Salmo 130 – De lo profundo
Este salmo es otro de la serie titulado Cántico gradual. El Salmo 130 comienza con un testimonio personal del rescate de Dios de las profundidades de la culpa. Desde allí, el autor asciende paso a paso a un lugar donde puede dar confianza a los demás en su confianza en Dios.
Debido a que el Salmo 130 está marcado por la conciencia del pecado y una poderosa seguridad del perdón, la tradición lo incluye entre los siete salmos penitenciales (6, 32, 38, 51, 102, 130, 143).
“Lutero, cuando fue golpeado por el diablo en Coburg, y estuvo en gran aflicción, dijo a los que estaban a su alrededor: Venid, cantemos ese salmo, ‘De lo profundo’, etc., en burla del diablo… Y ciertamente este salmo es un tesoro de gran consuelo para todos los afligidos”. (John Trapp)
“En la tarde de ese mismo día [en el que su corazón se conmovió extrañamente, y realmente confió en Jesús para la salvación], John Wesley asistió a un servicio de vísperas en la Catedral de San Pablo en el transcurso del cual se cantó el Salmo 130 como himno. Wesley se sintió muy conmovido por el himno, y este se convirtió en uno de los medios que Dios usó para abrir su corazón al evangelio de salvación”. (James Montgomery Boice)
A. Clamor al Dios que ayuda y perdona.
1. (1-2) Un clamor de lo profundo.
De lo profundo, oh Jehová, a ti clamo.
Señor, oye mi voz;
Estén atentos tus oídos
A la voz de mi súplica.
a. De lo profundo, oh Jehová, a ti clamo: Anteriormente en los salmos ha habido clamores desde lo profundo de la tierra (Salmo 71:20) o desde lo profundo del sepulcro (Salmo 86:13). Una vez más, desde un lugar de profundo y abrumador peligro, el salmista clama a Yahveh, el Dios del pacto de Israel.
i. Las personas experimentan profundidades de pobreza, tristeza, confusión y dolor. Sin embargo, la profundidad que el salmista clama desde aquí es la profundidad de la conciencia y la culpa del pecado (versículo 3). Muchos se han ahogado espiritualmente en estas profundidades.
ii. “La autoayuda no es una respuesta a las profundidades de la angustia, por muy útil que pueda ser en los bajíos de la autocompasión”. (Kidner)
iii. “En este Salmo escuchamos acerca de la perla de la redención, versículos 7-8: quizás el dulce cantor nunca hubiera encontrado esa cosa preciosa si no hubiera sido arrojado a las profundidades. ‘Las perlas se encuentran en lo profundo’”. (Spurgeon)
b. Señor, oye mi voz: Los traductores usan la palabra Jehová para traducir el nombre Yahveh en la primera línea de este salmo, y Señor para traducir el nombre de Adonai en la segunda línea. Cada palabra es un título o nombre del Dios de la biblia, el Creador del cielo y la tierra. Aquí, el salmista llama a Adonai, su maestro y gobernante, pidiéndole que escuche su voz, pues sabía que para Dios escuchar a su pueblo es ayudar a su pueblo.
i. “Así como Jehová marca la fidelidad inmutable [de Dios] a sus promesas de liberar a su pueblo, así Adonai marca su señorío sobre todos los obstáculos en la forma de librarlos”. (Fausset, citado en Spurgeon)
ii. “Aquí nombra dos veces al Señor, deseoso de asirlo con ambas manos”. (Trapp)
c. Estén atentos tus oídos: La súplica a Dios se enfatiza usando la repetición como herramienta poética.
i. “Es mejor que nuestra oración sea escuchada que contestada. Si el Señor hiciera una promesa absoluta de responder a todas nuestras peticiones, sería más una maldición que una bendición”. (Spurgeon)
2. (3-4) El gran perdón de Dios.
JAH, si mirares a los pecados,
¿Quién, oh Señor, podrá mantenerse?
