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Génesis 38 — Tamar yel pecado de Judá

A. La viudez de Tamary la injusticia de Judá.

1. (1-5) Judá y sus tres hijos.

Aconteció en aquel tiempo, que Judá se apartó de sus hermanos, y se fue a un varón adulamita que se llamaba Hira. Y vio allí Judá la hija de un hombre cananeo, el cual se llamaba Súa; y la tomó, y se llegó a ella. Y ella concibió, y dio a luz un hijo, y llamó su nombre Er. Concibió otra vez, y dio a luz un hijo, y llamó su nombre Onán. Y volvió a concebir, y dio a luz un hijo, y llamó su nombre Sela. Y estaba en Quezib cuando lo dio a luz.

a. Judá se apartó de sus hermanos: Judá, el cuarto hijo, nacido de Jacob, por medio de Lea (Rubén, Simeón, y Leví fueron antes de él) todavía no se había distinguido como alguien grande entre sus hermanos. Judá fue quien sugirió vender a José como esclavo (Génesis 37:26).

b. Allí conoció Judá a la hija de un cananeo, el cual se llamaba Súa; y la tomó: A través de un matrimonio impío e imprudente con una mujer cananea, Judá engendró tres hijos: Er, Onán, y Sela.

i. El matrimonio con una mujer canaanita había sido desalentado entre los patriarcas y aquellos conectados a ellos (Génesis 24:3, 28:1, 28:8). Los vecinos canaanitas estaban corrompiendo rápidamente a la familia de Israel. Su futuro parecía una combinación de corrupción y asimilación. Dios tenía un plan para sacarlos de Canaán.

2. (6-7) El matrimonio de Er con Tamar y su muerte.

Después Judá tomó mujer para su primogénito Er, la cual se llamaba Tamar. Y Er, el primogénito de Judá, fue malo ante los ojos de Jehová, y le quitó Jehová la vida.

a. La cual se llamaba Tamar: No es sorprendente que Judá eligiera una esposa canaanita para su hijo Er, ya que él mismo estaba casado con una canaanita.

b. Er, el primogénito de Judá, fue malo ante los ojos de Jehová, y le quitó Jehová la vida: Nunca se nos dice cuál era la maldad de Er; pero, obviamente, era lo bastante malo como para que Dios trajera juicio inmediato sobre él. Creció con un padre que provenía de una familia con muchos problemas y con una madre cananea, que no lo guiaron a llevar una vida piadosa.

3. (8-10) Onán se rehúsa a darle descendencia a Tamar.

Entonces Judá dijo a Onán: Llégate a la mujer de tu hermano, y despósate con ella, y levanta descendencia a tu hermano. Y sabiendo Onán que la descendencia no había de ser suya, sucedía que cuando se llegaba a la mujer de su hermano, vertía en tierra, por no dar descendencia a su hermano. Y desagradó en ojos de Jehová lo que hacía, y a él también le quitó la vida.

a. Llégate a la mujer de tu hermano, despósate con ella y levanta descendencia a tu hermano: De acuerdo con la costumbre del matrimonio levirato (tiempo después convertido en ley en Deuteronomio 25:5-10), si un hombre moría antes de dar hijos a su esposa, era el deber de los hermanos casarse con la viuda y darle hijos. El niño sería considerado como el hijo del hermano que murió, ya que el hermano que vivía solo estaba actuando en su lugar (sabiendo Onán que la descendencia no sería suya).

i. Esto se hacía para que el nombre del hermano muerto continuara. Pero también para que la viuda tuviera hijos que la mantuvieran. Aparte de esto, probablemente ella viviría el resto de su vida como una viuda indigente.

b. Cuando se llegaba a la mujer de su hermano, vertía en tierra, por no dar descendencia a su hermano: Onán se negó a tomar en serio esta responsabilidad. Estaba más que feliz en usar a Tamar para su gratificación sexual, pero no quiso darle a Tamar un hijo al cual habría que apoyar y siempre sería considerado el hijo de Er.

i. Onán tomó el sexo solo como una experiencia placentera. Si él realmente no quería tener un hijo para Tamar, nunca debió haber tenido relaciones sexuales con ella. Se negó a cumplir su obligación con su hermano muerto y con Tamar.

ii. Muchos cristianos han usado este pasaje como un texto contra la masturbación. De hecho, la masturbación ha sido llamada «onanismo». Sin embargo, aquí este no parece ser el caso. Lo que fuera que Onán estaba haciendo, no se estaba masturbando. Este no fue un pecado de masturbación, el pecado fue haberse negado a cuidar la viuda de su hermano dándole hijos y hacer un uso egoísta del sexo.

