Salmo 20 – El Señor salva a su ungido
El título de este salmo es el mismo que varios otros: Al Músico Principal. Salmo de David. Sin embargo, el salmo en sí es diferente, sobre todo porque está en la voz de una multitud que ora en nombre del Rey de Israel mientras está listo para ir a la batalla. Esto se ve en la forma en que el salmo habla en la primera persona del plural (Nosotros) en el Salmo 20:1-5 y 20:7-9. La primera persona del singular (Yo) del 20:6 es probablemente la respuesta del mismo David o del Sumo Sacerdote en su nombre.
Sin embargo, dado que este es un Salmo de David, quizás David tomó un momento de oración espontánea de la gente en su nombre y lo transformó en un canto para recordar y rememorar la fuerza espiritual y la gloria de ese momento.
A. El pueblo ora por el Rey.
1. (1-2) Que Jehová te oiga y ayude.
Jehová te oiga en el día de conflicto;
El nombre del Dios de Jacob te defienda.
Te envíe ayuda desde el santuario,
Y desde Sion te sostenga.
a. Jehová te oiga: Esta era una oración de una multitud o congregación (basada en el uso de nosotros en el 20:5) de que Dios respondiera las oraciones de uno, que en contexto es el rey preparándose para la batalla.
i. Sabemos que “te” se refiere a una persona, porque está en singular. “Te” es singular en todo momento, identificado en el versículo 6 como el ungido del Señor”. (Kidner)
ii. La imagen es la del rey David, antes de la batalla – tal vez algo así como la batalla contra los sirios en 2 Samuel 10– en el tabernáculo de Dios y ofreciendo oraciones y sacrificios. Aquí la multitud que mira responde a la oración del rey con el clamor, “Jehová te oiga en el día de conflicto”.
iii. “Es uno de los salmos más conmovedores, por su tensa conciencia de los problemas de vida o muerte que pronto se resolverían”. (Kidner)
iv. Con el ojo de la fe, vemos que esto también habla de la gran batalla librada por uno más grande que el rey David – Jesús, el Hijo de David y el Rey de reyes. Podemos imaginarnos esta oración ofrecida proféticamente por Jesús mientras avanzaba hacia la cruz, donde libraría la batalla más grande contra el pecado, la muerte y el poder de Satanás.
b. Te oiga en el día de conflicto… te defienda… Te envíe ayuda… te sostenga: Siguiendo el patrón de la poesía hebrea, esta idea se expresa intensamente mediante el uso de la repetición con ligera variación. David estaba a punto de llevar a Israel a la batalla y necesitaba la ayuda de Dios en cada una de estas formas.
i. Debido a que el rey David estaba a punto de llevar a Israel en su conjunto a la batalla, el lenguaje está lleno de referencias apelando al Señor como el Dios de Israel.
·Jehová: Utilizando Yahvé, el nombre de pacto de Dios.
·Dios de Jacob: Recordando al patriarca de Israel.
·Desde el santuario: Recordando el tabernáculo, el centro de la adoración de Israel.
·Desde Sion: Refiriéndose a las colinas de Jerusalén.
ii. “Esta palabra para santuario es simplemente ‘santidad’, un sinónimo aquí de Sión, donde ya el arca de Dios, pero no Su templo aún, significaba Su presencia”. (Kidner)
iii. La oración de que Dios desde Sion te sostenga es adecuada para algo más que el campo de batalla. También es apropiada para el púlpito de la iglesia, que es un campo de batalla en un sentido espiritual. “Este versículo es una bendición digna de un sábado por la mañana, y puede ser el saludo de un pastor a su pueblo o de una iglesia a su ministro”. (Spurgeon)
2. (3) Que el Señor reciba tu sacrificio.
