Salmo 132 – Recordatorio de la promesa a David y más allá
Este salmo es otro de la serie de quince titulados Cántico gradual. No tiene ningún autor asociado en el título. Algunos creen que David fue el autor y algunos creen que fue escrito después del exilio. James Montgomery Boice defendió a Salomón como autor: “Dado que los versículos 8-10 se citan en 2 Crónicas 6:41-42 como parte de la oración de Salomón en la dedicación del templo, el salmo probablemente data del reinado de Salomón aunque el título no lo identifica como salmo de Salomón”.
La venida del arca del pacto a Jerusalén se menciona en los versículos 6-9 de este salmo. El Salmo 24 y el Salmo 68 también hacen referencia a este evento, que se describe con más detalle en 1 Crónicas 15-16.
El Salmo 132 se menciona dos veces en el Nuevo Testamento: Esteban se refiere al Salmo 132:5 en Hechos 7:46, y Pedro alude al Salmo 132:11 en Hechos 2:30.
A. Un corazón por la casa del Señor.
1. (1-5) El corazón de David por la casa de Dios.
Acuérdate, oh Jehová, de David,
Y de toda su aflicción;
De cómo juró a Jehová,
Y prometió al Fuerte de Jacob:
No entraré en la morada de mi casa,
Ni subiré sobre el lecho de mi estrado;
No daré sueño a mis ojos,
Ni a mis párpados adormecimiento,
Hasta que halle lugar para Jehová,
Morada para el Fuerte de Jacob.
a. Acuérdate, oh Jehová, de David y de toda su aflicción: El cantor comienza recordando a David, el gran rey de Israel – y todas la aflicción que sufrió.
i. Aparte del Mesías (a quien se le da el título de Hijo de David), David, el hijo de Isaí, es reconocido como el rey más grande de Israel. Sin embargo, tuvo que soportar una notable cantidad de aflicción. Todo lo siguiente fue cierto para David:
·Fue despreciado y criticado por su familia.
·Fue puesto en muchas luchas de vida o muerte.
·Fue acusado de traición y perfidia.
·Fue atacado por personas conectadas, poderosas y despiadadas.
·Vivió muchos años como un fugitivo, un hombre buscado.
·Le arrebataron familia, hogar, amigos y carrera.
·Experimentó una temporada significativa de retrocesos.
·Fue aceptado como rey con mucha renuencia.
·Se enfrentó a muchos enemigos en la batalla a través de muchas guerras.
·Fue abiertamente criticado y despreciado por su esposa.
·Sufrió a causa de su propio pecado y escándalo.
·Sufrió grandes conflictos y problemas entre sus propios hijos.
·Sufrió un golpe de Estado protagonizado por su hijo, seguido de una guerra civil.
·Fue abiertamente despreciado y criticado por algunos de sus súbditos.
ii. El salmista le pide a Dios que vea y recuerde al mismo David y toda su aflicción. Él ora: “Señor, considera al hombre y considera sus problemas. Que ninguno de ellos sea olvidado o desperdiciado”.
iii. Las aflicciones de David siempre sugieren las aflicciones de su más Grande Hijo: “Que Dios ‘se acuerde’ de las ‘aflicciones’ mucho mayores sufridas por nosotros por el Mesías en los días de su humillación, cuando a través de muchas tribulaciones, logró nuestra redención, y entró en su gloria; esta es la petición preferida, en estas palabras, por nosotros los cristianos”. (Horne)
iv. El cristiano individual puede consolarse de que Dios recuerda toda la aflicción soportada para Su gloria. “Así, Dios todavía se inclina sobre las escenas de la obra de la vida de Sus hijos. La capilla donde McCheyne suplicó a su congregación; la Isla del Mar del Sur, donde un Williams derramó su sangre; los bosques oscuros en los que Brainerd luchaba por sus indios; el gran continente, donde un Moffat, un Livingstone, un Hannington trabajaron, oraron y sufrieron. Él se acuerda de David y todas sus aflicciones”. (Meyer)
b. De cómo juró a Jehová: El poeta le pide a Jehová que recuerde un juramento específico que David le hizo. El juramento en sí no está registrado en 2 Samuel 7, pero el corazón detrás de esto se registró allí.
i. “Cansado de una vida tormentosa, bien podría haber dejado que otros se ocuparan del trabajo… Él pondrá su propia comodidad en segundo lugar, el servicio de Dios primero”. (Maclaren)
c. Hasta que halle lugar para Jehová, morada para el Fuerte de Jacob: David estaba absolutamente dedicado a edificar a Dios un templo, una morada. La dedicación de David a esto fue tan completa que juró negarse a sí mismo muchas comodidades de la vida hasta que el trabajo estuviera terminado.
