Números 27 – Leyes de la heredad y el próximo líder
A. El caso de las hijas de Zelofehad.
1. (1-5) La petición de las hijas de Zelofehad.
Vinieron las hijas de Zelofehad hijo de Hefer, hijo de Galaad, hijo de Maquir, hijo de Manasés, de las familias de Manasés hijo de José, los nombres de las cuales eran Maala, Noa, Hogla, Milca y Tirsa; y se presentaron delante de Moisés y delante del sacerdote Eleazar, y delante de los príncipes y de toda la congregación, a la puerta del tabernáculo de reunión, y dijeron: Nuestro padre murió en el desierto; y él no estuvo en la compañía de los que se juntaron contra Jehová en el grupo de Coré, sino que en su propio pecado murió, y no tuvo hijos. ¿Por qué será quitado el nombre de nuestro padre de entre su familia, por no haber tenido hijo? Danos heredad entre los hermanos de nuestro padre. Y Moisés llevó su causa delante de Jehová.
a. Vinieron las hijas de Zelofehad: En Israel, (como en todo el Antiguo Oriente Próximo) la tierra se transmitía normalmente del padre a los hijos, no a las hijas. Debido a este principio, hubo una pregunta con respecto a las hijas de Zelofehad, cuyo padre no tuvo hijos.
i. La cuestión se presenta aquí porque al final del capítulo anterior se contemplaba el reparto de la tierra de Canaán (Números 26:52-56). Era natural que las hijas de Zelofehad se preguntaran cuál sería su lugar en la próxima distribución de la tierra.
ii. «En cierto sentido, este capítulo es una extensión de las genealogías del capítulo 26, y muestra cómo las complicaciones pueden resolverse cuando el pueblo llega a heredar su parte en la tierra de Canaán». (Allen)
iii. Aunque las mujeres normalmente no encontraban seguridad económica aparte de las posesiones del marido a través de la herencia de tierras, una mujer solía recibir una dote de su padre como regalo de bodas. Normalmente, el padre exigía a su posible yerno que aportara gran parte de la dote, si no toda. La dote podía consistir en ropa, joyas, dinero, muebles y otras cosas. Se pensaba que la dote podía ayudar a mantener a la mujer si su marido la abandonaba o si moría inesperadamente.
iv. Spurgeon apeló a las hijas de Zelofehad como ejemplos de aquellos que audazmente se acercaron para recibir una herencia por fe: «¿Quieres una porción en el cielo, pecador? Ve enseguida a Jesús, y Jesús tomará tu causa, y la pondrá delante del Señor».
b. Por qué será quitado el nombre de nuestro padre de entre su familia: Así fue como las hijas de Zelofehad presentaron la cuestión. Sin hijos que heredaran su tierra y perpetuaran su nombre, había un sentido en el que negar la herencia a los únicos descendientes de Zelofehad era borrar su nombre.
i. Cuando nacían hijos en una familia, «la propiedad de un padre se dividía entre sus hijos después de su muerte, el mayor recibía el doble que sus hermanos (Deuteronomio 21:15-17)». (Wenham)
c. Y Moisés llevó su causa delante de Jehová: Moisés hizo lo que debía cuando se enfrentó a una nueva situación: buscó a Dios.
i. «Era un caso difícil y, aunque su petición parecía razonable, Moisés mostró su humildad y modestia al no decidirlo sin la dirección particular de Dios». (Poole)
ii. «Estos versículos también dan una indicación de cómo la jurisprudencia podría haber operado en Israel. Las leyes generales serían promulgadas. Entonces las excepciones legítimas o las consideraciones especiales se presentarían a los ancianos y, quizás, se llevarían a Moisés mismo. Él entonces esperaría una decisión del Señor». (Allen)
2. (6-11) El arreglo de la heredad de las hijas de Zelofehad.
Y Jehová respondió a Moisés, diciendo: Bien dicen las hijas de Zelofehad; les darás la posesión de una heredad entre los hermanos de su padre, y traspasarás la heredad de su padre a ellas. Y a los hijos de Israel hablarás, diciendo: Cuando alguno muriere sin hijos, traspasaréis su herencia a su hija. Si no tuviere hija, daréis su herencia a sus hermanos; y si no tuviere hermanos, daréis su herencia a los hermanos de su padre. Y si su padre no tuviere hermanos, daréis su herencia a su pariente más cercano de su linaje, y de éste será; y para los hijos de Israel esto será por estatuto de derecho, como Jehová mandó a Moisés.
a. Bien dicen las hijas de Zelofehad: Dios parecía complacido con que las hijas de Zelofehad trajeran este asunto ante Moisés. Dios declaró que si un padre no tenía hijos, la heredad de su padre podía entonces ir a las hijas.
i. «Sin embargo, permitir que las hijas heredaran, donde no había hijos varones en la familia, creaba otro problema. Cuando se casaran, se llevarían la tierra de la familia con ellos, destruyendo así la propiedad del padre. Para lidiar con esto, el capítulo 36 introduce reglas adicionales que rigen el matrimonio de las herederas». (Wenham)
b. Si no tuviere hija, daréis su herencia a sus hermanos: Sin embargo, si no hubiera hijas, la heredad pasaría a los hermanos del padre. Si no había hermanos, la heredad pasaba al pariente más cercano de su linaje.