Haga memoria de todas tus ofrendas,
Y acepte tu holocausto. Selah
a. Haga memoria de todas tus ofrendas: El sacrificio se hacía comúnmente en momentos importantes, como la víspera de la batalla. Esta es una oración que el Señor vería, y recibiría los sacrificios que haría el rey David antes de la guerra.
i. Todas tus ofrendas: “La minjá, que se menciona aquí, era una ofrenda de gratitud. Rara vez se usa para significar un sacrificio sangriento”. (Clarke)
b. Haga memoria… Y acepte tu holocausto: Esto nos recuerda que no todos los sacrificios son aceptados ante Dios. Si no se ofrecían con fe y de acuerdo con el sistema levítico, Dios no los recordaría ni los aceptaría.
i. Holocausto: “El oláh aquí mencionado era un sacrificio sangriento. La sangre de la víctima se derramaba en el altar y la carne se consumía”. (Clarke)
ii. El lugar de la fe era importante en el sistema de sacrificios del Antiguo Testamento. El que traía la ofrenda tenía que confiar en el sacrificio supremo y perfecto que Dios proporcionaría un día, al que apuntaba cada sacrificio animal (Génesis 22:8, 22:14).
iii. “La oración por la aceptación del holocausto es muy gráfica, ya que la palabra traducida ‘aceptar’ es literalmente ‘estimar la grosura’”. (Maclaren)
c. Selah: La idea en hebreo de esta palabra (que aparece 74 veces en el Antiguo Testamento) es una pausa. La mayoría de los estudiosos piensan que habla de una pausa reflexiva, una pausa para meditar en las palabras que se acaban de pronunciar. También puede ser una instrucción musical o un interludio musical de algún tipo.
i. Tomamos este Selah como una oportunidad para considerar a Jesús y ver que esta oración fue apropiada para Él mientras enfrentaba la cruz. La oración era digna de ser hecha – que Dios ciertamente haría memoria y aceptaría la ofrenda que Jesús hizo en la cruz, que con justa razón podría llamarse holocausto, ya que fue quemado con el fuego del justo juicio de Dios y Jesús no retuvo nada en este sacrificio.
3. (4) Que Jehová cumpla tus deseos.
Te dé conforme al deseo de tu corazón,
Y cumpla todo tu consejo.
a. Te dé conforme al deseo de tu corazón: En este momento, el rey David tenía un deseo – defender al pueblo de Dios y al reino en pacto con Dios. Por lo tanto, era bueno orar: “Te dé conforme al deseo de tu corazón.”
i. Cuando nuestros deseos están de acuerdo con el plan y la voluntad de Dios para nosotros, podemos hacer esta misma oración con confianza. También podemos buscar que Dios ponga nuestros deseos cada vez más en conformidad con los Suyos, en el curso de nuestro crecimiento cristiano.
b. Y cumpla todo tu consejo: Ya que el consejo de David era la victoria para el pueblo de Dios, esta era una oración buena y necesaria para orar.
i. Vemos que esta declaración también se aplica al gran deseo y propósito del Rey de reyes cuando fue a la batalla para lograr nuestra salvación. Miramos a Jesús, luchando en el huerto de Getsemaní y le decimos: “Te dé conforme al deseo de tu corazón, y cumpla todo tu consejo”.
ii. A nivel personal, también vemos que Dios le da a cada uno un consejo para cumplir en Su gran plan de las edades. La clave para una vida de deseo cumplido y propósito logrado es encontrar nuestro lugar en Su gran plan, en lugar de esperar que Dios sea un actor en nuestro plan.
·Jesús conocía este deseo y propósito cumplidos, que se muestra en Su oración en Juan 17: Yo te he glorificado en la tierra; he acabado la obra que me diste que hiciese (Juan 17:5).
·El apóstol Pablo conoció este deseo y propósito cumplidos, mostrado por estas palabras hacia el final de su vida terrenal: He peleado la buena batalla, he acabado la carrera, he guardado la fe (2 Timoteo 4:7).
4. (5) Que el Señor conteste la oración.
