2 Samuel 20 – La rebelión de Seba
A. David regresa a Jerusalén y a una insurrección.
1. (1-2) La rebelión de Seba.
Aconteció que se hallaba allí un hombre perverso que se llamaba Seba hijo de Bicri, hombre de Benjamín, el cual tocó la trompeta, y dijo: No tenemos nosotros parte en David, ni heredad con el hijo de Isaí. ¡Cada uno a su tienda, Israel! Así todos los hombres de Israel abandonaron a David, siguiendo a Seba hijo de Bicri; mas los de Judá siguieron a su rey desde el Jordán hasta Jerusalén.
a. Aconteció que se hallaba allí un hombre perverso: Seba tomó ventaja de la debilitada posición de David después de la fallida rebelión de Absalón y del conflicto entre Judá y las otras diez tribus (2 Samuel 19:40-43). Basó su rebelión en tres puntos comunes para los rebeldes.
No tenemos nosotros parte en David: Seba negó la soberanía del rey. Él afirmó que David no tenía derecho a reinar sobre él o sobre las diez tribus de Israel.
El hijo de Isaí: Seba devaluó la identidad del rey. Isaí era un humilde granjero y Seba quiso hacer énfasis en los humildes orígenes de David.
Cada uno a su tienda: Seba decidió tomar su propio camino y arrastró a otros con él. Él actuó basado en su baja opinión de David.
i. G. Campbell Morgan ve la frase “No tenemos nosotros parte en David, ni heredad con el hijo de Isaí” como un efectivo slogan promovido por Seba. “La historia debería enseñarnos que los lemas y frases populares y plausibles deben ser tratados con mucho cuidado.
b. Los hombres de Israel abandonaron a David: Seba tuvo éxito en alejar a las diez tribus del norte y David tuvo otra guerra civil con la qué lidiar.
i. En 2 Samuel 19:40-43 los líderes de estas mismas diez tribus discutieron con la tribu de Judá sobre quién honraba más a David. Su respuesta a la rebelión de Seba muestra que su deseo de honrar a David no tenía nada que ver con honrarlo a él, sino en exaltar al yo.
ii. Podríamos decir que la tribu de Judá trató a las otras diez tribus injustamente, pero “La injusticia nunca es corregida con un mal más profundo.” (Morgan)
iii. Podríamos decir que está en la naturaleza del hombre dividirse. Tenemos que permanecer juntos por el Espíritu Santo. Pablo lo puso así: Yo pues, preso en el Señor, os ruego que andéis como es digno de la vocación con que fuisteis llamados, con toda humildad y mansedumbre, soportándoos con paciencia los unos a los otros en amor, solícitos en guardar la unidad del Espíritu en el vínculo de la paz (Efesios 4:1-3). Nosotros no creamos la unidad del Espíritu, nosotros mantenemos la unidad del Espíritu – pero debemos mantener lo que Él ha creado.
c. Mas los de Judá siguieron a su rey: La deserción de las diez tribus es alarmante pero la lealtad de los de Judá es maravillosa. Cuando otros desertan o se dividen nos da una oportunidad más grande de demostrar lealtad.
i. Deberíamos imitar la lealtad que Judá le mostró a su rey. Esto significa que debemos ser léales a Jesús a pesar de las burlas de la multitud. Debemos ser leales a Jesús a pesar de la rebelión de nuestra carne. Debemos ser leales a Jesús a pesar de los tiempos en los que Él parece distante.
2. (3) David aparta a las mujeres que violó Absalón
Y luego que llegó David a su casa en Jerusalén, tomó el rey las diez mujeres concubinas que había dejado para guardar la casa, y las puso en reclusión, y les dio alimentos; pero nunca más se llegó a ellas, sino que quedaron encerradas hasta que murieron, en viudez perpetua.
a. las puso en reclusión: Absalón violó a estas diez concubinas como parte de su rebelión contra David (2 Samuel 16:20-23). A su regreso, David las apartó como las desafortunadas víctimas del pecado de Absalón.
i. “El no podía divorciarse de ellas; no podía castigarlas, porque ellas no estuvieron en la transgresión; no podía estár más con ellas, porque habían sido deshonradas por su hijo; y casarlas con otros hombres podía ser peligroso para el estado.” (Clarke)
b. Quedaron encerradas hasta que murieron, en viudez perpetua: El triste destino de las diez concubinas de David es un ejemplo de cómo nuestro pecado a menudo tiene horribles efectos en otros. Ellas sufrieron por el pecado de Absalón – y por el pecado de David.
3. (4-5) David le dice a Amasa que reúna a un ejército para lidiar con la rebelión de Seba.