i. Les darás: «“Les darás” en hebreo es de género masculino, para mostrar que las mujeres en este caso debían disfrutar del privilegio del hombre, y que la Canaán celestial, de la que esto era un prototipo, no pertenecía menos a las mujeres que a los hombres». (Poole)
c. Y para los hijos de Israel esto será por estatuto de derecho: Estas leyes fueron hechas antes de entrar en la herencia de la tierra en Canaán. Esto solo fue un problema para las hijas de Zelofehad porque eran mujeres de fe, que realmente creían que Israel poseería la tierra de Canaán.
i. Esto también era relevante porque Israel ya había comenzado la ocupación de sus tierras al este del río Jordán, y la tribu de Manasés ocuparía algunas de esas tierras. Las hijas de Zelofehad eran de Manasés, por lo que la asignación de sus tierras pudo haber llegado antes que la asignación de tierras para las tribus que se asentaban al oeste del río Jordán.
ii. El caso de las hijas de Zelofehad aclaró aún más las leyes de herencia para Israel:
·Si un hombre tenía hijos, ellos eran los primeros en la línea para heredar la propiedad de su padre.
·Si un hombre no tenía hijos, sus hijas ocuparían el lugar de sus hijos.
·Si no había hijos o hijas, la herencia pasaría al miembro de la familia más cercano: un hermano, tío, primo u otro.
B. El fallecimiento de Moisés y el nombramiento de un nuevo líder.
1. (12-14) Dios le anuncia a Moisés su muerte.
Jehová dijo a Moisés: Sube a este monte Abarim, y verás la tierra que he dado a los hijos de Israel. Y después que la hayas visto, tú también serás reunido a tu pueblo, como fue reunido tu hermano Aarón. Pues fuisteis rebeldes a mi mandato en el desierto de Zin, en la rencilla de la congregación, no santificándome en las aguas a ojos de ellos. Estas son las aguas de la rencilla de Cades en el desierto de Zin.
a. Tú también serás reunido a tu pueblo: A Moisés se le dijo por primera vez que moriría antes de llegar a la Tierra Prometida en Números 20. Todavía faltaban muchos meses para que Moisés subiera a la cima de la montaña donde podría ver Canaán pero no podría entrar en ella (Deuteronomio 34). Después de ver la tierra, Moisés moriría (serás reunido a tu pueblo).
i. En Deuteronomio 3:23-25, Moisés explicó que en alguna ocasión le pidió a Dios que se retractara de su sentencia de que nunca pisaría la tierra de Canaán. Dios no cedió, y Moisés se contentó con saber que vería la tierra y se reuniría con su Dios.
ii. «La expresión “reunido a tu pueblo” describe el concepto hebreo de unidad e identidad con los fieles antepasados (Génesis 15:15; 25:8; 35:29; 47:30), con quienes descansarían y encontrarían paz». (Cole)
b. Fuisteis rebeldes a mi mandato: Dios le recordó a Moisés la razón por la cual no se le permitiría entrar a Canaán: su pecado en Meriba (Números 20:12-13).
i. «El relato de su partida se da al final del Deuteronomio, pero estas palabras traen los hechos ante nosotros en este libro, que es el libro que revela la disciplina divina del pueblo fracasado; y sirve para mantener ante nosotros el hecho de que los siervos más fieles de Dios no pueden escapar a los resultados de su fracaso en esta vida». (Morgan)
2. (15-17) La respuesta de Moisés al anuncio de Dios.
Entonces respondió Moisés a Jehová, diciendo: Ponga Jehová, Dios de los espíritus de toda carne, un varón sobre la congregación, que salga delante de ellos y que entre delante de ellos, que los saque y los introduzca, para que la congregación de Jehová no sea como ovejas sin pastor.
a. Ponga Jehová […] un varón sobre la congregación: Después de escuchar sobre su destino venidero, Moisés no trata de disuadir a Dios ni de quejarse, su única preocupación parece ser por la congregación, por el pueblo, no por sí mismo.
i. Jehová, Dios de los espíritus de toda carne: «Este es un título expresivo que habla de la soberanía máxima del Señor sobre todos los pueblos. Si Dios es soberano sobre todos, entonces seguramente querrá mostrar su soberanía sobre su pueblo en su evidente necesidad de un pastor que suceda a Moisés». (Allen)
b. Para que la congregación de Jehová no sea como ovejas sin pastor: Esta era la imagen utilizada para describir a un pueblo sin líder. Las ovejas sin pastor están en constante peligro. Tienen problemas para encontrar comida y agua, y deambulan por lugares peligrosos. Dios quiere que sus ovejas tengan pastores.
i. En última instancia, esto lo cumple Jesucristo, que es el buen Pastor, como está profetizado en el Antiguo Testamento (Miqueas 5:2-4), y revelado en el Nuevo Testamento: «Yo soy el buen pastor; el buen pastor su vida da por las ovejas» (Juan 10:11).
ii. En un sentido adicional, esto también se cumple con el oficio de pastor-maestro del Nuevo Testamento. Como dice 1 Pedro 5:4, Jesús es el Príncipe de los pastores, y los otros pastores son los auxiliares.
iii. El deber de los pastores era bien entendido. Ellos debían alimentar (Juan 21:15-17), guiar (los saque y los introduzca), y proteger a las ovejas.
iv. Jesús también fue movido a compasión cuando vio a la gente como ovejas sin pastor (Marcos 6:34). Moisés prefiguró la naturaleza de Jesús por su preocupación de que Israel no quedara como ovejas sin pastor.
