Zacarías 13 – La nación es purificada
A. La purificación del pueblo.
1. (1) Un manantial para limpiar el pecado.
En aquel tiempo habrá un manantial abierto para la casa de David y para los habitantes de Jerusalén, para la purificación del pecado y de la inmundicia.
a. En aquel tiempo: Zacarías 12 terminó con el regreso de Israel al Señor a través del Mesías una vez rechazado pero ahora aceptado. Fluyendo de su aceptación del Mesías, disfrutarían entonces de un manantial que trae purificación por el pecado y… la inmundicia. La purificación viene después de su luto por Aquel a quien han traspasado.
i. Abierto: “El manantial no solo será abierto, sino que permanecerá abierto”. (Pusey)
ii. “La idea de que Dios es un manantial para su pueblo se encuentra con frecuencia en el Antiguo Testamento, pero el trato de Zacarías es posiblemente el más rico de todos”. (Boice)
iii. La idea del manantial que limpia los pecados también ha sido parte de himnos famosos:
Hay un manantial lleno con sangre,
Sacado de las venas de Emmanuel;
Y los pecadores, sumergidos en ese torrente,
Pierden todas sus manchas de culpabilidad.
(William Cowper)
Sucio, hacia el manantial voy;
Lávame, Salvador o moriré.
Roca de la Eternidad, hendidura para mí,
Déjame esconderme en ti.
(Augustus Toplady)
iv. “Según el versículo que tenemos ante nosotros, esta provisión es inagotable. Hay un manantial abierto; no una cisterna ni un depósito, sino un manantial. Una fuente continúa burbujeando y está tan llena después de cincuenta años como al principio; y aun así la provisión y la misericordia de Dios para el perdón y la justificación de nuestras almas fluye y se desborda continuamente”. (Spurgeon)
v. “Los medios por los cuales el pecado y la pecaminosidad pueden ser quitados son en este momento accesibles a los hijos de los hombres. La expiación no es una fuente escondida y encubierta, cerrada, atrancada y atornillada, es una fuente abierta”. (Spurgeon)
b. Del pecado y de la inmundicia: La única cosa que puede limpiar el pecado y… la inmundicia es el manantial de Dios. Es su suministro, y nada más puede limpiar. Nuestras propias obras de reforma o restitución no pueden limpiarnos; nuestras obras pasadas, presentes o prometidas no pueden limpiar, solo su manantial.
i. “El pecado y la impureza deben ser quitados. No pueden ser excusados, tolerados ni se puede transigir con ellos. Los cimientos del trono de Dios son la justicia y el juicio”. (Morgan)
2. (2-6) Purificación de la idolatría y los falsos profetas.
Y en aquel día, dice Jehová de los ejércitos, quitaré de la tierra los nombres de las imágenes, y nunca más serán recordados; y también haré cortar de la tierra a los profetas y al espíritu de inmundicia. Y acontecerá que cuando alguno profetizare aún, le dirán su padre y su madre que lo engendraron: No vivirás, porque has hablado mentira en el nombre de Jehová; y su padre y su madre que lo engendraron le traspasarán cuando profetizare. Y sucederá en aquel tiempo, que todos los profetas se avergonzarán de su visión cuando profetizaren; ni nunca más vestirán el manto velloso para mentir. Y dirá: No soy profeta; labrador soy de la tierra, pues he estado en el campo desde mi juventud. Y le preguntarán: ¿Qué heridas son estas en tus manos? Y él responderá: Con ellas fui herido en casa de mis amigos.
a. Quitaré de la tierra los nombres de las imágenes… también haré cortar de la tierra a los profetas y al espíritu de inmundicia: La idolatría y la falsa profecía fueron las dos formas principales en que Israel fue desviado de Dios. Dios no solo proporcionaría un manantial para limpiar, sino que también prometió cortar la fuente de impureza, en este caso, la idolatría y la falsa profecía.
i. Los santuarios llamativos y ornamentados que supuestamente marcan los lugares sagrados en Israel hoy en día son evidencia de que la idolatría todavía está viva y coleando en la Tierra Santa. Dios prometió limpiar completamente la tierra de tal idolatría.
ii. Nunca más serán recordados: Dios promete en última instancia quitar incluso la memoria de nuestro pecado.
b. Su padre y su madre que lo engendraron le traspasarán cuando profetizare: Zacarías profetizó un día venidero cuando la opinión pública no toleraría a los falsos profetas. Habría tal compromiso con el Señor y su verdad que incluso la familia de un falso profeta lo condenaría.
c. Y sucederá en aquel tiempo, que todos los profetas se avergonzarán de su visión cuando profetizaren: “Aquellos que habían sido falsos mensajeros de Dios se avergonzarían de su mensaje. Se quitarán la ropa de los profetas (el manto velloso) y se ganarán la vida honestamente.
i. “Aquellos que se hicieron pasar por profetas temerán tanto ser expuestos que negarán haber hecho tal afirmación”. (Baldwin)
ii. Esto no dice que cesará la verdadera profecía; sino sólo los que engañan, los que han hablado mentira en el nombre de Jehová.
d. Con ellas fui herido en casa de mis amigos: El hombre acusado de ser un falso profeta insiste en que las cicatrices en su cuerpo no son las heridas autoinfligidas a menudo asociadas con los falsos profetas, sino simplemente el resultado de una pelea en la casa de su amigo.
i. La explicación irónica e improbable muestra cuán desesperadamente la gente evitará ser identificada con los falsos profetas en este día venidero del que habla Zacarías.