Después dijo el rey a Amasa: Convócame a los hombres de Judá para dentro de tres días, y hállate tú aquí presente. Fue, pues, Amasa para convocar a los de Judá; pero se detuvo más del tiempo que le había sido señalado.
a. Dijo el rey a Amasa: Amasa era el antiguo general de Absalón y David lo había hecho comandante de su ejército como un movimiento conciliatorio después de la muerte de Absalón.
b. Convócame a los hombres de Judá para dentro de tres días: David sabía que el tiempo era esencial. Cuando Absalón tuvo la oportunidad de aplastar rápidamente a David, no tomó ventaja de ésta. David no quería cometer el mismo error con Seba.
c. Se detuvo más del tiempo que le había sido señalado: Amasa no estaba a la altura del trabajo que le dio David. No era un hombre totalmente competente, y Joab (el antiguo comandante del ejército de David) derrotó totalmente a Amasa cuando pelearon juntos.
4. (6-7) Cansado de esperar, David envía a su guardia real..
Dijo David a Abisai: Seba hijo de Bicri nos hará ahora más daño que Absalón; toma, pues, tú los siervos de tu señor, y ve tras él, no sea que halle para sí ciudades fortificadas, y nos cause dificultad. Entonces salieron en pos de él los hombres de Joab, y los cereteos y peleteos y todos los valientes; salieron de Jerusalén para ir tras Seba hijo de Bicri.
a. Dijo David a Abisai: David le dio estas órdenes a Abisai. Él era el comandante sobre los siervos de tu señor – la guardia personal de David.
b. Los hombres de Joab. . . y todos los valientes; salieron: Joab era el comandante de campo de estas tropas, pero Abisai estaba al mando sobre él.
B. Joab mata a Amasa y derrota a Seba.
1. (8-10) Utilizando el engaño, Joab asesina a Amasa.
Y estando ellos cerca de la piedra grande que está en Gabaón, les salió Amasa al encuentro. Y Joab estaba ceñido de su ropa, y sobre ella tenía pegado a sus lomos el cinto con una daga en su vaina, la cual se le cayó cuando él avanzó. Entonces Joab dijo a Amasa: ¿Te va bien, hermano mío? Y tomó Joab con la diestra la barba de Amasa, para besarlo. Y Amasa no se cuidó de la daga que estaba en la mano de Joab; y éste le hirió con ella en la quinta costilla, y derramó sus entrañas por tierra, y cayó muerto sin darle un segundo golpe. Después Joab y su hermano Abisai fueron en persecución de Seba hijo de Bicri.
a. Les salió Amasa al encuentro: Amasa no reunió al ejército de Judá lo suficientemente rápido, pero no quería quedar fuera de la batalla. Se unió a las tropas leales a David en Gabaón.
b. Y tomó Joab con la diestra la barba de Amasa: Joab se acercó a Amasa con astucia y engaño. Tomar la barba era una señal de una bienvenida amigable, y la espada caída hizo parecer que Joab estaba desarmado.
c. Le hirió con ella en la quinta costilla: Joab mostró lo despiadado que era. Asesinó a Amasa – el hombre que lo reemplazó como comandante de los ejércitos de David – tanto por rivalidad como por la preocupación de que Amasa no apoyaba genuinamente a David.
i. “Es muy probable que Amasa no haya muerto inmediatamente: Me he enterado de casos de personas que han vivido bastantes horas después de que sus entrañas han sido derramadas.” (Clarke)
2. (11-14) Joab toma el control de las tropas leales a David.
Y uno de los hombres de Joab se paró junto a él, diciendo: Cualquiera que ame a Joab y a David, vaya en pos de Joab. Y Amasa yacía revolcándose en su sangre en mitad del camino; y todo el que pasaba, al verle, se detenía; y viendo aquel hombre que todo el pueblo se paraba, apartó a Amasa del camino al campo, y echó sobre él una vestidura. Luego que fue apartado del camino, pasaron todos los que seguían a Joab, para ir tras Seba hijo de Bicri. Y él pasó por todas las tribus de Israel hasta Abel-bet-maaca y todo Barim; y se juntaron, y lo siguieron también.
a. Pasaron todos los que seguían a Joab: Por toda esta despiadada devoción a David, Joab era un verdadero líder. Los soldados naturalmente siguieron al comandante que exitosamente los había dirigido muchas veces antes.
b. Y él pasó por todas las tribus de Israel: Joab pudo encontrar a personas leales a David en todas las tribus de Israel. A pesar de que Seba pudo reunir un ejército contra David, seguía habiendo muchas personas leales a David.
3. (15-22) El final de la rebelión de Seba.