i. Después de que David se construyó un hermoso palacio, se sintió culpable de que una mera tienda representara la morada de Dios. David le pidió permiso al profeta Natán para construir el templo, y Natán originalmente dijo que sí. Poco después, Dios le dijo a Natán que David no le construiría un templo, pero que su hijo sí”. (2 Samuel 7).
ii. David no construyó ese lugar para Jehová, pero sí lo halló. “Encontramos en 1 Crónicas 16:43, que no bendijo, y por lo tanto no habitó su propia casa, hasta que llevó el arca a Sion, donde después se erigió el templo”. (Horne)
iii. Dios excusó a David de su obligación de construir un templo. Sin embargo, Dios estuvo tan complacido con el corazón de David que prometió construirle una casa, una dinastía duradera sobre Israel (2 Samuel 7).
iv. “Y encontramos que él habría actuado en todas las cosas de acuerdo con su juramento y voto, si Dios se lo hubiera permitido. Pero incluso después de que el Señor le dijo que Salomón, no él, debía construir la casa, él siguió mostrando su buena voluntad al recolectar tesoros y materiales para la construcción, por el resto de su vida”. (Clarke)
v. La pasión de David nos habla al menos de dos maneras:
·Debemos tener un impulso apasionado por disfrutar de la presencia de Dios en nuestras propias vidas, para que nuestro corazón sea verdaderamente Su hogar.
·Debemos tener un impulso apasionado por la bendición y el beneficio de la casa de Dios, la comunidad de Su pueblo.
vi. “Deseo que este mismo celo se apodere de todos los cristianos. ¡Cuántos habitan en sus casas de techo mientras la casa de Dios está desolada! Pueden proveerse abundantemente por sí mismos; pero la causa de Dios, el evangelio de Dios, un lugar donde los pobres puedan reunirse para la predicación de la Palabra, no parece importarles”. (Spurgeon)
vii. El fuerte de Jacob: “La designación ‘Fuerte de Jacob’ se deriva de Génesis 49:24 y significa la manera maravillosa en que el Señor había protegido, guiado y bendecido a Jacob. El epíteto connota la gran fuerza del Señor como el Guerrero Divino”. (VanGemeren)
2. (6-9) Nuestro corazón por la casa de Dios.
He aquí en Efrata lo oímos;
Lo hallamos en los campos del bosque.
Entraremos en su tabernáculo;
Nos postraremos ante el estrado de sus pies.
Levántate, oh Jehová, al lugar de tu reposo,
Tú y el arca de tu poder.
Tus sacerdotes se vistan de justicia,
Y se regocijen tus santos.
a. He aquí en Efrata lo oímos: La mayoría de los comentaristas entienden “lo” aquí como el arca del pacto y el tabernáculo asociado con ella. Este sería el recuerdo de la temporada antes de que David trajera el arca (y, posiblemente, el tabernáculo) a Jerusalén. El arca se había perdido, y fue encontrada bajo la dirección de David.
i. “La ubicación del arca parece haber sido olvidada durante el reinado de Saúl cuando estaba en Quiriat-jearim (1 Crónicas 13:3), y solo se encontró allí más tarde (en los días de David), después de un tiempo de búsqueda seria”. (Boice)
b. Entraremos en su tabernáculo: Como uno de los cánticos graduales, este cántico era cantado por los peregrinos que iban al templo de Jerusalén, principalmente en las fiestas. Ellos recordaban y entendían el gran corazón de David por la casa de Dios y lo usaban para inspirarlos cuando decían: “Entraremos en su tabernáculo; nos postraremos ante el estrado de sus pies”.
c. Levántate, oh Jehová, al lugar de tu reposo: Los peregrinos en su camino se acordaban de las palabras de Moisés en el desierto, quien gritó cuando el arca viajaba: Levántate, oh Jehová, y sean dispersados tus enemigos, y huyan de tu presencia los que te aborrecen (Números 10:35).
i. Aunque el arca del poder de Dios había encontrado su lugar de descanso, este seguía siendo un dicho apropiado para un pueblo peregrino.
d. Tus sacerdotes se vistan de justicia: Cuando cantaban de la bondad y la gloria del templo de Dios, también se acordaban de la posición de sus sacerdotes. Era apropiado para ellos ser conocidos por la justicia en sus vidas, y esto haría que se regocijen tus santos.
i. “Las vestiduras puras de los sacerdotes eran símbolos de un carácter inmaculado, propio de los ministros de un Dios santo. El salmista ora para que el símbolo pueda representar verdaderamente la realidad interior”. (Maclaren)
ii. Cuando los siervos de Dios no están vestidos con justicia, el pueblo de Dios puede perder algo de su gozo. “[No hay] señal más segura de la presencia de la gracia de Dios con un pueblo, que un ministerio poderoso, revestido de pureza y santidad internas, representado por las vestiduras santas”. (Trapp)
B. La promesa de la bendición de Dios.
1. (10) Una oración por bendición sobre el Mesías.