Pero en ti hay perdón,
Para que seas reverenciado.
a. JAH, si mirares a los pecados: Al pedirle ayuda a Dios, el salmista también entendía que no tenía ninguna razón segura para pedir o ser escuchado por Dios aparte de Su gran perdón. Sin esta misericordia, nadie podría mantenerse delante de Yahveh Adonai (JAH… Señor).
i. Mirares a los pecados: “La palabra que se traduce como ‘mirares’ es literalmente guardar o vigilar, como en el Salmo 130:6, y aquí parece significar tener en cuenta o retener en la memoria para castigar”. (Maclaren)
ii. “Es cierto, el Señor mira toda iniquidad para conocerla, pero no mira ninguna iniquidad en sus hijos para condenarlos por ella: así el significado del salmo es, que si el Señor mirara el pecado con un ojo severo y estricto, como juez, para cargarlo contra la persona que peca, nadie podría soportarlo”. (Caryl, citado en Spurgeon)
iii. “Si anotaras toda desviación en pensamiento, palabra y obra de tu santa ley; y si nos llamaras a juicio por todas nuestras infidelidades, tanto de corazón como de vida; Oh Señor, ¿quién podría estar de pie? ¿Quién podría soportar un juicio así y quién podría quedar absuelto en el juicio?”. (Clarke)
iv. ¿Quién, oh Señor, podrá mantenerse?: “Mantenerse es una frase judicial, y señala que un hombre está siendo absuelto o justificado en un juicio, como el Salmo 1:5, Romanos 14:4, donde es opuesto a caer”. (Poole)
b. Pero en ti hay perdón: Años de relación previa con Dios le habían enseñado al salmista que, de hecho, hay, perdón en Dios. Cuando nos golpea con fuerza nuestra conciencia del pecado, puede ser difícil de creer, pero es verdad: hay perdón enDios.
i. Pero en ti hay perdón: “Puede que no encuentres el perdón en otras personas. Es posible que tu esposo o esposa no te perdonen, si lo has o la has dañado. Es posible que tus hijos no te perdonen. Es posible que tus compañeros de trabajo no te perdonen. Es posible que ni siquiera puedas perdonarte a ti mismo. Hay uno que lo hará, y ese es Dios. Escríbelo dónde puedas verlo y reflexionar sobre ello con frecuencia: Nuestro Dios es un Dios que perdona”. (Boice)
ii. En ti hay perdón: “Y una vez que Dios habla del perdón, nunca puede ser desdicho. El miedo, la duda y el recelo pueden cuestionar, pero no pueden revocarlo”. (Meyer)
iii. “La palabra traducida como ‘perdón’… literalmente significa cortar, y por lo tanto sugiere la cirugía misericordiosa mediante la cual el tumor canceroso se extrae del alma”. (Maclaren)
iv. “Cuando Lutero estaba en una gran angustia del alma, fue consolado por alguien que le dijo: ‘¿No crees en tu Credo?’ ‘Sí’, respondió Lutero, ‘Yo creo en el Credo’. ‘Entonces’, dijo el otro, ‘Me parece que uno de los artículos en él dice: Creo en el perdón de los pecados’. El corazón de Lutero se iluminó de inmediato al recordar las palabras en este salmo, ‘hay perdón’. Puede ser que hayas pecado muchas veces y penosamente; pero ‘hay perdón’. Aunque eres un hijo de Dios, te has desviado mucho de él; pero ‘hay perdón’. Te has descarriado triste y horriblemente; pero ‘hay perdón’. El diablo viene y te grita, y te dice que tu condenación está sellada, y tu condenación es segura; pero ‘hay perdón’. ¡Oh, bendita sentencia! “. (Spurgeon)
c. Para que seas reverenciado: Uno de los grandes propósitos del gran perdón de Dios es desarrollar un sentido de gratitud y reverencia en aquellos a quienes Él perdona. Su perdón debe conducir a la pureza y a un temor apropiado de desagradar a Aquel que ha sido tan misericordioso.
i. “Aquellos que han sido perdonados son ablandados, humillados y abrumados por la misericordia de Dios, y deciden nunca [más] pecar contra una bondad tan grande y terrible. Ellos pecan, pero en lo más profundo de su corazón no quieren, y cuando lo hacen, se apresuran a regresar a Dios en busca de liberación”. (Boice)
ii. “Fue un galés en medio del maravilloso avivamiento de 1905 quien pronunció el versículo del Salmo 130:4, ‘En ti hay perdón – ¡suficiente para asustarnos!’, que si no una traducción precisa, es una excelente exposición”. (Morgan)
iii. “La misericordia de Dios es tan grande y maravillosa, que su aprensión llena al alma con tal sentido de Su amor que asusta. Se asusta, es decir, no de Dios, sino del pecado”. (Morgan)
iv. “Es temido, no solo por su gran juicio y dureza, sino también por su gran amor al perdonar. Los piadosos responden con temor y amor piadosos”. (VanGemeren)
v. “El martillo de la ley puede quebrar el corazón helado del hombre con terrores y horrores, y que aun así permanezca helado, sin cambios; pero cuando el fuego del amor derrite amablemente su hielo, se transforma y se disuelve en agua; ya no es hielo, sino de otra naturaleza”. (Swinnock, citado en Spurgeon)
B. Sabia conversación consigo mismo y el Salvador.
1. (5-6) Conversación con el alma.
