2 Crónicas 7 – La dedicación del templo
A. Dedicación de Dios y del hombre.
1. (1-3) Dios dedica el templo con fuego del cielo.
Cuando Salomón acabó de orar, descendió fuego de los cielos, y consumió el holocausto y las víctimas; y la gloria de Jehová llenó la casa. Y no podían entrar los sacerdotes en la casa de Jehová, porque la gloria de Jehová había llenado la casa de Jehová. Cuando vieron todos los hijos de Israel descender el fuego y la gloria de Jehová sobre la casa, se postraron sobre sus rostros en el pavimento y adoraron, y alabaron a Jehová, diciendo: Porque él es bueno, y su misericordia es para siempre.
a. Descendió fuego de los cielos, y consumió el holocausto y las víctimas: Este es uno de los notables casos de Dios enviando fuego del cielo para consumir un sacrificio en el Antiguo Testamento. Fue una prueba dramática y visible de la aprobación de Dios, y de que la gloria de Jehová llenó la casa.
i. “Este fuego se mantuvo vivo hasta el cautiverio de Babilonia: y después de eso, se decía que había sido renovado milagrosamente [en los días de los Macabeos]”. (Trapp)
b. Y no podían entrar los sacerdotes en la casa de Jehová: Esto repite la ocasión descrita por primera vez en 2 Crónicas 5:14.
c. Se postraron sobre sus rostros en el pavimento y adoraron, y alabaron a Jehova: El pueblo respondió con una combinación de reverencia y adoración. Su alabanza llena de asombro glorificó la bondad y la misericordia de Dios.
i. Uno podría pensar que el fuego consumidor del cielo podría hacerlos más conscientes del poder y el juicio de Dios. Sin embargo, toda la situación parece haberlos hecho más conscientes de la bondad y misericordia de Dios.
d. Porque él es bueno, y su misericordia es para siempre: Este estribillo familiar está relacionado con el Salmo 136 y el Salmo 118, y con 2 Crónicas 5:13. Al ver todo lo que pudieron ver de las grandes obras de Dios, no pudieron evitar tener este fuerte énfasis en la bondad y misericordia de Dios.
2. (4-5) El templo es dedicado por el hombre con una multitud de sacrificios.
Entonces el rey y todo el pueblo sacrificaron víctimas delante de Jehová. Y ofreció el rey Salomón en sacrificio veinte y dos mil bueyes, y ciento y veinte mil ovejas; y así dedicaron la casa de Dios el rey y todo el pueblo.
a. Entonces el rey y todo el pueblo sacrificaron víctimas delante de Jehová: Tan maravillosos como fueron el programa y la alabanza, no pudieron reemplazar a las víctimas. Dios todavía tenía que ser honrado a través de sacrificios de sangre, tanto para expiación como para demostración de comunión con Dios.
b. Y ofreció el rey Salomón en sacrificio veinte y dos mil bueyes, y ciento y veinte mil ovejas: Esta es una cantidad asombrosa – casi grotesca – de sacrificio. Cada animal fue sacrificado ritualmente y una porción fue dedicada al Señor y una porción dada a los sacerdotes y al pueblo. Era suficiente para alimentar a una gran multitud durante dos semanas.
3. (6-10) Los días de alabanza y fiesta por la dedicación del templo.
Y los sacerdotes desempeñaban su ministerio; y los levitas con los instrumentos de música de Jehová, los cuales había hecho el rey David para alabar a Jehová, porque su misericordia es para siempre; cuando David alababa por medio de ellos. Asimismo los sacerdotes tocaban trompetas delante de ellos, y todo Israel estaba en pie. También Salomón consagró la parte central del atrio que estaba delante de la casa de Jehová, por cuanto había ofrecido allí los holocaustos, y la grosura de las ofrendas de paz; porque en el altar de bronce que Salomón había hecho, no podían caber los holocaustos, las ofrendas y las grosuras. Entonces hizo Salomón fiesta siete días, y con él todo Israel, una gran congregación, desde la entrada de Hamat hasta el arroyo de Egipto. Al octavo día hicieron solemne asamblea, porque habían hecho la dedicación del altar en siete días, y habían celebrado la fiesta solemne por siete días. Y a los veintitrés días del mes séptimo envió al pueblo a sus hogares, alegres y gozosos de corazón por los beneficios que Jehová había hecho a David, y a Salomón, y a su pueblo Israel.
