Job 28 – El discurso de Job sobre la sabiduría
A. El hombre y la búsqueda del tesoro material.
1. (1-4) El hombre busca tesoros en la tierra.
Ciertamente la plata tiene sus veneros,
Y el oro lugar donde se refina.
El hierro se saca del polvo,
Y de la piedra se funde el cobre.
A las tinieblas ponen término,
Y examinan todo a la perfección,
Las piedras que hay en oscuridad y en sombra de muerte.
Abren minas lejos de lo habitado,
En lugares olvidados, donde el pie no pasa.
Son suspendidos y balanceados, lejos de los demás hombres.
a. Ciertamente la plata tiene sus veneros: Job consideró la forma en que los hombres buscan metales preciosos y útiles (como plata, oro, hierro, y cobre).
i. Este capítulo y su lugar en el Libro de Job es fuente de cierta controversia. “A la mayoría de los eruditos les resulta imposible creer que Job alguna vez recitó este poema. Lo encuentran bastante incompatible con lo que viene antes y después”. (Andersen)
ii. Sin embargo, el poema también parece demasiado tranquilo, demasiado pensativo y reflexivo para ser de alguno de los amigos de Job. Algunos eruditos piensan que el poema no pertenece en absoluto al Libro de Job, y que algún escriba posterior lo insertó en el libro.
iii. Hay dos buenas soluciones. La mejor solución es simplemente decir que esta es de hecho obra de Job. “¿Por qué debería sorprendernos si Job, después de haber agotado todas las demás vías de protesta e indagación, se deslizara de repente en silencio a un estado de ánimo más reflexivo y comenzara a meditar en la fuente de la sabiduría? ¿Por qué no debería calmarse extrañamente Job aquí por un tiempo y contemplar sus problemas desde una perspectiva más tradicional?”. (Mason)
iv. La otra solución es decir que este capítulo es la observación insertada del autor anónimo del Libro de Job. Andersen describe esta perspectiva: “Debido a que pensamos que Job es una historia, encontramos apropiado que este interludio sea hablado por el narrador. Resume el caso tal como está en este punto. Enfatiza el fracaso de la mente humana para llegar a la sabiduría oculta, y así, lejos de interferir con los discursos del Señor, sienta las bases para ellos al mostrarles su necesidad”.
b. Y examinan todo a la perfección: Job explicó cómo los hombres buscaban diligentemente estos metales preciosos y útiles. Alumbran lugares oscuros (A las tinieblas ponen término), examinan todo a la perfección, cavan para abrir minas lejos de lo habitado, e incluso se ponen personalmente en peligro (Son suspendidos y balanceados, lejos de los demás hombres).
i. “Este capítulo es la pieza de historia natural más antigua y mejor del mundo, y nos brinda información muy importante sobre varios temas curiosos, y si pudiéramos determinar el significado preciso de todas las palabras originales, lo más probable es que descubramos alusiones a varias artes útiles que podemos pensar que son de invención moderna, o comparativamente moderna”. (Clarke)
ii. “Un examen cuidadoso de cada referencia que hace Job a la geología o la meteorología revela que no hay ningún error significativo o insignificante en todo lo que dice; cada referencia es una pieza de precisión consumada”. (Chambers)
iii. “El punto es que la inteligencia y la determinación del hombre le permiten lograr asombrosas proezas de ingenio tecnológico, pero abandonado a sí mismo no puede encontrar la sabiduría. La sabiduría es un tesoro más raro que cualquier otro”. (Smick)
iv. “Esos olvidados podrían ser exploradores lejos de casa o esclavos en la mente”. (Andersen)
2. (5-11) La naturaleza oculta del tesoro de la tierra.
De la tierra nace el pan,
Y debajo de ella está como convertida en fuego.
Lugar hay cuyas piedras son zafiro,
Y sus polvos de oro.
Senda que nunca la conoció ave,
Ni ojo de buitre la vio;
Nunca la pisaron animales fieros,
Ni león pasó por ella.
En el pedernal puso su mano,
Y trastornó de raíz los montes.