Nosotros nos alegraremos en tu salvación,
Y alzaremos pendón en el nombre de nuestro Dios;
Conceda Jehová todas tus peticiones.
a. Nosotros nos alegraremos en tu salvación: Esta era la confianza que la gente tenía en el éxito del rey David. Tenían tanta confianza en la liberación de Dios que ya habían alzado pendón de celebración de júbilo.
i. “Aquí el izar las banderas significa la victoria de Dios sobre los enemigos”. (VanGemeren)
ii. El pendón es “Nuestra bandera de desafío al enemigo, o nuestra señal de triunfo para la gloria de Dios, que nos ha dado la victoria”. (Trapp)
b. Conceda Jehová todas tus peticiones: Una vez más la oración demuestra la confianza de que Dios escuchará y de que conceda las peticiones de Su rey.
i. Esto fue cierto tanto para David como para el Hijo de David (Juan 17:1-5); del Rey de Israel y del Rey de Reyes. Jesús oró por el éxito en su obra en la cruz, y era impensable que el Padre no respondiera las oraciones del Hijo.
B. El triunfo del Ungido del Señor.
1. (6) El Señor salva a Su ungido.
Ahora conozco que Jehová salva a su ungido;
Lo oirá desde sus santos cielos
Con la potencia salvadora de su diestra.
a. Ahora conozco que Jehová salva a su ungido: Aquí el rey David expresó la gran confianza de que Dios respondería las oraciones de su pueblo. Dios salvaría (rescataría) al rey (su ungido).
i. Su ungido: En un sentido cada rey de Israel era el ungido de Dios porque todos eran designados para su oficio mediante una unción literal de aceite derramada sobre su cabeza. Esta unción literal con aceite era una imagen de la unción espiritual con el Espíritu Santo necesaria para su deber de guiar al pueblo de Dios como rey. Al decir “Su ungido”, David se refiere a sí mismo como rey.
ii. Su ungido: Al mismo tiempo, también se entendía que vendría un Ungido supremo, el Rey perfecto de Israel – el Cristo, el Mesías (como en el Salmo 2 y otros). Fue cierto de David e Israel en su tiempo que el Señor salva a su ungido y a su pueblo; es aún más perfectamente cierto en el último y perfecto Ungido, Jesucristo.
iii. “El verbo ‘salva’, de la misma raíz que ‘victorioso’, podría traducirse como ‘el Señor da la victoria a su ungido’” (VanGemeren). Kidner también señala que salva (en Salmo 20:6 y 20:9) proviene de la misma raíz en hebreo que el nombre de Jesús.
iv. En verdad que Jehová salva a su ungido:
·El Padre salvó al Hijo del pecado.
·El Padre salvó al Hijo de la soberbia.
·El Padre salvó al Hijo de la autosuficiencia.
·El Padre salvó al Hijo de la duda.
·El Padre salvó al Hijo del fracaso.
·El Padre salvó al Hijo de la muerte, resucitándolo de los muertos.
b. Lo oirá desde sus santos cielos Con la potencia salvadora de su diestra: Esto confirma y refuerza la idea de que Jehová salva a Su ungido.
i. Es salvado porque lo oirá, Dios no guarda silencio ante su ungido.
ii. Es salvado desde los cielos; Dios oye y envía ayuda desde Su trono.
iii. Es salvado con poder, con potencia salvadora.
iv. Es salvado con habilidad y favor, con la potencia de su diestra.
v. Cada uno de estos fue cierto para el rey David, pero aún más perfectamente cierto para el Hijo de David, el ungido definitivo del Señor.
2. (7) Confianza en el nombre del Señor.