Por amor de David tu siervo
No vuelvas de tu ungido el rostro.
a. Por amor de David tu siervo: Dios prometió que no abandonaría a los hijos de David (2 Samuel 7:14-16). Cuando el salmista ora esto, ora por el cumplimiento de una promesa que Dios ya había hecho.
i. “Por él son aceptados todos los ungidos en él. Dios bendijo a Salomón y a los reyes sucesivos por amor a David; y nos bendecirá a nosotros por amor a Jesús”. (Spurgeon)
b. No vuelvas de tu ungido el rostro: El cantor pide que el favor de Dios nunca sea quitado de Su ungido. Hay un sentido en el que cada rey de la línea de David era el ungido de Dios, pero esto apunta al ungido supremo – el Mesías mismo, Jesucristo. Esta es, en última instancia, una oración para bendecir al Mesías de Dios, el ungido Hijo de David.
i. “La oración ratifica a David por las designaciones especiales ‘tu siervo’ (ebed; véase 27:9) y ‘tu ungido’ (masiah; cf. 2:2; 84:9; 89:20). Estas designaciones se aplican a David y a todos sus descendientes que fueron ungidos como reyes sobre Israel o Judá”. (VanGemeren)
2. (11-12) La promesa de Dios a David.
En verdad juró Jehová a David,
Y no se retractará de ello:
De tu descendencia pondré sobre tu trono.
Si tus hijos guardaren mi pacto,
Y mi testimonio que yo les enseñaré,
Sus hijos también se sentarán sobre tu trono para siempre.
a. En verdad juró Jehová a David: Antes (versículo 2) el cantor recuerdó cómo David hizo un juramento solemne a Dios. A cambio, Dios hizo un juramento solemne a David, como se registra en 2 Samuel 7:5-16. Dios nunca se retractará de semejante juramento.
i. Definitivamente había una conexión entre los dos juramentos. “La promesa de Jehová de establecer una dinastía en Sion le fue hecha al hombre que se comprometió a proporcionar un Tabernáculo para Dios en medio de la Ciudad”. (Morgan).
ii. “Aunque la narración de Samuel relacionada con las promesas a David (2 Sam 7:12-16) no menciona un juramento, aquí es una expresión poética de la certeza de la promesa de Dios para David (cf. 89:3, 35)”. (VanGemeren)
b. De tu descendencia pondré sobre tu trono: El salmista recuerda las promesas que Dios le había hecho a David en 2 Samuel 7:12-16. Estas son las promesas que Dios había hecho con un juramento.
i. Para siempre: “Esto fue condicional con respecto a la posteridad de David. Han sido expulsados del trono porque no guardaron el pacto del Señor, pero el verdadero David está en el trono”. (Clarke)
3. (13-15) La promesa de Dios para Sion.
Porque Jehová ha elegido a Sion;
La quiso por habitación para sí.
Este es para siempre el lugar de mi reposo;
Aquí habitaré, porque la he querido.
Bendeciré abundantemente su provisión;
A sus pobres saciaré de pan.
a. Porque Jehová ha elegido a Sion: La conexión se establece entre la elección de David y sus descendientes y la elección de Dios de Jerusalén (Sion) como su lugar de habitación para sí, el lugar de Su reposo.
i. La biblia se basa en hechos históricos – personas reales, eventos y lugares reales. Dios pudo haber elegido cualquier lugar de la tierra para que fuera el escenario en el que se exhibiera Su drama de redención, y deliberadamente eligió a Sion. Su morada no está restringida de ninguna manera a Jerusalén y a la tierra de Israel, pero es significativo que este fuera el lugar de Su reposo.
ii. Jehová ha elegido a Sion: “La respuesta humana fue demasiado a menudo cínica, tratando la elección de Dios como algo para ser explotado: un refugio contra su juicio (Jer. 7, especialmente los versículos 8-15) o un activo para ser comercializado (Mat. 21:12 y sig.)”. (Kidner)
b. Este es para siempre el lugar de mi reposo: Una vez que el arca del pacto entrara en Jerusalén, no habría más viajes para el tabernáculo. El tabernáculo, el templo, el altar y el arca nunca descansarían en otro lugar que no fuera Jerusalén.
