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Josué 20 – Las ciudades de refugio

A. Dios ordena el nombramiento de seis ciudades de refugio.

1. (1-3) Un lugar de refugio del vengador de la sangre.

Habló Jehová a Josué, diciendo: Habla a los hijos de Israel y diles: Señalaos las ciudades de refugio, de las cuales yo os hablé por medio de Moisés, para que se acoja allí el homicida que matare a alguno por accidente y no a sabiendas; y os servirán de refugio contra el vengador de la sangre.

a. Señalaos las ciudades de refugio: Dios ahora le dice a Josué que cumpla lo que el Señor había ordenado a través de Moisés en Números 35 – el nombramiento de seis ciudades de refugio.

b. Para que se acoja allí el homicida que matare a alguno por accidente y no a sabiendas: El propósito de las ciudades de refugio era proteger al homicida que matare a alguno por accidente y no a sabiendas. Debían proteger a alguien en caso de homicidio involuntario, no asesinato.

c. Y os servirán de refugio contra el vengador de la sangre: Este tipo de persona necesitaba protección contra el vengador de la sangre. La palabra hebrea para esta frase es goel, y en este contexto significa: el representante de la familia de la víctima encargado de asegurarse de que se haga justicia contra el asesino del miembro de la familia.

i. Dios tenía la pasión de asegurarse de que en el antiguo Israel los asesinos fueran castigados, y en esa cultura, la responsabilidad final de la justicia recaía en el goel designado (vengador de la sangre) en la familia.

ii. El principio de la pena capital se remonta a Génesis 9:6: El que derramare sangre de hombre, por el hombre su sangre será derramada; porque a imagen de Dios es hecho el hombre. El derecho del estado a usar la espada de ejecución también se declara en el Nuevo Testamento (Romanos 13:3-4).

iii. Dios dijo también que asesinos sin castigo contaminaban la tierra: Y no tomaréis precio por la vida del homicida, porque está condenado a muerte; indefectiblemente morirá… Y no contaminaréis la tierra donde estuviereis; porque esta sangre amancillará la tierra, y la tierra no será expiada de la sangre que fue derramada en ella, sino por la sangre del que la derramó. No contaminéis, pues, la tierra donde habitáis, en medio de la cual yo habito; porque yo Jehová habito en medio de los hijos de Israel (Números 35:31, 35:33-34).

iv. ¿Hasta cuándo nuestra nación estará contaminada por la mancha de asesinatos impunes? No hace muchos años, por más de un año en el condado de Los Ángeles, hubo un promedio de más de cinco asesinatos al día. La sangre de los muertos clama ante Dios.

d. Refugio contra el vengador de la sangre: El vengador de la sangre rastreaba al asesino y, si era necesario, lo entregaba a las autoridades para su ejecución. Esto era proporcionando el testimonio de dos o tres testigos oculares que pudieran confirmar la culpabilidad del asesino, según Deuteronomio 17:6-7.

e. Refugio contra el vengador de la sangre: Puesto que el vengador de la sangre podría levantarse contra una persona culpable de homicidio involuntario (accidental o no intencional) en lugar de asesinato, las ciudades de refugio se establecieron para proteger a la persona inocente de asesinato.

2. (4) Entrada a la ciudad de refugio.

Y el que se acogiere a alguna de aquellas ciudades, se presentará a la puerta de la ciudad, y expondrá sus razones en oídos de los ancianos de aquella ciudad; y ellos le recibirán consigo dentro de la ciudad, y le darán lugar para que habite con ellos.

a. Y expondrá sus razones en oídos de los ancianos de aquella ciudad: Según la costumbre, los ancianos de la ciudad pasaban mucho tiempo a las puertas de la ciudad. Cuando alguien que huía de un vengador de la sangre llegaba a una ciudad de refugio, exponía su caso a los ancianos en las puertas de la ciudad.

b. Y ellos le recibirán consigo dentro de la ciudad: Después de explicar el caso, la persona que huía podría esperar encontrar protección dentro de los muros de la ciudad de refugio, aunque tendría que quedarse allí y vivir en la ciudad para disfrutar esa protección.

3. (5) Protección contra el vengador de la sangre.

Si el vengador de la sangre le siguiere, no entregarán en su mano al homicida, por cuanto hirió a su prójimo por accidente, y no tuvo con él ninguna enemistad antes.

a. No entregarán en su mano al homicida: Los líderes de una ciudad de refugio estaban obligados a proteger al que había huido a la ciudad. El vengador de la sangre no tenía capacidad legal para entregar al asesino a ejecución.

b. Por cuanto hirió a su prójimo por accidente, y no tuvo con él ninguna enemistad antes: Israel tenía un sistema legal sofisticado, con juicios a menudo basados en la intención y la premeditación.

