Génesis 3 — La tentación y caída del hombre
A. La tentación de la serpiente.
1. (1) La serpiente comienza su tentación.
La serpiente era más astuta que todos los animales del campo que Jehová Dios había hecho, y dijo a la mujer: ¿Conque Dios os ha dicho: No comáis de ningún árbol del huerto?
a. La serpiente: El texto aquí, por sí solo, no identifica claramente a la serpiente como Satanás, pero el resto de la Biblia deja claro que es Satanás que aparece como una serpiente.
i. Ezequiel 28:13-19 nos dice que Satanás estaba en el Edén. Muchos otros pasajes asocian a una serpiente o una criatura con forma de serpiente con Satanás (como Job 26:13 y 51:9 Isaías). Apocalipsis 12:9 y 20:2 habla del dragón, la serpiente antigua, que es el Diablo y Satanás.
ii. La representación de Satanás como una serpiente hace que la idea de que Moisés salvó a Israel al levantar una serpiente de bronce sea un tanto provocativa (Números 21:8-9), sobre todo cuando Jesús se identifica con esa serpiente (Juan 3:14). Esto es porque en esta imagen, la serpiente (una personificación del pecado y la rebelión) es de bronce (un metal asociado con el juicio, ya que es hecho con fuego). El levantamiento de una serpiente de bronce es el levantamiento del pecado juzgado, en la forma de una cruz.
iii. Ezequiel 28 nos dice que Satanás, antes de su caída, era un ángel del más alto rango e importancia, incluso el «líder de adoración» en el cielo. Isaías 14 nos dice que la caída de Satanás tuvo que ver con su deseo de ser igual o superior a Dios y poner su voluntad en contra de la voluntad de Dios.
iv. No es posible entender cada cosa relacionada con la manera en que Satanás usó el cuerpo de una serpiente, pero podemos saber que es verdad y que esto no es mera fábula. «Es inútil llamar la narración de la caída una mera alegoría, es mejor decir de inmediato que no cree en la Biblia […]. Había una serpiente real, así como un paraíso; había un Adán y Eva reales, quienes fueron el inicio de nuestra raza; y ellos realmente pecaron, y nuestra raza es realmente caída. Cree esto». (Spurgeon).
b. La serpiente era más astuta que todos los animales: La eficacia de Satanás se encuentra a menudo en sus caminos expertos y astutos. No podemos ser más astutos que Satanás, pero podemos vencerlo con el poder de Jesús.
i. Fue la astucia de Satanás la que lo llevó al éxito en contra de Eva: «como la serpiente engañó a Eva con su astucia». (2 Corintios 11:3)
ii. «El hombre tiene, quizás, mucha más astucia que cualquier otra criatura […]; pero Satanás tiene más astucia dentro de él que cualquier otra criatura que el señor Dios ha hecho, incluido el hombre». (Spurgeon)
c. Y dijo a la mujer: Al parecer, antes de la maldición pronunciada en Génesis 3:14-15, la serpiente era diferente a lo que hoy conocemos como una serpiente. Esta criatura no comenzó como una serpiente como la conocemos, se convirtió en una.
i. «Probablemente, el reptil llamado la serpiente era una criatura más noble antes de la caída que ahora. Las palabras de nuestro texto, en lo que literalmente se refieren a la serpiente, alertan que se produciría un cambio en ella. Ha sido una especie de opinión especulativa que la criatura tenía alas o podía moverse sin arrastrarse sobre la tierra como lo hace ahora». (Spurgeon)
ii. Los espíritus demoníacos, evidentemente, tienen la posibilidad, bajo ciertas circunstancias, de residir en el cuerpo humano o animal (Lucas 8:33). En esta ocasión, Satanás escogió residir en el cuerpo de una serpiente antes de la maldición. «Un espíritu inmaterial debe de ser invisible; por lo tanto, debe encarnarse de una forma u otra antes de poder ser visto. Que Satanás tiene poder para entrar en cuerpos vivos está claro, porque lo hizo a gran escala con respecto a los hombres en los días de Cristo […]. Siendo obligado a encarnarse, el maestro espíritu maligno percibió que la serpiente estaba en ese momento entre las más sutiles de todas las criaturas; por tanto, él entró en la serpiente creyendo que se sentiría más en casa en ese animal». (Spurgeon)
iii. Poole dice que la mujer no se sorprendió al hablar con la serpiente, porque Adán y Eva tenían una conversación libre con los seres angelicales que a menudo aparecían en forma de hombres. Si esto es cierto, no era tan extraño para Eva que un ser angelical pudiera aparecer frente a ella antes de la maldición en forma de una hermosa serpiente.
iv. Tal vez, Satanás sobrenaturalmente hizo que pareciera que la voz salía de la serpiente; o tal vez Satanás le «dijo» esto a Eva en sus pensamientos. Lo que Satanás dijo es más importante que cómo lo dijo.
d. A la mujer: Satanás trajo la tentación contra la mujer porque se dio cuenta de que era más vulnerable a los ataques. Esto se debe a que no recibió la orden de no comer del árbol del conocimiento del bien y el mal directamente de Dios, sino a través de Adán (Génesis 2:15-17).
i. Tal vez, Satanás al observar a Adán, supo que no había hecho un efectivo trabajo de comunicación con Eva con respecto a lo que el Señor le había dicho a él. Este fracaso por parte de Adán hizo a Eva más vulnerable a la tentación.
ii. Satanás, a menudo, ataca al eslabón más débil de una cadena, así que atrapa a Adán, tentando a Eva. Los más fuertes en una «cadena» deben esperar ataques contra los más débiles y hacer vínculos de apoyo contra esos ataques.
iii. Estaba también en el plan de Dios permitir que Satanás tentara a Eva de esta manera. Si hubiera sido Adán el primero en pecar y le hubiera dado el fruto a Eva, ella podía haber tenido una excusa parcial ante Dios: «Yo, simplemente, estaba obedeciendo a la cabeza de nuestro hogar. Cuando me dio el fruto, comí de él».
e. Dios os ha dicho: El primer ataque de Satanás está dirigido contra la Palabra de Dios. Si él consigue confundir a Eva acerca de lo que Dios dijo o hacerla dudar de lo que Dios dijo, entonces su batalla está parcialmente ganada.
i. Desde el principio, Satanás ha tratado de socavar al pueblo de Dios, al socavar la Palabra de Dios. Él puede socavar con la misma eficacia para conseguir que nosotros dejemos la Palabra de Dios o dudemos de ella.
f. ¿Conque Dios os ha dicho: No comáis de ningún árbol del huerto?: «Satanás tomó el mandamiento positivo de Dios (de todo árbol del huerto podrás comer, mas del árbol de la ciencia del bien y del mal no comerás [Génesis 2:16-17]) y lo reformuló de una manera negativa: «Dios no te deja comer de todo árbol».
