Génesis 39 — José en la casa de Potifar
A. José en la casa de Potifar.
1. (1) Potifar, un oficial egipcio, compra a José.
Llevado, pues, José a Egipto, Potifar oficial de faraón, capitán de la guardia, varón egipcio, lo compró de los ismaelitas que lo habían llevado allá.
a. Potifar oficial de faraón, capitán de la guardia, varón egipcio, lo compró: El nombre Potifar significa «dedicado al sol». Era un nombre relacionado con el sistema religioso egipcio.
b. Un egipcio oficial de faraón: La antigua palabra hebrea para oficial, puede ser traducida como «eunuco» — uno que ha sido castrado, normalmente por el bien de su servicio. Era una práctica común en la antigüedad hacer eunucos a los de posición elevada en la corte real para asegurar que serían enteramente dedicados a su rey. Debido a que esta práctica era común, el término llegó a ser utilizado para todos los que servían en posiciones importantes en la corte de un rey, ya fueran eunucos o no. Así que realmente no sabemos si Potifar era un eunuco o no.
c. Capitán de la guardia: La idea detrás de este título es «jefe de la policía» o, probablemente, Potifar era el jefe del servicio secreto de faraón, su fuerza de seguridad personal. Él era un funcionario de alta confianza en el gobierno de Egipto.
d. Lo compró de los ismaelitas: José era un esclavo. Él parecía no tener control sobre su destino, pues fue comprado y vendido como un pedazo de propiedad. Él podría haber terminado con cualquiera, pero Potifar lo compró.
2. (2-3) Dios está con José.
Mas Jehová estaba con José, y fue varón próspero; y estaba en la casa de su amo el egipcio. Y vio su amo que Jehová estaba con él, y que todo lo que él hacía, Jehová lo hacía prosperar en su mano.
a. Más Jehová estaba con José: La prueba de José fue probablemente peor que cualquiera de las que nosotros hayamos pasado. Sin embargo, Dios no lo abandonó ni siquiera un poco. Dios permitió que José fuera un esclavo, pero sería un hombre próspero, aun como un esclavo.
i. A menudo nos quejamos de que Dios nos haya puesto en un lugar terrible o difícil. Sin embargo, la voluntad de Dios es que confiemos en Él para bendecirnos y hacernos exitosos (según su medida del éxito) dondequiera que estemos.
ii. «Externamente, no siempre parecía que Dios estaba con él, porque no siempre parecía ser un hombre próspero; pero cuando vienes y miras en lo más recóndito del alma de este siervo de Dios, tú ves su verdadera imagen —él vivió en comunión con el Altísimo, y Dios lo bendijo». (Spurgeon)
iii. Muchas personas piensan que no serán bendecidas a menos que estén en autoridad, a cargo de las cosas. Jesús ha vivido y enseñado de una major manera —una vida de siervo:
·«[…] el que quiera hacerse grande entre vosotros será vuestro servidor» (Mateo 20:26).
·«[…] como el Hijo del Hombre no vino para ser servido, sino para servir» (Mateo 20:28).
·Hay muchos títulos maravillosos para Jesús el Mesías, pero uno de los más magníficos es Siervo del Señor (Mateo 12:18, Isaías 42:1).
·Podemos y debemos aprender la bendición de ser un siervo; si no se nos impone, podemos elegirlo.
b. Y fue varón próspero; y estaba en la casa de su amo el egipcio: Incluso en esta etapa inicial, cuando parecía que José no tenía ningún control sobre las circunstancias —y, de hecho, no lo tenía— Dios anuló las malas o caprichosas elecciones del hombre, para llevar a cabo su propósito eterno.
c. Y vio su amo que Jehová estaba con él: Por su confianza en Dios, su trabajo diligente y la bendición de Dios, José le mostró a Potifar que Dios era real. Nuestros jefes deben ver la diferencia que Jesús hace en nuestras vidas por la forma en que trabajamos.
i. Jehová estaba con él: Piensa en el contraste entre José y sus hermanos. Los hermanos no fueron vendidos como esclavos y dormían en sus camas entre sus familiares:
·José era esclavo, pero libre.
·Los hermanos eran libres, pero esclavos de los secretos, la vergüenza, y la culpa.
3. (4-6) Dios bendice a Potifar a causa de José.