4. (11) El trato injusto de Tamar por parte Judá.

Y Judá dijo a Tamar su nuera: Quédate viuda en casa de tu padre, hasta que crezca Sela mi hijo; porque dijo: No sea que muera él también como sus hermanos. Y se fue Tamar, y estuvo en casa de su padre.

a. No sea que muera él también, como sus hermanos: Uno puede entender que Judá no quiso dar a su último hijo como esposo a Tamar. Dios ya ha juzgado sus dos esposos anteriores. Judá, en esencia, juró que no daría a Sela como esposo a Tamar como ordenaba la costumbre y la justicia, sino que continuaría retrasando el cumplimiento de su deshonesta promesa.

b. Tamar se fue y se quedó en casa de su padre: Este no era lugar para una viuda joven y sin hijos cuando había más hermanos en la familia de su marido que podían cumplir con la obligación que le debían a su difunto hermano. Nada de esto fue culpa de Tamar. Toda la culpa pertenece a los hijos de Judá.

B. Tamar tiene un hijo de Judá.

1. (12-14) Muere la esposa de Judá y Tamar se da cuenta de que nunca le dará a su último hijo para cumplir la obligación que tiene con ella.

Pasaron muchos días, y murió la hija de Súa, mujer de Judá. Después Judá se consoló, y subía a los trasquiladores de sus ovejas a Timnat, él y su amigo Hira el adulamita. Y fue dado aviso a Tamar, diciendo: He aquí tu suegro sube a Timnat a trasquilar sus ovejas. Entonces se quitó ella los vestidos de su viudez, y se cubrió con un velo, y se arrebozó, y se puso a la entrada de Enaim junto al camino de Timnat; porque veía que había crecido Sela, y ella no era dada a él por mujer.

a. Veía que había crecido Sela, y ella no era dada a él por mujer: Tamar no quería enfrentarse a lo que sería una existencia muy difícil en aquella cultura o en cualquier cultura: una vida sin esposo ni hijos.

b. No era dada a él por mujer: Tamar no tenía la opción de simplemente encontrar a otro hombre para casarse. Ella estaba bajo el mandato de su suegro Judá y él tenía que darle un marido. Él determinaba con quién y cuándo se podía casar.

c. Se cubrió con un velo, y se arrebozó, y se puso a la entrada: Conociendo que Judá estaría fuera de la casa (en Timnat), Tamar se vistió como una prostituta y fue al lugar en el que las prostitutas encontraban sus clientes. Ella planeó encontrar solamente un cliente: Judá.

2. (15-18) Tamar le tiende una trampa a Judá y él tiene sexo con ella.

Y la vio Judá, y la tuvo por ramera, porque ella había cubierto su rostro. Y se apartó del camino hacia ella, y le dijo: Déjame ahora llegarme a ti: pues no sabía que era su nuera; y ella dijo: ¿Qué me darás por llegarte a mí? El respondió: Yo te enviaré del ganado un cabrito de las cabras. Y ella dijo: Dame una prenda hasta que lo envíes. Entonces Judá dijo: ¿Qué prenda te daré? Ella respondió: Tu sello, tu cordón, y tu báculo que tienes en tu mano. Y él se los dio, y se llegó a ella, y ella concibió de él.

a. Y la vio Judá, y la tuvo por ramera, porque ella había cubierto su rostro: Después de negociar el precio, Tamar exigió una garantía del pago futuro del precio acordado (un cabrito).

b. Se los dio, se llegó a ella y ella concibió de él: Que Tamar concibiera, seguramente, no fue la intención de Judá; pero fue planeado por Tamar y por Dios.

3. (19-23) Tamar desaparece.