2. (2-3) La respuesta de Eva a la serpiente.
La mujer respondió a la serpiente: Del fruto de los árboles del huerto podemos comer, pero del fruto del árbol que está en medio del huerto dijo Dios: No comeréis de él, ni lo tocaréis, para que no muráis.
a. Y la mujer respondió a la serpiente: El primer error de Eva fue mantener una discusión con la serpiente. Estamos llamados a hablar con el Diablo, pero nunca a tener una discusión con él. Simple y fuertemente le dices: «El Señor te reprenda». (Judas 9)
b. Podemos comer del fruto de los árboles del jardín: El conocimiento de Eva de lo que no debe hacer es parcialmente correcto, pero lo que no parece conocer la hace aún más vulnerables al engaño.
i. Eva no parece saber el nombre de este árbol, porque solo lo llama el árbol en medio del jardín, en lugar del árbol de la ciencia del bien y del mal (Génesis 2:17).
ii. Eva malinterpreta el mandato de Dios a Adán. Sus palabras: «no lo han de comer» y «para que no muráis» están lo suficientemente cerca, pero añadió al mandato y pone palabras en boca de Dios cuando dijo: «ni le tocaréis». Por supuesto, se trataba de una buena idea para evitar por completo la tentación; nada bueno podía venir de tocar una fruta que se supone no debes comer. Pero es algo peligroso enseñar doctrinas a los hombres como si fueran los mandamientos de Dios (Mateo 15:9).
iii. Clarke dice sobre la expresión «Ni lo tocareis»: «Algunos escritores judíos manifiestan que, tan pronto como la mujer afirmó esto, la serpiente la empujó contra el árbol y dijo: “Mira, lo has tocado, y aún estás viva, por lo tanto, puedes comer del fruto con seguridad, porque sin duda no morirás”».
c. Dios ha dicho: La ignorancia de Eva en lo que exactamente Dios dijo era realmente responsabilidad de Adán. Él hizo un mal trabajo al no familiarizar bien a su esposa con la palabra que Dios le dio.
i. Casi podemos imaginar a Adán diciéndole a Eva: «¿Miras ese árbol en el medio del jardín? ¡No lo toques porque Dios dice que vas a morir!». Si bien esto es mejor que no decir nada, lo que Adán no explica crea un lugar vulnerable en el que Satanás podía atacar.
d. Para que no muráis: Esto puede parecer una cosa pequeña como para que de ella dependa el destino de la raza humana y de toda la creación. Pero el árbol no era más que un freno para Adán y Eva. Se les recordó que ellos no eran Dios, que Dios tenía un reclamo legítimo de su obediencia y que ellos eran responsables ante él.
3. (4-5) Desafío directo de Satanás a la Palabra de Dios.
Entonces la serpiente dijo a la mujer: No moriréis. Pero Dios sabe que el día que comáis de él serán abiertos vuestros ojos y seréis como Dios, conocedores del bien y el mal.
a. No moriréis: Satanás sentó las bases efectivamente. Llamó a Eva a una discusión con él y plantó la semilla de la duda acerca de la Palabra de Dios, y expuso a Eva a una comprensión incompleta de la Palabra de Dios. Ahora él se traslada a matar, con una contradicción pura y simple de lo que Dios dijo.
i. Satanás solo puede trabajar de forma efectiva cuando ha establecido un punto de apoyo. Nadie cae como Adán y Eva cayeron, «de repente». Se ha establecido una base.
ii. Es por eso, que estamos llamados a no dar lugar al Diablo (Efesios 4:27). Esto muestra lo notable que es que Jesús pudo decir: «Satanás no tiene nada en mí». (Juan 14:30)
b. No moriréis: Satanás primero quería que Eva olvidara todo lo que Dios dice acerca de las consecuencias del pecado. Al conocer y recordar las consecuencias del pecado, somos más propensos a renunciar a «los placeres temporales del pecado» (Hebreos 11:25).
i. El desafío directo de Satanás, es tratar de lograr que Eva dude de la bondad de Dios. Si Dios le está mintiendo a ella, cómo puede ser bueno.
ii. El desafío directo de Satanás, es tratar de lograr que Eva dude de la maldad del pecado. Si esta fruta es algo bueno para ella, por qué Dios no quiere que ella la tenga.
iii. Satanás quiere que veamos el pecado como algo bueno que un Dios malo no quiere que tengamos. Su mentira principal para nosotros es: «el pecado no es malo y Dios no es bueno».
iv. «Satanás y la carne presentan miles de razones para demostrar lo bueno que sería desobedecer el mandato de Dios». (Barnhouse)
c. En el día que comáis de él, vuestros ojos serán abiertos: La tentación de Satanás fue mucho más poderosa porque había «verdad» en ella. Es cierto que sus ojos se abrieron, y esto se cumplió (Génesis 3:7); pero se abrieron a su propio pecado y rebelión.
i. Es como si a una persona sorda se le prometiera poder oír de nuevo, pero todo lo que podía oír eran gritos.
ii. Sus ojos se abrieron, conocieron el bien y el mal, pero no como dioses. Una mentira completa rara vez es eficaz en la tentación. Si Satanás no la combina con algo de verdad, hay poco poder en su tentación.
d. Van a ser como Dios, conocedores del bien y del mal: La seducción final es la más poderosa, porque fue como Satanás mismo cayó al querer ser igual a Dios. Eva trató de convertirse en un dios en su rebelión contra Dios.