Y aconteció que desde cuando le dio el encargo de su casa y de todo lo que tenía, Jehová bendijo la casa del egipcio a causa de José, y la bendición de Jehová estaba sobre todo lo que tenía, así en casa como en el campo. Y dejó todo lo que tenía en mano de José, y con él no se preocupaba de cosa alguna sino del pan que comía. Y era José de hermoso semblante y bella presencia.
a. Y aconteció que desde cuando le dio el encargo de su casa y de todo lo que tenía: Debido a la bendición de Dios y la fidelidad de José, Dios hizo que José tuviera una posición más elevada, incluso como esclavo.
i. Hubiera sido fácil para José hacer lo que tan a menudo hacemos, tomar la posición de «olvídalo», ya que todo parecía tan mal (él era un esclavo, después de todo). Pero José creía que Dios podía bendecirlo ahí donde estaba, así que no esperó por una mejor situación para ser bendecido por Dios.
b. Jehová bendijo la casa del egipcio a causa de José: Bajo el mismo principio, la bendición puede ser traída a nuestro lugar de trabajo debido a nuestra santidad.
c. Y dejó todo lo que tenía en mano de José: Claramente, José llegó a la cima, pero tomó un tiempo para que esto sucediera.
·José tenía 17 años cuando fue vendido como esclavo (Génesis 37:2).
·Tenía 30 años cuando el faraón lo promovió (Génesis 41:46).
·Había estado en prisión durante dos años antes de eso (Génesis 41:1).
·Por lo tanto, él estuvo en la casa de Potifar durante 11 años. Tomó 11 años para que la medida completa de la bendición de Dios se realizara en la vida de José.
i. Once años parece mucho tiempo. Muchos piensan que si el avance es de Dios tiene que venir rápidamente. A veces, así es; pero, normalmente, no. Regularmente, Dios permite que las cosas buenas se desarrollen lentamente. Los niños tienen el mayor tiempo de desarrollo, tanto en el útero como en su infancia, en comparación a los animales. Se necesitan muchos años para que una bellota se convierta en un roble; una calabaza crece en una noche.
d. Y dejó todo lo que tenía en mano de José: Imagine a José como una persona que trabaja duro. Cuando llegó a Egipto estaba en una gran desventaja. No sabía nada de la lengua, la cultura, las costumbres o las formas de hacer negocios. Tuvo que levantarse temprano y quedarse hasta tarde para hacer su trabajo y para aprender las formas egipcias.
i. Parece que José creció mirando trabajar a otros. Algo le sucedió en su crisis; él aceptó la obra transformadora de Dios. Dios le dio a José grandes habilidades administrativas, y a esto le fue agregado el corazón de un siervo trabajador.
ii. Lutero dijo: «Por lo tanto, José no solo fue bueno y casto, y no solo presentaba con diligencia oraciones a Dios por su amo, por el rey, y por toda la tierra de Egipto; sino que también era un supervisor muy vigilante y un administrador de las tareas domésticas». (Cita de Boice)
iii. Cuando dejamos todo en las manos de Jesús, nuestro hogar y nuestra vida serán bendecidos —por el amor de Jesús.
e. Y era José de hermoso semblante y bella presencia: La apariencia de José es de mención especial. La Biblia solo llama a otros dos hombres hermosos aparte de José: David (1 Samuel 16:12) y Absalón (2 Samuel 14:25). De Moisés se había dicho que era un chico hermoso (Éxodo 2:2).
B. La resistencia de José a la tentación y sus consecuencias.
1. (7-10) La invitación de la esposa de Potifar y la resistencia de José.
Aconteció después de esto, que la mujer de su amo puso sus ojos en José, y dijo: Duerme conmigo. Y él no quiso, y dijo a la mujer de su amo: He aquí que mi señor no se preocupa conmigo de lo que hay en casa, y ha puesto en mi mano todo lo que tiene. No hay otro mayor que yo en esta casa, y ninguna cosa me ha reservado sino a ti, por cuanto tú eres su mujer; ¿cómo, pues, haría yo este grande mal, y pecaría contra Dios? Hablando ella a José cada día, y no escuchándola él para acostarse al lado de ella, para estar con ella.
a. Aconteció después de esto, que la mujer de su amo puso sus ojos en José, y dijo: Duerme conmigo: La mujer de Potifar era innegablemente coqueta con José. Si Potifar era realmente un eunuco, esto muestra que su mujer buscaba actividad sexual en otro lado.
i. Quizá Potifar era un eunuco y el matrimonio fue solamente un arreglo ceremonial, así que ella se sintió libre para buscar relaciones sexuales fuera del matrimonio. Esta actitud es común hoy día, y nuestra cultura moderna nos dice que estamos reprimidos a menos que persigamos cada deseo sexual que sintamos. Esto es una mentira y convierte nuestros deseos sexuales en dioses que gobiernan nuestras vidas.