Y vinieron y lo sitiaron en Abel-bet-maaca, y pusieron baluarte contra la ciudad, y quedó sitiada; y todo el pueblo que estaba con Joab trabajaba por derribar la muralla. Entonces una mujer sabia dio voces en la ciudad, diciendo: Oíd, oíd; os ruego que digáis a Joab que venga acá, para que yo hable con él. Cuando él se acercó a ella, dijo la mujer: ¿Eres tú Joab? Y él respondió: Yo soy. Ella le dijo: Oye las palabras de tu sierva. Y él respondió: Oigo. Entonces volvió ella a hablar, diciendo: Antiguamente solían decir: Quien preguntare, pregunte en Abel; y así concluían cualquier asunto. Yo soy de las pacíficas y fieles de Israel; pero tú procuras destruir una ciudad que es madre en Israel. ¿Por qué destruyes la heredad de Jehová? Joab respondió diciendo: Nunca tal, nunca tal me acontezca, que yo destruya ni deshaga. La cosa no es así: mas un hombre del monte de Efraín, que se llama Seba hijo de Bicri, ha levantado su mano contra el rey David; entregad a ése solamente, y me iré de la ciudad. Y la mujer dijo a Joab: He aquí su cabeza te será arrojada desde el muro. La mujer fue luego a todo el pueblo con su sabiduría; y ellos cortaron la cabeza a Seba hijo de Bicri, y se la arrojaron a Joab. Y él tocó la trompeta, y se retiraron de la ciudad, cada uno a su tienda. Y Joab se volvió al rey a Jerusalén.
a. Entonces una mujer sabia dio voces en la ciudad: Cuando Seba tomó refugio en la ciudad de Abel, Joab ordenó que se sitiara la ciudad. El sitio de guerra era una experiencia terrible para los ciudadanos de la ciudad sitiada, y esta mujer sabia fue lo suficientemente lista como para buscar un final rápido para esta lucha.
b. Entregad a ése solamente, y me iré de la ciudad: Joab era un hombre práctico. No tenía nada en contra de la ciudad de Abel, solo contra Seba. Si la gente de Abel lo ayudaba a atrapar a Seba sería mucho mejor.
c. Ellos cortaron la cabeza a Seba hijo de Bicri, y se la arrojaron a Joab: Seba probablemente pensó que estaba a salvo dentro de los muros de la ciudad, pero nadie está a salvo cuando corren en contra de la voluntad de Dios. No hay un muro lo suficientemente grande o fuerte como para proteger contra Dios y su voluntad.
i. Podemos sacar una analogía espiritual de Seba, su rebelión, y su refugio en la ciudad de Abel. “Cada corazón de hombre es una ciudad cercada. Cada pecado es un traidor que merodea dentro de esos muros. Dios demandó la cabeza de Seba, no tiene él ningún problema con nuestra persona, sino con nuestro pecado. Si nosotros amamos la cabeza de nuestro traidor sobre la vida de nuestra alma, moriremos justamente en la venganza.” (Trapp)
ii. “Sería feliz de que todos esos traidores saltaran decapitados.” (Trapp)
iii. Así terminó la rebelión de Seba. Sin embargo la división entre Judá y las otra once tribus de Israel permanecía. Después de la muerte de Salomón hubo una guerra civil que dividió permanentemente al reino en dos naciones: El Reino del sur de Judá y el Reino del norte de Israel.
4. (23-26) El segundo gabinete de David.
Así quedó Joab sobre todo el ejército de Israel, y Benaía hijo de Joiada sobre los cereteos y peleteos, y Adoram sobre los tributos, y Josafat hijo de Ahilud era el cronista. Seva era escriba, y Sadoc y Abiatar, sacerdotes, e Ira jaireo fue también sacerdote de David.
a. Así quedó Joab sobre todo el ejército de Israel: A pesar de que se ganó la posición con asesinato, David le permitió a Joab tomar control sobre los ejércitos de Israel.
b. Benaía. . . Adoram. . . Josafat . . . Seva . . . Sadoc y Abiatar. . . Ira jaireo: La grandeza del reino de David no se construyó solo sobre las habilidades de David. Él supo cómo reunir y dirigir a un equipo eficaz.
i. Algunos piensan que la idea detrás de la frase “sacerdote de David” es que Ira era una especie de capellán para David. “Él era probablemente una especia de capellán doméstico para el rey.” (Clarke)
ii. Si David – un hombre conforme al corazón de Dios y el dulce salmista de Israel – necesitaba una “ayuda” devocional, no debemos considerarnos a nosotros por encima de ello.
©2020 The Enduring Word Comentario bíblico en español de David Guzik – ewm@enduringword.com