i. Los rabinos judíos embellecen la tentación de Satanás a Eva: “Nada más que la malicia ha impulsado el mandato divino, porque tan pronto como comas de él, serás como Dios. Como Él crea y destruye mundos, así tú vas a tener el poder de crear y destruir. Al igual que Él puede matar y revivir, vas a tener el poder de matar y resucitar. Dios mismo comió primero del fruto del árbol, y luego creó el mundo. Por lo tanto, Él te prohíbe comer del fruto, para que no crees otros mundos […]. Date prisa, ahora, y come la fruta del árbol en medio del jardín y sé independiente de Dios, para que no traiga otras criaturas que te dominen».
ii. El objetivo de convertirse en Dios es el centro de tantas religiones no cristianas, incluyendo el mormonismo. Sin embargo, en nuestro deseo de ser dioses, nos convertimos en Satanás (quien dijo: «Subiré al cielo, levantaré mi trono por encima de las estrellas de Dios […] y seré semejante al Altísimo» [Isaías 14:13-14]) en lugar de ser como Jesús, que vino como un siervo (Mateo 20:28).
iii. El movimiento de la Nueva Era y el deseo de ser «dios» son tan fuertes como siempre. De acuerdo con una encuesta realizada en 1992, hasta 12 millones de estadounidenses pueden ser considerados participantes activos en el movimiento de la Nueva Era, y otros 30 millones están interesados ávidamente. Si todas estas personas se reunieran en una organización como iglesia, sería en número la tercera denominación religiosa en Estados Unidos. Más del 90% de los suscriptores de la Revista de la Nueva Era son graduados universitarios, en comparación con la mitad de la población en general.
iv. En 1995, la influencia de la Nueva Era se abrió camino a la Casa Blanca. El autor de la Nueva Era, Marianne Williamson (autor de Un curso de milagros), el gurú de muchos de los buscadores espirituales de Hollywood, pasó una noche en la Casa Blanca como invitado personal de Hillary Clinton. Y Anthony Robbins, gurú espiritual de la motivación y el rey de los infomerciales nocturnos, consultó al presidente Clinton en Camp David. Robbins también es reconocido como un líder en el movimiento de la Nueva Era.
B. El pecado de Adán y Eva y la caída de la raza humana.
1. (6) Adán y Eva, ambos desobedecen a Dios, a su propia manera.
Al ver la mujer que el árbol era bueno para comer, agradable a los ojos y deseable para alcanzar la sabiduría, tomó de su fruto y comió; y dio también a su marido, el cual comió al igual que ella.
a. Así que cuando la mujer vio a: Eva se rindió a la tentación exactamente de la manera en que Juan describe en 1 Juan 2:16. En primer lugar, cedió a los deseos de la carne (vio que era bueno para comer), después cedió a los deseos de los ojos (agradable a los ojos), y luego cedió a la vanagloria de la vida (deseable para alcanzar sabiduría).
i. Jesús fue tentado en lo mismo tres veces de la siguiente manera: un llamado a los apetitos físicos, un llamado a la concupiscencia y deseo emocional y un llamado al orgullo (Mateo 4:1-11).
b. La mujer vio que el árbol era bueno para comer: La percepción de Eva fue parcialmente verdadera y parcialmente falsa. El árbol no era bueno para comer, aunque Eva fue engañada al creer que era así. El fruto, probablemente, era agradable a los ojos, aunque eso no debe significar mucho. Y era cierto solo en la mente de Eva que el árbol era deseable para alcanzar la sabiduría.
i. Podemos ver la verdad total de la declaración de Pablo en 1 Timoteo 2:14, que Eva fue engañada cuando pecó. En su mente, ella pensó que estaba haciendo algo bueno para ella.
c. Ella tomó de su fruto, y comió: Satanás podría tentar a Eva, pero ella no tenía que tomarlo. El tomarlo fue obra suya. Satanás no pudo meter la fruta en su garganta. Eva fue responsable. Ella no podía decir con razón: «El Diablo me hizo hacerlo».
i. Al igual que con todas las tentaciones, Dios había hecho para Eva una vía de escape (1 Corintios 10:13). Ella podía solo haber corrido lejos de Satanás y del árbol, pero Eva no tomó la salida de escape de Dios.
d. Y dio también a su marido: Eva no solo pecó, sino que también se convirtió en el agente de tentación de Adán. Pero cuando Adán comió, él no fue engañado como lo fue Eva. Adán pecó con sus ojos bien abiertos, en abierta rebelión contra Dios.
i. Por lo tanto, es Adán, no Eva, quien tiene la responsabilidad de la caída de la raza humana y de la introducción de la muerte en el orden creado (Romanos 5:12, 1 Corintios 15:22). Eva fue engañada, Adán sabía exactamente lo que estaba haciendo (1 Timoteo 2:14).
ii. Muchos han especulado que Adán pecó porque no quería que Eva estuviera sola en su caída y comió del fruto en un impulso romántico. Esto bien puede ser cierto, pero no hace que el pecado de Adán sea menos rebelde. La rebelión contra Dios no es «mejor» cuando está motivada por un impulso romántico.
iii. «Tomad y comed» se convertirían algún día en los verbos de la salvación, pero solo después de que Jesús vivió en el mundo de la maldición de Adán y se entregó a la muerte.
2. (7) La desnudez de Adán y Eva.