ii. No era raro que los falsos profetas se hirieran o mutilaran al servicio de los ídolos (1 Reyes 18:28, Jeremías 48:37).
e. Fui herido en casa de mis amigos: Algunos toman esto como otra profecía mesiánica en Zacarías, porque Jesús claramente fue herido por aquellos que deberían haber sido sus amigos. Sin embargo, el contexto y el hebreo original argumentan en contra de esta referencia a Jesús y sus heridas.
i. La traducción de la versión King James hace que parezca aún más probable que esto se refiera a Jesús: ¿Qué heridas son estas en tus manos? Pero el hebreo es más literalmente entre tus manos, es decir sobre el cuerpo, sea el pecho o la espalda.
ii. “Algunos aplican esto a Cristo, porque Zacarías ha mencionado heridas en las manos; pero esto es muy pueril; porque es bastante evidente que habla aquí de falsos maestros, que por un tiempo habían pretendido falsamente el nombre de Dios”. (Calvin)
iii. “No creo que estas palabras se pronuncien en absoluto con respecto a Jesucristo. Las he oído citadas de esta manera; pero no puedo escuchar tal aplicación de ellas sin horror”. (Clarke)
B. El Pastor herido; la nación dispersada.
1. (7) Herir al Hombre que es el Compañero del Señor.
Levántate, oh espada, contra el pastor, y contra el hombre compañero mío, dice Jehová de los ejércitos. Hiere al pastor, y serán dispersadas las ovejas; y haré volver mi mano contra los pequeñitos.
a. Hiere al pastor: En el contexto, y especialmente a la luz de la cita de este pasaje en Mateo 26:31, entendemos que el pastor es Jesús el Mesías – y que es Dios el Padre mismo quien pide que el pastor sea herido.
i. Zacarías relata un pensamiento también declarado en Isaías 53:10: Con todo eso, Jehová quiso quebrantarlo, sujetándole a padecimiento. Los profetas Isaías y Zacarías declaran gloriosa y enfáticamente que el Señor ordenó el sufrimiento del Siervo del Señor. ¡Esto fue obra de Dios! Él dio la orden de herir al pastor. Jesús no fue víctima de las circunstancias ni estuvo a merced del poder político o militar. Fue la obra ordenada y planificada del Señor Dios, profetizada por Isaías cientos de años antes de que sucediera. Esta fue la victoria de Dios, no el triunfo de Satanás ni del hombre.
ii. Como dice Pablo en 2 Corintios 5:19: que Dios estaba en Cristo reconciliando consigo al mundo. El Padre y el Hijo trabajaron juntos en la cruz. Aunque Jesús fue tratado como si fuera un enemigo de Dios, no lo era. Incluso cuando Jesús fue castigado como si fuera un pecador, estaba realizando el servicio más santo que jamás se haya ofrecido a Dios el Padre.
b. El hombre compañero mío: La antigua palabra hebrea para compañero mío se usa en Levítico 6:2 y 18:20 para significar un “prójimo cercano”. Según Baldwin, esto describe a alguien que es más que un amigo del Señor; este pastor “mora lado a lado con Jehová, su igual”. (Baldwin)
i. “Dios no aplicaría este epíteto a ningún hombre piadoso o impío a quien pudiera haber designado pastor sobre una nación. La idea del más cercano (o compañero) implica no solo similitud en la vocación, sino comunidad de descendencia física o espiritual, según la cual aquel a quien Dios llama su prójimo no puede ser un mero hombre, sino que solo puede ser uno que participa de la naturaleza divina, o que es esencialmente divino”. (Keil)
c. Hiere al pastor, y serán dispersadas las ovejas: Jesús citó esta frase de Zacarías 13:7 en Mateo 26:31 en referencia a la dispersión de sus discípulos durante su arresto y sufrimiento. También hay un sentido en el que los discípulos eran un tipo de Israel como un todo al ser esparcidos.
2. (8-9) Israel esparcido, herido, refinado y salvo.
Y acontecerá en toda la tierra, dice Jehová, que las dos terceras partes serán cortadas en ella, y se perderán; mas la tercera quedará en ella. Y meteré en el fuego a la tercera parte, y los fundiré como se funde la plata, y los probaré como se prueba el oro. El invocará mi nombre, y yo le oiré, y diré: Pueblo mío; y él dirá: Jehová es mi Dios.
a. Meteré en el fuego a la tercera parte: Después de la dispersión de Israel vendrá un tiempo de devastación y purificación a través de pruebas de fuego. Dos tercios serán destruidos y el tercio restante será puesto en el fuego pero será preservado.
i. Esto parece sugerir que solo un tercio del pueblo judío sobrevivirá a la Gran Tribulación. Si este es el caso, no es de extrañar que estos años sean llamados el tiempo de la angustia de Jacob (Jeremías 30:7), y que Jesús haya dicho que la Gran Tribulación será el tiempo más terrible en la historia humana (Mateo 24:21).
b. Invocará mi nombre, y yo le oiré: Esto proféticamente se refiere al pueblo judío que sobrevive a la Gran Tribulación, que llega a la salvación en la segunda mitad de ese período final y recibe a Jesús en el nombre del Señor. Este grupo – que incluye a los 144.000 de Apocalipsis 7 y 14, pero no se limita a ese número – constituirá el núcleo de un Israel restaurado cuando Jesús establezca su gobierno milenario sobre la tierra.
©2022 The Enduring Word Comentario bíblico en español de David Guzik – ewm@enduringword.com