ii. También, parece que en el antiguo Egipto había bajas expectativas morales sobre las mujeres, incluso sobre las mujeres casadas. Se asumía que las mujeres tendrían sexo fuera del matrimonio. La mujer de Potifar no estaba buscando una relación, sino un buen momento. Nuevamente, nuestra cultura moderna nos dice que el sexo es genial y que, habitualmente, es mejor fuera de una relación significativa. La verdad —bíblicamente y por la experiencia de la vida— es que el sexo es mucho mejor cuando hay un compromiso, una relación de casados; que el sexo significa algo.
iii. Por supuesto, José era un hombre atractivo (Génesis 39:6) y esto cautivó a la esposa de Potifar. El hecho de que parecía fuera del alcance de ella fue también un factor que llamó su atención. Ella no sería la primera ni la última mujer que desea seducir a un hombre por satisfacer su autoestima o para cumplir una meta.
b. Duerme conmigo: Se trata de una tentación fuerte para José. Nos recuerda que cuando nos enfrentamos a fuertes tentaciones, otros han pasado por lo mismo.
i. Satanás quiere que pienses que tu tentación es terriblemente única, que nadie que conoces puede entender lo que estás pasando. Pero la Biblia dice que «no os ha sobrevenido ninguna prueba que no sea humana» (1 Corintios 10:13).
ii. «La esclavitud era una calamidad pequeña comparada con lo que le hubiera ocurrido a José si hubiera sido esclavizado por malvadas pasiones». (Spurgeon)
c. Hablando ella a José cada día, y no escuchándola él para acostarse al lado de ella, para estar con ella: José mostró una fidelidad notable a Dios, a Potifar, y a él mismo al resistir la tentación durante tanto tiempo — tal vez hasta 11 años. Muchas cualidades de carácter ayudaron en esto, y José dio varias razones de su negativa.
i. José le dijo a la esposa de su amo: Él no coqueteó ni habló de una manera provocativa con ella. Un hombre tonto diría: «Son solo palabras, tengamos un poco de diversión». Las palabras coquetas y provocativas conducen al desastre.
ii. José recordó sus responsabilidades: «He aquí que mi señor no se preocupa conmigo de lo que hay en casa, y ha puesto en mi mano todo lo que tiene». Él recordó lo mucho que tenía que perder. Hoy, incluso las personas solteras, tienen mucho que perder —su inocencia, su corazón, y su capacidad para entregarse verdaderamente al que Dios tiene para ellos.
iii. José recordó quien era ella: «Tú eres su mujer». Ella, simplemente, no pertenecía a José. Ella había sido dada a otro, y otro había sido dado a ella.
iv. José, llamó la cosa por lo que era: «pecado». Se refiere al pecado que estaba frente a él como «este grande mal», y como pecado «contra Dios». Queremos llamar al pecado por otro nombre. La hostilidad y el temperamento son una «autoexpresión». El orgullo es «la autoestima». La gula es «la buena vida». La codicia es «tratar de salir adelante». La perversión es «un estilo de vida alternativo». El adulterio es «un grito de ayuda en un mal matrimonio».
v. José recordó que esto era pecar contra Dios. Esto era probablemente una proposición bastante segura —había pocas probabilidades de ser atrapado. A José, más que ser atrapado, le preocupaba que todo estaba delante de los ojos de Dios. José tenía una verdadera relación con Dios que cuidó más que ser atrapado por ojos humanos. «Cuando yo consideraba a Dios como tirano, pensé que pecar era poco; pero cuando sabía que era mi padre, luego me lamentaba. Cuando pensaba que Dios era difícil, me resultó fácil pecar; pero cuando supe que Dios era tan bueno, tan lleno de compasión, me golpeé en el pecho al pensar que me había rebelado contra aquel que me amaba tanto y solo buscaba mi bien». (Spurgeon)
vi. José se rehusó: A veces, solo se reduce a eso. Tenemos que rehusar y decir «no» al pecado, incluso cuando nos dan ganas de decir «sí». Hay que darse cuenta de que la vida es más que los deseos del cuerpo. Somos más que nuestros impulsos sexuales, y deberíamos vivir como más.
d. No escuchándola él para acostarse al lado de ella, para estar con ella: José tuvo cuidado de nunca estar solo con la tentación. José sabiamente evitó estar solo con la mujer de Potifar.
i. Admiramos a José como ejemplo de un hombre de Dios que resistió la tentación. Hay muchos en la Biblia que no siempre resistieron exitosamente la tentación:
·Adán y Eva
·Abraham y Moisés
·David y Salomón
·Juan y Pedro
ii. Hay otros pocos que fueron muy buenos resistiendo la tentación, como José y Daniel. Todavía, ninguno de ellos se compara con Jesús. Jesús fue probado y tentado en maneras que no podemos imaginar, y permaneció perfecto y sin pecado. Llenos de Jesús, podemos tener la fuerza para resistir la tentación.