Entonces fueron abiertos los ojos de ambos y se dieron cuenta de que estaban desnudos. Cosieron, pues, hojas de higuera y se hicieron delantales.
a. Entonces los ojos de ambos se abrieron: Al parecer, fue solo después del pecado de Adán que supieron de su estado pecaminoso. Ellos sabían que estaban desnudos, en el sentido de tener su vergüenza expuesta a toda la creación.
b. Se dieron cuenta que estaban desnudos: Salmo 104:2 y Mateo 17:02, sugieren que la luz puede ser una prenda de vestir para los justos. Puede ser que Adán y Eva fueron vestidos con anterioridad con la luz gloriosa de Dios y la pérdida inmediata de esta cubierta de luz los hizo sentirse expuestos y desnudos.
i. «Es más que probable que fueran vestidos de la luz antes de la caída, y cuando pecaron la luz se apagó». (Barnhouse)
c. Los ojos de ambos se abrieron: La forma en que se veían cambió, pero también la forma en que veían a todo el mundo era ahora diferente. Después de la caída, todo parecía peor.
i. ¿Fue bueno o malo que Adán y Eva vieron su desnudez y se sintieran muy mal al respecto? Fue bueno, porque es bueno sentirse culpable cuando se ha hecho algo malo.
d. Cosieron, pues, hojas de higuera: Su propio intento de cubrirse requirió de mucho ingenio, pero no de mucha sabiduría. Se dice que las hojas de higuera tienen una textura punzante, lo que haría que esos revestimientos picaran bastante.
i. Todo intento de cubrir nuestra desnudez ante Dios es muy tonto. Necesitamos dejar que Jesús nos cubra (Apocalipsis 3:5, 18), y se ponga el mismo Jesús como nuestra ropa de protección (Gálatas 3:27). La exhortación de Jesús es para nosotros: «He aquí, yo vengo como ladrón. Bienaventurado el que vela, y guarda sus ropas, para que no ande desnudo y vean su vergüenza». (Apocalipsis 16:15)
ii. Obviamente, cubrieron sus áreas genitales. En casi todas las culturas, los adultos cubren sus áreas genitales, a pesar de que otras partes del cuerpo humano pueden ser más o menos expuestas en una cultura u otra.
iii. Esto no es porque hay algo intrínsecamente «sucio» en nuestra sexualidad, sino porque hemos recibido tanto de nuestra caída que se transmite genéticamente a través de la reproducción sexual. Debido a esto, Dios ha implantado en las mentes de los hombres que la modestia es apropiada para estas áreas de nuestro cuerpo.
e. Se hicieron delantales: Después de hacer sus cubierta, Adán y Eva esperaron. No sería hasta el fresco del día (Génesis 3:8) cuando Dios normalmente vendría a ellos. Con ansiedad y, quizás, un poco de agonía, esperaron hasta que Dios pacientemente vino a ellos.
i. «Sus corazones deben de haber estado profundamente perplejos dentro de ellos mientras esperaban como castigo por el gran pecado que habían cometido». (Spurgeon)
3. (8-9) Adán y Eva se esconden de Dios; Dios los llama ante Él.
Luego oyeron la voz de Jehová Dios que se paseaba por el huerto, al aire del día; y el hombre y su mujer se escondieron de la presencia de Jehová Dios entre los árboles del huerto. Pero Jehová Dios llamó al hombre, y le preguntó: ¿Dónde estás?
a. Oyeron la voz de Jehová Dios que se paseaba por el huerto, al aire del día: Adán y Eva sabían que cuando escucharan al Señor venir, Él querría estar con ellos. Así fue como el Señor tenía comunión con Adán y Eva, de una manera muy natural, cercana e íntima.
i. Leupold dice respecto a la frase «se paseaba por el huerto, al aire del día»: «La forma casi casual en que esto se observa indica que eso no ocurrió en ese momento por primera vez […]. Existe una probabilidad extrema de que el Todopoderoso asumió una cierta forma análoga a la forma humana que fue hecha a su imagen».
ii. Podemos suponer que fue Dios, en la persona de Jesucristo, que aparece a Adán y Eva antes de su encarnación y el nacimiento en Belén, porque de Dios el Padre dijo: «Nadie ha visto a Dios en cualquier momento. El Hijo unigénito, que está en el seno del Padre, a él le he dado a conocer» (Juan 1:18), y «ningún hombre ha visto a Dios en la persona del Padre». (1 Timoteo 6:16)
iii. «Al aire del día» es, literalmente, «la brisa del día». A partir de la geografía y la cultura hebrea, se puede adivinar que significa la tarde o temprano en la noche. Charles Spurgeon pensó que el sentido era: «en el viento de la tarde», cuando la briza de la tarde soplaba a través del jardín.
iv. «No en la profundidad de la noche, cuando la oscuridad natural de las tinieblas podría haber aumentado el terror; no en el calor del día, para que no pensaran que Dios venía en el furor de su pasión; no temprano en la mañana, como si se estuviera apresurando para matar; sino al final del día, porque Dios es paciente, lento para la ira y de gran misericordia. (Spurgeon)
b. El hombre y su mujer se escondieron: Esto demuestra que Adán y Eva sabían que el intento de cubrirse a sí mismos falló. Ellos no muestran con orgullo sus trajes de hojas de higuera, sino que sabían que su propia cubierta era totalmente insuficiente y estaban avergonzados delante de Dios.
c. ¿Dónde estás? Este no es el interrogatorio de un comandante en jefe enojado, sino el grito del corazón de un padre angustiado. Dios, obviamente, sabía dónde estaban, pero también sabía que un abismo se había hecho entre Él y el hombre, un abismo sobre el que Él mismo tendría que construir un puente.
·La pregunta estaba destinada a despertar la sensación de Adán de estar perdido.
·La pregunta estaba destinada a conducir a Adán a confesar su pecado.
·La pregunta estaba destinada a expresar el dolor de Dios por la condición perdida del hombre.
·La pregunta estaba destinada a mostrar que Él busca al hombre perdido.
·La pregunta estaba destinada a la responsabilidad que el hombre tiene delante de Dios.
i. La pregunta de Dios demanda una respuesta. Ellos no pudieron rehusarse a responder a Dios de la forma en que un criminal podría hacerlo cuando es interrogado. «En nuestras cortes, no se requiere que los hombres respondan preguntas que podrían incriminarlos, pero Dios sí; y, en el gran día final, el impío será condenado en su propia confesión de culpa». (Spurgeon).
ii. El modo en el que Dios trata con Adán y Eva es un modelo de como Él trae al hombre perdido y a la humanidad caída desde siempre:
·Dios los trae pacientemente, esperando la briza del día — al atardecer.
·Dios los trae con cuidado, viniendo antes de las tinieblas nocturnas.
·Dios los trae personalmente, dirigiéndose a Adán y a Eva directamente.
·Dios los trae con la verdad, mostrándoles su condición perdida.