3. (18-23) Josué es elegido y recibe autoridad.
Y Jehová dijo a Moisés: Toma a Josué hijo de Nun, varón en el cual hay espíritu, y pondrás tu mano sobre él; y lo pondrás delante del sacerdote Eleazar, y delante de toda la congregación; y le darás el cargo en presencia de ellos. Y pondrás de tu dignidad sobre él, para que toda la congregación de los hijos de Israel le obedezca. Él se pondrá delante del sacerdote Eleazar, y le consultará por el juicio del Urim delante de Jehová; por el dicho de él saldrán, y por el dicho de él entrarán, él y todos los hijos de Israel con él, y toda la congregación. Y Moisés hizo como Jehová le había mandado, pues tomó a Josué y lo puso delante del sacerdote Eleazar, y de toda la congregación; y puso sobre él sus manos, y le dio el cargo, como Jehová había mandado por mano de Moisés.
a. Toma a Josué hijo de Nun, varón en el cual hay espíritu, y pondrás tu mano sobre él: Aunque Josué no era de noble cuna ni hijo carnal de Moisés, había muchas cosas que lo calificaban para ser el sucesor de Moisés:
·Josué había dirigido el ejército de Israel contra los amalecitas (Éxodo 17:8-16).
·Josué fue ayudante de Moisés (Éxodo 24:13).
·Josué ayudó a Moisés en el tabernáculo después del desastre del becerro de oro (Éxodo 33:7-11).
·Josué fue celoso para preservar la autoridad y el liderazgo de Moisés (Números 11:28).
·Josué fue uno de los dos espías llenos de fe del total de doce que examinaron la tierra de Canaán (Números 13:30-14:38).
·Josué era varón en el cual hay espíritu, la cualidad más importante de todas. El Espíritu Santo le daría poder y lo capacitaría para cumplir el desafiante papel de guiar a la nación hacia Canaán.
i. «Esto, ciertamente, debe significar el Espíritu de Dios; y porque fue investido con este Espíritu, era capaz de guiar al pueblo. ¡Cuán miserablemente calificado para la obra de Dios está aquel hombre que no es guiado e influenciado por el Espíritu Santo! Dios nunca escoge a un hombre para cumplir sus designios, sino a aquel a quien Él mismo ha calificado para la obra». (Clarke)
ii. «La oración fue contestada inmediatamente y no solo tuvo la satisfacción ya referida de nombrar a su sucesor; sino, lo que era mucho más importante para él, la de saber que aquel así nombrado era el hombre de la propia elección de Dios». (Morgan)
b. Y pondrás de tu dignidad sobre él: Esto parece haber sido inmediato. A partir de este momento, Josué compartió parte de la autoridad de Moisés al frente de Israel. Hasta el fallecimiento de Moisés, hubo algunos meses de liderazgo y responsabilidad compartidos, un breve período de transición.
c. Él se pondrá delante del sacerdote Eleazar: El nombramiento de Josué no solo fue puesto de manifiesto por Moisés, sino también por el sacerdote Eleazar. Los sacerdotes apoyarían el liderazgo de Josué, a pesar de que él (a diferencia de Moisés) no provenía de la tribu sacerdotal de Leví.
i. La explicación del papel del sacerdote Eleazar, quien consultará por el juicio del Urim delante de Jehová, indica una diferencia en el lugar de Moisés y el lugar de Josué. «Mientras que Dios habló a Moisés cara a cara (Números 12:6-8), Josué será instruido por el sacerdote Eleazar, que utilizará el Urim y el Tumim, la suerte sagrada, para descubrir la voluntad de Dios». (Wenham)
d. Y puso sobre él sus manos, y le dio el cargo: Esta presentación pública e imposición de manos sobre Josué fue importante. Mostraba a Josué ante todo Israel como el próximo líder, el que seguiría como el líder designado por Dios.
i. «Jacob colocó sus manos sobre las cabezas de sus nietos para bendecirlos (Génesis 48:14); el pueblo colocaba sus manos sobre la cabeza del blasfemo para transferir al blasfemo su culpa incurrida al oír la blasfemia (Levítico 24:14); y todos los adoradores colocaban una mano sobre la cabeza del animal sacrificado para indicar que este ocupaba su lugar al morir por su pecado (Levítico 1:4, etc.)». (Wenham)
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