Zacarías 12 – Lamento por el Traspasado
A. Dios defiende a Israel de sus enemigos.
1. (1-4) Dios sobrenaturalmente defiende a Israel contra el ataque.
Profecía de la palabra de Jehová acerca de Israel. Jehová, que extiende los cielos y funda la tierra, y forma el espíritu del hombre dentro de él, ha dicho: He aquí yo pongo a Jerusalén por copa que hará temblar a todos los pueblos de alrededor contra Judá, en el sitio contra Jerusalén. Y en aquel día yo pondré a Jerusalén por piedra pesada a todos los pueblos; todos los que se la cargaren serán despedazados, bien que todas las naciones de la tierra se juntarán contra ella. En aquel día, dice Jehová, heriré con pánico a todo caballo, y con locura al jinete; mas sobre la casa de Judá abriré mis ojos, y a todo caballo de los pueblos heriré con ceguera.
a. Jehová, que extiende los cielos… ha dicho: La sección comienza con una alabanza por el poder creativo de Dios, recordándonos que Él tiene el control y es completamente capaz de lograr lo que predice.
b. He aquí yo pongo a Jerusalén por copa que hará temblar a todos los pueblos de alrededor: Dios dice que en un día venidero Jerusalén embriagará e intoxicará a los pueblos de alrededor. Los pueblos árabes que rodean Jerusalén tienen una pasión por poseer la ciudad, que no está justificada por la historia.
i. El interés que las naciones y los hombres tienen por Jerusalén tiene muchas motivaciones y causas, pero Dios expresa un interés especial por Jerusalén a lo largo de las Escrituras. Jerusalén es el lugar más nombrado en la Biblia, mencionado más de 800 veces. Es innegable que Jerusalén tiene algo especial para Dios y su plan de las edades.
·Dios ordenó a los hombres que oraran por la paz de Jerusalén (Salmo 122:6).
·Dios eligió Jerusalén como el lugar donde fijaría su nombre para siempre (2 Crónicas 6:6; 33:7; Salmos 46:4; 48:1-8; 87:3)
·Dios prometió bendecir y proteger a Jerusalén (Salmos 132:13–14).
·Dios eligió Jerusalén como el lugar donde Jesucristo sufriría, moriría, sería sepultado, resucitaría de entre los muertos y ascendería al cielo.
c. Pondré a Jerusalén por piedra pesada a todos los pueblos: Si Jerusalén será una copa que hará temblar a todos los pueblos de alrededor, también será una piedra pesada– una carga –a todos los pueblos, presentando un problema que no se puede resolver (todos los que se la cargaren serán despedazados).
i. “Considera cuán notable es incluso esta profecía. ¿Quién podría haber imaginado cuando se escribió el Antiguo Testamento que todas las naciones del mundo estarían involucradas en decidir el destino de Israel? Y esta participación de todas las naciones en la división de Israel ha ocurrido exactamente como se profetizó y aún está en proceso de implementación”. (Dave Hunt)
d. Sobre la casa de Judá abriré mis ojos, y a todo caballo de los pueblos heriré con ceguera: Aunque las naciones vengan contra Jerusalén con furor, Dios la protegerá. Esto encontrará un cumplimiento final en la Batalla de Armagedón, pero podemos ver un cumplimiento anterior en cualquier momento.
2. (5-9) Dios faculta sobrenaturalmente a su pueblo.
Y los capitanes de Judá dirán en su corazón: Tienen fuerza los habitantes de Jerusalén en Jehová de los ejércitos, su Dios. En aquel día pondré a los capitanes de Judá como brasero de fuego entre leña, y como antorcha ardiendo entre gavillas; y consumirán a diestra y a siniestra a todos los pueblos alrededor; y Jerusalén será otra vez habitada en su lugar, en Jerusalén. Y librará Jehová las tiendas de Judá primero, para que la gloria de la casa de David y del habitante de Jerusalén no se engrandezca sobre Judá. En aquel día Jehová defenderá al morador de Jerusalén; el que entre ellos fuere débil, en aquel tiempo será como David; y la casa de David como Dios, como el ángel de Jehová delante de ellos. Y en aquel día yo procuraré destruir a todas las naciones que vinieren contra Jerusalén.
a. En aquel día pondré a los capitanes de Judá como brasero de fuego entre leña: En ese día Dios liberará a Israel no solo a través de su obra directa, sino también a través de la bendición y el empoderamiento tanto de los capitanes como de los habitantes de Jerusalén.Serán facultados sobrenaturalmente por Dios para defender la ciudad.
b. En aquel día Jehová defenderá al morador de Jerusalén; el que entre ellos fuere débil, en aquel tiempo será como David: El rey David fue famoso por su habilidad para pelear, por su coraje y éxito. Dios prometió un día en que los más débiles de Jerusalén serán tan poderosos como David – ¡y los líderes solo podrían compararse en poder con Dios!
B. Dios le da a Israel un espíritu de humilde arrepentimiento.
1. (10) Lamento por el Traspasado.