C. Dios confronta a Adán y Eva con su pecado.
1. (10-12) Adán trata de explicar su pecado.
Él respondió: Oí tu voz en el huerto y tuve miedo, porque estaba desnudo; por eso me escondí. Entonces Dios le preguntó: ¿Quién te enseñó que estabas desnudo? ¿Acaso has comido del árbol del cual yo te mandé que no comieras? El hombre le respondió: La mujer que me diste por compañera me dio del árbol, y yo comí.
a. Oí tu voz en el huerto, y tuve miedo: El pecado hizo que Adán sintiera miedo de la presencia de Dios y miedo de la voz de Dios. Desde Adán, los hombres se van de la presencia de Dios y no quieren escuchar su Palabra.
i. Todavía estamos hechos a imagen de Dios, por lo que queremos estar en la presencia de Dios y oír su voz, mientras que, al mismo tiempo, tenemos miedo de Él.
b. ¿Quién te dijo que estabas desnudo? Dios sabía la respuesta a esta pregunta. Lo pregunta porque así le permite a Adán aprovechar lo mejor de su mala situación para arrepentirse en ese mismo momento; pero Adán no se confesó ni se arrepintió delante de Dios.
i. Todos pecamos, pero cuando pecamos, aún podemos dar gloria a Dios por confesar abiertamente nuestro pecado, sin echarle la culpa a los demás (Josué 7:19-20).
ii. A menudo no hay nada que puedas hacer en cuanto al pecado de ayer (aunque en algunos casos es posible que pueda haber restitución). Sin embargo, tú puedes hacer lo que es justo ante Dios, ahora mismo, confesando tu pecado y arrepintiéndote.
c. ¿Has comido del árbol del que te mandé que no debías comer? Dios enfrenta el problema de Adán directamente. Esto no era, principalmente, un problema de vestuario, o de miedo, o de autoestima. Este era un problema del pecado de Adán; y el vestuario, el miedo, o la comprensión de uno mismo, no se pueden tratar hasta que el problema del pecado sea tratado.
d. Entonces el hombre dijo: Ten en cuenta que, en este punto, Dios no se ha ocupado de Eva en absoluto. Adán, al ser la cabeza, es el problema aquí.
e. La mujer que me diste por compañera, me dio del árbol, y comí: El Intento de Adán por culpar a Eva es totalmente coherente con la naturaleza humana. Pocos de nosotros estamos dispuestos a decir simplemente lo que dijo David: «he pecado contra el Señor» (2 Samuel 12:13).
i. De manera significativa, si hay alguna culpa, es de Adán, no de Eva. No solo Adán acusa injustamente a Eva, sino que también se niega a aceptar su propia responsabilidad por su participación en el pecado de ella.
ii. Al decir: «la mujer que me diste como compañera», Adán culpa esencialmente a Dios del pecado diciendo. Es como si dijera: «Tú me diste esta mujer y ella es el problema». Adán no estaba contento con culpar a Eva, él tenía que culpar a Dios también.
iii. «Él era culpable del descuido de su esposa y de la blasfemia contra su creador, en la búsqueda de escapar de la confesión del pecado que él había cometido. Es una mala señal para los hombres cuando no se les puede hacer reconocer francamente sus malas acciones». (Spurgeon)
2. (13) La respuesta de Eva a Dios.
Entonces Jehová Dios dijo a la mujer: ¿Qué es lo que has hecho? Ella respondió: La serpiente me engañó, y comí.
a. La serpiente me engañó, y comí: Cuando es confrontada por Dios, Eva no necesariamente le echa la culpa a la serpiente cuando admite que la serpiente la engañó y luego comió. Esto era verdad, había sido engañada y ella comió.
b. Me engañó: El único problema viene cuando no somos capaces de ver que ser engañados es el pecado en sí mismo. Es el pecado, el intercambio de la verdad de Dios por la mentira (Romanos 1:25).
D. La maldición y sus secuelas.
1. (14-15) La maldición de Dios a la serpiente.
Y Jehová Dios dijo a la serpiente: Por cuanto esto hiciste, maldita serás entre todas las bestias y entre todos los animales del campo. Sobre tu vientre te arrastrarás y polvo comerás todos los días de tu vida. Pondré enemistad entre ti y la mujer, y entre tu simiente y la simiente suya; ésta te herirá en la cabeza, y tú la herirás en el talón.
a. Y el Señor Dios dijo a la serpiente: Cuando Dios habló con Adán y con Eva, Él les hizo una pregunta. Dios no le hizo a Satanás (encarnado en la serpiente) ninguna pregunta, porque no había nada que enseñarle.
i. «El señor Dios no le preguntó nada a la serpiente, porque sabía que era un mentiroso; pero pronunció de inmediato sentencia sobre él». (Spurgeon)
b. Maldita eres más que todos los animales: La primera parte de la maldición se dirige a los animales que Satanás utiliza para llevar a la tentación. Dios le ordenó a la serpiente arrastrarse sobre el suelo, en lugar de caminar sobre sus piernas, como cualquier otro animal.
i. «La criatura que tentó a Eva se convirtió en una serpiente como resultado del juicio de dios sobre ella, y se fue deslizándose entre los arbustos». (Boice)
ii. Adán y Eva deben de haberse aterrorizados al ver como esta, que una vez fue una hermosa criatura llamada serpiente, se transformó en el reptil, deslizándose con el silbido que hoy conocemos. Ellos deben de haber pensado: «¡Es nuestro turno!».
iii. Y pondré enemistad entre ti y la mujer: Además, hay una aversión natural entre la humanidad y las serpientes, sobre todo, en la parte femenina.