Estos confían en carros, y aquéllos en caballos;
Mas nosotros del nombre de Jehová nuestro Dios tendremos memoria.
a. Estos confían en carros, y aquéllos en caballos: David sabía en qué confiaban los reyes y su pueblo – enla fuerza humana y las formas en que a menudo se expresan (en carros y en caballos).
i. Si escribiera hoy, David podría decir algo como: “Algunos confían en las armas nucleares y algunos confían en los tanques”. Es parte de la naturaleza humana depositar nuestra confianza en tales cosas.
ii. “Los carros y caballos eran muy terribles, especialmente para los soldados primerizos que no están acostumbrados a su arrebato; pero el Nombre es más poderoso”. (Maclaren)
iii. Parte de la razón por la que David se negó a confiar en carros y caballos fue porque Dios lo había ordenado así, ordenó en la Ley de Moisés que los reyes de Israel no multiplicaran caballos para sí mismos, ni para usarlos en la caballería ni para tirar de los carros de guerra ( Deuteronomio 17:16).
b. Tendremos memoria: David trazó un fuerte contraste. “Ellos confían en esas cosas, mas nuestra confianza está en Dios”.
i. “En la guerra espiritual, en la que todos estamos comprometidos, el primer y necesario paso hacia la victoria es renunciar a toda confianza en la sabiduría y la fuerza de la naturaleza y del mundo; y recordar que no podemos hacer nada, sino en el nombre, por los méritos, por el poder y por amor a Jesucristo, nuestro Señor y nuestro Dios”. (Horne)
ii. “Ay, cuántos en nuestros días que profesan ser del Señor dependen tan abyectamente de sus semejantes o de un brazo de carne de una forma u otra, como si nunca hubieran conocido el nombre de Jehová en absoluto”. (Spurgeon)
c. Mas nosotros del nombre de Jehová nuestro Dios tendremos memoria: David puso su confianza en la persona, el carácter de Dios. No llevaba el nombre de Jehová como un encantamiento mágico; más bien, el nombre habla del carácter comprensivo de Dios y es una expresión de Su fidelidad a Su pacto con Israel.
i. “Por el nombre de Dios se entiende generalmente, en las Sagradas Escrituras, las diversas propiedades y atributos de Dios: estas propiedades y atributos componen y constituyen el nombre de Dios. Como dice Salomón: ‘El nombre del Señor es una torre fuerte; el justo corre hacia ella y está a salvo’”. (Melvill, citado en Spurgeon)
ii. Esto – el carácter y fidelidad de Dios – era más fuerte para David e Israel que miles de carros o caballos.
iii. Por lo tanto, sentimos un desafío triunfante en David cuando dice, “mas nosotros…tendremos memoria”. Reconoce lo fácil que es olvidar y lo contrario a la intuición de la naturaleza humana que es confiar en Dios en lugar de en la fuerza y los recursos humanos.
3. (8-9) El triunfo de los que confían en el Señor.
Ellos flaquean y caen,
Mas nosotros nos levantamos, y estamos en pie.
Salva, Jehová;
Que el Rey nos oiga en el día que lo invoquemos.
a. Ellos flaquean y caen, Mas nosotros nos levantamos, y estamos en pie: La confianza de David en Dios podría justificarse por muchos motivos, pero uno de ellos era la simple verdad de que David descubrió que confiar en Dios funciona, y aprendió que esta fe conduce al éxito. Los que confiaban en carros y caballos flaquean y caen. Los que se acordaron del nombre del Señor nos levantamos, y estamos en pie.
b. Salva, Jehová; Que el Rey nos oiga en el día que lo invoquemos: El rescate del que David cantaba con confianza no había llegado del todo. Todavía necesitaba clamar, “Salva, Jehová”. Aún así confiaba en la respuesta anticipada de Jehová.
i. “Este es el lenguaje de la fe, no después de la batalla, sino antes”. (Morgan)
ii. “La frase final, literalmente ‘en el día de nuestro llamamiento’, tiene un eco contundente del versículo inicial”. (Kidner)
©2021 The Enduring Word Comentario bíblico en español de David Guzik – ewm@enduringword.com