Y derramaré sobre la casa de David, y sobre los moradores de Jerusalén, espíritu de gracia y de oración; y mirarán a mí, a quien traspasaron, y llorarán como se llora por hijo unigénito, afligiéndose por él como quien se aflige por el primogénito.
a. Y derramaré sobre la casa de David, y sobre los moradores de Jerusalén, espíritu de gracia y de oración: Parte de este gran derramamiento de fuerza y poder para defender a Jerusalén será un derramamiento del espíritu – pero para gracia y de oración. Dios se moverá entre Israel y traerá gracia salvadora y oración de arrepentimiento.
b. Y mirarán a mí, a quien traspasaron, y llorarán como se llora por hijo unigénito: Mientras Jerusalén es defendida sobrenaturalmente y el Espíritu es derramado sobre la nación, ellos se volverán a Jesús, al que traspasaron. Su cabeza fue traspasada con espinas, sus manos y pies fueron traspasados con clavos, y una lanza traspasó su costado.
i. Mirarán: Se apartarán de su confianza en el pastor insensato e inútil y volverán su atención al Buen Pastor. Cuando vemos a Jesús crucificado, entendiendo por qué fue a la cruz y lo que logró allí, somos atraídos a Él en humilde arrepentimiento (Juan 12:32).
ii. Mirarán a Aquel a quien traspasaron. Se darán cuenta de que ellos lo hicieron y de que tienen la responsabilidad – no la única responsabilidad, pero responsabilidad al fin y al cabo – de la crucifixión de su Salvador.
iii. Llorarán: El pueblo judío se volverá a Jesús en arrepentimiento, lamentando su pasado rechazo hacia él. El duelo será profundo, como por un hijo unigénito, el primogénito. Primogénito era sinónimo del más amado.
iv. Esto cumplirá la asombrosa promesa de Romanos 11:26 (luego todo Israel será salvo,) y muchos otros pasajes que nos dicen que antes del regreso físico de Jesús a esta tierra, el pueblo judío – en su totalidad – lo recibirá como su Señor y Salvador. Todo el contexto de Zacarías 12 pone esta conversión radical en el marco de una liberación milagrosa de un ataque de las naciones.
c. Mirarán… llorarán: Aquí vemos el patrón para venir a Jesús y al verdadero arrepentimiento. Primero, miramos a Jesús, luego lamentamos nuestros pecados. Mirar a Jesús debe ser lo primero.
i. “Un gran error es muy común entre todas las clases de hombres: actualmente se cree que primero debemos lamentar nuestros pecados y luego mirar por fe a nuestro Señor Jesucristo. La mayoría de las personas que tienen alguna preocupación por sus almas, pero que aún no están iluminadas por el Espíritu de Dios, piensan que hay un grado de ternura de conciencia y de odio al pecado, que deben obtener de una u otra manera, y que luego se les permitirá y autorizará mirar a Jesucristo. Ahora se darán cuenta de que esto no va de acuerdo con la Escritura, porque, de acuerdo con el texto que tenemos ante nosotros, los hombres primero miran a aquel a quien han traspasado, y luego, pero solo hasta entonces, se lamentan por su pecado”. (Spurgeon)
ii. “Es una hermosa observación de un antiguo teólogo, que los ojos están hechos por lo menos para dos cosas; primero, para mirar, y después, para llorar. El ojo que mira al traspasado es el ojo que llora por él”. (Spurgeon)
d. Y mirarán a mí: Comparar Zacarías 12:10 con Zacarías 12:1 y 12:3 (Así dice Jehová… dice Jehová) deja en claro que el mí a quien ellos miran es al Señor Dios – Yahveh – mismo. Esta es una evidencia asombrosa y maravillosa de que Jesús, el Traspasado, es Dios, y que Yahveh es el Dios Trino.
i. Dicho simplemente, el Padre envía el Espíritu para que los hombres miren al Hijo.
2. (11-14) El gran llanto de arrepentimiento.
En aquel día habrá gran llanto en Jerusalén, como el llanto de Hadadrimón en el valle de Meguido. Y la tierra lamentará, cada linaje aparte; los descendientes de la casa de David por sí, y sus mujeres por sí; los descendientes de la casa de Natán por sí, y sus mujeres por sí; los descendientes de la casa de Leví por sí, y sus mujeres por sí; los descendientes de Simei por sí, y sus mujeres por sí; todos los otros linajes, cada uno por sí, y sus mujeres por sí.
a. Gran llanto en Jerusalén: El arrepentimiento que viene a Israel en ese día será como un gran llanto, el cumplimiento final del Día de Expiación, el día de luto nacional por su mayor pecado – rechazar a Jesús.
b. Como el llanto de Hadadrimón: Esto se refiere al duelo por la muerte del rey Josías (2 Reyes 23:29 y 2 Crónicas 35:20-25). Fue un rey tan piadoso que toda la nación lloró amargamente por su muerte.
c. Y la tierra lamentará, cada linaje aparte: Esto indica que habrá tanto un gran arrepentimiento individual como un gran arrepentimiento colectivo. Nos parece fantástico que Israel en su conjunto se vuelva a Jesús y se arrepienta de su pecado de rechazar a su Salvador – es tan asombroso que no lo creeríamos si la Biblia no lo enseñara tan claramente.
i. “Sabemos con certeza, porque Dios lo ha dicho, que los judíos serán restaurados a su propia tierra, y que heredarán la hermosa tierra que el Señor ha dado a sus padres por un pacto de sal para siempre; pero, mejor aún, que se convertirán a la fe de nuestro Señor Jesucristo, y verán en él a la casa de David restaurada al trono de Israel”. (Spurgeon)
©2022 The Enduring Word Comentario bíblico en español de David Guzik – ewm@enduringword.com