i. “Este es el gozo de nuestras almas, porque ciertamente descansaremos en Dios, y ciertamente nuestro deseo es morar en él. Este también es el final de nuestros temores por la iglesia de Dios; porque si el Señor habita en ella, no será conmovida; si el Señor la desea, el diablo no puede destruirla”. (Spurgeon)
ii. En cierto sentido, esta sección del salmo toma las peticiones anteriores y las responde más allá de toda expectativa. “El pueblo le había pedido a Dios que fuera a su lugar de descanso cuando el arca era llevada a Jerusalén; Dios dice que se sentará allí entronizado ‘por los siglos de los siglos’. Ellos pidieron justicia para los sacerdotes; Dios promete vestir a los sacerdotes con la salvación, que es un concepto mayor. El pueblo pidió que los santos pudieran cantar de alegría; Dios promete que cantarán de gozo para siempre”. (Boice)
iii. “Las promesas divinas enseñan la gran verdad de que Dios sobre-responde nuestros deseos y avergüenza la pobreza de nuestras peticiones con la riqueza de sus dones. Él es ‘capaz de hacer mucho más de lo que pedimos o pensamos’”. (Maclaren)
c. Bendeciré abundantemente su provisión: Dios prometió tener una bendición material especial sobre Jerusalén e Israel, especialmente como parte de las bendiciones por obediencia relacionadas con el Pacto Mosaico (Deuteronomio 7:13, 28:8-12).
i. “Abasteceré en abundancia a Jerusalén y a todos los que viven en ella o acuden a ella para adorar; no en vano buscarán mi rostro”. (Poole)
ii. A sus pobres saciaré de pan: “No les prometeré golosinas; suficiencia, pero no superfluidad; pueden ser pobres, pero no desamparados”. (Trapp)
iii. El obispo George Horne, escribiendo en el Siglo XVI, hizo una observación interesante sobre esta promesa: “¡Qué espantoso reverso de todo esto vemos en el estado actual de la una vez gloriosa, pero ahora desolada, Jerusalén!”.
4. (16-18) La promesa de Dios para sus siervos.
Asimismo vestiré de salvación a sus sacerdotes,
Y sus santos darán voces de júbilo.
Allí haré retoñar el poder de David;
He dispuesto lámpara a mi ungido.
A sus enemigos vestiré de confusión,
Mas sobre él florecerá su corona.
a. Asimismo vestiré de salvación a sus sacerdotes: Anteriormente en el versículo 9, el cantor oró para que los sacerdotes se vistieran de justicia. Ahora declara una promesa de Dios de que también revestiría de salvación a sus sacerdotes.
i. Cuando los que sirven como representantes de Dios estén revestidos de salvación, el pueblo de Dios dará voces de júbilo.
b. Allí haré retoñar el poder de David; he dispuesto lámpara a mi ungido: Jerusalén sería el lugar donde retoñaría la fuerza prometida a David y sus descendientes. Dios preparó una luz (una lámpara) para su Mesías, el ungido supremo.
i. “Los tres términos, poder, lámpara y corona, apenas necesitan comentario, con sus evidentes implicaciones de fuerza, claridad y dignidad real. Pero tengan en cuenta que la palabra usada para corona (la misma que para la mitra del sumo sacerdote) llama la atención sobre el hecho de que simboliza la santificación del rey. No solo el poder, sino la santidad, es la gloria de este rey, de nuestro Rey”. (Kidner)
ii. Haré retoñar el poder de David: Nota del traductor: La versión original de este comentario se basa en el texto de la NKJV, donde en lugar de poder se utiliza la palabra “horn”, literalmente cuerno. “…una metáfora tomada de estas justas criaturas, como los ciervos, y sus similares; cuya más grande belleza y fuerza consiste en sus cuernos, especialmente cuando crecen y se ramifican”. (Playfere, citado en Spurgeon)
iii. “La lámpara; un sucesor o sucesión que continuará para siempre en su familia, como se expone esta frase, 1 Reyes 11:36, 15:4; y particularmente una luz eminente y gloriosa, a saber, el Mesías, que saldrá de sus lomos, y revivirá y engrandecerá enormemente su reino”. (Poole)
iv. “Que este versículo se refiere místicamente a Cristo, los judíos confiesan… Así dice el rabino Saadia: ‘La lámpara es el rey, que ilumina a las naciones”, y Kimchi: ‘El cuerno de David, es el Mesías’”. (Horne)
c. A sus enemigos vestiré de confusión: Todos y cada uno de los que se oponen al Mesías de Dios terminarán en confusión, pero sobre el ungido florecerá su corona. Su reinado prosperará y durará para siempre.
i. “No podrán ocultar su vergüenza, esta los cubrirá; Dios los vestirá con ella para siempre, y será su vestido de convicto por toda la eternidad”. (Spurgeon)
©2021 The Enduring Word Comentario bíblico en español de David Guzik – ewm@enduringword.com