2. (11-12) José resiste al intento descarado de seducción.
Aconteció que entró él un día en casa para hacer su oficio, y no había nadie de los de casa allí. Y ella lo asió por su ropa, diciendo: Duerme conmigo. Entonces él dejó su ropa en las manos de ella, y huyó y salió.
a. Aconteció que entró él un día en casa para hacer su oficio, y no había nadie de los de casa allí. Y ella lo asió: La esposa de Potifar sabía que José estaba evitándola, así que elaboró un plan para atraparlo. Sin duda, fue ella la que hizo que no hubiera nadie de los de la casa allí.
b. Entonces él dejó su ropa en las manos de ella, y huyó y salió: José se resistió a este momento de tremenda tentación cuando salió. José hizo lo que todos debemos hacer cuando enfrentamos este tipo de situación: «huyó y salió». La Biblia lo deja claro en 2 Timoteo 2:22: «Huye también de las pasiones juveniles».
i. Si no estamos corriendo hacia el pecado, tenemos una tendencia a por lo menos quedarnos en su presencia. Pero se nos manda a que hagamos la única cosa segura: huir de los deseos de la carne y correr tan rápido como podamos.
ii. La Versión King James (una versión en inglés) dice en Génesis 39:12: «Dejó la ropa en sus manos, y huyó». Nadie más iba sacarlo de allí. Dios provee una salida para escapar (1 Corintios 10:13), pero tú tienes que tomar esa salida.
c. Entonces él dejó su ropa en las manos de ella: La idea no es que se escapó desnudo, sino que se le quitó su prenda exterior. En esencia, se fue con su ropa interior puesta. José tenía que saber que tomar esta posición de pureza le iba a salir muy caro, pero consideraba que valía la pena.
3. (13-18) La mujer de Potifar acusa falsamente a José ante Potifar.
Cuando vio ella que le había dejado su ropa en sus manos, y había huido fuera, llamó a los de casa, y les habló diciendo: Mirad, nos ha traído un hebreo para que hiciese burla de nosotros. Vino él a mí para dormir conmigo, y yo di grandes voces; y viendo que yo alzaba la voz y gritaba, dejó junto a mí su ropa, y huyó y salió. Y ella puso junto a sí la ropa de José, hasta que vino su señor a su casa. Entonces le habló ella las mismas palabras, diciendo: El siervo hebreo que nos trajiste, vino a mí para deshonrarme. Y cuando yo alcé mi voz y grité, él dejó su ropa junto a mí y huyó fuera.
a. Un hebreo […] el siervo hebreo: En una época en la que el castigo era brutal y la vida no tenía mucho valor —especialmente la vida de un esclavo— la esposa de Potifar sabía que su acusación podría significar una sentencia de muerte para José. Esta es la razón por la que ella no dijo su nombre; ella no quería pensar en él como una verdadera persona.
b. Vino él a mí para dormir conmigo, y yo di grandes voces: Debía haber ofendido y entristecido a José ser acusado con una mentira tan escandalosa e indignante. Sin embargo, no parecía defenderse de esta falsa acusación, así como Jesús se quedó en silencio ante sus acusadores (Isaías 53:7 y Mateo 27:13-14).
i. Esto no era justo. A veces hay un precio que debe ser pagado por resistir la tentación. Hacemos esto en fe, confiando en que Dios hace que todas las cosas obren para bien en aquellos que lo aman y son llamados conforme a su propósito» (Romanos 8:28).
4. (19-20) José es enviado a prisión.
Y sucedió que cuando oyó el amo de José las palabras que su mujer le hablaba, diciendo: Así me ha tratado tu siervo, se encendió su furor. Y tomó su amo a José, y lo puso en la cárcel, donde estaban los presos del rey, y estuvo allí en la cárcel.
a. Se encendió su furor: Potifar fue misericordioso con José porque sospechaba el papel de su esposa en la situación. Quizá la ira no se haya dirigido en contra de José, sino en contra de la mujer por haberlo manipulado, poniéndolo en una situación en la que para no denigrarse tenía que despedir al hombre que hacía que todo le fuera bien.
i. ¡Pobre Potifar! Se quedó con su esposa y sin José, quien hizo que toda su casa funcionara bien.