c. Sobre tu vientre te arrastrarás: Cualquier porte noble que tuviera la criatura conocida como la serpiente antes de la caída y la maldición, se había ido. Ahora, la criatura que Satanás usó para tentar a Eva sería una criatura baja y humilde
i. «Los seres involucrados en diseños malvados no tienen otra forma de actuar; sino con trucos, artilugios, engaños, dobles sentidos. Cuando los hombres niegan la Escritura y la verdad de Dios, siempre van a trabajar en un estilo mezquino y malvado: “Sobre tu vientre te arrastrarás”. Si el culpable empieza a conspirar por su propio beneficio, planificando su propia gloria, y apunta a pervertir la verdad, notarás que nunca asume una posición valiente, abierta y varonil; sino que esquiva, oculta, tuerce y cambia: “Sobre tu vientre te arrastrarás”. El pecado es una cosa mala y despreciable. La gran potestad del mal estaba aquí condenada a encogerse y arrastrarse, y su simiente nunca olvidará la postura de su padre». (Spurgeon)
d. Polvo comerás todos los días de tu vida: Este fue el caso de la serpiente como un animal, pero también es cierto en Satanás. Comer polvo transmite la idea de la derrota total (Isaías 65:25, Miqueas 7:17). El juicio de Dios sobre Satanás es para que él sepa que está derrotado para siempre. Él siempre va a alcanzar la victoria, pero siempre caerá debajo de ella.
i. Satanás fue, en su propio pensamiento, majestuoso y triunfante sobre Jesús en la cruz, pero fracasó. Al atacar a Jesús, Satanás determinó su propio destino.
ii. En Jesús, es que compartimos la victoria sobre Satanás: «Y el Dios de paz aplastará a Satanás bajo vuestros pies» (Romanos 16:20).
e. Pondré enemistad entre ti y la mujer y entre tu simiente y la simiente suya: Esta es la segunda parte de la maldición dirigida contra el mismo Satanás. Dios puso una animosidad natural entre Satanás y la humanidad. La enemistad tiene la idea de la mala voluntad, el odio, y un antagonismo mutuo. El odio de Satanás hacia Eva no era nada nuevo, sino que ya estaba presente; pero ahora el hombre, en general, tiene antipatía hacia Satanás.
i. La «amistad» de Eva y la serpiente parecía disfrutarse en este capítulo que ha terminado. En la actualidad, existe un temor natural de Satanás en el corazón del hombre.
ii. Si hemos nacido de forma natural en rebeldía contra Dios, también hemos nacido cautelosos y temerosos de Satanás. Uno debe de ser endurecido voluntariamente y a sabiendas servir a Satanás. Instintivamente, no servimos ni a Dios ni a Satanás; nos servimos a nosotros mismos (lo cual está bien para Satanás).
f. Ésta te herirá en la cabeza y tú la herirás en el talón: En esto, Dios profetiza la condenación de Satanás, mostrando que la verdadera batalla es entre Satanás y la Simiente de la mujer.
i. No hay duda de que esto es una profecía de la derrota final de Jesús a Satanás. Dios anunció que Satanás heriría al Mesías (que herirás en el talón), pero el Mesías iba a aplastar a Satanás con una herida mortal (ésta te herirá en la cabeza). Es como si Dios no pudiera esperar para anunciar su plan de salvación, para traer liberación a través del único conocido como la Simiente de la mujer.
ii. El talón es la parte al alcance de la serpiente. Jesús, al tomar su humanidad, Él mismo está cerca del dominio de Satanás, de modo que Satanás pudiera golpearlo. «Ese talón herido es lo suficientemente doloroso. He aquí a nuestro Señor herido en su naturaleza humana: Él fue traicionado, atado, acusado, abofeteado, azotado, escupido. Él fue clavado en la cruz; Él colgaba de allí con sed y fiebre, y tinieblas y abandono». (Spurgeon).
iii. En esta profecía también se da el primer indicio del nacimiento virginal, declarando que el Mesías —el Libertador— sería la simiente de la mujer, no del hombre.
iv. Génesis 3:15 se ha llamado el proto-Evangelio, el primer Evangelio. Lutero dijo de este versículo: «Este texto abarca y comprende dentro de sí, todo lo noble y glorioso que se pueda encontrar en las Escrituras». (Leupold)
v. «Este es el primer sermón evangélico que alguna vez fue entregado sobre la superficie de esta tierra. Fue un memorable discurso, con Jehová mismo de predicador, y toda la raza humana y el príncipe de las tinieblas como audiencia». (Spurgeon)
g. Ésta te herirá en la cabeza: Que Dios viera la derrota de Satanás, en la primera oleada de victoria de Satanás, muestra que Dios sabía lo que estaba haciendo todo el tiempo. El plan de Dios no era «un retroceso» cuando Adán y Eva pecaron, porque el plan de Dios era traer algo más grande para el hombre que la inocencia del Edén. Dios quería más que un hombre inocente, su plan es traer al hombre redimido.
i. Hombre redimido —este ser es mayor que el hombre inocente— solo es posible porque el hombre tenía algo de lo que debía ser redimido.
2. (16) La maldición de Dios sobre la mujer.
A la mujer dijo: Multiplicaré en gran manera los dolores en tus embarazos, con dolor darás a luz los hijos, tu deseo será para tu marido y él se enseñoreará de ti.
a. Multiplicaré en gran manera los dolores: Dios maldijo a la mujer con el dolor multiplicado. Hombres y mujeres tienen cada uno un dolor conocido a través de la historia; sin embargo, es bien conocido el dolor único de las mujeres.
i. En Jesús, algunos de los efectos de la maldición se alivian y ha sido la cristianización de la sociedad la que llevó a los derechos y la dignidad de las mujeres.
ii. «Es difícil para las mujeres en los países cristianos darse cuenta de la miseria de sus cientos de millones de hermanas en tierras paganas, donde la cantidad de las mujeres es ligeramente superior a la del ganado vacuno. Cuando el Evangelio ha ido, la carga se ha levantado y la mujer en Cristo se ha convertido en el reflejo de la iglesia redimida, la esposa de Cristo». (Barnhouse)
b. Con dolor darás a luz los hijos: La primera maldición sobre las mujeres es muy amplia. Se tiene la idea de que las mujeres experimentan dolor en lo que respecta a sus niños en general, no solo en el acto de dar a luz. Dios ordenó que el dolor con el que las mujeres traen hijos al mundo sea un ejemplo del dolor que experimentan de manera general en la vida.
i. Se ha observado que las mujeres dan a luz niños con más dolor que casi cualquier otra criatura.
