola de luz creada que no podían ver la Luz Verdadera”. (Wright)

ii. Es un pensamiento sorprendente e impactante que la gloria de Dios estaba a punto de abandonar el templo por completo. Sin embargo, Ezequiel también nos dirá más tarde (Ezequiel 43:2-4) que volverá. “Pero pasemos al xliii. 2-4. La gloria del Señor volvió al templo renovado. Como el amanecer de un nuevo día; como estruendo de muchas aguas, vino, vino. ‘Este’, dijo Dios, ‘es el lugar de Mi trono… y la casa de Israel nunca más contaminará”. (Meyer)

iii. “Tengan en cuenta que cuando el Señor finalmente regrese, se le verá regresar por la puerta este (Ezequiel 43:4)”. (Wright)

d. La gloria del Dios de Israel estaba por encima sobre ellos: Ezequiel expresó esto con un poco de ironía, o quizás tragedia. El Dios de Israel debería tener su gloria en Israel, pero ahora esa gloria estaba a punto de irse.

i. “La partida de la gloria señala el final de una relación que había existido durante casi cuatro siglos. El rey divino ha abandonado su residencia”. (Block)

4. (20-22) La conexión con la visión de los querubines registrada en Ezequiel 1.

Estos eran los mismos seres vivientes que vi debajo del Dios de Israel junto al río Quebar; y conocí que eran querubines. Cada uno tenía cuatro caras y cada uno cuatro alas, y figuras de manos de hombre debajo de sus alas. Y la semejanza de sus rostros era la de los rostros que vi junto al río Quebar, su misma apariencia y su ser; cada uno caminaba derecho hacia adelante.

a. Y conocí que eran querubines: Ezequiel nuevamente conectó lo que vio en esta visión con lo que vio en una visión en el río Quebar, registrado en Ezequiel 1.

b. Cada uno caminaba derecho hacia adelante: “La palabra final es que cada querubín fue directamente hacia adelante, proclamando así la imposibilidad de frustrar o impedir los planes de Dios. Mantuvieron su objetivo y misión en todo momento sin desviarse”. (Feinberg)

©2022 The Enduring Word Comentario bíblico en español de David Guzik – ewm@enduringword.com  

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