Esperé yo a Jehová, esperó mi alma;
En su palabra he esperado.
Mi alma espera a Jehová
Más que los centinelas a la mañana,
Más que los vigilantes a la mañana.
a. Esperé yo a Jehová, esperó mi alma: Habiendo hecho su clamor a Dios desde las profundidades (versículos 1-2), el cantor decide esperar en Dios y en el rescate que Él traería.
b. En su palabra he esperado: La espera no era pasiva ni inactiva. El salmista usaba el tiempo para poner activamente su esperanza en las promesas de Dios, reveladas en Su palabra.
c. Mi alma espera a Jehová: Aquí, usando la palabra Adonai, el salmista nuevamente expresa su confianza en Yahveh Adonai (Jehová). Esta frase usa tanto Yahveh, el nombre del Dios del pacto de Abraham, Isaac y Jacob; como Adonai, el nombre normal de un amo o señor.
d. Más que los centinelas a la mañana: El poeta usa una imagen vívida para expresar su paciente anticipación al esperar en Dios. Vemos a un centinela en la oscuridad de la madrugada, escudriñando el horizonte en busca de la primera señal del amanecer. El centinela no duda de que llegará la mañana, pero sólo se pregunta cuándo, y la espera con diligencia. Así era para el cantor que esperaba a Dios y a la ayuda que Dios prometió traer.
i. Algunos piensan que los centinelas eran guardias militares, otros piensan que eran sacerdotes que esperaban el amanecer para comenzar con los sacrificios de la mañana. Realmente no importa si los centinelas eran militares o sacerdotes; esperaban la mañana con cierta expectativa de que llegaría.
ii. “Con igual sinceridad han estado los fieles desde entonces esperando el amanecer de esa última mañana, que es para abolir el pecado y poner fin al dolor”. (Horne)
2. (7-8) Conversación con el pueblo de Dios.
Espere Israel a Jehová,
Porque en Jehová hay misericordia,
Y abundante redención con él;
Y él redimirá a Israel
De todos sus pecados.
a. Espere Israel a Jehová: Con este versículo la fraseología pasa de lo personal a lo público. Lo que el salmista aprendió al esperar en Dios y confiar en Él desde las profundidades, ahora se pone en práctica cuando pide a Israel que ponga su esperanza en Yahveh Adonai.
i. Espere Israel a Jehová: El salmista pone su fe y esperanza en el Señor mismo, no en la misericordia o redención que Dios traería. Ve al Dador antes que al regalo.
ii. “Deja de buscar el agua y busca el pozo. Verás más fácilmente al Salvador que a la salvación, porque él es exaltado, incluso él que es Dios, y fuera de él no hay nadie más. Es más fácil fijar la mirada en Jesús que en la justificación, santificación o cualquier otra bendición separada”. (Spurgeon)
b. Porque en Jehová hay misericordia: Lo que aprendió en su vida personal, lo puede aplicar a toda la nación. Cuando el pueblo de Dios lo mira con humildad, hay misericordia y abundante redención tanto para el individuo como para la comunidad.
i. Y abundante redención con él: “¿Son nuestros pecados grandes? con Dios hay misericordia, misericordia incomparable. ¿Son muchos nuestros pecados? con Dios abundante redención, multa redemptio; Él multiplicará los perdones como nosotros multiplicamos los pecados, Isaías 55:7”. (Trapp)
c. Y el redimirá a Israel de todos sus pecados: Esta es la conclusión segura del salmo, que demuestra la confianza de que Dios ciertamente traerá la redención y el rescate tanto al individuo como a la nación abrumada en las profundidades de su pecado. Lo que Dios ha demostrado en la vida privada, también lo hará para la comunidad que clama a Él.
i. “Nada podría estar más lejos de la oscuridad confinada y la incertidumbre de ‘las profundidades’ que esto. El cantor ahora se ha liberado de sí mismo para volverse hacia su gente y mantener esperanzas que están lejos de ser vacilantes”. (Kidner)
©2021 The Enduring Word Comentario bíblico en español de David Guzik – ewm@enduringword.com