De los peñascos cortó ríos,
Y sus ojos vieron todo lo preciado.
Detuvo los ríos en su nacimiento,
E hizo salir a luz lo escondido.
a. De la tierra nace el pan… lugar hay cuyas piedras son zafiro: Job continuó pintando la imagen de la tierra como un tesoro de valor y riquezas para aquellos que están dispuestos a trabajar duro y buscar diligentemente estas riquezas.
i. “Arriba se extiende la superficie de la madre tierra, con sus milpas ondulantes, ricas en sustento humano. Abajo, sus propias entrañas son desgarradas y devastadas como por llamas”. (Bradley)
ii. “El halcónes célebre por su visión, el león por su coraje. Pero ninguno es tan observador ni tan intrépido como el hombre, y ni el pájaro ni la bestia tienen acceso a los lugares remotos que los hombres han penetrado en su ansia de tesoros”. (Andersen)
b. En el pedernal puso su mano, Y trastornó de raíz los montes. De los peñascos cortó ríos… Detuvo los ríos en su nacimiento: Job aquí explica cuán duro están dispuestos a trabajar los hombres para ganar el tesoro y la riqueza que está escondida en la tierra.
B. Job explica el valor y la fuente de la sabiduría.
1. (12-19) La verdadera sabiduría es rara.
Mas ¿dónde se hallará la sabiduría?
¿Dónde está el lugar de la inteligencia?
No conoce su valor el hombre,
Ni se halla en la tierra de los vivientes.
El abismo dice: No está en mí;
Y el mar dijo: Ni conmigo.
No se dará por oro,
Ni su precio será a peso de plata.
No puede ser apreciada con oro de Ofir,
Ni con ónice precioso, ni con zafiro.
El oro no se le igualará, ni el diamante,
Ni se cambiará por alhajas de oro fino.
No se hará mención de coral ni de perlas;
La sabiduría es mejor que las piedras preciosas.
No se igualará con ella topacio de Etiopía;
No se podrá apreciar con oro fino.
a. Mas ¿dónde se hallará la sabiduría? Job aquí hizo el punto que había desarrollado en los versículos anteriores. Los hombres buscan mucho y están dispuestos a soportar el peligro por las riquezas de esta tierra, pero todo eso es fácil comparado con la búsqueda de la sabiduría.
i. “El hombre no ve esta sabiduría sino sólo en la medida en que Dios se complace en revelársela, y por lo tanto no puede declararla a otros; el hombre no la preparó, ni la ordenó, ni la ideó, y por lo tanto no es de extrañar que no pueda buscarla”. (Poole)
b. El abismo dice: No está en mí: Job habló aquí de cuán rara es la sabiduría, haciéndola aún más valiosa entre los hombres. Ciertamente, esta no se dará por oro y, por lo tanto, vale más que todos esos metales preciosos.
i. “La lógica de decir en un aliento, ‘No está allí, pero, aunque lo estuviera, no podrías comprarla’, se encuentra con frecuencia en la biblia”. (Andersen)
2. (20-28) La fuente y el resumen de la sabiduría.
¿De dónde, pues, vendrá la sabiduría?
¿Y dónde está el lugar de la inteligencia?
Porque encubierta está a los ojos de todo viviente,
Y a toda ave del cielo es oculta.
El Abadón y la muerte dijeron:
Su fama hemos oído con nuestros oídos.
Dios entiende el camino de ella,
Y conoce su lugar.
Porque él mira hasta los fines de la tierra,
Y ve cuanto hay bajo los cielos.
Al dar peso al viento,
Y poner las aguas por medida;
Cuando él dio ley a la lluvia,
Y camino al relámpago de los truenos,
Entonces la veía él, y la manifestaba;
La preparó y la descubrió también.