a. Y los sacerdotes desempeñaban su ministerio; y los levitas con los instrumentos de música de Jehová: En una ocasión tan especial todos debían estar cumpliendo su labor. Los sacerdotes tenían tantos sacrificios que administrar que consagraron especialmente la zona frente al templo para recibir sacrificios, porque en el altar de bronce que Salomón había hecho, no podían caber los holocaustos.
b. Entonces hizo Salomón fiesta siete días, y con él todo Israel: Por la época del año y la duración de esta fiesta, entendemos que esta era la Fiesta de los Tabernáculos, extendida más allá de sus siete días normales en esta ocasión especial.
i. “Su unidad se expresa en términos geográficos, así como por una unidad de espíritu – desde la entrada de Hamat hasta el arroyo de Egipto indica la extensión más amplia posible de la ocupación israelita de la Tierra Prometida”. (Selman)
c. Por los beneficios que Jehová había hecho a David, y a Salomón, y a su pueblo Israel: Este relato de la dedicación del templo termina donde comenzó la historia del templo – con David, no con Salomón. El escritor recuerda que fue el corazón y la visión de David lo que inició la obra del templo.
4. (11) Conclusión: la obra completada con éxito.
Terminó, pues, Salomón la casa de Jehová, y la casa del rey: y todo lo que Salomón se propuso hacer en la casa de Jehová y en su casa, fue prosperado.
a. Terminó, pues, Salomón la casa de Jehová, y la casa del rey: 1 Reyes 7 entra en más detalles sobre el palacio de Salomón. Parece que su palacio fue incluso más espectacular que el templo, según la cantidad de años que le llevó construirlo.
b. Todo lo que Salomón se propuso hacer en la casa de Jehová y en su casa, fue prosperado: Fue el final de una obra bien hecho, una obra que comenzó con el padre de Salomón: David.
B. Dios se le aparece a Salomón otra vez.
1. (12-16) La confirmación de que la oración desde el templo será respondida.
Y apareció Jehová a Salomón de noche, y le dijo: Yo he oído tu oración, y he elegido para mí este lugar por casa de sacrificio. Si yo cerrare los cielos, para que no haya lluvia, y si mandare a la langosta que consuma la tierra, o si enviare pestilencia a mi pueblo; Si se humillare mi pueblo, sobre el cual mi nombre es invocado, y oraren, y buscaren mi rostro, y se convirtieren de sus malos caminos; entonces yo oiré desde los cielos, y perdonaré sus pecados, y sanaré su tierra. Ahora estarán abiertos mis ojos, y atentos mis oídos, a la oración en este lugar: Porque ahora he elegido y santificado esta casa, para que esté en ella mi nombre para siempre; y mis ojos y mi corazón estarán ahí para siempre.
a. Y apareció Jehová a Salomón de noche: Esta era en realidad la segunda gran aparición de Dios a Salomón (1 Reyes 9:1-2). La primera se describe en 1 Reyes 3:5-9. Fue bueno por parte de Dios aparecerse a Salomón la primera vez; Fue aún mejor por parte de Dios otorgarle una aparición única a Salomón la segunda vez.
i. “Hermanos, queremos apariciones renovadas, manifestaciones frescas, nuevas visitas de lo alto; y les recomiendo a aquellos de ustedes que están progresando en la vida, que mientras agradecen a Dios por el pasado y miran hacia atrás con gozo a sus visitas a ustedes en sus primeros días, ahora busquen y pidan una segunda visita del Altísimo”. (Spurgeon)
ii. Después de que Salomón construyó el templo y su palacio, llegó al período más peligroso de su vida – una temporada después de grandes bendiciones y logros. Dios bondadosamente le dio a Salomón una nueva revelación de sí mismo antes de este período peligroso.
iii. “Las palabras también nos hablan a nosotros. Ninguna altura alcanzada, ningún trabajo realizado, ninguna bendición recibida, es en sí misma suficiente para asegurar nuestra continuidad en el favor de Dios. Nada más que la fidelidad continua puede hacer eso”. (Morgan)
b. Yo he oído tu oración: La gran oración de Salomón en 1 Reyes 8 no significaba nada a menos que Dios escuchara la oración. La verdadera medida de nuestra oración es si Dios en el cielo contesta la oración.
i. Esta respuesta parece haber llegado muchos años después de la dedicación real del templo. Sin embargo, Dios también le dio a Salomón una respuesta inmediata de aprobación en el momento de la dedicación, cuando los sacrificios fueron consumidos con fuego del cielo (2 Crónicas 7:1-7).