4. (6) Libertad para el homicida.

Y quedará en aquella ciudad hasta que comparezca en juicio delante de la congregación, y hasta la muerte del que fuere sumo sacerdote en aquel tiempo; entonces el homicida podrá volver a su ciudad y a su casa y a la ciudad de donde huyó.

a. Y quedará en aquella ciudad hasta que comparezca en juicio delante de la congregación, y hasta la muerte del que fuere sumo sacerdote en aquel tiempo: Para estar protegido contra el vengador de la sangre, el homicida tenía que permanecer dentro de los muros de la ciudad de refugio hasta que su caso fuera escuchado plenamente por las autoridades correspondientes, y hasta la muerte del sumo sacerdote de su tiempo.

b. Entonces el homicida podrá volver a su ciudad: Después de ser declarado inocente de asesinato por las autoridades correspondientes, y después de la muerte del sumo sacerdote de su tiempo, el homicida podría regresar a su casa y estar protegido contra la ira del vengador de la sangre.

B. Seis ciudades seleccionadas como ciudades de refugio.

1. (7-8) El nombramiento de seis ciudades.

Entonces señalaron a Cedes en Galilea, en el monte de Neftalí, Siquem en el monte de Efraín, y Quiriat-arba (que es Hebrón) en el monte de Judá. Y al otro lado del Jordán al oriente de Jericó, señalaron a Beser en el desierto, en la llanura de la tribu de Rubén, Ramot en Galaad de la tribu de Gad, y Golán en Basán de la tribu de Manasés.

a. Señalaron: En un mapa, vemos que las ciudades de refugio estaban bien espaciadas por todo el país. No importa dónde estuvieras en Israel, no estabas muy lejos de una ciudad de refugio.

b. Señalaron: Deuteronomio 19:2-3 nos dice que se debían construir y mantener caminos apropiados para estas ciudades de refugio. La ciudad no era de mucho para el homicida si no podía llegar a ella rápidamente.

2. (9) Se vuelve a enunciar el propósito de las ciudades de refugio.

Estas fueron las ciudades señaladas para todos los hijos de Israel, y para el extranjero que morase entre ellos, para que se acogiese a ellas cualquiera que hiriese a alguno por accidente, a fin de que no muriese por mano del vengador de la sangre, hasta que compareciese delante de la congregación.

a. Para todos los hijos de Israel, y para el extranjero que morase entre ellos: Las ciudades de refugio no eran solo para beneficio de los israelitas, sino también para el extranjero que morase entre ellos. La justicia de Dios se aplica a todos sin parcialidad.

3. Las ciudades de refugio como imagen de Jesús.

a. La biblia aplica esta imagen de la ciudad de refugio al creyente que encuentra refugio en Dios en más de una ocasión:

i. Salmos 46:1: Dios es nuestro amparo y fortaleza, Nuestro pronto auxilio en las tribulaciones. Más de otras 15 veces, los salmos hablan de Dios como nuestro refugio.

ii. Hebreos 6:18: para que por dos cosas inmutables, en las cuales es imposible que Dios mienta, tengamos un fortísimo consuelo los que hemos acudido para asirnos de la esperanza puesta delante de nosotros.

b. Puntos de semejanza entre las ciudades de refugio y nuestro refugio en Jesús.

·Tanto Jesús como las ciudades de refugio están al alcance de la persona necesitada; no sirven de nada a menos que alguien pueda llegar al lugar de refugio.

·Tanto Jesús como las ciudades de refugio están abiertas a todos, no solo a los israelitas; nadie debe temer que se le aleje de su lugar de refugio en su momento de necesidad.

·Tanto Jesús como las ciudades de refugio se convierten en un lugar donde puede vivir el necesitado; no viniste a una ciudad de refugio en un momento de necesidad solo para echar un vistazo.

·Tanto Jesús como las ciudades de refugio son la única alternativa para el necesitado; sin esta protección específica, serán destruidos.

·Tanto Jesús como las ciudades de refugio brindan protección solo dentro de sus límites; salir significa muerte.

·Tanto con Jesús como con las ciudades de refugio, la plena libertad llega con la muerte del Sumo Sacerdote.

c. Una distinción crucial entre las ciudades de refugio y nuestro refugio en Jesús.

·Las ciudades de refugio solo ayudaban a los inocentes, pero los culpables pueden acudir a Jesús y encontrar refugio.

©2021 The Enduring Word Comentario bíblico en español de David Guzik – ewm@enduringword.com

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