Y dijo al hombre:
He aquí que el temor del Señor es la sabiduría,
Y el apartarse del mal, la inteligencia.
a. ¿De dónde, pues, vendrá la sabiduría? Job explicó lo difícil que era encontrar sabiduría, y luego hizo la pregunta lógica. Job sabía que necesitaba esta preciosa sabiduría, y ciertamente sabía que sus amigos necesitaban esta sabiduría.
i. “Cierto es que el hombre, deplorable hombre, no conoce el precio de la sabiduría Divina, porque es invaluable; ni el lugar de ella, porque es investigable; ni el orden de la misma, porque eso es inalcanzable hasta que lleguemos al cielo”. (Trapp)
ii. “Parece decir que, aunque los hombres exploren las profundidades de la tierra con toda la diligencia de los mineros que buscan oro y plata, aunque ejercieran toda su fuerza mental, al igual que los mineros usan todo su vigor muscular, y aunque emplearan toda la maquinaria a su alcance, como lo hacen los hombres que perforan las rocas en busca de un tesoro precioso, no está dentro del alcance del trabajo y la habilidad humanos alcanzar la sabiduría. Eso sólo puede ser encontrado por otro método superior; debe venir a nosotros por revelación de Dios, porque no podemos encontrarla por nuestros propios esfuerzos”. (Spurgeon)
b. Dios entiende el camino de ella, y conoce su lugar: Job sabía la respuesta a su propia pregunta; él sabía que Dios entendía la sabiduría y su fuente.
i. “Esta es, de hecho, a la vez nuestra confianza y nuestro consuelo: ‘Dios entiende’. Las cosas que nos confunden, no lo confunden a Él; los misterios que nos rodean no son misterios para Él”. (Morgan)
ii. “Habiendo mostrado a Dios como la Fuente de la sabiduría, el autor hace ahora su aplicación al hombre. El hombre debe buscar a Dios por sabiduría. El hombre puede participar en ella solo a través del conocimiento de la mente revelada de Dios”. (Smick)
c. Al dar peso al viento, y poner las aguas por medida. Cuando él dio ley a la lluvia, y camino al relámpago de los truenos: El mismo Dios que domina el mundo natural tiene las riquezas de la sabiduría a su disposición. Ha demostrado su propia sabiduría y poder a través del diseño del mundo natural.
d. He aquí que el temor del Señor es la sabiduría, y el apartarse del mal, la inteligencia: Job concluyó este gran discurso volviendo a la piedra angular de la revelación. Dado que la verdadera sabiduría proviene de Dios, es encontrada en una relación correcta con Él (el temor del Señor), y es mostrada por una vida que se aparta del mal.
i. Job entendía lo que el posterior salmista también entendió: El principio de la sabiduría es el temor de Jehová (Salmo 111:10), idea que también se repite en Proverbios 9:10 y 15:33. Si la verdadera sabiduría puede obtenerse simplemente mediante el esfuerzo, la energía y el ingenio humanos (como los metales raros y preciosos de la tierra), entonces el temor del Señor no es esencial para obtener la sabiduría. Pero si proviene de la revelación de Dios, entonces la relación correcta con Él es la clave de la sabiduría.
ii. Adam Clarke sobre “y dijo al hombre”: “Esto probablemente se refiere a la revelación de su voluntad que Dios dio a Adán después de su caída. Antes había buscado la sabiduría de una manera prohibida. Cuando él y Eva vieron que el árbol era agradable a los ojos, y un árbol codiciado para alcanzar la sabiduría, tomaron de él y comieron, Génesis 3:6. Así perdieron toda la sabiduría que tenían, al no poner el temor del Señor delante de sus ojos, y se volvieron necios, malvados y miserables. Escuchen, pues, lo que Dios prescribe como remedio adecuado para esta terrible enfermedad: El temor del Señor, eso es sabiduría; es ahora tu única sabiduría poner a Dios siempre delante de tus ojos, para que no vuelvas a transgredir”.
iii. “La obtención de la sabiduría requiere el sacrificio total de nuestra posesión más preciada: nosotros mismos. Más específicamente, lo que se requiere es la rendición de nuestras voluntades”. (Mason)
©2022 The Enduring Word Comentario bíblico en español de David Guzik – ewm@enduringword.com