c. He elegido para mí este lugar por casa de sacrificio: La construcción fue obra de Salomón, hecha en el poder y la inspiración del Señor. La consagración del edificio fue obra de Dios. Salomón podía construir un edificio, pero solo Dios podía santificarlo con Su presencia.
i. “Será una casa de oración y una ‘casa de sacrificio’ (literal)… Esta combinación de las funciones del templo es sorprendente, y es una de las varias indicaciones en 2 Crónicas 5-7 de que la oración y el sacrificio deben entenderse como ‘dos caras de la misma moneda’”. (Selman)
ii. “Al presentar el templo como un lugar donde se podía aceptar el sacrificio y la oración correctos, se estaba proporcionando una oportunidad para intercambiar las sombrías circunstancias actuales de Israel por un futuro más positivo. Esto ofreció una oportunidad para cambiar el curso de la historia de Israel”. (Selman)
d. Si se humillare mi pueblo, sobre el cual mi nombre es invocado, y oraren, y buscaren mi rostro: Esta maravillosa promesa está en el contexto de la promesa de Dios de responder a la oración desde el templo que Él eligió santificar con Su presencia. Dios prometió algo especial a Israel cuando ellos se humillaran, oraran y buscaran el rostro de Dios.
i. Hay algo naturalmente humilde en la oración verdadera porque reconoce que las respuestas no están en uno mismo y están en Dios. Dios promete algo especial a las personas humildes que oran.
ii. La frase mi pueblo, sobre el cual mi nombre es invocado tuvo su primera aplicación al pueblo de Israel mientras vivían en la tierra que Dios les prometió. Sin embargo, el mismo Dios que hizo esta promesa a Israel todavía reina en los cielos y seguirá respondiendo a su humilde pueblo de oración hoy.
iii. “Aunque la invitación de Dios se le da inicialmente a mi pueblo (2 Crónicas 7:14), 2 Crónicas 6:32-33 ha dejado en claro que cualquiera que reconozca el nombre y la autoridad de Dios puede orar con la misma confianza de ser escuchado. Por lo tanto, este pasaje es consistente con otros donde la invitación se extiende explícitamente a ‘todos los que invocan el nombre del Señor’”. (Selman)
e. Y se convirtieren de sus malos caminos: Esta gran promesa de oración contestada en 2 Crónicas 7:14 incluye la condición del arrepentimiento. Cuando el pueblo de Dios se humille, ore y busque el rostro de Dios, también debe convertirse de sus malos caminos. No era suficiente con solo convertir su corazón a Dios; también debían convertir su vida a Dios.
f. Entonces yo oiré desde los cielos, y perdonaré sus pecados, y sanaré su tierra: Dios simplemente promete escuchar la oración de su humilde y arrepentido pueblo que ora y busca su rostro. Él traerá perdón a su pueblo y sanidad a su tierra.
i. “Estas expresiones se entienden mejor como cuatro facetas de una actitud en la que los pecadores deben buscar a Dios en humilde arrepentimiento, en vez de cuatro pasos separados de un largo camino hacia el perdón”. (Selman)
·Podemos ver lo que significa humillarse uno mismo al ver a Roboam (2 Crónicas 12:6-7, 12), Ezequías (2 Crónicas 30:11, 32:26) y Manasés (2 Crónicas 33:12, 19, 23).
·Podemos ver lo que significa orar viendo a Ezequías (2 Crónicas 30:18, 32:20) y Manasés (2 Crónicas 33:13).
·Podemos ver lo que significa buscar al ver a los sacerdotes que regresaron (2 Crónicas 11:16) y a Josafat (2 Crónicas 20:3-4).
·Podemos ver lo que significa convertirse al ver a Ezequías (2 Crónicas 30:6, 9)
ii. “La sanidad en todo el Antiguo Testamento tiene una combinación de aplicaciones físicas y espirituales. Algunas veces sanidad se equipara específicamente con el perdón (por ejemplo, Oseas 14:4; Isaías 53:5, 57:18-19; Salmos 41:5); en otras ocasiones se relaciona con la curación física (por ejemplo, Génesis 20:17; Números 13:20; 2 Reyes 20:5, 8). Cuando se aplica a la tierra, como aquí, se puede referir al regreso de los exiliados a la Tierra Prometida (Jeremías 30:17; 33:6-7) o a la restauración de la paz y la seguridad de la tierra y su pueblo (Jeremías 33:6; Isaías 57:19)”. (Selman)
g. Ahora estarán abiertos mis ojos, y atentos mis oídos, a la oración en este lugar: Dios prometió prestar especial atención a las oraciones ofrecidas desde el templo que construyó Salomón, el hijo de David. Podemos estar mucho más seguros de su atención a nuestras oraciones cuando las ofrecemos en el nombre de Jesús, el Hijo de David. Él es un mejor acceso a Dios de lo que el templo alguna vez fue.