c. Tu deseo será para tu marido: Esto es cierto para las mujeres de una manera que no es cierto para los hombres. Barnhouse explicó: «Este versículo se entiende mejor cuando nos damos cuenta de que el deseo del hombre solo hacia su esposa es, únicamente, por la gracia de Dios y no por la naturaleza».
d. Tu deseo será para tu marido, y él se enseñoreará de ti: La idea es contrastar el deseo de la mujer y la autoridad del marido sobre ella. Esto habla del desafío inherente al adoptar el papel de marido como jefe del hogar y la familia.
i. Esta palabra traducida como deseo se usa en Génesis 4:7 para hacer referencia al deseo del pecado que gobierna sobre Caín. Debido a la maldición, Eva tendría que luchar contra el deseo de dominar a su marido, un deseo que va en contra del fin ordenado por Dios para el hogar.
ii. El principio de la supremacía de Adán como un esposo se estableció antes de la caída (ver Génesis 2:18 y 2:22). Ahora la maldición de Eva hace mucho más difícil para ella someterse y acoplar con la institución de Dios de la supremacía masculina en el hogar.
iii. «Como resultado de la caída, el hombre no sigue reglas fácilmente, sino que debe luchar por su liderazgo. El pecado ha corrompido tanto la sumisión voluntaria de la mujer y el liderazgo amoroso de su marido. El deseo de la mujer es el control de su esposo (usurpar la supremacía dada por decreto divino), y él debe dominar, si puede. Así que la regla del amor fundada en el paraíso se sustituye por la lucha, la tiranía y la dominación». (Susan T. Foh, citada en Boice)
3. (17-19) La maldición de Dios sobre el hombre.
Y al hombre dijo: Por cuanto obedeciste a la voz de tu mujer y comiste del árbol de que te mandé diciendo: No comerás de él, maldita será la tierra por tu causa; con dolor comerás de ella todos los días de tu vida, espinos y cardos te producirá y comerás plantas del campo. Con el sudor de tu rostro comerás el pan, hasta que vuelvas a la tierra, porque de ella fuiste tomado; pues polvo eres y al polvo volverás.
a. En cuanto obedeciste a la voz de tu mujer: No es solamente que Adán tomó el consejo de Eva. Él eligió estar con Eva en vez de obedecer a Dios. Hay un sentido en el que la idolatría a Eva es un aspecto de la desobediencia de Adán contra Dios.
b. Maldita será la tierra: A causa de Adán, hay una maldición sobre toda la creación. Antes de la maldición sobre el hombre, la tierra solo producía lo bueno. Después de la maldición, todavía se produce lo bueno, pero las espinas y los cardos llegan más rápido y fácil que los buenos frutos.
i. La maldición prometió espinas y cardos, y recordamos que Jesús fue coronado con espinas (Mateo 27:29). De esta vívida manera, Jesús soportó la maldición por nosotros. «Esta maldición de la tierra estaba sobre su cabeza, y lo hirió. Él fue coronado con espinas, y ¿te asombras de que crezcan alrededor de tus pies? Antes bien, bendice que haya consagrado las espinas llevándolas como diadema». (Spurgeon)
c. Con el sudor de tu rostro comerás el pan: Adam trabajó antes de la maldición, pero todo fue alegría. Ahora el trabajo tiene un elemento de la maldición que es que el dolor y el cansancio serán parte del trabajo. «¿No hay un tiempo de servicio difícil para el hombre en la tierra? ¿No son sus días como los días de un jornalero? Al igual que un criado que desea ardientemente la sombra, un hombre contratado, que busca con ansias su salario» (Job 7:1-2).
i. «Aunque la sentencia le quitó a Adán los deliciosos frutos del paraíso, aún se le aseguró un medio de vida. Él iba a vivir. La tierra iba a producir suficiente hierba en el campo para que él pudiera continuar su existencia. Aunque de ahora en adelante todo lo que comiera sería con el sudor de su frente, aún tendría suficiente para comer e iba a vivir. (Spurgeon)
d. Pues polvo eres y al polvo volverás: La maldición final sobre el hombre prometió que habría un final de su esfuerzo y trabajo en la tierra; pero un final de muerte, no un fin de liberación.
i. La maldición de la muerte muestra que el resultado del pecado de Adán se extendía a toda la raza humana. Debido a Adán:
·El pecado entró en el mundo (Romanos 5:12).
·La muerte llegó a toda la humanidad (Romanos 5:15, 1 Corintios 15:22).
·La muerte reinó sobre el hombre y la creación (Romanos 5:17).
·Todos los hombres fueron condenados (Romanos 5:18).
·Todos los hombres fueron constituidos pecadores (Romanos 5:19).
ii. El principio de Gálatas 3:13 se establece al considerar que Jesús cargó con cada aspecto de la maldición sobre Adán y Eva en su totalidad: Cristo nos redimió de la maldición de la ley, habiéndose hecho maldición por nosotros:
·El pecado trajo el dolor del parto y nadie sabe más del dolor que Jesús cuando, a través de su sufrimiento, trajo muchos hijos a la gloria (Hebreos 2:10).
·El pecado trajo conflicto y Jesús sufrió un gran conflicto por nuestra salvación (Hebreos 12:3).
·Los espinos vinieron con el pecado y la caída y Jesús sufrió una corona de espinas para traer la salvación (Juan 19:2).
·El pecado trajo el sudor y el sudor de Jesús, por decirlo así, fueron grandes gotas de sangre para ganar nuestra salvación (Lucas 22:44).
·El pecado trajo dolor y Jesús se convirtió en un hombre de dolores, experimentado en quebranto, para salvarnos (Isaías 53:3).
·El pecado trajo la muerte y Jesús gustó la muerte para todo el mundo para que podamos ser salvos (Hebreos 2:9).