ii. «La muerte era la única sanción que José razonablemente podría esperar. Su aplazamiento, presumiblemente se debió en gran parte al respeto que se había ganado. La mezcla de ira y moderación en Potifar, podría reflejar un leve recelo acerca de la exactitud total de la acusación». (Kidner)
iii. «Él nunca dijo una palabra, que yo sepa, sobre la esposa de Potifar. Parecía necesario para su defensa, pero no acusaría a la mujer; dejó pasar el juicio, y la abandonó a su propia conciencia y a la consideración más fría de su marido. Esto mostraba gran poder; es duro para un hombre apretar sus labios, no diciendo nada cuando su carácter está en juego. Tan elocuente fue Josué en su silencio que no hay una palabra de queja a lo largo de todo el registro de su vida». (Spurgeon)
b. Y tomó su amo a José, y lo puso en la cárcel: ¡Pobre José! Josué fue:
·Del privilegio en la casa de su padre, a la cisterna en la que sus hermanos lo lanzaron y a ser propiedad en el mercado de esclavos.
·Del privilegio de administrar la casa de Potifar, a la posición de principios contra la tentación.
·Del perjurio de la falsa acusación, a la prisión del faraón.
i. Podemos ver la misericordia en esto, porque si Potifar le había creído a su esposa, ciertamente, habría tenido que matar a José.
ii. Podemos ver la injusticia en esto, porque José sufrió por el pecado de otro. Como cristianos, recordamos a alguien que resistió completamente todas las tentaciones, quien mientras defendía la justicia fue despojado de sus vestiduras, y fue castigado por los pecados de otros.
iii. Podemos ver la mano de Dios en todo esto. Todo esto mueve la historia de Dios hacia delante, poniendo a José en el lugar donde pudiera salvar a su familia y al mundo entero de la hambruna venidera, y preparar un lugar para que ellos vivieran con él.
iv. «Sintió que era algo cruel, estar bajo tal calumnia y sufrir por su inocencia. Un hombre joven tan puro, tan casto, debió sentir que era más afilado que un látigo de escorpiones ser acusado como estaba; sin embargo, mientras se sentaba en la penumbra de su celda, el Señor estaba con él». (Spurgeon)
5. (21-23) José prospera, incluso en la cárcel.
Pero Jehová estaba con José y le extendió su misericordia, y le dio gracia en los ojos del jefe de la cárcel. Y el jefe de la cárcel entregó en mano de José el cuidado de todos los presos que había en aquella prisión; todo lo que se hacía allí, él lo hacía. No necesitaba atender el jefe de la cárcel cosa alguna de las que estaban al cuidado de José, porque Jehová estaba con José, y lo que él hacía, Jehová lo prosperaba.
a. Pero Jehová estaba con José y le extendió su misericordia: Si Dios bendijo a José en el pozo, si él bendijo a José el esclavo, no debemos sorprendernos en ver la bendición de José en la cárcel. Ninguna de estas circunstancias terribles, descarriló el plan de Dios para la vida de José.
i. El tema dominante aquí es que José tuvo éxito por la bendición de Dios:
·«Pero Jehová estaba con José, quien llegó a ser un hombre próspero» (Génesis 39:2).
·«Vio su amo que Jehová estaba con él, que Jehová lo hacía prosperar en todas sus empresas» (Génesis 39:3).
·«Desde el momento en que le dio el encargo de su casa y de todo lo que tenía, Jehová bendijo la casa del egipcio a causa de José, y la bendición de Jehová estaba sobre todo lo que tenía» (Génesis 39:5).
ii. Incluso después de que José es acusado falsamente y encarcelado, Dios todavía lo bendice:
·Pero Jehová estaba con José (Génesis 39:21).
·Jehová estaba con José (Génesis 39:23).
iii. «En realidad es de poca importancia en cuales circunstancias se encuentra un siervo de Dios; comoJosé, siempre estará en el servicio de su amo y Dios lo honrará y prosperará su trabajo». (Clarke)
b. Y el jefe de la cárcel entregó en mano de José el cuidado de todos los presos que había en aquella prisión; todo lo que se hacía allí, él lo hacía: Como pasó antes en la casa de Potifar, José llegó a la cima, convirtiéndose en el principal administrador de la prisión. A través de su experiencia en ambos lugares, Dios desarrolló las capacidades administrativas que José necesitaría un día para salvar a su familia y salvar al mundo entero.
i. «El Señor estaba con José cuando fue echado en la prisión. Él sabía que Dios estaba con él en la prisión, y por eso no se sentó malhumorado en su dolor, sino que se apresuró para sacar lo mejor de su condición de afligido». (Spurgeon)
©2021 The Enduring Word Comentario bíblico en español de David Guzik – ewm@enduringword.com