Luego se levantó y se fue; se quitó el velo que la cubría y se vistió las ropas de su viudez. Judá envió el cabrito del rebaño por medio de su amigo, el adulamita, para que éste rescatara la prenda de la mujer; pero no la halló. Entonces preguntó a los hombres de aquel lugar, diciendo: ¿Dónde está la ramera que había en Enaim, junto al camino? No ha estado aquí ramera alguna — dijeron ellos. Entonces él se volvió a Judá y le dijo: No la he hallado. Además, los hombres del lugar me dijeron: “Aquí no ha estado ninguna ramera.” Judá respondió: Pues que se quede con todo, para que no seamos objetos de burla. Yo le he enviado este cabrito, pero tú no la hallaste.

a. Luego se levantó y se fue; se quitó el velo: Después de su encuentro con Judá, Tamar inmediatamente se quitó el disfraz y reanudó su vida normal.

b. Judá envió el cabrito del rebaño por medio de su amigo, el adulamita, para que éste rescatara la prenda de la mujer; pero no la halló: Judá envía un amigo para pagar a Tamar y para recuperar la prenda que dejó con ella. Debido a que Tamar ha desaparecido, da por perdida la garantía, dejándola en manos de ella.

4. (24-26) Tamar es vindicada; y Judá reprendido.

Sucedió que al cabo de unos tres meses fue dado aviso a Judá, diciendo: Tamar tu nuera ha fornicado, y ciertamente está encinta a causa de las fornicaciones. Y Judá dijo: Sacadla, y sea quemada. Pero ella, cuando la sacaban, envió a decir a su suegro: Del varón cuyas son estas cosas, estoy encinta. También dijo: Mira ahora de quién son estas cosas, el sello, el cordón y el báculo. Entonces Judá los reconoció, y dijo: Más justa es ella que yo, por cuanto no la he dado a Sela mi hijo. Y nunca más la conoció.

a. Tamar tu nuera ha fornicado, y ciertamente está encinta a causa de las fornicaciones: Cuando se supo que la viuda soltera Tamar estaba embarazada, fue evidente que era el fruto de algún tipo de inmoralidad sexual. Quizás, Tamar incluso les dijo a otros que había jugado a la ramera.

b. Sacadla, y sea quemada: Judá no tuvo cuidado de Tamar, la esposa viuda de dos de sus hijos. Él encontró fácil emitir juicio sobre alguien que había pecado de la misma manera que él, sin emitir el mismo juicio sobre sí mismo.

c. Mira ahora de quién son estas cosas: Tamar, actuó con astucia y se vindicó a sí misma contra la acusación de prostitución. Ella alega que el que la contrató es igual de culpable que ella.

d. Más justa es ella que yo: Sin embargo, incluso Judá pudo ver la verdadera cuestión. Él tuvo la culpa por no haberle dado a Tamar su último hijo, Sela, para que ella pudiera procrear.

5. (27-30) Tamar da a luz a gemelos: Fares y Zara.

Y aconteció que al tiempo de dar a luz, he aquí había gemelos en su seno. Sucedió cuando daba a luz, que sacó la mano el uno, y la partera tomó y ató a su mano un hilo de grana, diciendo: Este salió primero. Pero volviendo él a meter la mano, he aquí salió su hermano; y ella dijo: ¡Qué brecha te has abierto! Y llamó su nombre Fares. Después salió su hermano, el que tenía en su mano el hilo de grana, y llamó su nombre Zara.

a. Y llamó su nombre Fares […] y llamó su nombre Zara: Mateo 1:3 y Lucas 3:33 mencionan a Fares como un antepasado de Jesús el Mesías. Dios tomó al hijo de esta situación impía y lo puso en la línea familiar del Mesías, a pesar del hecho de que, ni Judá, ni Tamar eran ejemplos de santidad.

i. Este es un ejemplo glorioso de la gracia. Dios los escogió, a pesar de sus obras, para estar en la línea del Mesías y tener un papel en el plan de redención de Dios.

b. Después salió su hermano, el que tenía en su mano el hilo de grana, y llamó su nombre Zara: El segundo hijo, Zara, tenía en su muñeca el hilo de grana; pero el primer hijo, Fares, se encontraría en la línea mesiánica.

©2021 The Enduring Word Comentario bíblico en español de David Guzik – ewm@enduringword.com

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