4. (20) El nombramiento de Eva
A su mujer Adán le puso por nombre Eva, por cuanto ella fue la madre de todos los vivientes.
a. A su mujer Adán le puso por nombre Eva: Hasta Génesis 3:20, la mujer nunca había sido llamada Eva. Estamos tan acostumbrados a decir «Adán y Eva», que se supone que ya tenía su nombre. Pero hasta este punto, se le llamó «una mujer» (Génesis 1:27; 2:22, 23), «una ayuda idónea» (Génesis 2:18), y «una esposa» (Génesis 2:24, 25, 3: 8). Esto no significa que Dios no tenía un nombre para Eva, pero se nos dice que el nombre se encuentra en Génesis 5:2: «Él los llamó la Humanidad».
i. La idea es que la mujer toma su nombre del marido y que ambos géneros están comprendidos en el término la humanidad. El uso de este término no es meramente cultural, es bíblico.
ii. Una mujer gana más su identidad de su marido que el hombre de la mujer. Por esta razón, las mujeres deben tener especial cuidado con el hombre que se casan.
b. Debido a que ella era la madre de todos los vivientes: Adán la llamó Eva, a pesar de que ella no era la madre de todos a la vez. Ni siquiera estaba embarazada todavía. Adán la llamo así por fe, confiando en que Dios haría nacer a un libertador de la mujer, porque Dios dijo que derrotaría a Satanás a través de la simiente de la mujer (Génesis 3:15).
i. «Ella no era una madre del todo, pero como la vida vendría a través de ella en virtud de la simiente prometida, Adam resalta su plena convicción de la verdad de la promesa, aunque en ese momento la mujer no ha tenido hijos». (Spurgeon)
5. (21) Dios viste a Adán y Eva con pieles de animales.
Y Jehová Dios hizo para el hombre y su mujer túnicas de pieles, y los vistió.
a. El Señor Dios hizo túnicas de pieles y los vistió: Dios quería que Adán y Eva estuvieran vestidos, no desnudos. Si la desnudez representara una vida más elevada y más libre, entonces Dios habría dejado que Adán y Eva permanecieran desnudos, pero Él los vistió.
i. «Dios dio su aprobación del sentimiento de vergüenza que llevó a nuestros primeros padres a cubrir su desnudez. (Leupold)
b. Las túnicas de piel: Para que Adán y Eva fueran revestidos, hubo que hacer un sacrificio. Un animal tenía que morir. Sin derramamiento de sangre no hay remisión (Hebreos 9:22).
i. «Alguna criatura tuvo que morir para poder proporcionarles una vestimenta, y tú sabes quién es el que muere para que podamos ser vestidos con su justicia inmaculada. El Cordero de Dios fue hecho por nosotros una vestidura con la cual cubrir nuestra desnudez, para que no tengamos miedo de pararnos ante el tribunal de Dios». (Spurgeon)
ii. Solo hay dos religiones: está la religión de hojas de higuera y la religión de la perfecta provisión de Dios a través de Jesús. Cubrirnos con nuestras buenas obras, es como lo que hicieron Adán y Eva cuando trataron de cubrirse con hojas de higuera. Nuestras buenas obras son como el dinero del monopolio: grandioso para el monopolio, pero sin valor legal. Tus buenas obras son esenciales para lo que se necesita para que vivas tu vida, pero no son moneda de valor legal ante Dios.
iii. Adán y Eva fueron vestidos con una prenda que fue comprada con la vida de otro. Estamos vestidos con una prenda de justicia que fue comprada con la vida de otro, Jesucristo.
c. Y los vistió: Esto indica que Adán y Eva fueron salvos. Adán tenía fe en la promesa divina de un Salvador y Dios proveyó una cubierta para ellos a través de un sacrificio. Vamos a ver a Adán y Eva en el cielo.
6. (22-24) Dios pone querubines para guardar el árbol de la vida.
Luego dijo Jehová Dios: El hombre ha venido a ser como uno de nosotros, conocedor del bien y el mal; ahora, pues, que no alargue su mano, tome también del árbol de la vida, coma y viva para siempre. Y lo sacó Jehová del huerto de Edén, para que labrara la tierra de la que fue tomado. Echó, pues, fuera al hombre, y puso querubines al oriente del huerto de Edén, y una espada encendida que se revolvía por todos lados para guardar el camino del árbol de la vida.
a. El hombre ha venido a ser como uno de nosotros, conocedor del bien y del mal: La idea detrás de esta frase es difícil de entender. Tal vez hay una nota de sarcasmo de Dios aquí (como Elías lo utilizó en 1 Reyes 18:27), en relación con la promesa vacía de Satanás de llegar a ser como dioses. O, tal vez, la idea se centra en un mayor conocimiento del hombre (aunque en un sentido malo) ahora que tiene por experiencia el conocimiento del mal.
b. Tome también del árbol de la vida, coma y viva para siempre: Por su misericordia, Dios protegió a Adán y Eva del horrible destino de tener que vivir para siempre como pecadores, por lo que les impide comer del árbol de la vida.
c. Y lo sacó Jehová del huerto del Edén: No sabemos si Adán y Eva querían quedarse en el jardín del Edén. Tal vez ellos sentían que, si salían del jardín, nunca más podrían ver a Dios otra vez porque era el único lugar donde lo habían conocido.
d. Expulsó al hombre, y puso querubines al oriente del jardín del Edén: Los querubines están siempre asociados con la presencia y la gloria de Dios (Ezequiel 10, Isaías 6, Apocalipsis 4). Cuando los querubines se representan en la tierra (por ejemplo, en el tabernáculo [Éxodo 25:10-22]), marcan un punto de encuentro con Dios. Aunque a Adán, Eva y sus descendientes se les impidió comer del fruto del árbol de la vida (por la misericordia de Dios), ellos podrían ir allí para encontrarse con Dios. Este era su «santuario sagrado». Por lo tanto, era importante enviar un querubín con una espada encendida para guardar el camino del árbol de la vida.
i. «Todo ángel de rango más bajo podría haber tratado con Adán. La espada de fuego apunta en contra de Satanás para evitar la destrucción de la vía de acceso al altar que Dios había creado». (Barnhouse)
ii. Esta es la última mención histórica del jardín del Edén en la Biblia. Podemos especular que Dios no lo destruyó, pero dejó los efectos de la maldición y suponemos un deterioro general a partir de su condición original y una integración a la geografía circundante.
©2021 The Enduring Word Comentario bíblico en español de David Guzik – ewm@enduringword.com