h. Mis ojos y mi corazón estarán ahí para siempre: “La idea de que Dios tenga un corazón es extremadamente rara en la biblia, y la única otra referencia explícita habla de Dios sufriendo dolores de corazón debido a la maldad de la humanidad (Génesis 6:6; cf. también Génesis 8:21; 1 Samuel 13:14; Hechos 13:22)… Es difícil pensar en una forma más íntima de indicar la cercanía de Dios o un mayor estímulo a la oración”. (Selman)
2. (17-22) La advertencia de Dios para Salomón.
Y si tú anduvieres delante de mí como anduvo David tu padre, e hicieres todas las cosas que yo te he mandado, y guardares mis estatutos y mis decretos, yo confirmaré el trono de tu reino, como pacté con David tu padre, diciendo: No te faltará varón que gobierne en Israel. Mas si vosotros os volviereis, y dejareis mis estatutos y mandamientos que he puesto delante de vosotros, y fuereis y sirviereis a dioses ajenos, y los adorareis, Yo os arrancaré de mi tierra que os he dado; y esta casa que he santificado a mi nombre, yo la arrojaré de mi presencia, y la pondré por burla y escarnio de todos los pueblos. Y esta casa que es tan excelsa, será espanto a todo el que pasare, y dirá: ¿Por qué ha hecho así Jehová a esta tierra y a esta casa? Y se responderá: Por cuanto dejaron a Jehová Dios de sus padres, que los sacó de la tierra de Egipto, y han abrazado a dioses ajenos, y los adoraron y sirvieron: por eso él ha traído todo este mal sobre ellos.
a. Y si tú anduvieres delante de mí como anduvo David tu padre. . . yo confirmaré el trono de tu reino: La respuesta de Dios a la oración anterior de Salomón tenía una gran condición. Si Salomón caminaba delante de Dios en obediencia y fidelidad, podía esperar bendiciones sobre su reinado y el reinado de sus descendientes, y la dinastía de David perduraría para siempre.
i. Dios no demandó obediencia perfecta de Salomón. David ciertamente no anduvo perfectamente delante de Dios y aun así Dios le dijo a Salomón que anduviera delante de mí como anduvo David tu padre. Esto no estaba fuera de alcance para Salomón.
b. Mas si vosotros os volviereis, y dejareis mis estatutos y mandamientos…Yo os arrancaré de mi tierra: La promesa positiva es seguida por una promesa negativa. Si Salomón y sus descendientes se volvían y dejaban a Dios y su palabra, entonces Dios promete corregir a un desobediente Israel.
c. Y esta casa que he santificado a mi nombre, yo la arrojaré de mi presencia: La respuesta de Dios a la oración de Salomón no era una promesa incondicional de bendecir el templo en cualquier circunstancia. Dios bendijo el templo y lo llenó con la gloria de su presencia, pero lo echaría fuera de su vista si los reyes de Israel abandonaban al Señor.
i. Con un templo tan glorioso, Israel se vería tentado a abandonar al Dios del templo y convertir el templo de Dios en un ídolo. Aquí el Señor les hace saber que nunca podría bendecir este error.
d. La pondré por burla y escarnio de todos los pueblos… será espanto a todo el que pasare: Bajo el Antiguo Pacto, Dios prometió usar a Israel para exaltarse a sí mismo entre las naciones de una manera u otra. Si Israel obedecía, los bendeciría tanto que otros tendrían que reconocer la mano de Dios sobre Israel. Si Israel desobedecía, los castigaría tan severamente que las naciones se asombrarían del juicio de Dios entre su pueblo desobediente y sabrían que el Señor ha traído todo este mal sobre ellos.
i. “La manera en que estas personas desobedientes han sido destruidas es verdaderamente asombrosa: ninguna nación fue tan favorecida ni tan severa y notablemente castigada”. (Clarke)
©2021 The Enduring Word Comentario bíblico en español de David Guzik – ewm@enduringword.com